Batalla de Grecia

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La batalla de Grecia u Operación Marita es la ocupación del Reino de Grecia por las fuerzas del Eje durante la Segunda Guerra Mundial. La batalla de Grecia dio comienzo el 28 de octubre de 1940 con la invasión de Grecia por la Italia fascista y concluyó con la caída de Kalamata, en el Peloponeso, el 28 de abril de 1941. Con la batalla de Creta y algunas otras acciones navales, la batalla de Grecia forma parte del teatro de Operaciones Egeo de la Campaña de los Balcanes.

Italia ingresa a Grecia desde Albania, país que había ocupado previamente en abril de 1939. Sin embargo, el ejército griego demuestra que es capaz de resistir e incluso de contraatacar, forzando al ejército italiano a la retirada. Hacia mediados de diciembre, los griegos, a su vez, ocupan la cuarta parte de Albania. En marzo de 1941, una nueva ofensiva italiana fracasa, poniendo así fin a las aspiraciones italianas.

El 6 de abril de 1941, Alemania ocupa Grecia desde Bulgaria, con la finalidad de dotar de más seguridad a su flanco sur. El ejército griego, muy inferior tanto en hombres como en equipamiento se hunde, y Atenas cae el 27 de abril de 1941, mientras la Commonwealth logra evacuar cerca de cincuenta mil soldados. Tras la finalización de la batalla de Grecia, el país es dividido en tres zonas de ocupación, entre Alemania, Bulgaria e Italia, hasta la retirada de las tropas alemanas en octubre de 1944.

Preludio

A finales de 1940, Alemania había ocupado la mayor parte de Europa occidental. En 1939, Italia ha ocupado ya Albania y algunos territorios de la Commonwealth británica en África del norte. Mussolini decide ocupar Grecia.

Ocupación italiana y contraataque griego

El 28 de octubre de 1940, el embajador de Italia en Grecia, Emanuele Grazzi presenta un ultimátum al primer ministro griego, Ioannis Metaxas. Mussolini exige el libre paso de sus tropas para ocupar lugares estratégicos no definidos en el territorio griego. Los italianos ocupan Grecia desde Albania.

Los italianos atraviesan el río Kalamas y se dirigen hacia Ioannina, pero son rápidamente rechazados por el ejército griego, que inicia además la persecución de los italianos en retirada, primero en el territorio griego y luego en el interior de la propia Albania. Tras tres semanas de ofensiva, el territorio griego ha sido totalmente liberado y el contraataque continúa. Dicho contraataque es victoriosamente proseguido por los griegos, sin que sean frenados siquiera por la llegada de refuerzos italianos. Korçë, la mayor ciudad de Albania, es tomada por los griegos el 13 de noviembre, Pogradec y Argyrokastro el 4 de diciembre, Himare el 24 y Kelcyre el 10 de enero.

Segunda ofensiva italiana

Tras unas semanas de luchas infructuosas durante el invierno de 1940-1941, Italia lanza una segunda ofensiva el 9 de marzo de 1941. A pesar de la superioridad del ejército italiano, la ofensiva fracasa una vez más y, tras sólo una semana, con doce mil muertos, Mussolini pone fin a la ofensiva. Abandona Albania doce días más tarde. Tras seis meses de combates contra los italianos, el ejército griego, aunque vencedor, está agotado y es incapaz de resistir una eventual invasión alemana.

Decisión alemana de intervenir

Siete días después del comienzo de los combates, el 4 de noviembre, cuando hacía cuatro días que las primera tropas británicas habían desembarcado en Creta y Lemnos —sin petición oficial del Gobierno griego, que temía la reacción alemana—, Hitler ordenó la creación de un plan para atacar Grecia a través de Rumanía —que contaba con una misión militar alemana desde el 7 de octubre— y Bulgaria. La ofensiva debía expulsar a los británicos de los Balcanes, proteger los pozos petrolíferos rumanos de posibles ataques y ayudar a los italianos en su lucha con Atenas.

