Malleus Maleficarum

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Malleus maleficarum

El Malleus Maleficarum (del latín: "Martillo de las Brujas") es el más famoso de todos los libros sobre brujería. Escrito probablemente en 1486, se convirtió en el manual indispensable y la autoridad final para la Inquisición, para jueces, magistrados y sacerdotes tanto católicos como protestantes, a lo largo de los tres siglos siguientes a su publicación, en la lucha contra la brujería en Europa. Es la primera fuente a consultar para cualquier comprensión de la historia y la naturaleza de la brujería del satanismo.

El libro fue compilado y escrito por dos monjes inquisidores dominicos, Heinrich Kramer, también conocido como Heinrich Institoris, y Jacob Sprenger.

Contenido

El Malleus Maleficarum se divide en tres secciones que se detallan a continucación[1]:

  1. Habla de las tres características de la brujería: el Demonio, la bruja y la anuencia de Dios. De esta manera, la primera sección intenta demostrar que, dado que el Demonio existe, es posible entonces la existencia de brujas que le ayudan mediante la brujería. Argumenta además que era mayor el número de mujeres brujas que de hombres brujos. Esto basado en la falsa creencia de que el vocablo fémina derivaba de fe y minus menor, es decir, "infiel". Desde luego, esta es una interpretación errónea y fémina en realidad significa la que amamanta o da de mamar.
  2. Describe algunas formas de brujería y para ello se basaban en los casos más conocidos de aquella época. Se describen además los poderes de las brujas y las formas en que éstas son seleccionadas por el Diablo.
  3. Detalla los medios para perseguir, detener, enjuiciar y castigar a las brujas. Destacan en esta sección los métodos de tortura aplicados para que la bruja confesara, así como los medios utilizados por los inquisidores para evitar ser a su vez embrujados.

Consecuencias

Las estimaciones de la tasa de muertes durante la inquisición varían entre las 600.000 hasta las 9.000.000 en un período de 250 años. Casi todos los acusados eran mujeres y consistían sobre todo de parias, marginados sociales y otras personas sospechosas. Las víctimas mas comunes solían ser[2]:

Siguiendo la recomendación de los autores del libro, aquellos que cuestionaron la existencia de las brujas y el Diablo fueron acusados de herejía[2].

Referencias