Craneometría

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Cráneos de un africano congoide, un europeo caucasoide, un amerindio, un asiático mongoloide y un australoide.
Craneómetro.

La craneometría es la disciplina de la antropología física que estudia y compara las diferentes medidas que poseen los cráneos humanos.

Las medidas y forma del cráneo constituyen uno de los criterios más importantes que existen para determinar no sólo la especie de un homínido sino también la raza o subespecie de un Homo sapiens, muy por encima del tono de piel. También se puede determinar la edad y el sexo.

La craneometría y el estudio de los esqueletos fueron usados para demostrar la teoría de la Evolución de Darwin, expuesta por primera vez en El origen de las especies (1859).

Cabeza

Índice cefálico

Diferencia entre el cráneo braquicéfalo (izquierda) y el dolicocéfalo (derecha) vistos de perfil y desde arriba.
Diferencia entre el cráneo planooccipital (izquierda) y curvooccipital (derecha).

El índice cefálico es la relación de la anchura máxima de la cabeza respecto su longitud máxima. Se calcula por medio de la fórmula:

Diámetro transverso X 100
________________________
Diámetro anteroposterior


En 1842 el profesor de anatomía sueco Anders Retzius (1796–1860) definió y usó por primera vez el índice cefálico en la antropología física para clasificar los restos humanos antiguos hallados en Europa. Retzius clasificó los cráneos en tres categorías principales según su forma:

  • Dolicocéfalo. Largo y delgado.
  • Mesocéfalo. Intermedio.
  • Braquicéfalo. Corto y ancho.

Estos términos fueron usados también por Georges Vacher de Lapouge (1854–1936), uno de los pioneros de las teorías científicas en esta área y un teórico de la eugenesia, quien observó las diferencias que existen entre cráneos de diferentes razas humanas y en L'Aryen et son rôle social (Los arios y su rol social, 1899) clasificó a la humanidad en varias razas diferentes y jerarquizadas, desde la raza aria blanca, dolicocéfala, a la braquicéfala. Entre estas, Vacher de Lapouge identificaba al Homo europaeus (nórdico) al Homo alpinus (alpino) y finalmente al Homo mediterraneus (mediterráneo). Su clasificación fue reflejada por William Z. Ripley en Las razas de Europa (1899).

Ver el cráneo de perfil sólo revela si es planooccipital (occipital aplanado) o curvooccipital (occipital prominente). Cuando se ve desde arriba revela con seguridad su tipo craneal (dolicocéfalo o braquicéfalo).

El cráneo dolicocéfalo no se caracteriza únicamente por ser largo, sino que su ilusión de longitud se ve aumentada por la estrechez de sus sienes (los huesos temporales). El cráneo braquicéfalo, es redondo, más ancho y de sienes más abultadas (huesos temporales más desarrollados). A los cráneos intermedios entre ambos tipos se les denomina mesocéfalos.

Mapa del índice cefálico en Europa según William Z. Ripley, publicado en Las razas de Europa (1899).

Capacidad craneal

Véase también: Raza e inteligencia


Representación comparativa entre el volumen del cráneo de un europeo y el de un africano.
Representación comparativa de dos cerebros de distintas razas (de un bosquimano (capoide) y del matemático europeo Carl Friedrich Gauss) y el cerebro de un orangután.
Representación comparativa de dos craneos de distintas razas y el cráneo de un chimpancé.

La capacidad craneana o craneal, es decir, la medida del volumen del interior del cráneo, es un indicador fiable del posible grado de inteligencia de un individuo así como de la raza a la que pertenece. El volumen endocraneal relativo humano (unos 25cm³ por kg. de masa corporal) es más del doble que el de los simios.