En diciembre, el plan original para ocupar únicamente el norte del país se modificó para incluir la ocupación de la nación completa. El 13 de diciembre, el alto mando alemán publicaba las instrucciones de la orden sobre la invasión de Grecia con el nombre clave de operación Marita. La operación debía incluir veinticuatro divisiones y comenzar en marzo de 1941, en cuento el tiempo mejorase lo suficiente como para empezar la ofensiva.

Preparativos alemanes

La campaña contra Grecia requería de importantes preparativos que incluían acuerdos con los países balcánicos que las unidades alemanas debían atravesar para alcanzar las fronteras griegas. En este contexto, el primer paso era lograr la aquiescencia húngara al paso de las fuerzas alemanas hacia Rumanía; Hitler indicó su intención de hacerlo ya durante la firma húngara del Pacto Tripartito el 20 de noviembre de 1940, consecuencia de las ganancias territoriales húngaras obtenidas mediante el Segundo Arbitraje de Viena.

Tres días más tarde, con la adhesión rumana al Pacto, Hitler expresó a Ion Antonescu su deseo de que Rumanía aceptase la concentración de tropas en su territorio para la ofensiva contra Grecia, aunque no solicitó ayuda militar rumana para la campaña.

La necesidad de concentrar las unidades necesarias y de transportarlas hasta Grecia y la imposibilidad de comenzar la campaña antes del deshielo a comienzos de marzo hacía que la campaña contra la URSS, que se preparaba simultáneamente a la griega, se considerase como irrealizable hasta mediados de mayo.

A finales de diciembre, las primeras unidades del 12.º Ejército, que debía llevar el peso del ataque a Grecia comenzó a trasladarse a Rumanía en tren. Con él llegó el equipo necesario para cruzar el Danubio y la 16.ª División Panzer, que debía unirse a la misión militar alemana en Rumanía y reforzar la protección de los campos petrolíferos. A finales de enero de 1941, se encontraban en Rumanía el personal de los Estado Mayores de las diversas agrupaciones que iban a participar en la campaña, así como dos divisiones blindadas y dos de infantería al completo.

Mientras, tras arduas negociaciones, los búlgaros aceptaron desplegar de incógnito tres compañías de la Luftwaffe en su territorio para prevenir posibles ataque sorpresa de los británicos a los pozos petrolíferos rumanos. A mediados de enero, los alemanes se desplegaron por las montañas búlgaras para vigilar los vuelos de los británicos. La actitud búlgara, sin embargo, era titubeante ya que Sofía temía la reacción de soviéticos y turcos a su participación en un ataque a los helenos. A finales de noviembre, había rechazado una misión militar soviética, ofrecida tras llegada de la alemana a Rumanía. Para permitir el despliegue alemán en su territorio, el Gobierno búlgaro exigía discreción y ayuda en el refuerzo de sus defensas fronteras contra un posible desembarco soviético. Su miedo a la reacción turca hizo que solicitasen el retraso del cruce del Danubio hasta finales de febrero, petición que Hitler admitió. El cruce de las tropas alemanas se planeó para el 2 de marzo, el día siguiente a la adhesión búlgara al Pacto Tripartito. Alemania informaría a Turquía de la intención búlgara de formar el Pacto el día que comenzasen las obras de construcción del puente sobre el Danubio (28 de febrero).

A las 7:00 del 28 de febrero comenzó la construcción del puente que debía permitir el cruce del Danubio al grueso de las fuerzas alemanas. Mientras, dos divisiones blindadas que se había desplegado en la Dobruja septentrional rumana marcharon hacia el sur, hacia la frontera turca, para prevenir posibles acciones de estos contra el despliegue alemán en Bulgaria. Al tiempo, un batallón antiaéreo se trasladó a Varna para proteger el puerto.

El 1 de marzo, el primer ministro búlgaro firmó el Pacto Tripartito en Viena y afirmó la decisión búlgara de respetar no solo este, sino los demás acuerdos rubricados por su país en el pasado (que incluían uno con Turquía, otro de no agresión con Grecia y uno de amistad con Yugoslavia), además de mantener buenas relaciones con la URSS. A las 6:00 del día siguiente, una vez completado el puente de pontones sobre el Danubio, comenzó el cruce del río y el envío de tropas especializadas para mejorar las carreteras y puentes búlgaros para facilitar el movimiento de tropas. Bulgaria cerró el resto de sus fronteras y Gran Bretaña rompió relaciones diplomáticas. El grueso del VIII Cuerpo Aéreo se trasladó a Sofía y Plovdiv entre el 2 y el 4 de marzo. La maniobra aisló a Yugoslavia.

