Navarra

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Comunidad Foral de Navarra
Bandera Escudo
Bandera Escudo
Capital Pamplona/Iruña
Idioma oficial Español o castellano y euskera
Localización de Navarra.

Navarra es una identidad política e histórica que actualmente forma una comunidad autónoma oficialmente llamada Comunidad Foral de Navarra dentro del denominado Reino de España. Como reino, el concepto de Navarra englobó parte del sur de Francia, por patrimonio hereditario dinástico.

Etimología

Según la hipótesis más aceptada o tradicional es hacer derivar el corónimo Navarra de una voz o palabra vasca como *nava, que significaría “llanura entre montañas”. Pero esta etimología está discutida actualmente. Tal significación entra en contraposición con las crónicas francas cuando mencionan por primera vez a unos “nabarri” en los pasos de los Pirineos. Caro Baroja fue el primero en percatarse de tal contradicción.

La designación a los navarros es en los Anales Mateenses Priores, que son los relatos más antiguos en referencia a la Batalla de Roncesvalles, aparecen mencionados dos etnónimos; nabarri e Hispano wasconi, es decir los navarros y los hispanos vascones. A partir de esas fechas se suceden las alusiones al gentilicio medieval “navarros” como pueblo diferente a los vascones de España e incluso a los “pamploneses”, llamados en la crónica escrita en latín pampiloneses.

Sin embargo, Martín Duque afirma que la denominación “navarri et pamiolonenes” menciona la división social existente en la época medieval. Los primeros serían la masa de población rural dedicada actividades agropecuarias y los últimos serían los nobles y señores del reino, destinados a gobernar sobre el resto de la población. Desde luego el étimo nabar, del euskera “reja de arado” podía ser un indicio. Pero, aun admitiéndola, es posible que para esa época se haya corrompido o desligado de su significación original como etnónimo, de época más antigua.

Pero el hecho que el apelativo *nava se encuentre en varias denominaciones de fortalezas pirenaicas como Navardún o Navascués podría relacionarse con fortalezas de los “navarri”. *dunon significa “fortaleza” en lengua celta, más concretamente en su variante gala, que vendría a significar “fortaleza de los navarros”. También se encuentra testimoniada en varias zonas del Pirineo aragonés delimitado con el navarro, como Berdún o Gordún, es posible que los nabarri fuera una división o grupo gentilicio de los suessetanos.[1]

Poblamiento, grupos lingüísticos y etnogénesis

Navarra fue poblada desde el Paleolítico inferior en pequeños grupos humanos cazadores que se movían en las inmediaciones de los recursos hídricos y que habitaba en refugios o abrigos rocosos. Con la llegada del Neolítico, remontando el curso fluvial del Ebro, arribaron nuevos pobladores e introdujeron la agricultura, innovaciones tecnológicas y técnicas funerarias entorno al 4.500 a. C. A partir del IV Milenio a. C. se constata el inicio de construcciones megalíticas. Alrededor del 1000 a. C. se atestigua la llegada de gentes de cultura y prácticas que se adscriben a los Campos de Urnas de procedencia centroeuropea relacionada con los celtas.

En Navarra conjugan prácticamente los mismos elementos étnicos que en la etnoformación de la España antigua (Península Ibérica), a excepción de los vascones. Navarra es una de las regiones más indoeuropeizadas de España, como pone de manifiesto su toponimia antigua premedieval, constituyendo más del 50%. F. Villar afirma que “el estrato étnico-lingüístico más antiguo tanto del País Vasco como de Navarra es el que representa en torno al 64% de su toponimia. Se trata de una lengua indoeuropea no celta, sino bastante más arcaica” así como los teónimos son en su generalidad son casi todos indoeuropeos. Otros de los elementos importantes es el de los vascones, atestiguados sólo a partir del siglo I a. C. con la fundación de Pamplona.

Según la compilación lingüística manifiesta que Navarra fue poblada por indoeuropeos antiguos, otros indoeuropeos más recientes como celtas y romanos, y otros pueblos o grupos lingüísticamente no indoeuropeos como vascones e íberos. También se evidencia otros tipos de celtas más modernos como los galos y el asentamiento germánico de bandas góticas con clara funcionalidad militar como la de los Galindo [2], en las estribaciones de los Pirineos o los grupos taifales en Tafalla, sin descartar otros linajes como los Banu Qasi.

Época romana

La romanización fue significativa en el actual territorio navarro. Fue muy profunda sobre todo al sur, como demuestra las más de 200 villae o mansiones romanas con ricos mosaicos en las inmediaciones en las vías romanas como pone de manifiesto la importante calzada a Burdeos y ramales que pasaban por el cruce de caminos que era Pamplona. Pamplona fue creada después de las Guerras de Sertorio como campamento romano sobre algún asentamiento vascón. La romanización legó además otros tipos de infraestructuras romanas, que se han conservado en obras de ingeniería hidráulica de conducción como el acueducto de Alcanadre a Lodosa o medios de retención como la presa de Andelos.

Época visigoda

Piedra de la fundación de Olite. Datada en el siglo XII, el texto alude a la fundación de Ologite por el rey visigodo Suintila. Es otro ejemplo legitimador de los reyes pamplones de vincularse con el pasado visigodo y no vascón.