Samuel George Morton (1799–1851), uno de los pioneros de la antropología física, recogió cientos de cráneos humanos de todo el mundo e intentó hallar una forma de clasificarlos según un criterio lógico. Influido por las teorías comunes de su época, hizo mediciones aproximadas de la capacidad intelectual de una raza en base a la capacidad craneal. Un cráneo grande significaba un gran cerebro y mayor capacidad intelectual, y un cráneo pequeño indicaba un cerebro pequeño y una menor capacidad intelectual. Morton tenía muchos cráneos del antiguo Egipto, y concluyó que los antiguos egipcios no eran negros sino blancos (Ver: ¿Eran blancos los egipcios?). Sus principales monografías fueron: Crania Americana (1839), An Inquiry into the Distinctive Characteristics of the Aboriginal Race of America y Crania Aegyptiaca (1844). En Crania Americana afirmó que la capacidad craneal media de los blancos era 1425 cm³, mientras la de los negros era 1278 cm³.

Posteriormente, en el siglo XX, el negacionista de la raza judío Stephen Jay Gould (1941–2002), en The Mismeasure of Man (1981) acusó falsamente a Samuel Morton de haber manipulado datos y rellenado los cráneos "para poder justificar sus nociones preconcebidas sobre las diferencias raciales". A partir de entonces, algunos sectores, especialmente entre los negacionistas de la raza, creen que relacionar el volumen del cráneo con la inteligencia o la raza es "pseudociencia", calificándose de esa manera como una forma de corrección política, y a menudo esta relación es confundida erróneamente con la frenología, disciplina obsoleta que pretendía determinar la personalidad de un individuo en base a la forma del cráneo.

Los seguidores de Morton, especialmente Josiah C. Nott (1804–1873) y George Gliddon (1809–1857) en su monumental tributo al trabajo de Morton, Types of Mankind (1854), llevaron sus ideas más allá y afirmaron que sus hallazgos de hecho apoyaban la noción de poligenismo, que afirma que la humanidad se originó de diferentes linajes y es el antecesor de la hipótesis poligénica o multirregional. El propio Morton se había mostrado reacio a propugnar explícitamente el poligenismo porque suponía un importante desafío a la versión bíblica de la creación. Charles Darwin se opuso a Nott y Glidon en The Descent of Man (1871), argumentando en pro de un monogenismo de la especie. Darwin concebía el origen común de todos los humanos (la hipótesis monogénica) como esencial para la teoría de la evolución.

En 1873, Paul Broca (1824–1880) halló el mismo patrón descrito en el Crania Americana de Samuel Morton, pesando cerebros en autopsias. Otros estudios históricos que encontraron una diferencia significativa entre negros y blancos en cuanto a tamaño del cerebro incluyen Bean (1906), Mall (1909), Pearl (1934) y Vint (1934).

Asimismo, académicos como el profesor Philippe Rushton de la Universidad de Ontario del Oeste, han publicado estudios científicos que demuestran las diferencias intelectuales entre razas. En el año 2000, Rushton publicó en Raza, Evolución y Comportamiento las diferencias entre tres razas genéricas, midiendo el promedio tanto de la capacidad craneana, como el número de neuronas corticales y el cociente intelectual (IQ). A continuación se muestran sus resultados:

Raza africana o negra Raza europea o blanca Raza asiática o amarilla
Capacidad craneal (cm³) 1267 1347 1364
Número de neuronas corticales

(en millones)

13185 13665 13767
Cociente Intelectual (IQ) 85 100 106

En The Origin of Races (1962), el antropólogo Carleton S. Coon, señala que la capa supragranular del cerebro africano es 15% más delgada y más simple, comparada con la de los cerebros de blancos.

Se ha comprobado que el consumo de productos animales cocinados durante la Prehistoria, tuvo un papel determinante en la evolución de las razas humanas, especialmente al favorecer el desarrollo del cerebro y la capacidad craneal.

Beals, Smith y Dodd (1983) relacionan el clima frío con capacidades craneales elevadas. Gordon G. Gallup Jr., profesor de biopsicología evolutiva, notó que, en el registro fósil, las capacidades craneales son más elevadas cuanto más se encuentran lejos de los trópicos y el ecuador, donde el clima es cálido y tropical.

