Goldman Sachs

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La sede de Goldman Sachs en los EE.UU., ubicada en la ciudad de Nueva York al número 85 de Broad street.

El Grupo Goldman Sachs (en inglés: The Goldman Sachs Group, Inc.) o simplemente Goldman Sachs (GS) es uno de los grupos de especulación más grandes del mundo. Fue fundado en 1869 por el judío Marcus Goldman, un inmigrante alemán en los Estados Unidos.

En el año 2006, Goldman Sachs reportó ganancias por U$S 9.540 millones y un récord de ganancias compartidas de U$s 19.690 millones. Según el informe, la compensación total por empleados en 2006 estaba en U$S 622.000. En los últimos tiempos le acompañan un sin número de acusaciones por fraude, estafas a los inversores por miles de millones de dólares, producir una crisis económica e intentar desestabilizar al euro (ver: Gran Recesión).

Reputación

En varias películas de investigación sobre la crisis financiera del 2008, entre las que cabe destacar "Capitalismo: Una historia de amor" de Michael Moore, ha sido marcada como una de las responsables de fomentar y encauzar la crisis para beneficiar a los sectores ricos.

La Securities and Exchange Commission (SEC) de los EE.UU. denuncia a Goldman Sachs y a uno de sus vicepresidentes por ocultar información relevante a sus inversores en títulos hipotecarios. Es mas, asegura que estos productos estaban específicamente "diseñados para fracasar".

Aunque la compañía inicialmente negó las acusaciones de fraude, en julio de 2010 aceptó pagar U$s 550 millones de multa para frenar el proceso abierto por el ente regulador estadounidense.[1]

Recientemente ha tenido lugar una etapa muy turbia de este banco de inversión estadounidense. Fue uno de los encargados, en diciembre de 2006, de colocar la empresa Vueling Airlines en bolsa a un precio de 30 euros por acción. En junio de 2007 colocó la participación de Apax Partners a un precio medio de 31 euros. Poco después, se mostraba neutral en 12 euros. Y en octubre, diez meses después de la colocación, le dice a todo el mundo que no, que la acción de la compañía vale 2,5 euros. Pero esto no termina aquí, ya que tres semanas después, la valora en 13 euros. Un viraje tan abismal abre, cuando menos, bastantes dudas sobre el papel de los bancos de inversión cuando ponen precio a una compañía a la hora de salir a bolsa.[2]

Empleados

Entre sus anteriores empleados están tres Secretarios del Tesoro de Estados Unidos, incluido Henry Paulson, que sirvió bajo Bill Clinton y George W. Bush, Fischer Black, autor de la fórmula de Black-Scholes, cuyo trabajo recibió el Premio Nobel de economía, Romano Prodi dos veces Primer Ministro de Italia y Presidente de la Comisión Europea o el actual presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

Robert Rubin

Fue Secreatrio del Tesoro de Bill Clinton después de trabajar más de 20 años en Goldman Sachs y ser presidente del banco. Se le considera una de las mentes más brillantes de Estados Unidos. También trabajó 8 años en Citigroup, por los que recibió 126 millones de dólares. Según Taibi, Rubin es la mente maestra detrás de la crisis financiera de 2008, empujando la desregularización a voluntad durante el gobierno de Clinton.

Henry Paulson

Fue Secretario del Tesoro de 2006 a 2008 durante el gobierno de George Bush, antes fue CEO de Goldman Sachs. Fue el encargado de orquestar el rescate financiero de 700 mil millones de dólares que rescató a bancos como Citigroup, al cual se le dio 300 mil milones de dólares y a Goldman Sachs que al transformarse en un holding accedió a 10 mil millones de dólares de los contribuyentes.

Lawrence Summers

Director del White House National Economic Council del gobierno de Obama, fue Secretario del Tesoro después de su mentor Robert Rubin, en 1999. Rubin es el responable de buena parte de los ascensos políticos de Summers. Según Taibi, Summers recibió 150.000 dólares por un discurso de una hora en Goldman Sachs, el año pasado. Ganó varios millones de dólares en Wall Street también en el 2008.

Mark A. Patterson

Nombrado irónicamente por Tim Geithner como Jefe de Personal del Secretario del Tesoro de EE.UU., al mismo tiempo que hablaba de reducir el papel del cabildeo (lobbying). Patterson trabajó cabildeando para Goldman Sachs.

Fraude hipotecario

Una acusación sin precedentes realizó en abril de 2010 la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) contra el banco Goldman Sachs, por ocultar información y realizar fraudes con productos vinculados a las hipotecas de alto riesgo que tuvieron un rol crucial en el estallido de la crisis financiera.

Goldman Sachs se enfrenta a duras sanciones e incluso a devolver las pérdidas que sufrieron sus clientes y que ascienden a más de 3.700 millones de dólares. De acuerdo con la Securities and Exchange Commission (SEC), Goldman Sachs creó y vendió paquetes de préstamos hipotecarios dudosos (CDO), sin dar a conocer que estaban destinados al fracaso, y que el beneficiado de estas pérdidas sería el propio banco. En esta operación, Goldman ocultó información clave a sus clientes tanto de Estados Unidos, como de importantes bancos europeos (RBS, IKB, ABN Amro, BNP Paribas).