La penetración a España por parte de los godos para el dominio de la antigua Tarraconensis como fueron las operaciones o campañas de Heldefredo y Gutier, éste último según la Chronica Gallica pasó por Pamplona, lo cual al menos, pueda ser el inicio de su control a su paso en el año 473. En la "Crónica de Zaragoza" menciona también la entrada de tropas godas en el año 497, dicha crónica afirma que años después de otra penetración visigoda producida por un buen número de familias góticas que tuvo que utilizar necesariamente los pasos de los Pirineos navarros siguiendo las vía que unía Astorga con Burdeos, habla en términos de emigración gothi intra Hispania ingressi sunt para el asentamiento de la masa popular en la meseta norte y el valle del Ebro, pasaba necesariamente que el control de la ciudad de Pamplona estuviera en manos visigoda, bien desde la campaña de Gutier o en este segundo desplazamiento. La presencia visigoda en Navarra se evidencia por la existencia de un obispado visigodo en Pamplona, y la fundación de la ciudad de Olite en el actual espacio que ocupa Navarra, por entonces integrantes de la pronvinciae Tarraconensis [3]. La aparición del texto De laude Pampilone donde se relata las preocupaciones de la ciudad y sus defensas contra unos bacei, identificables con los vascones, obedece a composiciones muy características del período visigodo, pero resulta problemática su datación para la época visigoda[4]..

Arqueológicamente para esta época contamos con el registro monetario de dos monedas de oro de Suintila en una de las necrópolis pamplonesas, rey que según la "Historia de los godos, suevos y vándalos" de San Isidoro menciona que Suintila fundó la ciudad de Olite. También se han encontrado otro tipos de materiales visigodos, como también en los yacimientos de Tudela. Recientemente se ha descubierto en la Catedral de Pamplona restos de época visigoda[5].

Orígenes como «Reyno»

Miniatura del Códice Vigiliano equiparando al monarca reinante Sancho Garcés II con los reyes visigodos Chindasvinto, Recesvinto y Egica. Era la época en que la monarquía pamplonesa hace copiar las normativas visigodas y hace suyo el neogoticismo, es decir la restauración del Ordo Gothorum en España.

Navarra como reino hunde sus raíces en una ciudad de pasado romano y visigodo poblada en su mayoría por vascones como Pamplona. Ángel Martín Duque se refieres así a la ciudad que “había descollado sucesivamente como capital del municipio romano, temprana sede episcopal y punto de referencia de un distrito y condado hispanogodo (…). Esta ciudad era a ciudad por excelencia y cuna de la posterior minoría dirigente, una aristocracia mestiza romanizada y propietaria de antiguas unidades de explotación del suelo (villae)”.

Unos orígenes políticos cristianos y visigodos

La presencia en territorito de varias familias que unidas por fuertes lazos de parentesco (los Íñigo, Jimeno, Velasco y Banu Qasi) que podría entroncar con un linaje aristocrático común del siglo VIII que en época visigoda estaría integrado en las estructuras de Regnum Gothorum.

La subida de Jimeno Sancho Garcés I, de la familia Jimena, fue elevada al trono de Pamplona por sectores de un cristianismo más combativo y menos beligerantes con los musulmanes con el beneplácito de los seniores Pampilonenes. La ruptura con sus parientes muladíes y la unión de pamploneses y navarros, más un acercamiento más pronunciado a la monarquía asturiana, y la circunstancia que se veía próximo el cumplimiento de una profecía de restauración del reino godo en España.

La existencia en territorio navarro, sobre todo regido por la dinastía Jimena poseyera en sus dominios con una nutrida presencia de cenobios. Estos monasterios del país navarro eran bastiones de la cultura visigoda[6]. Estos monasterios nos permite comprender el giro goticistas promovido por la nueva dinastía que se elevaba bajo el cetro de Jimeno Sancho Garcés I, quedando plasmado en un auténtico reino que reproducía los modelos asturianos. Es también cuando la familia decide tener estrechos vínculos con la corte ovetense. En el siglo XII, Sancho VI el Sabio sustituyó el título de rex Pampilonesium por el de rex Navarrae.

Navarra dentro de la «nación española» en el Concilio de Constanza de 1416

En 1416, se celebró un concilio en la ciudad de Constanza. Dicho concilio estaba representado por las hasta entonces cinco naciones europeas: Alemania, Francia, Italia, Inglaterra y España.

La nación española, estaba formada y representada por los cinco reinos Castilla, León, Aragón, Portugal y Navarra. Carlos III, rey de Navarra era pariente de los reyes de Castilla y Aragón, habiendo casado con una infanta castellana. Su política de acercamiento hispánico siendo de origen extranjero, se centró en que sus súbditos siguieran perteneciendo al concepto "nacional" que sus antepasados llevaban siglos pertenciendo.