Puntos craneométricos

Debido a sus características morfológicas, el cráneo presenta una serie de intersecciones de suturas y relieves óseos peculiares, fácilmente reconocibles en cualquier espécimen. Estos puntos, llamados craneométricos, sirven de referencia para realizar estudios comparativos de las características craneales entre distintas razas y han sido largamente descritos por los antropólogos. De acuerdo a su situación, los puntos craneométricos se clasifican en puntos sagitales, y por lo tanto impares, y puntos laterales, dispuestos en cada antímera. Además, mediante la unión de dos puntos determinados es posible trazar una serie líneas en los tres planos del espacio, a partir de los cuales es posible estimar la altura, la longitud y el ancho de las regiones del neurocráneo y del viscerocráneo; datos que combinados permiten definir distintos índices craneales y faciales.

Si bien los puntos craneométricos son clara e inequívocamente identificables al examen de una cabeza ósea (craneoscopía), estos puntos pueden ser reconocidos también en radiografías estandarizadas de cráneo (telerradiografías). Este método, conocido como cefalometría, es ampliamente utilizado por ortodoncista y cirujanos ortopedistas para el análisis de las relaciones intermaxilares de sus pacientes; datos que sirven para elaborar un diagnóstico, desarrollar el tratamiento y contrastar los resultados de él.

Para estos análisis se coloca a la cabeza orientada en el plano horizontal de manera tal que, a cada lado, el borde margen orbitario inferior (y más específicamente, el punto Orbital, que corresponde la zona más baja de ese margen) se encuentra al mismo nivel que el margen superior del meato acústico externo (y más específicamente, el punto Porion, que corresponde a la zona más alta de ese margen). Este plano Porion-Orbital se conoce como Plano de Frankfurt. Del mismo modo, la cabeza debe estar perfectamente vertical, de modo que todos los puntos craneométricos impares se encuentren en el plano sagital medio.

Neurocráneo

En el neurocráneo se reconocen los siguientes puntos craneométricos sagitales:

  • Nasion: Intersección de las suturas frontonasal e internasal.
  • Glabela: Punto más prominente del frontal en el plano sagital medio. Se ubica sobre el entre los arcos superciliares.
  • Bregma: Intersección de las suturas sagital y coronal.
  • Vertex: Punto medio más alto del cráneo en el plano sagital medio.
  • Lambda: Intersección de las suturas sagital y lambdoídea.
  • Opistocranio: Punto de la escama del occipital que, en el plano sagital, se encuentra más alejado del punto Glabela. Puede coincidir con el punto Inion.
  • Inion: Punto de encuentro de la línea occipital (nucal) superior con el plano sagital medio. Se corresponde generalmente con la protuberancia occipital externa.
  • Opistion: Punto medio del borde posterior del foramen occipital.
  • Basion: Punto medio del borde anterior del foramen occipital.
  • Sfenobasion: Punto de intersección, por exocráneo, de la sutura esfeno-occipital con el plano sagital medio.
  • Hormion: Punto de intersección del borde posterior de las alas del vomer y el cuerpo del esfenoides con el plano sagital medio.

En el neurocráneo reconocemos los siguientes puntos craneométricos laterales:

  • Coronal: Punto más lateral de la sutura coronal, generalmente se ubica más hacia caudal de stefanion.
  • Stefanion: Punto de intersección de la sutura coronal con la línea temporal superior.
  • Sfenion: Punto de intersección de la sutura coronal con la sutura esfeno-parietal.
  • Eurion: Punto más lateral del neurocráneo, puede ubicarse en el parietal o en la escama del temporal.
  • Porion: Punto más cóncavo en el borde superior del meato auditivo externo.
  • Mastoidal: Punto más caudal en el proceso mastoídeo del temporal.
  • Pterion: Punto de convergencia de los huesos parietal, frontal y esfenoides.
  • Asterion: Punto de convergencia de los huesos temporal, parietal y occipital.
Diámetros del neurocráneo

Utilizando los puntos craneométricos mencionados, es posible determinar los siguientes diámetros en el neurocraneo:

  • Longitud máxima del cráneo: Glabela-Opistocranio.
  • Longitud de la base de cráneo: Basion-Nasion.
  • Ancho máximo del cráneo: Bi Eurion. Altura del cráneo: Basion-Bregma.

