Movimiento de Acción Nacionalsocialista de Chile

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Logo del movimiento.

El Movimiento de Acción Nacional-Socialista de Chile (MANS) es un movimiento político nacionalsocialista de Chile.

Breve Historia

En febrero de 1996 nació la célula que se transformaría en el futuro M.A.N.S. –el Standarte Horst Wessel- formado por antiguos camaradas nacionalsocialistas, los cuales, colaboraron en la primera y rustica edición del periódico "Nuestra Lucha". El Standarte Horst Wessel existió como tal hasta el 5 de abril del 2000, fecha en que pasó a denominarse Movimiento de Acción Nacional-Socialista de Chile. Desde esa fecha hasta hoy, el M.A.N.S., se ha desarrollado de forma constante, logrando su primera e importante publicación, el 30 de enero del 2002, titulada "Breviario Nacional-Socialista", con un tiraje de 200 números y 87 páginas.

Periodico Nuestra Lucha.

Junto a este documento, se lanzo el CD-ROM de instrucción nacionalsocialista llamado "Bandera en Alto", en formato Web, y donde se condensaron una gran cantidad de temas relacionados con el nacionalsocialismo, junto a música e imágenes.

Posteriormente, se publica el periódico de difusión oficial del movimiento llamado "Nuestra Lucha", el cual, en su primera edición tuvo un tiraje de 1.000 ejemplares, y en la segunda edición un tiraje de 2.000. Esta es la breve historia del joven movimiento, el cual se encuentra en franco proceso de crecimiento y desarrollo.

En la actualidad, nuestro movimiento esta trabajando para constituirse como Partido Político, a fin de actuar en la política contingente y ser una opción política seria y real para Chile.

Nuestro Símbolo

Bandera del movimiento.

Bajo nuestro concepto valórico, uno de los preceptos más importantes que rige nuestro ideal es el del TRABAJO. Más allá de representar una actividad productiva o una labor sindical, el trabajo constituye un arte, donde confluyen conocimiento, experiencia, habilidades, constancia, dedicación, paciencia, en fin, un sinnúmero de actos propiamente humanos, que se plasman en un producto o resultado para el uso, beneficio o servicio de la Comunidad del Pueblo.

Una pala y dos espigas rodeadas de un círculo de hojas de roble, simbolizan el espíritu laboral y su cercana relación del trabajador con el mundo agrícola, la preservación del patrimonio rural y del paisaje urbano, además de un profundo respeto por las tradiciones ancestrales. La pala, como herramienta de trabajo, fue, después del azadón, la precursora del arado y dada su versatilidad, utilizada en casi todas las obras de la civilización. Hoy la encontramos en los campos, en las faenas portuarias, en las obras de construcción de distinta envergadura, en las fuerzas armadas, en los servicios de aseo y ornato, en fin, no hay lugar en el mundo en donde no haya una pala reflejando el concepto de trabajo.

Las espigas, por su parte, indican la fuerza creadora del campesino y reflejan su importancia y su deber como proveedores de la base alimenticia del pueblo. Indican además, que la actual civilización se inició con la agricultura y no con el comercio, ya que para dedicarse a tal labor, era necesario que el hombre abandonara el nomadismo y se hiciera sedentario. Ya en tiempos del rey Federico El Grande, se reconocía la importancia de la agricultura al indicar en sus propias palabras: “De todas las profesiones, la más útil para el hombre es aquella que lo alimenta y lo enriquece; y la fuerza real de una nación es la que tiene por base la agricultura, porque ella se sobrepone a todos los accidentes foráneos. Si yo tuviera un hombre que me produjese dos espigas en el lugar donde crece una, lo preferiría a él en vez de todos los genios políticos. Favorecer a las artes y descuidar la agricultura, sería quitar los cimientos de una pirámide para elevar la cúspide”. Las hojas de roble representan el vínculo ancestral del hombre con los espíritus naturales. Con la naturaleza en sí misma. Es el bosque mismo que se manifiesta en los campos, como reserva de la sabiduría primigenia, por ser un ecosistema en equilibrio, y por representar el autosacrificio en pos del beneficio de la Comunidad. Esto es, la necesidad de despejar las primitivas áreas boscosas, de manera estratégica, para dedicarlas a los cultivos, la ganadería y la vivienda. La corona de hojas de roble, además, constituía la principal ofrenda en los triunfos de las batallas, ya que simboliza la fortaleza del hombre, asemejándolo espiritualmente al mismo árbol cuyas hojas coronaban su cabeza.

Éste es el símbolo de nuestro Movimiento.

