Caso Priebke

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Erich Priebke detenido

En este artículo relatamos la actuación de la justicia sionista, esta vez en relación a un sonado caso acontecido en la Argentina y también de alcances internacionales. El famoso caso Priebke.

El periodismo servil

Haremos previamente un repaso sintético del hecho que se le imputara al aludido Erich Priebke, por el que fuera extraditado y condenado de por vida en territorio italiano, para señalar a partir del mismo la formas de actuar que hoy tiene el sionismo a partir de su táctica empleada a través de la complicidad de un periodismo y una justicia que, especialmente en la Argentina, aunque también en otros países del mundo, les funciona de manera dócil y sumisa.

Erich Priebke fue un oficial del ejército alemán que cumpliera servicios en Italia durante la última guerra (Segunda Guerra Mundial) quien, debido a sus buenos conocimientos del idioma italiano, actuara como intérprete en Roma.

En el año 1944, cuando Alemania ocupaba dicha ciudad, aconteció un tremendo atentado efectuado por la resistencia, conocido como el ataque de la vía Rasella, en el que murieran 33 soldados alemanes. Aplicando una ley de guerra que castigaba las acciones terroristas acontecidas en la retaguardia durante el desarrollo de una contienda, el ejército de ocupación procedió a efectuar una acción de represalia sobre prisioneros civiles ejecutando a 335 de ellos, es decir un promedio aproximado de 10 por cada soldado alemán muerto en el atentado. Este sonado acontecimiento fue lo que luego se conociera como la matanza de las Fosas Ardeatinas, un hecho que fuera calificado, luego de la derrota alemana, como un crimen de guerra por el cual fueran oportunamente juzgados sus principales responsables, sea el jefe de la fuerza alemana de ocupación como el subordinado que organizara la represalia, el Gral. Kappler.

Ahora bien, al cumplirse los 50 años de tal acontecimiento la televisión norteamericana quiso hacer un reportaje sobre el tema en la ciudad de Bariloche en donde se sabía que vivían varios alemanes que habían estado en Italia en ese entonces. Fue así como propaló primeramente una entrevista efectuada a Juan Maler, un conocido escritor, hoy fallecido, especializado en temas de la masonería y el judaísmo. En ese mismo reportaje se nos muestra cómo el aludido, en el mismo momento en que es encarado por la calle por los periodistas, para sacárselos de encima, les pregunta por qué no lo van a entrevistar a Erich Priebke quien también vivía en Bariloche. A lo cual el periodista manifiesta un gran asombro por el hecho ya que sabía de la existencia de Priebke por haberse previamente documentado sobre el hecho, pero no que estuviera en tal ciudad y ni siquiera que estuviese todavía vivo. Acotemos al respecto que la única responsabilidad que le cupiera a tal ex capitán en el aludido acontecimiento fue la de haber ejecutado la acción de fusilamiento de los prisioneros y no el haber ordenado hacerlo. La segunda secuencia es cuando se lo entrevista también por la calle a este último y el mismo no se muestra reacio en hablar de lo acontecido hace 50 años en las famosas Fosas Ardeatinas brindando sobre el hecho sus explicaciones. Luego acontecerá lo conocido por todos. Priebke, tras ser delatado por su compatriota Maler y 'descubierto' por la televisión es posteriormente detenido y sometido a un proceso de extradición por el que de manera relativamente rápida es deportado a Italia en donde será juzgado y condenado de por vida.

Esto es lo que conocemos como la versión oficial del hecho. Pero vayamos ahora a aquellos detalles que no se han puesto en evidencia lo suficiente. El primero de ellos y el más importante de todos es que Priebke no vivía en la clandestinidad ni con un apellido falso como en el caso de Eichmann, sino que incluso figuraba en la guía telefónica de Bariloche, por lo que haberlo encontrado fue una cosa demasiado simple que podría haber efectuado cualquiera con un mínimo conocimiento sobre el tema. Mal puede al respecto haberlo delatado su compatriota Maler en tanto que debía suponer que, si era pública y notoria la presencia de Priebke en la Argentina, no estaba cometiendo ninguna infidencia en derivar al periodista hacia alguien que estaba más enterado que él de lo acontecido en las Fosas Ardeatinas.

Al respecto no debe caber duda alguna de que, así como los ciudadanos de Bariloche estaban al tanto de la existencia de Priebke en su ciudad, con seguridad también ello era del conocimiento de instituciones sionistas encargadas de rastrear las pistas de nazis peligrosos responsables de los genocidios acontecidos durante la Segunda Gran Guerra, escondidos muchos de ellos en lugares remotos y con apellidos cambiados. Recordemos también que en la misma ciudad de Bariloche existe una importante colectividad judía y que la misma, cuando Priebke fue descubierto, tomó medidas de hostigamiento hacia su persona, tales como promover ante el Consejo Deliberante que fuera declarado ciudadano no grato y su par de Buenos Aires hizo saber que, en tanto entre los muertos de las Fosas Ardeatinas había un significativo número de tal colectividad, se presentaría como parte querellante en el proceso iniciado en su contra.

