Jaime Milans del Bosch

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Don Jaime Milans Del Bosch y Ussía.
Jaime Milans del Bosch y Ussía (8 de junio de 1915, Madrid, España - 26 de julio de 1997, Madrid, España) fue un militar español, veterano de la Cruzada de Liberación Nacional y miembro de la División Azul que combatió al comunismo al lado de la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial.

Siendo Teniente General del Ejército de Tierra y Capitán General de la III Región Militar participó de la Revolución del 23 de Febrero de 1981 que ejecutó Antonio Tejero, controlando militarmente a la ciudad de Valencia. Tras el fracaso del movimiento, fue juzgado y condenado a 30 años de prisión, pero sólo cumplió un tercio de la condena antes de ser indultado.

Fue Caballero de Honor y Devoción de la Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta y Caballero del Real Cuerpo de la Nobleza y Antiguo Brazo Militar del Principado de Cataluña.

También compitió como piloto de rally, llegando a obtener el campeonato español de la especialidad en 1958.

Familia

Jaime Milans del Bosch fue parte de una dinastía de militares españoles fundada por Francisco Milans del Bosch, quien estuvo al mando de los migueletes durante la Guerra de la Independencia Española. Su abuelo, Joaquín Milans del Bosch, fue gentilhombre de Alfonso XIII y amigo cercano de Miguel Primo de Rivera, en tanto que su padre, Jaime Milans del Bosch y Núñez del Pino, participó de La Sanjurjada con la ambición de sepultar a la Segunda República Española.

Por vía materna estaba vinculado a los Marqueses de Aldama.

Trayectoria militar

Participación en la Cruzada de Liberación Nacional

En 1934 ingresó por oposición a la Academia de Infantería, Caballería e Intendencia de Toledo. Era apenas un cadete cuando se produjo el Alzamiento Nacional, pero no vaciló en jurar lealtad al Bando Nacional para derrotar a las fuerzas perversas de la Anti-España. Se presentó como voluntario al Alcázar de Toledo, durante cuyo asedio resultó herido.

Promovido a alférez de infantería, pasó luego nuevamente como voluntario al 2° Tercio de la Legión Española con destino en la VII Bandera. Vio acción en la Batalla de Madrid, siendo herido en acciones posteriores a la misma.

A comienzos de 1938 su unidad fue enviada al Frente de Teruel. Su actuación allí fue destacada, especialmente durante el avance por El Maestrazgo. Participó del inicio de la dura Batalla del Ebro, pero fue dado de baja tras haber enfermado gravemente.

Ya recuperado, asistió al cursillo de formación de capitanes. Tras finalizarlo se reincorporó a su unidad y comandó a sus hombres en la Ofensiva de Cataluña.

El coraje y la valentía que mostró en los campos de batalla le fueron reconocidas al ser condecorado con la Medalla Militar individual y con otras insignias como la Medalla de la Campaña, la Cruz Roja al Mérito Militar, la Cruz de Guerra, la Medalla de Sufrimientos por la Patria, la Orden del Águila Alemana y la Cruz Italiana al Mérito de Guerra.

Participación en la Segunda Guerra Mundial

Al finalizar la guerra fue enviado a continuar sus estudios en la Academia Militar de Zaragoza, dado que sus graduaciones eran provisorias y debía oficializarlas de acuerdo al procedimiento habitual.

En junio de 1941 se incorporó como voluntario a la División Azul, motivo por el cual fue enviado primero a Alemania y luego a Rusia como parte del 262 Regimiento. A mediados de octubre de ese año alcanzó Leningrado, sumándose a las fuerzas que sitiaban a la ciudad. Allí también resultó herido, pero rechazó la idea de ser evacuado y repatriado a España, por lo que continuó participando de las acciones bélicas hasta junio de 1942. Admirados por su firmeza, los alemanes le otorgaron la Cruz de Hierro y otras condecoraciones.

Ascenso en la jerarquía militar

Fue alumno de la Escuela de Estado Mayor del Ejército, diplomándose en 1945. Posteriormente estudiaría también en la Escuela de Guerra Naval y en la Escuela Superior del Aire.

Aficionado al automovilismo, compitió en los campeonatos españoles de rally, consagrándose campeón en 1958.

Entre 1961 y 1965 vivió en Buenos Aires, siendo agregado militar de la Embajada de España en Argentina -pero teniendo también su cargo jurisdicción en Paraguay, Chile y Uruguay.

Al retornar a su patria fue ascendido a Coronel y fue designado al Estado Mayor Central del Ejército.

Alcanzó el generalato en febrero de 1971, recibiendo el mando primero de una brigada de la División Acorazada Brunete y luego de toda la unidad. Comandaba a la Brunete cuando murió Francisco Franco y encabezó el desfile durante su cortejo fúnebre.