Combinando estas dimensiones podemos establecer el índice craneano y sus categorías:

Ancho máximo x100/Longitud máxima:

  • Dolicocráneo = 70,0 - 74,9.
  • Mesocráneo = 75,0 - 79,9.
  • Braquicráneo = 80,0 - 84,9.

Viscerocráneo

En el viscerocráneo reconocemos los siguientes puntos craneométricos sagitales:

  • Rhinion: Punto más caudal de la sutura internasal
  • Nasoespinal: Punto más bajo de la abertura piriforme, a nivel de la base de la espina nasal anterior, proyectada en el plano sagital medio.
  • Subespinal: Punto más profundo en el plano medio entre prostion y la espina nasal anterior
  • Prostion: Punto más anterior del reborde alveolar entre los incisivos superiores en el plano sagital.
  • Infradental: Punto más anterior del reborde alveolar entre los incisivos inferiores en el plano sagital.
  • Pogonio: Punto más ventral de la eminencia mentoniana en el plano medio.
  • Gnation: Punto más caudal del borde inferior de la mandíbula en el plano medio.
  • Oral: Punto de intersección de un plano trazado a nivel de la base de las caras palatinas de los incisivos superiores con el plano sagital medio.
  • Stafilion: Punto de intersección de un plano trazado a nivel de la zona más profunda del borde posterior la lámina horizontal de los palatinos con el plano sagital.

En el viscerocráneo reconocemos los siguientes puntos craneométricos laterales:

  • Orbital: Punto más caudal de borde orbitario.
  • Yugal: Vértice del borde posterosuperior del hueso cigomático, donde se encuentran sus vertientes vertical y horizontal.
  • Zygion: Punto más lateral del arco cigomático.
  • Gonion: Punto de encuentro del borde inferior de la rama mandibular con el borde posterior de ella (borde parotideo).
  • Mental: Punto más caudal del foramen mentoniano.
  • Frontomalar orbital: Punto de la sutura frontomalar en el margen orbitario.
  • Frontomalar temporal: Punto más posterior de la sutura frontomalar
  • Zygomaxilar: Punto más caudal de la sutura cigomato-maxilar.
  • Lingular: Vértice de la lingula mandibular (espina de Spix).
  • Koronion: Punto más cefálico del cóndilo mandibular.
  • Kondylo medial: Punto más medial del cóndilo de la mandíbula.
  • Kondylo lateral. Punto más lateral del cóndilo de la mandíbula.
Diámetros del viscerocráneo

Utilizando los puntos craneométricos mencionados, es posible determinar los siguientes diámetros o alturas en el viscerocráneo:

  • Longitud de la cara: Basion-Prostion.
  • Ancho máximo de la cara: Bi Zygion.
  • Altura total de la cara: Nasion-Gnation.
  • Altura facial superior: Nasion-Prostion.

Combinando estas dimensiones podemos establecer los siguientes índices de la cara:

Indice facial total o morfológico = Altura total x100/ Ancho máximo:

  • Euriprosopo = 80,0 - 84,9.
  • Mesoprosopo = 85,0 - 89,9.
  • Leptoprosopo = 90,0 - 94,9.

Indice facial superior = Altura facial superior x 100/ Ancho máximo de la cara:

  • Eurieno = 45,0 - 49,9.
  • Meseno = 50,0 - 54,9.
  • Lepteno = 55,0 - 59,9.