Principios

El Nacional-Socialismo es un movimiento político, que tiende a organizar y a unir bajo un solo ideal a todos los chilenos, para constituir con ellos una fuerza nacional de voluntad, unida, coordinada y solidaria que este en condiciones de encauzar y dirigir, por medio de sus individuos de selección, los nuevos destinos políticos, sociales y económicos de la Nación.

El Nacional-Socialismo no es un movimiento al estilo de los partidos actuales. Su finalidad no consiste en pretender realizar un programa rígido y dogmático, como tampoco preocuparse únicamente que las masas entreguen su voto. Nos proponemos crear una nueva Comunidad del Pueblo, pletórica de vida, en la cual cada compatriota será un ejemplo de virtud, de moralidad y de altruismo. En donde el odio, el pesimismo y la lucha de clases serán reemplazados por un nuevo espíritu nacional, en donde la camaradería, el afecto, la coordinación y la colaboración social serán los cimientos de esta nueva Comunidad del Pueblo. Esta comunidad no verá más al Estado como un fin en si mismo, para nosotros el estado no es más que un instrumento y un medio para la defensa y la conservación de la Comunidad Nacional. Esta comunidad que nos proponemos crear, late y existe en lo más profundo del alma nacional. Es lo que cada compatriota siempre ha anhelado desde lo más profundo de su corazón. Solo los nacional-socialistas tenemos la voluntad, el deseo y la libertad de llevar este proyecto a cabo, ya que no recibimos ordenes de los amos de este corrupto sistema. Los corruptos políticos y sus partidos no quieren que se logre la unidad nacional, ya que a ellos sólo les interesa que exista más división, más pobreza, más delincuencia y más degradación para justificar su parasitaria existencia y para cumplir los dictados del amo internacional que sólo pretende dividir para reinar sobre todas las naciones.

El Nacional-Socialismo es un movimiento popular. Sí, en el pueden tomar parte todos los elementos sanos de la nación, todos aquellos chilenos que sientan el deseo vehemente de encauzar por nuevas vías los destinos nacionales, todos aquellos en cuyo corazón arde el anhelo de levantar a la Patria de la postración, la miseria y la prostitución a la cual ha sido sometida. El pueblo de Chile, esa masa inmensa que sólo desea paz, trabajo, justicia y bienestar, constituye la base de nuestra organización y el fundamento de nuestra existencia. Todas las fuerzas creadoras de la nación, el obrero, el empleado, el estudiante, el escolar, el empresario y el profesional, tienen su lugar en nuestras filas para trabajar unidos en la reconstrucción de la nación y en la formación de una nueva Comunidad Nacional. En nuestra marcha impetuosa por la conquista del porvenir, irán estrechamente unidos los trabajadores manuales e intelectuales, el hombre de dinero y el trabajador, los cuales deben comprender que no son enemigos, sino camaradas en el camino de la construcción de la grandeza de la patria.

El Nacional-Socialismo es una fuerza moral. Los valores espirituales de la raza, la hombría, la rectitud de intención, la fe inquebrantable en los destinos de la Patria, en una palabra, todos esos dones morales con que la Providencia colmó a nuestra nacionalidad y que hoy parecen adormecidos, serán rehabilitados por nosotros y concentrados en un impulso potente, que restablecerá el prestigio nacional, traerá paz y tranquilidad a las conciencias y hará vibrar hasta las últimas fibras de la nación en un grandioso ritmo de trabajo, de orden, de disciplina y de justicia social. Restablecer en Chile el orgullo de raza, he ahí nuestra misión fundamental.

El Nacional-Socialismo es un movimiento nacionalista. Sí, ya que anteponemos sobre nuestros intereses individuales los intereses de la Comunidad, es decir, de la nación. Consideramos que el mantenimiento de un fuerte y sano nacionalismo es fundamental para salvaguardar a nuestra comunidad de los intentos del internacionalismo que busca destruir nuestras tradiciones, nuestros símbolos patrios, nuestra juventud, nuestras Fuerzas Armadas, nuestra memoria histórica y nuestro orgullo nacional. Todo ello para transformarnos en meros “ciudadanos del mundo” y objetos de explotación por parte del capital internacional y de las transnacionales.

El Nacional-Socialismo es un movimiento socialista. Sí, pero nuestro socialismo no tiene punto alguno de contacto con el socialismo marxista internacional, ni con ninguna de esas doctrinas utópicas, que hacen girar la grandeza y felicidad de los pueblos en torno exclusivamente al materialismo económico.