Hombre fiel al Movimiento Nacional, denunció en su momento a varios miembros de la Unión Militar Democrática, pero los procesos contra esos conspiracionistas terminaron anulándose cuando comenzó la Transición.

Dada la tradición monarquista de su familia, Milans del Bosch aprobaba la idea de que la Casa de Borbón recuperase el trono de España. Sin embargo la persona del rey Juan Carlos I le quitó toda esperanza de ver a España recuperar su grandeza. Como uno de los jefes de la Confederación Nacional de Hermandades de Excombatientes promovió la adquisición del periódico El Alcázar para que sirviera de vocero de todos aquellos españoles disconformes con la imposición del régimen demoliberal, que implicaba el retorno al poder de la masonería y sus aliados. Aunque no solía realizar declaraciones públicas, decidió romper esa costumbre en abril de 1977 para manifestar su indignación contra Adolfo Suárez por haber permitido la legalización del Partido Comunista de España.

El nuevo gobierno no tardó en aislarlo, negándole primero asumir la dirección de la Guardia Civil y removiéndolo más tarde del mando de la División Acorazada Brunete. Aún así llegó a ser ascendido a Teniente General y nombrado Capitán General de la III Región Militar a comienzos de 1978, siendo ello una dignidad que le correspondía recibir dada su larga y profesional carrera.

Revolución del 23 de Febrero de 1981

Hastiado de ver a su país caer en las manos de los pusilánimes partidócratas, Milans del Bosch se sumó al Teniente Coronel Antonio Tejero el 23 de febrero de 1981 en su intento por ponerle un fin al régimen creado por la Constitución Española de 1978. Para ello decretó el estado de excepción en Valencia y le dio la orden a sus tropas de controlar a la ciudad. Unas horas más tarde, cuando el rey Juan Carlos I exhortó a los revolucionarios a dar por finalizadas sus acciones, Milans del Bosch ordenó a sus hombres retornar a los cuarteles, pero no anuló el estado de excepción hasta las 5 de la madrugada del día siguiente.

El gobierno no tardó en cesarlo de su mando (ya que había sido el único de los capitanes generales de España que se sumó al golpe sin reservas y realizó acciones ofensivas de importancia) ni de arrestarlo. Su proceso comenzó unas semanas después.

A fines de aquel 1981 el General Fernando Ortiz le otorgó una condecoración que merecía por motivo de un accidente de servicio sufrido anteriormente al 23-F, pero el Ministerio de Defensa, escandalizado de que se tratara a un héroe militar como héroe militar, se la retiró y pasó a retiro a Ortiz.

Se ha especulado con la posibilidad de que Milans del Bosch fuese el denominado "elefante blanco" del 23-F. Esta figura, se supone, era el autor intelectual del pronunciamiento y debía colocarse luego como la eminencia gris detrás del nuevo régimen que se formaría. Algunas hipótesis sugieren que Milans del Bosch cambió el plan original que incluía, además del asalto al Congreso de los Diputados, la toma del Palacio de la Moncloa.

Persecución posterior

El 3 de junio de 1982 un Consejo de Guerra sentenció al Teniente General Jaime Milans del Bosch a veintiséis años y ocho meses de prisión por el delito de rebelión militar. Recurrió al Tribunal Supremo que, el 22 de abril de 1983, le terminó aumentando la condena a treinta años de prisión e hizo efectiva su expulsión del Ejército de Tierra.

Pasó la mayor parte de su cautiverio en una celda de la Academia de Artillería de Fuencarral.

En 1985 concedió su única entrevista del periodo a Fernando Vizcaíno Casas, afirmando en esa ocasión que no se arrepentía de lo que había hecho, y que, en iguales circunstancias, obraría del mismo modo. Además afirmó que jamás solicitaría un indulto, pues no se consideraba culpable de los delitos que se le imputaban.

En marzo de 1988 realizó una petición formal al Tribunal Supremo solicitándole que se le reintegrase su condición de militar, pero la demanda le fue negada.

Últimos años

El 1 de julio de 1991, finalmente, recuperó su libertad, luego de haber vivido nueve años y ciento veintisiete días en prisión. Se alegó que, dada su avanzada edad y su frágil estado de salud, ya no constituía un peligro para la democracia.

Falleció en Madrid el 25 de julio de 1997. Dos días más tarde, sus restos mortales fueron enterrados en la cripta del Alcázar de Toledo, como le correspondía a uno de los hombres que participó de su heroica defensa.

Bibliografía

  • El problema de la unificación de los tres Ejércitos. Madrid: Escuela Superior del Ejército, 1959.
  • Los valores del espíritu y el asedio del Alcazar de Toledo. Buenos Aires: Colegio Militar de la Nación Argentina, 1965.

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