El 9 de marzo, las avanzadas de las unidades que debían participar en la campaña ya habían alcanzado sus posiciones a lo largo de la frontera greco-búlgara y dos divisiones blindadas (la 5.ª y 11.ª) protegían la frontera turco-búlgara a pesar de las garantías de no intervención expresadas por el Gobierno turco. Durante los ocho días siguientes, llegó a Bulgaria dos de los tres grupos de tropas asignados a la operación (un total de once divisiones y media). El mando se estableció al sur de la capital búlgara, con el mariscal de campo Wilhelm List dirigiendo las operaciones del 12.º Ejército. El 7 de marzo y ante la creciente sensación de pasividad turca, el alto mando decidió no enviar las seis divisiones del tercer agrupamiento a Bulgaria y mantenerlas en Rumanía para la próxima campaña contra la Unión Soviética.

El avance alemán

La Línea Metaxas

El 6 de abril de 1941, la Wehrmacht ocupa el norte de Grecia y lanza simultáneamente una ofensiva contra Yugoslavia. La Línea Metaxas está defendida por la Sección de Macedonia Oriental (o TΣAM), dirigida por el general Konstantinos Bakopoulos y compuesta por las 7.ª, 14.ª y 17.ª Divisiones de infantería, todas ellas con el equipamiento bajo mínimos. Las fortificaciones se hallaban emplazadas sobre aproximadamente 170 km desde el río Nestos hacia el este, antes de seguir la frontera búlgara hasta el Monte Kerkini, cerca ya de la frontera yugoslava. Estaban concebidas para albergar doscientos mil defensores, pero tan sólo son defendidas por setenta mil soldados. Debido al escaso número de defensores, las líneas defensivas estaban demasiado extendidas, siendo además débiles. Los únicos refuerzos enviados por Bakopoulos fueron las 19.ª, 12.ª y 20.ª Divisiones del Ejército de la Macedonia Central (TSKM), infradotadas en personal y que además disponían de armamento obsoleto.

La ofensiva inicial de los alemanes contra la Línea Metaxas, llevada a cabo por los cazadores alpinos encuentra una feroz resistencia por parte de los griegos y sólo obtiene éxitos limitados. Un informe alemán de la noche del primer día de ataque menciona que los alemanes han sido rechazados hasta el puerto de montaña de Roupel a pesar del intenso apoyo aéreo, sufriendo fuertes pérdidas. Tras un día de lucha, únicamente dos de los 24 fuertes que componen la Línea Metaxas caen en manos de los alemanes antes de ser destruidos.

La retirada de los Aliados

Las tropas de la Commonwealth estaban tomando posición cuando llegó la noticia de la invasión alemana. El resultado de los primeros combates contra los alemanes en Vevi no fue alentador y el rápido avance de los Panzers hacia Salónica y Prilep en el sur de Yugoslavia resultaron fuertemente perturbadores para Wilson, que debió además hacer frente a la perspectiva de un ataque alemán venido de Salónica a la vez que los Panzers del XL Cuerpo alemán atacaron desde el valle de Monastir. Esta perspectiva provoca la retirada, inicialmente hasta el río Aliakmon, y luego a las Termópilas, que los alemanes atraviesan también el 23 de abril.

Vevi

La mañana del 10 de abril, la 40.ª División de Panzers avanza desde Monastir a través del valle de Monastir, con el objetivo de apoderarse de Flórina, 13 km al sur de la frontera yugoslava. La 1.ª División SS Leibstandarte Adolf Hitler se abalanza más al sur y alcanza la ciudad de Vevi el 11 de abril. Los aliados deciden intentar retardar el avance alemán en el desfiladero de Klidi, al sur de Vevi.