Pero lo singular a destacar aquí es que las razones por las cuales las instituciones sionistas no se han preocupado de hacer público y denunciar la existencia de nazis como el aludido Priebke se deben principalmente a la política por éstas implementada especialmente luego de que, tras el proceso de Eichmann, el tema del Holocausto ha pasado a convertirse en una cuestión de Estado no sólo para Israel, sino para el resto de las naciones, siendo el mismo hoy en día capaz de señalar líneas divisorias en la actual humanidad. Y si a esto se le asocia la idea de recompensa y 'ayuda' que se implementara con tanto éxito en el caso Eichmann cuando, luego de haberse violado ostensiblemente las leyes de nuestro país por parte del sionismo, seguidamente se procedió a efectuar el acto de recompensa a nuestro gobierno de entonces por lo cual se obtuvo que dicha circunstancia pasara al archivo de la Historia y que hasta haya personas que nos pinten al entonces presidente Frondizi como un gran patriota y estadista, no habiendo además quedado afectadas por tal acontecimiento nuestras relaciones con Israel, tenemos aquí una clara clave indicativa no sólo de las conductas a asumir de allí en más por parte de los gobernantes argentinos hacia Israel, sino por parte del conjunto de aquellos ciudadanos que desean progresar en nuestro medio y que saben que a través del cumplimiento de tales reglas podrán obtener importantes recompensas. Esto mismo se ha visto a su vez agudizado en especial luego de los dos atentados de los que fuera víctima dicho Estado y colectividad, por lo cual el judío ha pasado a gozar de privilegios muy especiales respecto del resto de la comunidad nacional.

Ha sido para obtener tales grados de adhesión que se ha impuesto en nuestro medio una verdadera gimnasia de servilismo y sumisión en el cumplimiento puntilloso de la causa del sionismo para lo cual se ha procedido a dejar al alcance de los gentiles, especialmente periodistas, la tarea de investigación previamente desarrollada por sus instituciones propias tales como el famoso Centro Simon Wiesenthal capaz de ubicar a los nazis sobrevivientes en los lugares más remotos y con fisonomía y apellidos cambiados y al cual indudablemente no se le debía haber pasado por alto la existencia de Priebke quien figuraba con el propio apellido en la guía telefónica. Estos verdaderos botines son dejados ahora al alcance de los periodistas los cuales actúan como esos niños que en sus fiestas se abocan a la caza del tesoro escondido a fin de recibir premios por ello. La recompensa que obtienen en este caso los que son complacientes y urgidos por el éxito en su profesión es la de alcanzar una rápida fama y dinero. Bien sabemos que los periodistas que descubrieron a Priebke en Bariloche, lograron un gran éxito en su profesión, habiendo uno de ellos, el yanqui Sam Donaldson, llegado a ser el director de un importante medio de prensa.

Por lo tanto la consecuencia a sacar es que, así como el caso Eichmann ha tenido la importancia de poner en 1960 el tema del Holocausto en la boca de todo el mundo horrorizando a nuestra conmovida opinión pública espantada por las cifras que se les propalaran entonces y por los lacrimógenos relatos consecuentes sobre el tema a fin de poder justificar de allí en más todas las tropelías que la mafia sionista habría de efectuar contra los oprimidos palestinos entre otros, el caso Priebke ha significado un paso mayor y más osado en el mismo momento en que los Estados gentiles se encuentran dispuestos a asumir como integrante del propio acervo a tal dogma fundacional y sagrado, al cual recientemente el papa católico ha llegado a identificar con el de la misma Cruz de Cristo. En razón de tal innovación en el plano de las creencias sociales el progreso de las personas en la sociedad hoy en día queda medido a partir del grado de adhesión y colaboración en el éxito de tal fe. Así como en la Edad Media quienes cumplían con servicios especiales hacia la Iglesia promoviendo el triunfo de tal religión eran recompensados con honores sociales y con indulgencias celestiales hoy en día el sionismo recompensa a todos aquellos que cumplen a rajatablas con sus metas y hacen méritos respecto del triunfo de los dogmas de su doctrina retribuyéndolos con fama y dinero.

Y esto no solamente acontece en el campo del periodismo en el que presenciamos verdaderas proezas y actos de esmero por parte de miembros de tal profesión por lograr progresar haciendo méritos hacia tal causa, sino algo muy parecido es lo que acontece con la justicia. En razón del progreso acontecido en los últimos años con la causa sionista luego de sus victorias en sucesivas guerras y a las permanentes sugestiones psicológicas a las que ha sometido a la opinión pública, el sionismo no ha precisado más acudir a la ilegalidad para detener a los nazis peligrosísimos, sino que para tal fin en la República Argentina ha podido contar en primer término con los increíbles servicios de un periodismo servil y complaciente que ha cumplido fielmente con su rol de denunciante a fin de que la justicia posteriormente, en un segundo paso, diera cabida a sus procedimientos punitorios, los que habitualmente consistían en la extradición del denunciado y descubierto.