El socialismo nacional-socialista no está fundado en la lucha de clases, sino que en la cooperación de todos los grupos sociales; no está fundado en la contraposición innoble y hostil de aquellos que codician las riquezas y aquellos que las poseen, sino que en una íntima colaboración de todas las fuerzas creadoras de la nación, para obtener de ellas el máximo de rendimiento y coordinación en beneficio de la comunidad; no está fundado en el predominio de una clase, sino que en la elevación material y moral de toda una nación. Somos socialistas en el sentido de que en todas las actividades nacionales deseamos que el concepto de lucro y de interés individual sea reemplazado por el de función social. El individuo, dejará de pensar exclusivamente en su interés personal. Junto con laborar para sí, debe laborar y pensar también en el bien de la comunidad. En consecuencia los fundamentos del derecho serán modificados con miras a establecer la supremacía de la comunidad sobre el individuo. No pretendemos la nivelación sistemática de los individuos, pues ello, además de no ser posible dentro de las condiciones de la naturaleza humana, sería en extremo injusto y perjudicial para el desarrollo y progreso de la comunidad. Por el contrario, sólo la capacidad personal y los dotes naturales de lo individuos serán determinantes para escalar posiciones en la vida. El más capaz tiene derecho a surgir y a triunfar en la vida, y no sólo tiene el derecho a ello, sino que el deber de hacerlo. Cada individuo está en la obligación de poner al servicio de la comunidad sus fuerzas físicas e intelectuales, de desarrollarlas al máximo y transformarlas en una herramienta del progreso general. El hombre de Estado, el obrero, el industrial y el comerciante desempeñan cada uno en su respectiva actividad, una función social. Cada uno de ellos debe, por lo tanto, sentir y comprender el profundo y necesario alcance de su misión, y no considerarse deprimido o agobiado por ella. No es el puesto el que debe prestigiar al individuo, sino que es el individuo quien debe prestigiar el puesto. Lo esencial no es ser obrero, ser abogado o ser político, sino que saber ser obrero, saber ser abogado, saber ser político. Saber serlo y tener el orgullo de serlo.

La concepción nacional-socialista del Estado otorga a éste simplemente la categoría de instrumento y medio para garantizar la libertad y el desarrollo de la comunidad nacional. Pero el Estado como instrumento de la comunidad en las manos del conductor o guía de la nación, debe controlar y encauzar la iniciativa particular, con el objeto de hacerla rendir al máximo de eficiencia en beneficio del interés general; será este nuevo Estado quien suprimirá las degeneraciones y vilezas del capitalismo parasitario y reducirá el dinero a su sana función de instrumento de producción, intercambio y de progreso. Es el Estado quien debe protección al que trabaja y asistencia al desvalido. El Estado, tal como nosotros lo concebimos, es el protector de la vida nacional en sus múltiples manifestaciones, ya sean éstas administrativas o económicas, intelectuales o afectivas.

El socialismo nacional-socialista se traduce, por lo tanto, en la concepción del Estado como un servidor e instrumento para la conservación de la comunidad. Es por ello que el corolario obligado de nuestra ética política es la disciplina. Siendo para nosotros socialismo sinónimo de orden, selección y renunciación del individuo en beneficio de la comunidad, no es posible concebir su realización sin una sólida disciplina. Disciplina espiritual más que física, disciplina de convicción y no de imposición. Disciplina que permita colocar a cada cual en el puesto que por su capacidad le corresponda, que permita impulsar al adinerado a desprenderse de parte de su haber en beneficio del compatriota menos afortunado, que permita coordinar todas las energías individuales de la nación, para hacerlas converger en un sólo impulso de prosperidad, de grandeza y de unión.

El Nacional-Socialismo, por último, antes que los programas, considera a los hombres. Es necio pretender modificar las condiciones de existencia de un pueblo con la simple elaboración de programas doctrinarios. Esos programas, por más generosos y avanzados que sean, no lograrán salir del papel en que están escritos, si para cumplirlos no se cuenta con los elementos humanos necesarios. Tenemos, por cierto, un magnifico programa de concepciones políticas, sociales y económicas claras y definidas; pero no nos forjamos ilusiones acerca de la posibilidad de cumplir ese programa, si previamente no contamos con valientes compatriotas capaces de unirse a nuestras filas y que nos ayuden a llevarlo a la realidad. De aquí que junto con organizar en torno a nuestra ideología las fuerzas activas de la nación, nos dediquemos, también, desde un principio, a la tarea de seleccionar a los elementos humanos que, en la hora oportuna, habrán de hacer una realidad nuestras aspiraciones.

Chile, en los actuales momentos, más que programas, requiere de Hombres y Mujeres valientes. Requiere personalidades vigorosas y resueltas, aptas para la acción y con un claro y alto concepto de sus deberes para con la comunidad. Esas personalidades existen en Chile, como existen en toda nación joven y fundamentalmente sana; por eso, sólo hay que destacarlas, despejando el ambiente del vaho de inmoralidad, pesimismo y desconcierto que hoy todo lo invade.

