Discursos memorables de Francisco Franco

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Francisco Franco

Contra el bloqueo

Madrid, 9 de diciembre de 1946 - En la Plaza de Oriente

Extractado del diario Arriba

"Combatientes, ex-cautivos y españoles todos: Necesitaríamos el solar de toda España para esta inmensa manifestación de entusiasmo, de unidad y de firmeza, que da la más expresiva y rotunda respuesta a quienes em el exterior especulan torpemente com vuestra lealtad y com nuestra paz interna. (clamorosos aplausos) Los que en la impunidad intentan injuriarnos, queriendo quitar a los españoles la gloria de su Victoria (extraordinários aplausos) y el mérito de sus sacrifícios, para hacerlos recaer precisamente en un puñado de sus odiados enemigos (grandes aplausos), com la injusticia tiran sobre si mismos um baldón de ignomínia. (clamorosa ovación. Una voz: "Aqui estamos para impedirlo").

Terror comunista

Lo que ocurre en la ONU no puede a los españoles extrañarnos (nueva ovación) cuando una ola de terror comunista asola a Europa y las violaciones, los crímenes y las persecuciones del mismo orden de muchas de las que vosotros presenciasteis o sufristeis preside la vida de doce naciones, ayer independientes, en la mayor de las impunidades, no debe extrañaros que los hijos del Giral y de la Pasionaria (clamorosos aplausos) encuentren tolerancias en el ambiente y apoyo en los representantes oficiales de aquellos desgraciados pueblos. (grandes aplausos) Más una cosa es la licencia con la que se proununcian algunos delegados y otra muy distinta la voluntad serena de las naciones.

Mientras el concierto de las naciones del universo siga descansando sobre el respeto a la soberania de cada pueblo sin un organismo internacional que los dicte y unifique, nadie tiene derecho a mezclarse en lo que es de cada Nación. (una ovación estruendosa)

El espíritu pacífico de España está suficientemente demostrado. Sus intereses no están em pugna con los honrados de otros países. Nuestra paz les viene sierviendo tanto como a nosotros mismo. Si nuestra libertad y nuestra soberania peligrasen, nos convertiríamos en la verdadera manzana de la discordia. Lo mismo que ellos defienden y administran su paz, nosotros administramos y defendemos nuestra Victoria.

Cruzada

La situación del mundo y sus vergüenzas llenan, una vez más, de contenido a nuestra gloriosa cruzada. Hay que pensar lo que hubiera sido sin ella em estos tiempos calamitosos de Europa. Unamos a la gran fuerza de nuestra razón la fortaleza de nuestra unidad. Con ellas y la protección de Dios (una ensordecedora ovación), nada ni nadie podrá malograr nuestra Victoria. (nueva y clamorosa salva de aplausos. Una voz: "España está contigo!")

Volveremos en la historia a polarizar la atención del mundo. Millones de cartas de españoles esparcidos por el universo lo acusan con frecuencia. Por vosotros y por vuestro sacrifício se sienten de nuevos "hijos de algo". Prueba de nuestro resurgimiento es llevar al mundo colgado de los pies. Señal inequívoca de que en España empieza a amanecer.... (las estruendosas aclamaciones que suceden a las últimas palabras del Caudillo duran largo rato).

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