La justicia servil

Una justicia servil como la que existe mayoritariamente en la Argentina tiene como principal característica la de ser fácilmente presionable y modelable a los vientos de turno. Esto lo ha sabido muy bien el movimiento sionista el cual, luego de que lograra que el periodismo pusiera al descubierto en el caso Priebke lo que ya sabía, el paso siguiente ha sido el de asegurar que la justicia hiciera otro tanto en la medida que no estuviese sometida a otro tipo de presiones sociales capaces de poner en riesgo los descubrimientos efectuados previamente. Para tal fin se utilizó un procedimiento muy siniestro cual fue el de elegirle a Priebke un abogado defensor que en realidad secretamente sirviera a sus objetivos realizando una defensa que favoreciese los fines de tal movimiento consistentes en el logro de su extradición a fin de que el tema del Holocausto siguiera teniendo un valor absoluto e intangible para la opinión pública mundial. Se utilizaron para ello los servicios de un conocido abogado hecho famoso en tanto asumiera la defensa de una notoria envenadora, Yiya Murano, respecto de la cual se jactaba de haber logrado por mucho tiempo la dilación del procesamiento y condena judicial.

El Dr. Bianchi, tal el apellido del hoy fallecido abogado defensor de Priebke, se presentó ante éste ofreciendo sus servicios legales a un precio sumamente módico y apelando a su renombre. En otra nota haremos mención a que el aludido reconoció en una entrevista personal estar en contacto con la logia sionista B'nai B'rith, pero ello lo explicaremos en la tercera parte de este escrito. Sigamos ahora con el tema que nos ocupa. ¿En qué consistió su estrategia judicial, la que lamentablemente en su momento fue compartida por el mismo Priebke quien creyó a pié juntillas en la profesionalidad y competencia de esta persona, creyendo vanamente que se iba a salvar de la extradición? Pues bien, la misma era totalmente legalista y judicial tratando de evitar cualquier ingerencia política en el hecho, lo cual hubiera sido lo único con capacidad suficiente para desarticular el plan sionista ante una justicia que se caracteriza justamente por su carácter presionable.

En efecto, Priebke no había sido un nazi viviendo en la Argentina, sino un ciudadano burgués común con gran prestigio no sólo entre su colectividad en la ciudad de Bariloche, sino entre la comunidad en su conjunto. A la dupla Bianchi-Priebke se le propuso que simultáneamente a la labor judicial respecto de la cual se dudaba que tuviese éxito alguno, debido al aludido carácter de nuestra justicia, se pudiesen efectuar movilizaciones sociales de apoyo a fin de evitar entre otras cosas que fuese declarado ciudadano no grato de su ciudad, tal como pretendía la asociación israelita local. El aludido Bianchi reaccionó con virulencia ante tal propuesta, tal como lo hará luego, aunque con éxito diferente, en el caso Habel, y convenció a su cliente de que, utilizando en exclusividad procedimientos legales y evitando todo barullo político, se iba a lograr evitar su extradición. Los argumentos del Dr. Bianchi eran que en ese entonces en nuestro país regía la ley de obediencia debida y que aunque se pudiese aceptar que en razón de que la reciente reforma constitucional acontecida en ese año al someter a nuestra legislación a los Tratados internacionales determinaba el carácter imprescriptible del delito del Holocausto que se le imputara a Priebke en forma por demás caprichosa, el hecho de que en nuestro país tal delito no sufriese castigo lo eximía por lo tanto de la extradición. Pero tuvo escasa influencia tal argumentación.

El trámite judicial de extradición fue el siguiente. El tribunal federal de Gral. Roca, jurisdicción en donde se dirimía la causa, falló en contra de la extradición, pero la Corte Suprema de Justicia en un fallo fulminante en un proceso de poco más de un año anuló esa sentencia con el siguiente argumento principal:

"Que el hecho de haber dado muerte (entre los 335 fusilados) a setenta y cinco judíos... configura prima facie al delito de genocidio". (Tal sentencia puede verse completa en internet).

Y en cuanto a la recompensa es de recordar que en la querella actuó un famoso abogado que antes de ello había sido fiscal acusador de las Juntas Militares, de apellido Moreno Ocampo, quien poco tiempo después, gracias a esta brillante gestión, fue nombrado fiscal general de la Corte Internacional de La Haya, con un verdadero sueldazo.

Es que la justicia sionista tiene su escalafón.

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