Es tiempo ya de que los hombres y mujeres de esta tierra se decidan a actuar. Es tiempo de que la audacia de los grupos de ineptos e inescrupulosos que hace varias décadas se disputan el gobierno del País no continúen disponiendo a su antojo de los destinos de la Patria; es tiempo de que la añeja politiquería de círculos y partidos, ceda el paso a las nuevas fuerzas espirituales que surgirán incontenibles de norte a sur de la Patria. Sólo la unión disciplinada de esas fuerzas tendrá poder suficiente para poner atajo a la partitocracia que despedaza a la nación; sólo ese haz espiritual, libre de compromisos, oportunismos y de prejuicios de clase, será capaz de detener la ola de anarquía que hoy nos inunda; sólo la unión férrea de los elementos más selectos de la raza, de aquellos que aún sienten bullir en sus venas la sangre heroica de nuestros antepasados, puede darnos la fuerza necesaria para ahogar los postreros estertores de la reacción oligárquica y hacer morder el polvo al internacionalismo sionista.

Esa fuerza, ya lo hemos dicho, esta siendo constituida por el Movimiento de Acción Nacional-Socialista de Chile. En torno a nuestros ideales acudirán a agruparse todos los verdaderos chilenos, sin distinción de credos, de tendencias, ni de condición social. Todo el que en el fondo de su alma sienta aún vibrar la fibras del orgullo de la raza, todo el que aún crea en el glorioso destino de esta tierra, habrá de unirse a nosotros para trabajar bravamente y hombro contra hombro, por la reconstrucción y la liberación de nuestra amada Patria.

Nuestro Lema y Símbolo

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El lema del movimiento es: "Siempre Adelante".

Nuestro símbolo esta constituido por una pala, que representa el trabajo productivo y la laboriosidad de nuestra estirpe. Las espigas de trigo representan el fruto del trabajo y el pan para nuestro pueblo.

Ideas Fundamentales

El MANS, al estar inspirado en principios nacionalistas y sociales, se ha impuesto la misión patriótica de alertar a la ciudadanía sobre las amenazas que hacen peligrar la vida, la independencia, la estabilidad y la soberanía de nuestra nación. Estas amenazas están representadas por las ideologías disolventes de la globalización, el internacionalismo, el capitalismo, el liberalismo, el socialismo marxista y el sionismo internacional. Ideologías que tienen como objetivo principal debilitar el Poder Nacional, a fin de someter a nuestra nación a los mandatos y dictados internacionalistas, con el consecuente desarme moral, espiritual, político, económico, militar y territorial de la nación, para transformarnos en meros peones del poder económico internacional.

Por esta razón, se hace necesaria la construcción de un Estado nacional-socialista fuerte, sólidamente apoyado por la voluntad nacional, libre del abuso de los partidos políticos y de las transnacionales.

Denunciamos como responsables de este plan de destrucción nacional a las cúpulas de todos los partidos políticos, a los gobiernos de turno, a los grandes magnates capitalistas y a las logias masónicas internacionales. Esta complicidad y traición, ha dejado en la indefensión a nuestra nación frente a los abusos de la banca y de las transnacionales, que explotan a nuestro pueblo, que usurpan nuestros recursos naturales, que debilitan nuestra economía y nuestra industria nacional.

Este cobarde entreguismo y sumisión, ha permitido la abierta intromisión de potencias extranjeras en nuestro territorio austral, a través de empresas de “explotación turística”, energéticas o a través de supuestos “filántropos” que disfrazan de ecología la usurpación de nuestro territorio austral.

El MANS ante estas amenazas que ponen en peligro la existencia y la soberanía de nuestra nación, exige la liberación total y definitiva de nuestro país de los ineptos, cobardes y corruptos gobernantes, que por miserables cuotas de poder se han puesto de rodillas ante el poder internacional.

Esta liberación se logrará únicamente mediante una sólida y tenaz campaña de información, que permitirá despertar a nuestros compatriotas, para que comprendan los peligros que representa esta ofensiva antinacional y para que conozcan a sus cómplices y promotores. En frente social el MANS aboga por el aumento de la tasa de natalidad, por eliminar el espíritu de egoísmo que hoy embarga al pueblo, por combatir el avance irresistible del narcotráfico y la delincuencia; por la defensa de la familia, de nuestros niños, de nuestras tradiciones y de nuestra identidad nacional.