Referencias

  1. El nombre o etnónimo de los suesetanos estaría relacionado con el numeral indoeuropeo seis, heredado de la raíz celta *sweks. Esta división de los suessetanos indicaría que estarían formados por seis grupos gentílicos, entre los que habría situar a los nabarri, que serían celtas o galos. Además en territorio suessetano encontramos topónimos relacionados con los nabarri y la palabra Navarra como son Navarín, Navarin y Navasa
  2. Estos celtas modernos, como eran los galos habrían dejado su en huella en los topónimos Pagus Gallorum, Gallicum documentados en los Pirirenos navarro y aragonés
  3. Juan José Larrea Conde, El obispado de Pamplona en época visigoda. Hispania sacra,vol. 48, nº 97, 1996, págs. 124-147.
  4. Koldo Larrañaga lo ha datado en una época donde Pamplona estaba asentada la autoridad carolingia Glosa sobre un viejo texto referido a la historia de Pamplona: el De laude Pampilone, Gobierno de Navarra: Institución Príncipe de Viana 1994, pág 141, n. 19. Sin embargo Ángel J. Martín Duque se ha referido que los autores del texto son los recopiladores del Códice de Roda
  5. La asistencia del obispo Liliolo en el III Concilio de Toledo celebrado el año 589 representando a la sede pamplonesa (Vives, J., Concilios visigóticos e hispano-romanos, Barcelona-Madrid 1962, pp. 107-117.http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/pamplona_comarca/pamplona/2014/07/30/descubiertos_restos_edificio_bajo_catedral_pamplona_169516_1702.html.
  6. Estas abadías como la de Siresa eran cenobios relacionados con el obispo Wilesindo que contaban con ricas bibliotecas cuyos códices procedentes de tiempos visigodos que causaban el asombro del mozárabe Eulogio de Córdoba en su viaje por el país navarro y pirenaico. Algunos de estos territorios navarro y aragonés estaba gobernado por un kunja gótico como los Galindos, emparentados con los Iñigos. Iñigo Arista debía pertenecer a alguna de las ramas del linaje que había regido el antiguo condado hispanogodo y la presencia de un antropónimo gótico Galindo en uno de los hijos de Iñigo Arista. Sobre la presencia de nombres gótico en Navarra véase un artículo en la revista HISTORIA 16, nº 327, año XXVII, de Armando Besga Marroquín que lleva por título Sancho III el mayor, un rey pamplonés e hispano. Besga comenta "el nombre de ocho titulares de la sede pamplonesa en el siglo X y sólo dos (Galindo y Sisebuto) tienen nombre germánico. Este 25 por ciento es, probablemente, más significativo que la impresión que producen los dos primeros nombres conocidos de obispos pamploneses tras la invasión musulmana, pues corresponde al porcentaje de la sede pamplonesa en la época visigoda"(op. cit, nº 23) y continua diciendo "entre los mozárabes de la época los nombres germánicos eran minoritarios (un quinto entre los mártires voluntarios cordobeses de mediados del siglo IX), tiene que ser significativo que, tras la invasión musulmana, los dos primeros obispos conocidos de Pamplona tengan nombre godo: Opilano y Wiliesindo, contemporáneos de Iñigo Arista (824-852) y, por consiguiente, de los orígenes del proceso de constitución del Reino de Pamplona. y éste no es un dato aislado: gracias a San Eulogio, conocemos a mediados del siglo IX una serie de nombres de abades pertenecientes todos ellos, probablemente, a la diócesis de Pamplona: Fortún de Leire, Atilio de Cillas, Odoario de Siresa, Jimeno de Igal y Dadilano de Urdaspal. Los nombres germánicos también se encuentran entre los laicos, como se aprecia en las dos familias principales de Navarra: Galindo, uno de los antropónimos más frecuentes en el ámbito navarro-aragonés en el siglo X, fue el nombre del segundo hijo de Iñigo Arista, y Toda, más frecuente aún, el de la madre y la esposa de Sancho Garcés I (905- 925), probablemente el primero en tomar el título de rey. La antroponimia germánica conocida en Navarra antes del año1000,el diácono que Wiliesindo hizo acompañar a San Eulogio en su viaje por el Pirineo se llamaba Teodemundo. La sucesión de dos obispos con nombre germánico en la sede de Pamplona en el primer milenio es excepcional. Gracias al obiturario episcopal del Códice de Roda”. En la siguiente nota dice "dos son los nombres germanos (Odoario y Dadilano), es decir, el 40 por ciento, y sólo uno propio del ámbito pirenaico occidental (Jimeno). Ese porcentaje del 40 por ciento es similar al de los nombres germanos de los obispos pamploneses en los siqlos IX y X” (op cit, nº24) . Volviendo sobre el antropónimo Galindo "es el tercer nombre masculino más frecuente en las Genealogías de Roda de finales del siglo X (lo lleva un 10 por ciento de los personajes) y Toda, el segundo entre los femeninos (12 por ciento), sólo superada por el de Sancha; también el nombre latino de Sancho -propio en esta época del ámbito pirenaico occidental- es el antropónimo que aparece más veces en la documentación antes del 1076" (op cit, nº25) . Fundamental, y para todo aquél interesado sobre los orígenes visigodos del Reino de Navarra véase Los orígenes hispanogodos del Reino de Pamplona, del mismo autor.

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