Una formación compuesta por griegos y soldados de la Commonwealth, conocida como Fuerza Mackay, es aprestada, como dice Wilson, para parar el Blitzkrieg que baja por el valle de Florina. Esta formación recibe el nombre de su jefe, el general de división Iven Mackay. Las unidades presentes en el propio desfiladero de Klidi son la 19.ª Brigada de infantería australiana, menos un batallón, reemplazado por otro batallón británico del King's Royal Rifle Corps. La infantería está apoyada por algunos grupos de artillería británicos y australianos y ametralladores neozelandeses. El resto de unidades de la Force Mackay toman posición en los flancos y a distancia del desfiladero. El 11 de abril, los tres batallones de infantería son dispersados en un frente de 16 km de ancho concentrado en un desfiladero tortuoso y de paredes abruptas.

El Kampfgruppe Witt, al mando del Sturmbannführer Fritz Witt, lanza une serie de ataques de prueba desde la misma tarde. Los ataques son rechazados vigorosamente pero devienen más agresivos al caer la noche. La mañana del día 12, 30 cm de nieve recubren las colinas y numerosos soldados aliados apostados en las zonas de mayor altitud sufren congelaciones, con lo que a la noche se ordena la retirada hacia la línea Haliacmón.

Los alemanes lanzan su asalto principal a las 8 horas y media. Los australianos del flanco oeste se ven obligados a retroceder, pero contraatacan posteriormente y recuperan la cima. Sin embargo, los ingleses inician una retirada, creyendo que los australianos hacían lo mismo. Ello supone abrir el desfiladero a los alemanes. Al final de la tarde, el regimiento griego del Dodecaneso comienza a retirarse más al este, dejando expuestas a las tropas apostadas más lejos en el desfiladero. La llegada de los carros de asalto alemanes sella la derrota aliada en Vevi. La infantería australiana se ve forzada a una caótica retirada. Los alemanes hacen 520 prisioneros y sólo sufren 37 muertos, 95 heridos y algunos prisioneros. Los restos de la Fuerza Mackay se reagrupan en las cercanías de Sotir.

El Olimpo y Serbia

En la madrugada del día 14, los Panzers de la 9.ª División alcanzan Kozani tras violentos enfrentamientos con los carros de asalto y las defensas anticarro británicas. Esa misma tarde, la División tendió un puente que atravesaba el río Aliakmon. Los Aliados se retiran, formando una línea de frente en las proximidades del monte Olimpo. La defensa se compone de tres elementos principales: el sector del túnel de Platamon situado entre el monte Olimpo y el mar; el desfiladero del propio monte Olimpo; y el desfiladero de Serbia. Al atraer los ataques sobre estos tres desfiladeros, la nueva línea defensiva ofrece mayor potencial defensivo, habida cuenta de la debilidad de las fuerzas disponibles. Durante los tres días siguientes, el avance de los Panzers se ve frenado por estas posiciones en la montaña muy fortificadas.

El 15 de abril, el túnel de Platamon sufre los ataques de las tropas motorizadas alemanas, ataques que son rechazados por el 21.º Batallón neozelandés del coronel Macky, que sufre igualmente pesadas pérdidas. Más tarde, ese mismo día, un regimiento blindado alemán asalta los flancos del batallón por la costa y por el interior, pero los neozelandeses mantienen sus posiciones. Tras haber recibido refuerzos en la noche del 15 al 16, la infantería alemana asalta al alba a los neozelandeses del flanco izquierdo, a la vez que algunas horas más tarde, los tanques pasan a la acción a lo largo de la costa. Macky se ve entonces sin comunicación con la compañía situada en su flanco izquierdo y, teniendo otras dos compañías bajo el fuego enemigo en el valle, decide ordenar la retirada, que es cubierta por una compañía de reserva, emplazada en una cresta al sur del túnel de Platamon.

Macky pretende establecer un nuevo frente aproximadamente 1,5 km más al sur, pero no resulta posible y la retirada prosigue hasta la salida de las gargantas del Pinios. Se la pide a Macky que haga lo esencial para evitar el acceso del enemigo a los estrechos hasta el 19 de abril, incluso si ello significase el exterminio (de las tropas). Macky hunde la barcaza que permite el paso del río por el extremo oeste de las gargantas y levanta una nueva línea defensiva. El 21.º Batallón recibe como refuerzo al 2.º Batallón australiano de la 2.ª División y más tarde al 3. Batallón, tomando entonces el nombre de Fuerza Allen, por el nombre del general de división Arthur Samuel Allen. El 5.º y el 11.º batallones toman posiciones en el sector del pueblo de Elatia, al sudoeste de las gargantas y su objetivo es mantener la salida oeste de las gargantas durante 3 o 4 días.

