Heinrich Severloh

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Heinrich Severloh

Heinrich "Hein" Severloh nació el 23 de junio de 1923 en Metzingen, Alemania y murió el 14 de enero de 2006 en Lachendorf. Fue un soldado alemán de la 352ª División de Infantería estacionado en Normandía durante la invasión aliada (Día D).

El 6 de junio de 1944, durante la Operación Overlord, marcando el comienzo de la invasión aliada del continente europeo, Severloh ganó notoriedad operando una ametralladora MG 42 en el "Nido de Resistencia 62", WN62 (en alemán: Widerstandnest 62) sobre el sector "Easy Red" de la playa de Omaha, donde mantuvo fuego continuo desde la seis de la mañana hasta la tres de la tarde. El WN62 fue uno de los últimos y posiblemente, el último, punto de resistencia alemana sobre la playa de Omaha. Severloh disparó un mínimo de 12.000 balas con la MG 42, además de unas 400 balas con dos carabinas Mauser Kar 98k mientras esperaba el enfriamiento de los cañones de la ametralladora. Los cálculos sobre las bajas causadas por Severloh durante estas nueve horas varían grandemente, pero aún los más conservadores le atribuyen más de 1000 bajas aliadas. Otros cálculos le atribuyen haber matado hasta 2000 soldados estadounidenses. A pesar que estas acciones le hicieron ganar -por parte de la prensa aliada- el sobrenombre de "La Bestia de Omaha", Severloh cumplió su deber de soldado defendiendo a su país.

Servicio en la Wehrmacht

Heinrich Severloh entró al servicio militar el 23 de julio de 1942. El 9 de agosto de ese mismo año fue estacionado en Francia con el 321º regimiento de artillería donde fue entrenado como mensajero montado.

En diciembre de 1942 fue transferido al frente ruso, donde fue asignado a la retaguardia conduciendo un trineo tirado por caballos. En octubre de 1943 asistió a clases de entrenamiento en Brunswick y al terminar, en diciembre de 1943, fue nuevamente tranferido a Francia, esta vez siendo asignado a la 352ª División de Infantería. Antes de la invasión vivía en casa de una familia francesa.

6 de junio de 1944

Poco después de la medianoche, Severloh fue despertado por su superior, el teniente Bernhard Frerking, que le informó que la invasión aliada comenzaba. Se trasladaron al "Nido de Resistencia 62" (WN62), un emplazamiento abierto, rodeado por alambre de púas y una fosa anti-tanques, además de túneles fortificados. Estaba 25 metros sobre la playa, a una distancia de entre 600 a 150 metros de la orilla, según la marea. En total había 30 hombres en el WN62 en la mañana del 6 de junio de 1944.

El armamanto incluía dos ametralladoras MG 42 y dos morteros de fabricación checa. El teniente Frerking le indicó que no abriera fuego hasta que los soldados que desembarcaran tuvieran el agua hasta las rodillas. Aviones alidados fueron asignados para bombardear la playa a las cinco de la mañana, pero debido a la poca visibilidad las bombas cayeron tierra adentro.

A las seis de la mañana las primeras naves de desembarco aparecieron bajo la playa de WN62. Este era el sector "Easy Red" de la playa de Omaha en los planes aliados. Severloh abrió el fuego con la ametralladora MG 42 y permanecería en éste puesto hasta casi las tres de la tarde. Durante el curso del día, uno a uno los hombres del WN62 fueron heridos y evacuados o abandonaron su puesto. En dos ocasiones Severloh tuvo que tomar refugio en el búnker fortificado debido a ataques con granadas y en una ocasión la fuerza de una explosión lo sacó del emplazamiento. La segunda ametralladora en el WN62 fue dañada por fragmentos de granada durante la mañana, por lo que Severloh operó la única MG 42 en el sector la mayor parte del tiempo. Solo contaba con un cañón de remplazo, por lo que mientras esperaba que los cañones de la ametralladora se enfriaran, disparaba con una carabina Mauser Kar 98k. La carabina se calento tanto, que se dañó y tuvo que ser remplazada.

Durante la última hora, solo quedaban tres hombres en WN62; el teniente Frerking, Severloh y un soldado desconocido que ayudaba a cargar la ametralladora y cambiar los cañones. Heinrich Severloh dice que permaneció en su puesto hasta el final, a pesar de estar herido, por lealtad al teniente Frerking, al que no quería dejar solo y al quien describió como un oficial honorable. Cerca de las tres de la tarde el teniente Bernhard Frerking se dio cuenta que las tropas americanas ya estaban disparando desde los flancos y que estaban prácticamente rodeados, por lo que ordenó que se retiraran. Mientras corrían por un campo abierto, el teniente Frerking fue alcanzado por las balas y cayó muerto. El soldado desconocido caería muerto más tarde, tierra adentro. Severloh fue capturado por tropas americanas en la madrugada de 7 de junio.

La ametralladora de Severloh tenía asignada un parque de 12.000 balas. Se ignora sí en el curso del día recibió más munición, pero es de suponer que la munición que aún quedaba de la segunda MG 42 que fue dañada por granadas durante la mañana, fue también utilizada por Severloh. En todo caso, disparó un mínimo de 12.000 balas, pues cuando Frerking dio la orden de retirarse ya no quedaba munición para la ametralladora. También disparó unas 400 balas con la carabina Mauser.

