El tribunal del pueblo de Münich

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(Capítulo perteneciente al artículo "Alemania Despierta: desarrollo, lucha y victoria del NSDAP")

Colaboración especial de Julius Schaub.

Landsberg am Lech

Orden de admisión.

Adolf Hitler, nacido el 20 de abril de 1889, para dar cumplimiento a su pena de 5 años de prisión en la fortaleza (Ver artículo: Landsberg am Lech), por el crimen de alta traición, debe ser mantenido en reclusión en la celda en la que actualmente se halla arrestado. Los cuatro meses y dos semanas de prisión preventiva le serán computados.

Múnich, 1 de abril de 1924, a las diez horas de la mañana.

Firmado: el Presidente (Hay un sello).


Por breve que pueda parecer esta nota de admisión, un tiempo indeciblemente largo se desprende de la frase "5 años de prisión en la fortaleza", más todavía para un hombre que se afanaba por lo mejor, por la libertad de su pueblo.

El primero de abril de 1924, por segunda vez Adolf Hitler transpone los muros de la prisión de Landsberg, en esta ocasión ya no en carácter de arresto preventivo sino como condenado por un Tribunal del Pueblo. La celda de la fortaleza a la que se le destina está provista apenas de una cama de hierro, un colchón, una frazada, una pequeña mesa, dos sillas y una mesa de luz.

A través de los barrotes él deja vagar su mirada divisando, más allá del muro de 5 metros de altura, los magníficos y extensos campos que se extienden cerca de Landsberg. De tiempo en tiempo la monotonía es interrumpida por el sonido producido por las armas durante el cambio de guardia, o el tintineo de las llaves cuando ésta hace su ronda. Y en esa soledad, lejos del mundo, separado de la humanidad, rodeado solamente de sus fieles combatientes y compañeros de prisión, el Führer escribe Mein Kampf, su grande obra. Así arriba el 20 de abril en que Hitler celebra su 35 cumpleaños. Si entonces creyeron los dueños del poder que Adolf Hitler y su Movimiento estaban liquidados porque sus partidarios le abandonarían, pronto se convencerían de su craso error. Seguramente el correo de Landsberg nunca llevó a un habitante de la bella población cercana al Lech tantaas cartas, telegramas y encomiendas como al prisionero de la fortaleza Adolf Hitler. Las más bellas flores ornamentaben la celda, los regalos de amigos y de sus leales adeptos.

Días de esperanza

Las semanas pasaban, el verano llegaba a su fin. El número de prisioneros en la fortaleza ascendía a 32 hombres. Para muchos de ellos a veces los días transcurrían alegres, otros eran de desesperanza, según el aspecto que mostraba el cielo, pues recordaban a su familia, a su profesion y a tantas otras cosas. Más de uno, cuando paseaba su mirada a través de las rejas sobre los campos de trigo maduro y las cercanías embellecidas por las flores, pensaba en sus seres amados. Mas cuando a la tardel el Führer los renunía para leerles el libro que estaba elaborando, la fe, la esperanza y el consuelo volvían a sus corazones.

El Führer trabajaba y escribía día tras día en su celda. Los otros combatientes se agrupaban en sus diferentes comandos, realizando unos diferentes trabajos en la tierra, bajo la experta dirección del tempranamente desaparecido camarada Ham, en tanto otros se dedicaban a la jardinería y a la recolección de leña para el fuego. De ese modo manteníanse todo el tiempo ocupados por el trabajo.

A la tarde se reunían en el patio para realizar algún juego que les permitiera estirar los miembros, una vez más, antes de acostarse.

Libertad

Los meses transcurren. Se avecina la Navidad. Por primera vez han de pasar la Navidad entre rejas. Sus pensamientos están dedicados a organizar cómo habrán de pasar la festividad.

El 19 de diciembre, a las 10 de la noche, cuando ya los otros reclusos de la fortaleza se hallan acostados, el director de la prisión aparece ante Hitler comunicándole la buena nueva de que se encuentra libre.

En la mañana del 20 de diciembre el Führer convoca a todos sus fieles, designa comandante a su actual lugarteniente Rudolf Hess y se despide personalmente de cada uno, con la promesa de hacer todo lo posible para que ellos también recuperen bien pronto la libertad largamente deseada.

Ahora él retorna a su pueblo, la lucha comienza de nuevo.

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