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José Enrique Varela
Vocación militar
De familia de tradición militar, su padre, Juan Varela Pérez, era sargento jefe de la banda del 1º Regimiento de Infantería de Marina. A los dieciocho años, siguiendo la vocación militar familiar, ingresa como corneta en el mismo regimiento de su padre.
En 1912 ya con el grado de sargento logra el ingreso en la Academia de Infantería. En 1915 obtiene el despacho de alférez de manos del propio rey Alfonso XIII.
A su salida de la Academia es destinado a las fuerzas regulares de Melilla, obteniendo allí dos Cruces Laureadas de San Fernando, una en 1920 y otra en 1921. Asciende a capitán por méritos de guerra y participa en diversas campañas bélicas, siendo la principal el importantísimo desembarco hispano-francés de Alhucemas (1925) que modifica el curso de la guerra colonial llevándola a su conclusión, tras su larga y sangrienta duración.
Medalla militar
En febrero de 1926 es ascendido a teniente coronel por méritos de guerra y es destinado a Ceuta y recibe la Medalla Militar Individual. En 1929 tras el final de la guerra es ascendido a coronel, y viaja a Francia, Alemania, Suiza y Bélgica para ampliar sus conocimientos militares. En 1932 fue detenido y encarcelado por sus ideas monárquicas tradicionalistas (requeté) con motivo de la sublevación del general José Sanjurjo; no recobrando su libertad hasta febrero de 1933.
Durante el tiempo que estuvo en prisión estableció contactos con los tradicionalistas, con los que tan afín era y, después, desempeñó en secreto, y bajo el seudónimo de "don Pepe", el cargo de instructor de las milicias requetés. Con el triunfo electoral de la derecha en 1933 es ascendido a general y se reincorporó al servicio activo, actuando de diversas maneras para derribar la República.
Guerra civil española
En abril de 1936 asistió a la reunión celebrada en Madrid por un grupo de generales para preparar el alzamiento del 18 de julio. Confinado en Cádiz y preso en el castillo de Santa Catalina, fue liberado por los militares sublevados y, de inmediato, se sumó a la sublevación. Tras el Alzamiento del 18 de Julio, y durante toda la guerra civil, en la que es uno de los actores de primer orden, participa en operaciones militares en Sevilla, Córdoba, Antequera y Málaga.
El 24 de septiembre sustituye a Juan Yagüe Blanco al mando de las tropas que, tras haber avanzado por Extremadura y el valle del Tajo, se disponen a liberar el Alcázar de Toledo (en el que resistía, cercado por los republicanos, después de varios meses un grupo al mando del coronel José Moscardó) y participa en las batallas que se desarrollan en Madrid y los alrededores (Ciudad Universitaria, Jarama, Brunete) así como en la Batalla del Teruel y la Batalla del Ebro. Finaliza la contienda como general de división, y es nombrado ministro del Ejército en el primer gobierno de la España de Francisco Franco.
Desde agosto de 1939 hasta 1942 fue ministro del Ejército. Creó la Escuela Politécnica del Ejército para Ingenieros de Armamento y Construcción, el Regimiento de la Guardia del jefe del Estado, el Museo Histórico Militar, las Milicias universitarias y las Juntas de Acuartelamiento. Al tiempo, restableció la Academia General Militar y fundó la Academia de Transformación de Oficiales Provisionales. En 1942 fue objeto de un atentado, del que salió ileso, perpetrado por los falangistas a la salida de un acto religioso celebrado en la bilbaína basílica de Begoña; pocos días después cesó en su cargo de ministro.
El 5 de marzo de 1945 es nombrado Alto Comisario de España en Marruecos, con sede en Tetuán, cargo en el que se mantendría hasta su fallecimiento en 1951, siendo ascendido a capitán general a título póstumo y nombrado marqués de Varela de San Fernando.