Posguerra

Severloh fue trasladado como prisionero de guerra al área de Boston, Estados Unidos. Temiendo represalias, Severloh mantuvo en secreto sus acciones en WN62 durante su cautiverio. En mayo de 1946 fue trasladado a Inglaterra donde trabajó en construcción de caminos. Finalmente fue repatriado a Alemania en 1947.

Severloh mantuvo en secreto de sus acciones en la playa Omaha hasta una edad avanzada, cuando un reportero investigativo le preguntó directamente si era él a quien la prensa oficial denominaba como la "Bestia de Omaha". Colaboró con el reportero, que escribió un libro sobre WN62. Heinrich Severloh murió en un asilo de ancianos cerca de Celle en 2006.

Artículo de opinión

Hein Severloh, la Bestia de Omaha Beach

por Carlos de Lorenzo Ramos


“No hubo gloria en las playas ese día, solo mucha sangre, gritos y buenos chicos muriendo”. Heinrich Severloh, ametrallador del búnker WN62. Playa de Omaha. 6 de junio de 1944. Los norteamericanos de la 1 División de Infantería le apodaron La Bestia de Omaha, después de que su MG-42 acabara con un millar de ellos.

Tal vez aquel héroe de la mitología griega llamado Cadmo seguía sembrando dientes de dragón, para ver como brotaban soldados de la tierra. Severloh llevaba en sus venas gotas de la sangre del dragón, un instinto para matar eficientemente. Un matador nato, ese hombre que en la guerra es apreciado y rehuido en la paz.

Comenzaba el Día D. La hora H estaba prevista para las 5 de la mañana y cientos de lanchas de desembarco se afanaban en cruzar los 8 km del Canal de la Mancha; a un lado Gran Bretaña y al otro Normandía, protegida por el Muro Atlántico de Hitler. Con los invasores en el horizonte, un joven alemán de la División 352 llamado Hein Severloh amartilleaba su MG-42 del búnker WN62, con el dedo en el gatillo, esperando sin temor a los norteamericanos.

Los yankees dividieron la playa de Omaha en diez zonas. El WN62 cubría el este: los sectores Easy Red y Fox Green. la Bestia pasó nueve infernales horas en el nido de ametralladoras rociando la playa. Su posición estaba a 170 metros de la costa y a medio kilómetro del primer punto de desembarco, era invulnerable a las armas ligeras y tenía una línea de tiro perfecta. Únicamente temía ser rebasado por los flancos o recibir el tiro directo de los cañones de la Armada Aliada.

Manejando la ametralladora de izquierda a derecha barrió infinitamente su sector de balas, dejando un reguero de sangre y cuerpos sobre la arena y tiñendo la orilla de rojo. Su arma se recalentó tanto que quemaba la hierba, “pero seguían viniendo, ola tras ola de cada lancha de desembarco que arribaba a la orilla”.

“Recuerdo el primero en morir. El hombre emergió del mar, estaba buscando un sitio donde guarecerse”. La Bestia cogió su rifle Kar-98 y le apuntó a la cabeza, al cuadrado del centro de su casco. “Ví su casco rodar y supe que había muerto. ¿Qué podía hacer?. Eran ellos o yo. Eso fue todo lo que pensé”.

“Eramos unos 30. Todos teníamos un único pensamiento. ¿Saldríamos vivos de aquí?”. Severloh no quería estar en Francia, ni en la guerra. Pero obedecía las ordenes de su teniente de abrir fuego en el momento que asomaran las rodillas por encima del agua. Hasta ese fatídico día, la campiña normanda había sido como unas vacaciones para Severloh, veterano del Frente ruso.

Gastó 12.000 balas, sin pánico ni odio, solo cumpliendo su deber. Al principio los cuerpos estaban a 500 metros, luego a 400, finalmente a 150 metros. Había sangre, gritos, muertos y gente desplomándose. La pleamar traía más cuerpos a la costa.

Las pequeñas pausas eran aprovechadas para refrigerar la ametralladora. “Era consciente de que algunos camaradas se habían largado, pero sentía los ojos de mi teniente puestos en mi y me quedé en mi puesto”.

“Temprano por la tarde me percaté de que era el único en la posición que seguía disparando. Podía ver tanques maniobrando por la playa y supe que no podía contenerlos. Era el momento de retirarse. Oí un grito de retirada del teniente Frerking, buena persona y veterano a sus 32 años”. Severloh corrió de cráter en cráter detrás del complejo de búnkeres, le esperó, pero Frerking nunca apareció.

Hein se enteró muchos años después de que un estadounidense que rebasaba el búnker había ejecutado a su teniente. Severloh fue capturado esa noche en el pueblo de Coleville-Sur-Mer. No contó quien era pues no habrían mostrado piedad. Alrededor de 2.300 americanos murieron en Bloody Omaha. Se estima que un millar fueron abatidos por Severloh y el resto por los otros 29 hombres que vigilaban el búnker 62 del Muro Atlántico. Un tributo en sangre pagado por la infantería al haberse ido a pique los tanques en el Canal. Quizás Cadmo se regocijara con ese diente de dragón brotado el 6 de junio de 1944 y que como legión de uno solo sembró el caos en Normandía.

Hein Severloh no fue ninguna bestia. Fue un auténtico soldado consciente de su deber.

Fuentes

  • Heinrich Severloh: WN 62 - Erinnerungen an Omaha Beach Normandie, 6. Juni 1944, Hek Creativ Verlag, 2006.
  • Hitlers Krieg Der Spiegel No.2/2005 pgs. 156-157

Enlaces externos

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