El 16 de abril, el general Wilson se reúne con el general Papagos para informarle de su decisión de batirse en retirada hasta las Termópilas.

Retirada y rendición del ejército griego

Mientras los alemanes se adentraban en territorio griego, el I Ejército griego, que actuaba en Albania, se mostraba reticente a la idea de batirse en retirada. Por estas reticencias a la cesión de territorio a los italianos, la retirada griega sólo se materializa el 1 de abril. La retirada aliada hacia las Termópilas abre una brecha a través del Pindo por la que los alemanes están a punto de coger al ejército griego por su retaguardia. Un regimiento SS se encarga de frenar la retirada griega, dirigiéndose al oeste hacia Metsovo y, desde allí, hacia Ioannina.

Alexandre Papagos, comandante en jefe de los ejércitos griegos, apremia a las unidades griega para que lo más rápidamente posible se dirijan al valle de Metsovo, ya que se espera allí una ofensiva alemana. El 18 de abril, día del suicidio del primer ministro griego Alexandros Korizis, se produce un apretado combate entre varias unidades griega y la 1.ª División SS Leibstandarte Adolf Hitler. Los griegos aguantan bien que mal, pero al carecer de equipamiento para luchar contra unidades motorizadas acaban siendo cercados y sumergidos. Los alemanes siguen avanzando hacia el oeste y toman Yanina el 19 de abril, cortando así la última línea de avituallamiento del ejército griego.

El 20 de abril, el general Georgios Tsolákoglu, comandante de las tropas griegas en Albania, ofrece su rendición a los alemanes. Una decisión que Papagos no acepta, hasta el punto de que, cuando conoce la existencia de conversaciones, Papagos ordena a Pitsikas que sustituya a Tsolakoglou. Pero Pitsikas ya había sido despedido por Tsolakoglou pocos días antes. El historiador John Keegan escribe que Tsolakoglou estaba tan determinado a impedir a los italianos gozar de una victoria que no merecían que, una vez se le hizo evidente el carácter desesperado de la situación, inició conversaciones con el comandante alemán de la división SS, Sepp Dietrich, para acordar una rendición únicamente con los alemanes. Como reconocimiento de la bravura demostrada por los griegos, los soldados son autorizados a regresar a sus hogares (mejor que ser mantenidos en campos de prisioneros de guerra), y los oficiales son autorizados a conservar sus armas.

Las Termópilas

Tras haberse retirado de los desfiladeros de Serbia y del Olimpo, las tropas británicas se despliegan en el célebre desfiladero de las Termópilas. (Las Termópilas son famosas por la batalla de las Termópilas, que enfrentó a 300 espartanos al mando de Leónidas a los persas en el año 480 a. C.). El general Bernard Freyberg recibe la orden de defender la costa (sector neozelandés), y Mackay de defender el pueblo de Bralos (sector australiano). En el sector neozelandés, la 5.ª Brigada está desplegada a lo largo de la carretera de la costa, al pie de las colinas al sur de Lamia, y a lo largo del río Spercheios. La 4.ª Brigada toma posición en el ala derecha, donde forma patrullas de vigilancia costera, y la 6.ª quedó en reserva. En el sector australiano, la 19.ª Brigada (formada por el 4.º Batallón de la 2.ª División y el 8.º Batallón de la 1.ª División) protegen Balos. El 19 de abril, los 1.º y 5.º batallones de la 2.ª División son puestos al mando del general George Vasey, reforzados por el 11.º Batallón de la 2.ª División, llegado ese mismo día y en las primeras horas del día siguiente. Freyberg y Mackay informan entonces a sus subordinados que no habrá más retiradas, ignorando ambos las discusiones mantenidas al más alto nivel respecto de la evacuación. Tras la batalla, Mackay dice: Pensaba que nos mantendríamos unos quince días y que habríamos sido derrotados por el peso del número de enemigos.