De igual forma exigimos la definitiva y total liberación de nuestro pueblo del yugo del interés del dinero, que es la forma más efectiva de esclavización y empobrecimiento del pueblo que ha diseñado el capitalismo global. Con la misma decisión abogamos por una educación de real calidad para todos, por el fortalecimiento de la vida familiar y por el derecho de todos los chilenos a acceder a una digna vivienda social y a una salud de calidad.

Estos objetivos se alcanzarán con el reemplazo definitivo de la corrupta clase política nacional, por una nueva aristocracia del merito y la capacidad, que estará libre de compromisos y ataduras con los poderes que hoy gobiernan a Chile y el mundo.

El MANS se declara protector del hombre honrado y trabajador, ante las hordas de delincuentes que asolan nuestras calles y vecindarios, y que han obligado a hombres y mujeres de bien a recluirse en sus hogares, mientras que lo peor de la sociedad deambula libremente por las calles sin control. En esta lucha sin cuartel contra la hez de la sociedad no puede haber contemplaciones.

Por esta razón exigimos el restablecimiento de la pena de muerte para los siguientes delitos: asesinato, violación, abuso de menores y enriquecimiento a costa del pueblo, además del efectivo cumplimiento de las penas por delitos menores, que es la causa principal de la inoperancia del garantista sistema judicial actual.

Todas estas medidas tienen como único fin defender la vida, la libertad y la soberanía de nuestra nación. Sólo restableciendo el orden, la justicia y una verdadera solidaridad social, podremos garantizar la existencia de un pueblo fuerte, grande y unido.

Esta liberación incluye un cambio radical en el orden político, económico y social de la nación, que incluye el reemplazo de la decadente democracia liberal, por un nuevo orden político realmente representativo, fundado en el merito y la capacidad, en el cual los partidos políticos serán reemplazados por una nueva forma de representación política, en que cada gremio o sector social, estará plenamente representado en cámaras corporativas consultivas, al contrario de lo que ocurre en esta decadente y obsoleta partitocracia que sólo representa los intereses económicos de un pequeño grupo de poder y no los reales intereses de la nación.

Identidad Nacional

Identidad nacional significa que: Chile debe ser la patria de los chilenos.

Efectivamente, sólo debemos aceptar a extranjeros en nuestro territorio cuando estos sean realmente un aporte positivo para nuestra comunidad y no pongan en peligro la estabilidad étnica y cultural de nuestra nación. De no cumplirse con esta exigencia fundamental, los extranjeros residentes en nuestro país deben ser invitados a regresar a sus patrias de origen, para que no perturben la vida política, social y económica de nuestra nación.

De igual forma deben ser expulsados aquellos extranjeros que pretendan imponer sus costumbres o estilo de vida por sobre las costumbres nacionales. Quien quiera vivir en Chile debe respetar nuestras costumbres, nuestras leyes, nuestras creencias y nuestras tradiciones. Especial atención se debe poner a la intromisión de costumbres globalizantes que solo pretenden destruir nuestra cultura e identidad nacional. La defensa y el fortalecimiento de la Chilenidad es uno de los principales objetivos de nuestro movimiento. La defensa de nuestra identidad y de nuestra seguridad nacional, exige la dictación de leyes estrictas que aseguren la subsistencia de nuestro Pueblo, que protejan la vida familiar, que fomenten el crecimiento demográfico de nuestra nación, que fortalezcan y protejan a nuestras FF.AA. y de Orden.

Soberanía Nacional

La defensa de la soberanía nacional es uno de los pilares fundamentales en los cuales descansa la vida y la libertad del Pueblo. Soberanía nacional significa: independencia ante los dictados internacionales y el natural derecho de los chilenos a defendernos de nuestros enemigos abiertos o encubiertos, internos o externos, sin importar su origen o nacionalidad. A evitar la intromisión de potencias extranjeras indeseables y a evitar cualquier fragmentación de nuestro territorio nacional. En esta labor patriótica, nos opondremos públicamente a estas amenazas, además pondremos a disposición de nuestras FF.AA. y de Orden, todos los antecedentes disponibles a fin de denunciar y prevenir al país sobre las amenazas presentes o futuras sobre nuestra soberanía.

En consecuencia:

Repudiamos la entrega de la Laguna del Desierto al Estado argentino.

Repudiamos el histórico abandono que ha sufrido nuestro territorio austral por parte del Gobierno Central.

Exigimos una eficaz conectividad, que garantice un real abastecimiento y movilización hacia las zonas australes.

Repudiamos la venta indiscriminada de nuestro territorio austral a extranjeros y exigimos su inmediata expropiación.

Exigimos que se investigue la evidente intromisión de fuerzas militares israelíes en nuestro territorio nacional, puntualmente en el Parque Pumalín.

