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Chilingas - Ingas - Vikingas
Sumario
Anotaciones sobre los restos Incas en Noruega
Desarrollando trabajos de restauración de la iglesia de San Nicolás, en la localidad de Sarpsborg, en la región noruega de Østfold, un sorprendente hallazgo ha tendido lugar. De hecho, al cambiar una antigua rosaleda de sitio, aparecieron en las ruinas de la iglesia los restos bien conservados de dos hombres mayores y un niño, que han sido fechados entre los años 890 y 1015 d. C. Según informó el canal local de la televisión pública noruega NRK, uno de los cráneos tiene signos evidentes de haber pertenecido a un inca. "Tiene un hueso en la nuca que no ha crecido y esto es un rasgo hereditario que sólo lo tenían los incas peruanos", dijo la arqueóloga Mona Beate Buckholm, del museo de Borgarsyssel. Por su parte, el arqueólogo Daniel Chumpitaz, no descartó que otras culturas hayan llegado y llevado nativos de Sudamérica a Europa, expresando que "de confirmarse sería un hallazgo excepcional que estaría evidenciando las migraciones de peruanos o andinos antes de la llegadas de los españoles". Y Chumpitza agrega a continuación que "el problema es que Sudamérica es una isla rodeada de agua que ha hecho imposible el traslado después de las primeras migraciones por el estrecho de Behring. Definitivamente habría que revisar exhaustivamente toda la historia y plantear la investigación para poder comprender todo lo que ha pasado".
Los restos humanos incaico – andinos que se han encontrado en Noruega, desestructuran totalmente la Historia que se nos ha enseñado, socavando los pilares de la versión historiográfica "oficial", tanto del "Descubrimiento" de un tal Colón, como de los movimientos de poblamiento del continente. ¿Cómo hacer encajar estas piezas en la Historia ortodoxa? Simplemente no se ajustan y por ello, serán considerados una rareza, o bien, pronto, el hallazgo será desmentido.
Frislandia
Recordemos aquí al erudito de origen holandés Hugo van Groot, quien en su obra De origine gentium americanarum dissertatio (1642), establece que América fue poblada inicialmente por noruegos. Luego, el fraile dominicano fray Gregorio García, investigando el origen de los habitantes del "Nuevo Mundo" y refiriéndose de manera especial a Chile, determinó que los habitantes del país de Frislandia o de la Frisia fueron sus primeros pobladores. El mismo autor expone a continuación que los frisios eran tenidos desde época muy remota como grandes navegantes y conocedores del arte náutico, a cuyo intento se contaba que el año mil de nuestra era, varios nobles del país, seguido de buen número de aventureros, armaron una expedición que, según se cree, llegó hasta la isla de Cuba y desde allí habrían llegado a Chile. García sigue las ideas de Hornii en De orijinbus americanis libri (IV, Lib. I cap. 2, fol. 26) en relación con el poblamiento nórdico de la América Aborigen.
De forma semejante, el historiador nacional José Toribio Medina en su obra Los Aborígenes de Chile (1952) indica que Sufrido Pedro en De Frisi antiquit et origine (1698), apoya la misma teoría, determinando que supuesto la destreza en la navegación y del deseo de ver cosas nuevas, no es difícil deducir que los indios de Chile y aún los del Perú descendían de los frisios.
Este hecho se refuerza porque la india Glaura, refiriendo sus aventuras al poeta - guerrero, don Alonso de Ercilla, le aseveró que era descendiente de la antigua sangre de Frisia, según los versos del Canto XXVIII: Mi nombre es Glaura, en fuerte hora nacida, Hija del buen cacique Quilacura De la sangre de Frisio esclarecida.
Y de Friso, continúa fray Gregorio García en el Origen de los indios del Nuevo Mundo e Indias Occidentales (Madrid, 1729), parece derivaba el nombre de Fresolano, que usaba la familia de que hace mención Alonso de Ercilla.
Además de estas aseveraciones, el nombre Chile o Chili significa frío, y lo mismo en Frisia. Y, por fin, las águilas de dos cabezas, de que antes hemos hecho mención, existían en Chile cuando llegaron los españoles y en Frisia eran vulgares estas figuras.
Boxhornio comparte la misma opinión, definiendo que los islandeses fueron los antiguos frisios en su Apologia por navigat (Hollandor., fol. 239). Y Sherer, asimismo, en la obra Recherches historiques et géographiques sur le Nouveau Monde (París, 1777) notando la semejanza del uso de pasar la flecha que existía entre los indios de Chile y los pueblos del norte de Europa, especialmente la Noruega, se inclina a creer que ambos proceden de un mismo origen.
La presencia de frisones en la América Aborigen y en Chile mucho antes que el "descubrimiento" de Colón se encuentra en el tratado Frisia, seu de viris rebusque Frisiae illustribus (Franckarrae, 1620) de Hamconii y en Observatio historie de Frisonum navigatione fortuita in Americam soeculo XI facta Magdeburgui (1741) de Cassel.
Por su parte, el doctor Diego Andrés Rocha en el trabajo titulado Tratado único y singular del origen de los Indios Occidentales del Perú, México, Santa Fe y Chile (Lima, 1681), basándose en las informaciones entregadas por el Inca Garcilazo de la Vega, quien consigna el hecho que el Inca Atahualpa Inca Yupanqui se preciaba de ser indio auca, estima con mayor razón que los indios araucos de Chile descienden de los primitivos españoles que se llamaron arvacos o arevacos que estaban junto a Briviesca. Rocha, citando a Procopio y Villadiego en sus comentarios del Fuero Juzgo, asegura que la Scitia se llamó Chile, concluyendo que si los godos formaron la Scitia, que entonces abarcaba la región de la Escandinavia, que cae hacia la tierra del Salvador, y si por allí se pobló la América, con el tiempo se fueron extendiendo con las demás naciones que habían entrado por aquel lado hasta llegar a Chile .