Perfil humano

Comparación del Ángulo de Camper o grado de inclinación de un cráneo caucasoide, un cráneo congoide y el cráneo de un gorila.

La evolución del perfil humano comenzó a partir de un modelo primitivo con hocico y sin frente. Se considera como antepasados de los hominoideos a mamíferos gráciles como el Plesiadapis, el Smilodectes o, ya más en la dirección simiesca, el Aegyptopithecus. Según se fue entrando en la fase homínida, ese "hocico" primitivo (el prognatismo subnasal o proyección frontal de los maxilares) fue retrocediendo, el perfil se fue enderezando, apareció la frente y se fue asentando poco a poco la verticalidad del rostro (ortognatismo). Se considera que los rasgos propios de un perfil evolucionado, alejado del origen simiesco, son una frente vertical, alta y abombada, un puente nasal y un mentón bien formados, y un maxilar inferior estrecho cuando visto de perfil y ancho cuando visto de frente. En las razas humanas modernas, la frente huidiza es influencia de la mezcla Neandertal (como en el caso de la raza arménida), así como seguramente Homo erectus y otros. Los nordico-rojos, cónguidos y pígmidos tienen frentes perfectamente verticales, mientras que los nordico-blancos y khoisánidos la tienen muy levemente inclinada. Los mentones morfológicamente más avanzados son el nordico-rojo y el nordico-blanco. El puente nasal más desarrollado evolutivamente es el arménido.

Tipos de mandíbula

Diferencia entre el ortognatismo de un cráneo caucasoide (izquierda) y el prognatismo de un cráneo congoide (derecha).
  • Prognatismo (Del griego, pro, 'adelante' y gnathos, 'mandíbula'). Disposición general de la cara de tal forma que, vista de perfil, ambos maxilares están proyectados por delante de la línea vertical que desciende de la raíz de la nariz. Se observa principalmente en la raza congoide y australoide, si bien dentro de la raza mongoloide puede presentarse cierto grado de prognatismo. Cuando sólo el maxilar inferior presenta prognatismo, de forma que los dientes no encajan adecuadamente en la mordida, se considera una deformidad[1], y debe someterse a una cirugía ortognática.
  • Ortognatismo (Del griego, orthos, 'correcto', y gnathos, 'mandíbula'). Disposición general de la cara, de tal forma que la línea del perfil que va de la frente al mentón es vertical. Se observa principalmente en las razas caucasoide y capoide, aunque puede presentarse en individuos de otras razas con variables niveles de mezcla caucasoide.
  • Retrognatismo (Del latín, retro, 'atrás', y el griego gnathos, 'mandíbula') Disposición en la que el maxilar inferior (mandíbula) es de menor proyección respecto al resto de la cara. El retrognatismo podría ser un legado de la raza arménida.

Ángulo de Camper

Ángulo de Camper.

Definido en el siglo XVIII por el médico, naturalista y biólogo holandés Petrus Camper como ángulo facial, se trata de un ángulo formado por la línea facial, definida por la parte más prominente de la frente y la parte más anterior del reborde alveolar del maxilar superior, y el plano de camper, formado por una línea horizontal que va desde el oído y hasta el ala de la nariz. Indica la inclinación de la frente.

Camper comprobó que los europeos presentaban un ángulo de 82°, los africanos de 70°, el gorila de 60° y el orangután de 58°.

Se trata de una medida para evaluar el prognatismo de un cráneo, es decir, la proyección más o menos avanzada de las mandíbulas y la cara.

Es el ángulo agudo formado por dos rectas (OP) y (MN), con:

  • O el punto más bajo de la órbita;
  • P el punto más alto del agujero de la oreja;
  • M es el punto de la mandíbula superior entre las células de los dos incisivos maxilares centrales más prominente;
  • Ninguna unión de la sutura de los huesos nasales y el hueso frontal.