Exigimos la prohibición a todo extranjero de adquirir cualquier extensión de nuestro territorio nacional.

Exigimos una política de colonización austral cívico-militar financiada por el Estado, junto a más exenciones tributarias para bienes de consumo básico, financiamiento para planes de desarrollo turístico y ganadero, y la creación de una sólida infraestructura de salud.

Repudiamos todo intento de transformar al Estado de Chile en un estado federal, ya que este intento de algunos grupos, sólo busca logar una escisión territorial en nuestra zona austral en beneficio de potencias extranjeras.

Exigimos el retiro del congreso nacional del proyecto de ratificación sobre Campo de Hielo Sur.

Nos oponemos a toda pretensión de Perú, Bolivia y Argentina, tendiente a fragmentar nuestro territorio, a limitar nuestro mar territorial o debilitar nuestra soberanía.

Solidaridad Nacional

Solidaridad Nacional significa: justicia social para todos los chilenos sin distinción de clases sociales y propiedad necesaria para todos. La economía debe servir al pueblo y no el pueblo a la economía. Sin esta exigencia no puede haber un Estado de bienestar Social. La globalización tiene como misión fundamental destruir el Estado-Nación como órgano de protección social, esta es una de las tantas razones de nuestra férrea oposición a esta ideología.

Nuestra oposición a la globalización.

El capitalismo global no reconoce los lazos políticos, sociales, étnicos y culturales de las naciones. Este capitalismo conduce a los mercados internacionales del capital a imponer inevitablemente dentro de las naciones un estilo de vida egoísta, antisocial, individualista, materialista y explotadora. Esto significa que los bienes producidos y los trabajos realizados son obtenidos a costa de bajísimos salarios. Este capitalismo global desenfrenado, ha puesto en marcha la decadencia moral, social, política y económica de las naciones, a fin de anular su espíritu de lucha, para así socavar la autonomía y la libertad del Estado, y por ende la libertad de Pueblo. La globalización es la dictadura mundial del gran capital financiero sionista que alinea culturalmente a los pueblos, los explota económicamente y los priva de sus derechos políticos fundamentales. A este desarrollo destructivo globalizado se opone tenazmente nuestro movimiento.

Estado Nacionalista v/s Estado de inmigración.

El MANS reconoce a todos los pueblos, razas y naciones, como portadores y creadores de cultura. Los pueblos se diferencian entre si por su origen étnico, por su idioma, sus experiencias históricas y valores que los sustentan. De ahí surge la necesidad de que cada pueblo, raza o nación proteja su herencia étnica y cultural, y se limite a sus propias fronteras nacionales, como único medio eficaz de mantener y promover la diversidad. La globalización en sus afán de uniformar a las naciones, pretende borrar estas naturales diferencias imponiendo un antinatural pensamiento igualitarista, que solo busca arrastrar a la naciones al multirracismo, que no es más que la aniquilación de la tan apreciada diversidad.

Por esta razón, los chilenos debemos proteger nuestra herencia étnica y cultural ante los reiterados intentos del poder mundial de borrar las naturales diferencias que existen entre los hombres, pueblos y naciones. Debemos decidir entre tener un Estado de Bienestar Nacionalista que proteja a nuestro pueblo, o un Estado que promueva la inmigración de extranjeros que no tienen nada en común con nuestro pueblo.

Se debe realizar una profunda revisión y reformulación de las actuales políticas de inmigración, a fin de que éstas aseguren el ingreso y permanencia en nuestro país sólo de extranjeros que sean un aporte realmente importante para nuestra nación.

Como es natural, la realización del hombre como ser social se ve alcanzada únicamente en la unión y comunión con su comunidad nacional. Sólo esto puede garantizar la Unidad Nacional y la libertad personal, es decir, el Estado debe preocuparse únicamente de quienes componen su comunidad. El Estado tiene el deber moral de cuidar a todos los chilenos sin distinción, anteponiendo el interés general de la nación, por sobre los intereses de individuos aislados, capitalistas o corporaciones.

Nuestro Estado no tiene la obligación de soportar la carga económica que significa mantener a extranjeros indocumentados o ilegales. El Estado de Chile fue concebido para garantizar la vida, la seguridad y el desarrollo sólo de los miembros de nuestro pueblo y de ninguno más.

Lamentablemente esta misión fundamental del Estado, ha sido deliberadamente olvidada y abandonada desde hace décadas por nuestra clase política. Por esta razón, los nacional-socialistas asumimos hoy la defensa de nuestro Pueblo y no permitiremos que a costa del dinero de todos los chilenos se de preferencia, trabajo o protección a extranjeros parásitos que en muchos casos son focos de delincuencia, prostitución y narcotráfico.