Aunque Goldman había señalado que las acusaciones son infundadas, las pruebas acabaron acorralándole. Goldman Sachs creó en febrero de 2007 (cuatro meses antes del estallido), un vehículo de inversión llamado Abacus que le permitió a Goldman apostar a la caída en el valor de las hipotecas (ver: crisis de las hipotecas subprime). Goldman creó y vendió este producto en el momento en el que el sector inmobiliario comenzaba a derrumbarse y con un conocimiento de hecho de que el mercado se derrumbaría.

Multa millonaria

Goldman Sachs finalmente pago los U$s 550 millones para poner fin a la demanda interpuesta por el regulador, quien acusó a la entidad de cometer una estafa con la venta de productos de deuda estructurada vinculada a hipotecas de alto riesgo o subprime[1].

En que consistía la estafa

En términos generales, Goldman Sachs vendió un paquete de inversión que, entre muchas otras cosas, incluía hipotecas basura. Estas generalmente se sabe de antemano que no pueden ser pagadas ya que, por ejemplo, el dinero requerido para pagarlas supera los ingresos familiares de los adjudicatarios de las propiedades (o sea, el banco nunca debió prestar el dinero a esas familias en primer lugar). Los inversores compraron el paquete de Goldman Sach sin estar al tanto de esto y cuando la maniobra fue detectada ya era demasiado tarde.

El fraude, según la documentación entregada de la SEC, se fraguó en abril de 2007, cuando el negocio de las hipotecas subprime dio las primeras señales de dificultad, a través de varios fondos de alto riesgo de Bear Stearns. Nueve meses después, los derivados investigados tenían categoría de bonos basura y nadie daba ya un centavo por ellos.

Sin embargo, Goldman Sachs se había cubierto a si misma, creando un seguro por si las cosas iban mal. Las ganancias de Goldman Sachs vienen del cobro de esos seguros y las comisiones sobre la venta de Abacus. Además la empresa apostó en la bolsa a que su propio producto Abacus caería, sin informar a sus clientes. Para ponerlo en términos mas sencillos, esto equivale a incendiar la casa para cobrar el seguro, porque la empresa sabía que las hipotecas basura iban a ser detectadas en algún momento y Abacus se iba a desplomar.

Un timo deliberado

Goldman Sachs ocultó a los inversores que el fondo de alto riesgo Paulson & Co., les ayudó a crear los títulos que desencadenaron la crisis. Viejos conocidos que siguen en la brecha, ya que tanto Goldman como Paulson han estado implicados en los ataques especulativos contra el euro y Grecia.

Los activos que vendían se basaban en hipotecas basura, las conocidas subprime. Hipotecas con pocas o nulas posibilidades de ser pagadas, ya que los que las contrataban carecían de recursos para hacerles frente.

A tenor de la demanda, Goldman y Paulson eran conscientes de ello. De hecho, el "hedge fund" se dedicó después a apostar contra esos activos mediante derivados financieros. No fueron los únicos privilegiados. Otros clientes selectos también estaban en el ajo.

En total, las operaciones fraudulentas les permitieron protegerse de la crisis que ellos mismos detonaron. Mientras que los inversores no avisados perdieron miles de millones de dólares, los responsables del entuerto salieron bien parados y cubrieron pérdidas. Sin embargo, la SEC no imputa ningún delito a Paulson & Co.

Operativa

La demanda de la SEC deja al descubierto complejas operaciones financieras que sólo sirven para ocultar un timo tan viejo como el mundo: "el producto era nuevo y complejo, pero el engaño y el conflicto son antiguos y simples", como señala Robert Khuzami, uno de los directores de la SEC.

Goldman Sachs creó en febrero de 2007, con la ayuda y criterio de Paulson, un "producto estructurado": el Abacus. Bajo el esotérico nombre se esconde una colección heterogénea de títulos, que servían para disimular la mala calidad de algunos de los activos en los que se basaban. Hipotecas basura escondidas en los CDO, las Collateralized Debt Obligations.

La vuelta de tuerca es que Goldman permitió a Paulson & Co. contratar a su gusto y con esta información privilegiada otro derivado financiero, los CDS, Credit Default Swaps. Una especie de seguro contra incendios pero que cubre la casa del vecino. La tentación a prenderle fuego es irresistible. Y más si sabes de antemano cuáles tienen más posibilidades de incendiarse.

Eso fue lo que pasó. Los productos estructurados como el Abacus se hundieron menos de cinco meses después. Los incautos que metieron casi 11.000 millones de dólares en él -fondos de pensiones, bancos, aseguradoras gobiernos- perdieron miles de millones más. Y la debacle estuvo a punto de hundir el sistema financiero mundial.

En cambio, Goldman y Paulson no sólo cubrieron pérdidas sino que ganaron gracias a los seguros contra incendios que habían contratado. El hedge fund, se embolsó 3.700 millones de dólares en 2007. Se había revalorizado casi el 600 %.

Goldman Sachs y el derrame de petroleo en el golfo de Mexico

Aunque podría tratarse de una gigantesca coincidencia, Goldman Sachs vendió el 43.7% de sus acciones de la empresa British Petroleum (BP) tres semanas antes del derrame petrolero del Golfo de México, lo que significó más de 266 millones de dólares. Pero Goldman Sachs vendió sus acciones justamente 21 días antes del Día de la Tierra, que como parte de un oscuro humor cósmico resultó ser el día del derrame petrolero. Además Peter Sutherland fue director de ambas empresas y hubieron una serie de irregularidades poco antes de ese desastre ecológico que han hecho surgir especulaciones en el sentido de que derrame no fue un accidente.[3]

Referencias

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