El ángulo facial puede compararse también en representantes más antiguos del género Homo. Algunos valores aproximados obtenidos a partir de los tipos de fósiles del linaje humano son:

Paladar

Formas del paladar según la raza.

La forma del paladar también varía dependiendo el grupo racial. El caucasoide es de forma triangular, el negroide es rectangular, y el mongoloide es circular.

Índice nasal

Índice nasal leptorrino, mesorrino y platirrino.

La forma y las dimensiones de la nariz han tenido gran importancia en la antropología física, que la estudia descriptivamente mediante diversas medidas, así, se ha establecido el denominado índice nasal (fruto de la comparación entre la anchura máxima de ésta con su altura). Según dicho índice nasal los individuos se clasifican en:

  • Leptorrinos, que tienen un índice nasal de 69,9 como máximo, con la nariz estrecha y alta.
  • Mesorrinos, que tienen un índice que oscila entre 70 y 84,9 y una nariz media.
  • Platirrinos, con un índice de 85 o más y de nariz ancha o baja.

En comparación, el grupo racial caucasoide es en general leptorrino (mediterránidos y nórdidos) o mesorrino (alpínidos). El grupo mongoloide tiende a ser mesorrino o platirrino. El grupo negroide es platirrino.

Diferencias sexuales en el cráneo

Tal como ocurre con la pelvis ósea, las características sexuales en el cráneo se manifiestan de manera clara a partir de la pubertad. Aún cuando el dimorfismo sexual es menos marcado en la especie humana, en términos generales, el cráneo de una mujer adulta aparece más liviano, con relieves óseos redondeados y ligeramente más pequeño que el de un hombre; sus paredes son de menor espesor y los puntos de inserción muscular menos prominentes. Del mismo modo, la glabela es poco marcada (como lo es en el niño), los senos perinasales están menos desarrollados, los arcos superciliares aparecen redondeados, el cuerpo del maxilar es delgado y sus ramas gráciles. Atención especial merece el proceso mastoides, relieve óseo que ofrece un elemento diferencial fidedigno. Así, si al apoyar una base de cráneo sobre la mesa de disección y esta descansa estable sobre el vértice de las apófisis mastoides, el espécimen es de sexo masculino; caso contrario, si oscila apoyada sobre los cóndilos del occipital, el espécimen es de sexo femenino.

Determinación de la edad de un cráneo

Cronología de la Dentición: El análisis de la evolución de la dentición temporal y permanente ofrece un rango que va desde los seis meses (erupción de los incisivos temporales inferiores) hasta los 21 años (erupción de los terceros molares definitivos); datos que permiten deducir de manera precisa la edad del espécimen.

Osificación de las suturas del cráneo: En general, hacia los treinta años comienza la osificación de las suturas de la calvaria; proceso que se desarrolla desde endocráneo hacia exocráneo. Una de las primeras suturas que sufre sinostosis es la sutura sagital, situación que comienza hacia los 30 años; de modo tal que hacia los 35 años ya se observa este proceso en la cara exocraneal de la calvaria. Le sigue luego la sutura coronal, a partir los 38, proceso de osificación avanza desde bregma hacia pterion, de modo que hacia los 42 años la sutura completa aparece como una sinostosis. Otro tanto ocurre en la sutura parieto-occipital, cuyo proceso de osificación avanza desde lambda (42 años) hacia asterion (47 años). La osificación del ala mayor del esfenoides con el parietal y el frontal (pterion) ocurre hacia los 60 años. Un poco más tarde (65 años) ocurre lo mismo a nivel de la sutura entre el ala mayor con la escama del temporal. Por su parte, la sutura occipito-mastoidea se osifica hacia la séptima década. La osificación de la sutura escamosa (borde inferior del parietal con la escama del temporal) ocurre tardíamente, hacia la octava década de la vida.

Artículos relacionados

  1. En ocasiones tiene su causa en el mestizaje entre razas con ortognatismo y razas con prognatismo