Cristianismo y política

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
Las relaciones entre cristianismo y política son un tópico complejo que ha provocado toda clase de enfrentamientos entre cristianos a lo largo de la historia. Numerosos pensadores han concebido diversos modos de entender la relación entre el cristianismo y la política, llegando a afirmar algunos de ellos que el cristianismo sólo es compatible con una determinada filosofía política, en tanto que otros han negado que pudiese existir algo en el plano político que estuviese en perfecta concordancia con el mensaje evangélico y por ello han sugerido que el cristiano debe desinteresarse de las cuestiones políticas.

Fundamentos bíblicos

El Antiguo Testamento contiene numerosas crónicas de los reyes de Israel y Judea, escritas por autores cuya relación con los diversos mandatarios fue positiva en algunos casos y negativa en otros. Los reyes Saúl, David y Salomón son tratados con respeto y presentados como hombres venerables, en tanto que el resto de los monarcas hebreos frecuentemente aparecen representados como malos gobernantes.

El Nuevo Testamento, en cambio, es la historia de Jesús de Nazaret, un predicador que terminó crucificado como un delincuente común por haber ofendido y desafiado tanto a las autoridades judías como las autoridades romanas. A primera vista pareciera que Jesús permaneció en la periferia de la vida política, sin embargo el Evangelio contiene diversos pasajes que pueden ser interpretados como instrucciones políticas.

Romanos 13

Los primeros siete versículos del capítulo 13 de la Carta a los Romanos de San Pablo han sido interpretado por muchos como una declaración a favor de la construcción de un orden social y político de carácter cristiano. Allí es apóstol sostiene que toda autoridad ha sido elegida por Dios para orientar a la humanidad hacia Él, y quien se rebela contra esa autoridad está en realidad rebelándose contra Dios. El hombre debe obedecer no sólo por temor al castigo sino principalmente por convicción, pues de ese modo podrá construir una comunidad en la que reine el bien común.

Normalmente la denominada Derecha Cristiana utiliza este texto paulino para justificar la idea de que el cristiano debe respetar la autoridad y contribuir con ella para alcanzar la salvación.

Hechos de los Apóstoles

En diversos pasajes de los Hechos de los Apóstoles hay referencias a los modos de organización de las primeras comunidades cristianas, las cuales, por ejemplo, ejercían la propiedad comunitaria de sus bienes (Hch 2, 44-45 y Hch 4, 32-35).

Fragmentos como esos han sido empleados por la llamada Izquierda Cristiana para sostener que los cristianos deben vivir una vida ajena a la propiedad privada, como si ser cristiano se tratase de ser comunista.

Apocalipsis

En el Apocalipsis, el último de los libros bíblicos, aparece el personaje de la Bestia. Como es sabido que los escritos apocalípticos son alegorías donde se critican a los regímenes políticos existentes, muchos han querido ver a la Bestia como una metáfora que representa al líder del Imperio Romano.

La estrategia que propone el Apocalipsis para resistir la brutalidad ejercida por la Bestia contra los cristianos es la de resistir hasta que se produzca la intervención divina. De allí que este texto bíblico sea utilizado por los cristianos apolíticos o antipolíticos para justificar su voluntad de no participar en política.

Dios y el César

Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
—Mateo 22, 21.

Esa frase pronunciada por Jesús ha sido interpretada como la prueba de que el cristiano no debe involucrarse en política, sin embargo lo que la frase dice solamente es que la relación de una persona con Dios produce un tipo de frutos y la relación de una persona con otro hombre produce otro tipo de frutos, y no debe confundirse una cosa con la otra.

El imperio cristiano

Cuando la persecución de los romanos contra los cristianos llegó a su fin gracias al Edicto de Milán emitido por el emperador Constantino, el cristianismo pasó a ser la religión más favorecida del Imperio Romano. A raíz de ello los cristianos tuvieron que enfrentar un nuevo escenario creado por la ostentación del poder.

Agustín de Hipona fue uno de los cristianos más lúcidos que meditó acerca de cómo debía ser la vida de un cristiano dueño del poder político. Este filósofo sostuvo que la Ciudad de Dios era un asunto espiritual en franca oposición a la Ciudad Terrena. Sin embargo sostuvo también que estaba profetizado que la primera se impondría sobre la segunda, por lo que es deber del cristiano contribuir desde su posición terrenal a que el Reino advenga.

De todos modos el problema político más agudo que tuvieron que enfrentar los cristianos fue el de la guerra y la paz. Los primeros soldados conversos al cristianismo se enfrentaron al dilema de tener que matar a otros hombres cuando la religión cristiana defiende y promueve la cultura de la vida.

Paulatinamente se llegó a la conclusión de que política y religión podían complementarse, aunque sin necesariamente superponerse. La idea del imperio cristiano entonces se popularizó entre los romanos y luego permaneció como parte de la conciencia política de Europa.

Artículos relacionados