Cuando se ordena la retirada el 23 de abril, se decide que ambos sectores deben ser defendidos cada uno de ellos por una brigada. Dichas brigadas, la 19.ª australiana y la 6.ª neozelandesa, deben conservar el desfiladero durante el mayor tiempo posible, permitiendo así la retirada del resto de las unidades. Vasey, comandante de la 19.ª Brigada, habría dicho: Aquí estamos, y aquí nos quedaremos en el nombre de Dios. Una frase que fue interpretada por el mayor de la Brigada como la brigada sostendrá su posición defensiva actual pase lo que pase.

Los alemanes atacan el 24 de abril, encontrando una feroz resistencia, perdiendo una quincena de carros y sufriendo pérdidas considerables. Cumplida la misión de contención, la retaguardia se bate en retirada en dirección a las playas de evacuación y establece una nueva línea defensiva en Tebas.

Bombardeo del istmo de Corinto por la aviación alemana

Tras haber forzado el paso de las Termópilas, los alemanes organizan una operación aérea con el fin de capturar los puentes que franquean el canal de Corinto, con el doble objetivo de cortar la retirada de los británicos y de asegurar su propio avance a través del istmo. La ofensiva es llevada a cabo por la 1.ª División de paracaidistas alemanes el 26 de abril y logra éxito, hasta que una bala perdida británica alcanza unas cargas explosivas que destruyen el puente y provocan fuertes pérdidas. Aunque los alemanes logran construir un puente temporal en pocas horas y a pesar que la 5.ª División Panzer entra en el Peloponeso, el ataque tiene lugar algunos días tarde como para permitir aislar a las tropas británicas en Grecia central, aunque sí logra aislar a los australianos de las 16.ª y 17.ª brigadas. Al mismo tiempo, el istmo es asegurado y la mayor parte de las tropas aliadas comienzan a ser evacuadas de Grecia desde Kalamata y otros pequeños puertos.

La caída de Atenas

El 27 de abril de 1941, tropas alemanas en motocicletas entran en Atenas, seguidas por vehículos blindados, carros e infantería. La población ateniense ya esperaba la llegada de los alemanes desde hacía varios días y se mantuvo encerrada en sus casas manteniendo cerradas las ventanas.

Las tropas alemanas se dirigen directamente hacia la Acrópolis e izan la esvástica.

Evacuación de las tropas aliadas

Tras algunas acciones de resistencia en el Peloponeso, las tropas griegas y de la Commonwealth deben ser evacuadas hacia la isla de Creta y hacia Egipto. La 5.ª Brigada neozelandesa es evacuada la noche del 24 de abril, mientras que la 4.ª Brigada neozelandesa bloquea la estrecha carretera que lleva hacia Atenas. El 25 de abril, día del ANZAC, aproximadamente 5.500 australianos son evacuados desde las playas de Nauplia en los buques HMAS Perth, HMAS Stuart y HMAS Voyager. La evacuación de cuarenta y tres mil hombres se prolonga hasta el 28 de abril pero es estorbada por la Luftwaffe, que logra hundir al menos veintiséis transportes de tropas. Los alemanes capturan aproximadamente ocho mil soldados de la Commonwealth o yugoslavos que no habían podido ser evacuados y liberan a numerosos soldados italianos que habían sido hechos prisioneros por los griegos.

Batalla de Creta

(Artículo principal: Batalla de Creta)

Tras la conquista de la Grecia continental, el Tercer Reich ocupa la isla de Creta el 20 de mayo de 1941. En la muy reñida batalla de Creta, los alemanes utilizaron fuerzas paracaidistas en el marco de una operación aérea de gran envergadura. Su objetivo eran los tres grandes aeródromos de la isla, en Maleme, Rétino y Heraklion. Los alemanes encontraron una tenaz y sorprendente resistencia por parte de los griegos, las tropas de la Commonwealth y también de los propios civiles. Tras un día de combates, los alemanes no habían alcanzado ni uno sólo de sus objetivos y ya habían perdido casi 4000 hombres. La situación tendía a la desilusión para los alemanes, y el general Kurt Student llegó a contemplar el suicidio.