De aquí nace la máxima del Nacional-Socialismo:

“Chile para los chilenos”

Preguntas Frecuentes

¿Qué es el nacional-socialismo?

Es una Visión del Mundo, nacionalista y social, que busca lograr la unión de todos los chilenos, mediante el afecto, la colaboración y la coordinación de todas las clases sociales, teniendo como fin último el bienestar de la comunidad, por sobre los intereses individuales, partidistas o económicos.

¿Es el Nacional Socialismo un sistema dictatorial?

No, el Nacional-Socialismo no es una dictadura y tampoco una democracia, es una CONDUCCIÓN. Las decisiones no son tomadas por las mayorías mediante el sufragio universal o por votaciones parlamentarias. Las decisiones son tomadas por el Conductor, siempre teniendo como guía los intereses de la Comunidad del Pueblo. Ciertas decisiones de gran importancia nacional pueden ser sometidas a referéndums, los cuales tienen por finalidad ratificar las decisiones tomadas por el Gobierno. A diferencia de la democracia, el parlamento en el NS está constituido por dos representantes de cada gremio, que son quienes conocen efectivamente los problemas que aquejan a los ciudadanos de las respectivas actividades profesionales y económicas, representación que no existe en la democracia, ya que en este sistema los “representantes”, sólo representan los intereses de los partidos políticos y de los grandes grupos económicos de poder. Ver más…

¿El MANS es un movimiento neonazi?

No, el MANS es un movimiento nacional-socialista, que no tiene relación con las organizaciones neonazis. Su acción política se basa en la difusión pacífica del ideario nacional-socialista y no utiliza la violencia como medio de acción política.

¿Cómo pueden existir nacional-socialistas en Chile si no somos “arios”?

Esta típica afirmación responde a la ignorancia que existe respecto al concepto de “ario”, el cual más que un concepto étnico, es un concepto lingüístico. El término más adecuado es el de “europoide”, utilizado para designar a aquellos individuos y naciones, que en su composición étnica tienen un aporte predominantemente europeo o blanco.

La propaganda del sistema se ha encargado de hacer creer que la raza “aria”, europide o blanca, es una raza alta, rubia, de ojos azules y tez extremadamente blanca. Esta clasificación corresponde a la subespecie nórdica, correspondiente a los pueblos del norte de Europa, que tanto como los mediterráneos (de tez morena o blanca y de pelo negro, característica típica de españoles, italianos, chilenos, argentinos, uruguayos y griegos) pertenecen a la raza europoide o blanca. Se ha inducido a este error con la finalidad que el ciudadano común crea que por no ser alto, de ojos claros y pelo rubio, no puede ser nacional-socialista, por mucho que comparta la doctrina. Este modelo de “ario” que el sistema por medio de la propaganda nos presenta es absolutamente arbitrario. Basta presentar como ejemplo al Ministro de Propaganda Joseph Goebbels, quien era bajo, de pelo negro, ojos café y además sufría de una evidente cojera. Características que no encajan con la imagen de “ario” que la propaganda nos presenta. Esto no fue obstáculo para que se transformara en uno de los líderes más destacados del nacional-socialismo. En caso de nuestro país, si bien existe un porcentaje de mestizaje, Chile es un país predominantemente europoide como lo es también Argentina y Uruguay. Esta predominancia es la que le da a nuestra nación sus características propias que nos diferencia del resto de las naciones y que se ha visto reflejada en nuestra historia política y militar.

¿Cómo pueden existir nacional-socialistas en Chile si el Nacional-Socialismo es una ideología exclusivamente alemana?

Esta es una creencia muy extendida en nuestro país. Es lo mismo que afirmáramos que por no ser griegos no podemos ser demócratas, o que por no ser rusos no podemos ser comunistas. Ser nacional-socialista no significa “creerse” alemán o pretender serlo, como tampoco adherir al comunismo significa creerse o pretender ser ruso.

“El nacionalsocialismo es una nueva concepción ideológica. Y llegará a ser en el futuro, en una forma determinada por los factores de sangre y suelo, de la idiosincrasia y del carácter nacional de los diferentes pueblos, la ideología política de todo el orbe”.

Cita tomada de un documento oficial del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP)

¿Qué piensan del Holocausto Judío?

El “holocausto” no es más que una muy bien montada propaganda, destinada para acobardar el nacionalismo y desprestigiar al nacional-socialismo. Esta propaganda ha logrado hacer prácticamente intocable e incuestionable al sionismo, pese a su historial de crímenes y abusos. Existen muchos libros revisionistas que echan por tierra el mito de los seis millones de judíos asesinados en las cámaras de gas. Por la extensión del tema dejamos el siguiente enlace en donde se pueden descargar textos y libros que demuestran fehacientemente la falsedad de esta estafa histórica.