Población original
Estas crónicas refieren a los antiguos habitantes de Chile y de la América del Sur y no a las actuales poblaciones indígenas de origen protomongoloide y mongoloide. ¿Hay algún parecido ó semejanza entre los Frisones y los indígenas para que los cronistas se hubiesen confundido? Las descripciones desarrolladas por los cronistas son puntuales, específicas. La población original americana fue mermada por los trágicos efectos telúricos y geológicos acontecidos en épocas pasadas. Los grupos remanentes de este tronco primitivo fueron llamados posteriormente indios blancos, caracterizados por rasgos ajenos a los cuales actualmente se identifica a los indígenas de origen asiático. Entre las características que se distinguen figuran los cráneos dolicocéfalos; la pigmentación blanca ó clara; en ocasiones, presentan ojos azules ó verdes y vello facial, factor ajeno por lo general en las poblaciones de origen oriental.
El arribo posterior de los siglos X, XI y XII de grupos nórdicos y vikingos a Huitramannaland (White’s men Land – la Tierra de los Hombres Blancos), no es otra cosa que el retorno a la tierra ancestral. Como señaló el historiador José Toribio Medina en su fundamental obra: Ya antes hemos indicado que todos concurren a creer que en la noche de los siglos moró en Chile una raza de hombres que dejó las huellas de su paso escritas en el granito de los Andes, y que se supone desaparecida a consecuencia de los grandes cataclismos que en una época geológica reciente ha debido experimentar este continente(...)
Como resultado de las múltiples modificaciones desencadenadas por el cambio del Eje de la Tierra y los patrones climatéricos determinados por las Épocas Glaciales y los Interglaciales, el grupo primigenio americano emigra y puebla Europa, como ya lo postuló el Profesor Roberto Rengifo, quien señaló que la última inmigración importante partió de Taltal en la costa Norte de Chile, hace 9 mil años, fueron los Uros que, por estar ya todas las demás costas y países poblados, buscando uno inhabitado llegaron al fondo del Golfo Pérsico y fundaron la ciudad de Uruk, llevando allá la cerámica y los metales; ciudad que fue el germen de las civilizaciones indo-europeas con la cual comienza la Proto-historia, siendo todo lo anterior, Pre-historia y siendo Historia sólo los 2.500 años últimos, desde que se descubrió la escritura alfabética.
De allí el conocimiento registrado en antiguas sagas y mitos europeos de una tierra ó bien, una isla al occidente , siendo así, el arribo al continente de "América", el regreso a Huitramannland, la tierra de los ancestros.
La presencia nórdico – vikinga en América se rastrea a través de varios campos. Uno de ellos es la presencia de signos rúnicos -el denominado "alfabeto" de símbolos mágicos de los antiguos paganos nórdicos- en la alfarería andina, especialmente en la cerámica de los Ingas, como asimismo en objetos líticos y textiles . Los signos ideográficos americanos poseen similares connotaciones y significados con las runas nórdicas, concibiéndolas como elementos sagrados y mágicos, de alto poder ritual, destacando, por ejemplo, los signos "Ur", "Ru", "Sieg" y variaciones de la runa "Odal". Asimismo, se halla la runa de la Estrella de Ocho puntas, como también otras variaciones de símbolos compuestos.
Las runas se aprecian claramente en las ilustraciones del Décimo Inga Topa Inga Yupanqui y en el Consejo Real de los Reinos del Tawantinsuyu, las autoridades del Imperio del Sol, entregadas en la Crónica del Buen Gobierno de los Incas, de Felipe Guaman Poma de Ayala. Otro símbolo rúnico se halla en una remota pieza arqueológica hallada en el norte de Chile: un pectoral con una estrella de ocho puntas en su centro, extraordinario sistema calendárico de la Protohistoria. Asimismo, se encuentra la cruz giratoria en el Kultrun de los Araucanos, figura heredada de los Glyches ó Primeros Hombres, símbolo solar y benéfico estampado en estos tambores sagrados, cuyas primeras manifestaciones fueron hechas en la piedra.
Remitimos al lector, los títulos de las investigaciones desarrolladas por el gran antropólogo de origen francés, Jacques Marie De Mahieu (1915-1989) en fundamentadas obras como "La Lucha Mortal de los Dioses Solares. Los Vikingos en Paraguay" (1973); "La Agonía del Dios Sol. Los Vikingos en la América del Sur" (1974); "El Gran Viaje del Dios Sol. Los Vikingos en México y Perú" (1975); "La Piedra Sagrada del Dios Sol. Los Vikingos en Brasil" (1975); "Los Sabios de Ippir. Los Vikingos en Amambay" (1978) y "El Imperio Vikingo de Tiahuanacu" (1981), entre otros trabajos.
Las fuentes citadas en este escrito, como los vestigios arqueológicos señalados, corroboran la interconexión entre los habitantes de la América Aborigen y Europa desde lejanas edades, atestiguadas ya por los cronistas del "Nuevo Mundo", que abaten irrefutablemente, la "historia oficial" que se ha querido imponer en torno a nuestra América y Europa.
por Rafael Videla Eissmann