Al día siguiente el aeropuerto de Maleme cayó en manos de los alemanes. Una vez asegurada Maleme, los alemanes desembarcaron a miles e invadieron toda la parte occidental de la isla. Tras siete días de combates, los generales aliados constataron que habían desembarcado tantos soldados alemanes que no había esperanza de victoria. El 1 de junio de 1941, los aliados ya habían completado la evacuación de Creta, que quedó bajo control alemán. Tras las fuertes pérdidas experimentadas por las tropas de elite aerotransportadas, Hitler prohibió la utilización para futuras batallas de operaciones aerotransportadas. El general Kurt Student afirmó que Creta fue «el cementerio de los paracaidistas alemanes» y una «victoria desastrosa».

Evaluación

La rápida progresión de los carros de combate alemanes a través de las montañas de los Balcanes y la eficacia de la campaña alemana sorprendió a los Estados Mayores del resto del mundo. Al mismo tiempo, las tropas griegas y aliadas opusieron lo que muchos historiadores consideran una resistencia increíble habida cuenta de su limitación de medios. El historiador John Keegan escribe que la campaña de Grecia había sido una guerra de caballeros, con el honor dado y aceptado por parte de cada adversario.

Otros factores, además de la potencia militar alemana, podrían explicar la derrota de Grecia. Entre los jefes y oficiales griegos se ha constatado que algunos albergaban sentimientos pro alemanes. Así, el general Georgios Tsolákoglu, que mandó el Ejército de la Macedonia occidental, será el primer jefe del Gobierno colaboracionista bajo la ocupación; y el jefe de la Policía ateniense poseía fotografías dedicadas por Hitler y Goebbels colgadas junto a las de Metaxas y del propio rey de Grecia. Igualmente, el ministro de Defensa, Papadimas, dio permiso por Semana Santa a las tropas que sostenían el frente del centro allí donde la presión alemana era más fuerte. Alexandros Korizis, el sucesor de Metaxas, se suicidó por no haber sabido convencer a su aparato de Estado para resistir a las fuerzas alemanas.

Los alemanes anunciaron oficialmente unas pérdidas de 5000 hombres, de los que 1100 habrían muerto durante las operaciones. Los aliados habrían perdido alrededor de la cuarta parte de sus 58.000 hombres, entre ellos 11.000 prisioneros. Las pérdidas italianas ascendieron a aproximadamente 100.000 hombres en el período de seis meses de combates contra los griegos. Acabada la batalla de Grecia, el país se retira del conflicto y se ve dividido en tres zonas de ocupación entre alemanes, búlgaros e italianos, hasta la retirada de las tropas alemanas en octubre de 1944.

Homenaje a la resistencia griega

La resistencia griega recibió un considerable homenaje por parte de los oficiales alemanes. Wilhelm Keitel, jefe supremo de las fuerzas armadas alemanas dijo durante el Juicios de Núremberg: la increíble resistencia de los griegos retrasó en uno o dos meses vitales la ofensiva alemana contra Rusia; sin ese retraso, el final de la guerra habría sido diferente en el frente del este y para la guerra en general. Adolf Hitler ordenó que ningún griego debía ser hecho prisionero y que aquellos que lo eran debían ser liberados del campo por respeto a su valentía.

Un discurso de Hitler en el Reichstag en 1941 dice a propósito de la campaña: hay que decir, por respeto a la verdad histórica, que de entre todos nuestros enemigos, sólo los griegos han combatido con tanto coraje y desprecio hacia la muerte. En el diario de Joseph Goebbels, en la página del 9 de abril de 1941, puede leerse: Prohíbo a la prensa subestimar a Grecia, difamarla... El Führer admira la valentía de los griegos.

Lista de las unidades militares alemanas presentes en la Batalla de Grecia

Reservas directamente bajo el mando del OKH

2.º Ejército alemán (Generaloberst Maximilian Reichsfreiherr Von Weichs zu Glon)

2.º Ejército de reserva alemán

12.º Ejército alemán (Generalfeldmarschall Wilhelm List)

12º Ejército de reserva alemán

I Panzergruppe (Generaloberst Paul Ludwig Ewald von Kleist)

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