¿El nacional-socialismo es un movimiento racista?

En la actualidad mucho se habla de “diversidad étnica” y “multiculturalismo”, lo que esta bien, ya que toda raza tiene el natural derecho a preservar su herencia étnica y cultural. Afirmamos que el único medio viable para perpetuar en el tiempo la diversidad es que cada etnia preserve intactas sus características genéticas. El mestizaje y el multirracismo que promueve la globalización y el mundialismo, solo trae el caos a las naciones y son los peores enemigos de la diversidad; ya que el mestizaje destruye las cualidades étnicas y culturales propias cada raza y nación. Desde este punto de vista, es natural que cada etnia y cultura quiera preservar intactas su identidad étnica y cultural. Por esta razón, es importante que cada nación proteja y preserve su patrimonio genético, que es el que define sus características propias, conducta y estilo de vida.

Racismo no significa odiar o destruir a otra raza. Por el contrario, significa proteger lo que es propio a nivel étnico y cultural, respetando las diferencias con otras razas y culturas.

“Racismo es considerar que la riqueza y la variedad de culturas y de formas de vida es algo a mantener, y que están basadas en la variedad y riqueza de las etnias del mundo. Y que por tanto esa variedad cultural y vivencial debe ser mantenida mediante el apoyo a la diversidad étnica, no mediante la uniformización racial”.
—Ramón Bau

¿Qué es el Racismo?

“Racismo es el convencimiento de que la Raza y sus implicaciones tienen una importancia decisiva en la vida del pueblo, y debe ser pues tenida muy en cuenta en su desarrollo.

Cuando estudiamos los puntos que importan tener en cuenta en la política de un pueblo, si consideramos que la Raza influye decisivamente en el comportamiento y el desarrollo de éste, en ese momento estamos haciendo racismo. Si creemos que la base étnica de un pueblo es básica para entender su idiosincrasia, su arte y su cultura, su forma de ser y sus necesidades, esto es plantearse una política racista.

Si, por contra, se cree que la etnia popular no tiene importancia, que no hay que tener en cuenta las consideraciones étnicas para entender el comportamiento y aspiraciones del pueblo, entonces se es anti-racista. Hoy día se han editado diccionarios de antropología donde no se habla de la palabra Raza, esto es anti-científico, es una auténtica estupidez. Esta es la base del racismo, no otra, no cualquier otra consideración que se pretenda sacar de esta premisa”. Ramón Bau

¿Qué no es Racismo?

“No es racismo el odio entre razas, de ninguna forma ni clase, y sin excluir ninguna raza de esa norma. Por contra el odio entre o contra una o más razas es anti-racismo, puesto que es una actitud contra la ‘Naturaleza’, contra la Raza. No es racismo tampoco el sentimiento de superioridad o de desprecio por otras razas. Cualquier etnia tiene una base natural que es admirable y que debe ser apreciada como una riqueza más de nuestro ecosistema. Por supuesto no es racismo, sino delincuencia, el agredir a inmigrantes de otras razas. Sin duda la identificación de la delincuencia por motivos raciales con la ideología racista ha sido una de las armas preferidas del sistema para desprestigiar una ideología que, precisamente, condena la agresión por motivos raciales.

¿Los nacional-socialistas son “anti-judíos”?

No, el nacional-socialismo no es “anti-judío”. El NS sólo se opone al movimiento político extremista llamado SIONISMO. No esta en contra del judaísmo como religión, como raza o como estilo de vida. Únicamente se opone a las pretensiones hegemónicas del sionismo a nivel nacional e internacional. En nuestro caso local, nos oponemos a su pretensión de fundar un estado sionista en la Patagonia chilena y argentina, y al poder que ejerce sobre la clase política, los medios de comunicación y la economía. A nivel internacional nos oponemos a su poder global, a la ocupación de Palestina y al supremacismo que ejercen sobre los gobiernos, la prensa, el cine, la economía, la ONU, el FMI, los OMC, y gran parte de los organismos internacionales. Organismos que utilizan descaradamente para su exclusivo beneficio y en contra de las naciones gentiles.

¿Quién puede ser militante del MANS?

Cualquier ciudadano que adhiera a los postulados del Nacional-Socialismo, en su aspecto político, étnico y cultural. Que este dispuesto a luchar y trabajar por Chile, ante las amenazas de la globalización sionista, el liberalismo, el multirracismo, el individualismo y el marxismo apartida.

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