Vladímir Putin

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Vladímir Putin

Vladímir Vladímirovich Putin (*Leningrado, Unión Soviética, 7 de octubre de 1952) es un político ruso y actual presidente de Rusia. Putin fue el segundo electo para el cargo desde la disolución de la Unión Soviética y presidente de su partido, Rusia Unida. Pasó de ser un miembro de la KGB a ganarse la confianza del presidente Borís Yeltsin.

Como primer ministro, ganó popularidad por su liderazgo que condujo a la victoria rusa en la Segunda guerra de Chechenia, lo que impulsó su carrera política. Durante su gobierno, Rusia experimentó un crecimiento económico sin precedentes.

Ha combatido algunas expresiones del marxismo cultural como la propaganda en favor del feminismo o el homosexualismo (véase Ley rusa contra la propaganda homosexual). Sin embargo, también ha prohibido la libre manifestación política de grupos nacionalsocialistas, y ha limitado seriamente la libertad de expresión de sus críticos, que resultan con frecuencia perseguidos, encarcelados o asesinados. Tales fueron los casos de la activista pro-democracia Galina Starovoitova, la periodista Anna Politkóvskaya, los ex agentes del FSB Alexander Litvinenko y Mikhail Trepashkin, el activista por los derechos humanos Stanslav Markelov, los críticos Alexei Navalny, encarcelado y Boris Nemtsov, rival político asesinado a tiros[1], entre otros[2].

Personalidad

Putin practicando sambo, deporte en el que junto con el judo se coronaría campeón de Leningrado. Es además, cinturón negro en karate

Putin es un dirigente ruso atípico: antiguo agente de la KGB, abstemio, deportista: practica la lucha rusa (sambo), el karate y el judo desde los 11 años; juega al tenis, practica la pesca y el esquí. Además, habla fluidamente el alemán y el inglés.

Estuvo casado durante 30 años con una ex profesora escolar de español de la que se divorció en 2013 y es padre de dos hijas: María y Katerina.

Mantuvo una relación personal muy cercana con el socialdemócrata Gerhard Schröder, con quien tiene en común entre otras cosas, el ser de origen humilde, y la canciller alemana Angela Merkel, de la que se distanció tras la anexión rusa de Crimea. De su etapa como niño pobre, recuerda y ha expresado profunda gratitud hacia el pueblo judío por el excelente trato que habría recibido de ellos.

Ideología

Vínculos con el judaísmo

Putin en compañía de Berel Lazar, rabino en jefe de Rusia (a su derecha).

Putin admira al pueblo judío y mantiene contacto estrecho con el judaísmo internacional, especialmente con los líderes de Jabad.

Según el periódico judío Haaretz, Putin es considerado amigo del pueblo judío por algunas organizaciones. La Jabad-Lubavitch llegó incluso a formar una alianza con su régimen. El rabino del movimiento le ha elogiado públicamente, comparando la situación de los judíos en Rusia con la que gozan en los EE.UU., donde ven como una desventaja el mayor respeto del gobierno por la libertad de expresión ya que pude ser utilizado para criticar a los judíos y al sionismo[3].

El rabino Yehuda Krinsky, que era secretario personal del Rebe de Lubavitch, dijo que "Putin hablaba de Jabad como si él mismo fuera un emisario".[4]

Asimismo, Putin está en contra de cualquier revisionismo histórico del Holocausto, respecto al cual Putin ha declarado lo siguiente:

Cualquier intento por revaluar la contribución de nuestro país a la victoria en la Segunda Guerra Mundial o negar el Holocausto no solamente representa una cínica mentira, sino el olvidar la historia[5].
—Vladimir Putin en 2012 durante la inauguración de un museo propagandístico del Holocausto en Moscú
No olvidaremos las pérdidas que el pueblo judío sufrió luchando contra el nazismo, ni tampoco olvidaremos el Holocausto[6].
—Putin reunido en Moscú con Shimon Peres

Neoestalinismo

Putin se ha opuesto a cualquier reinterpretación que dé una imagen negativa de la Unión Soviética. Es un gran admirador de la figura de Stalin, manifestándose de forma ambigua sobre el líder soviético. Si bien admite que cometió algunos crímenes, como la Masacre de Katyn, le admira por su victoria sobre los alemanes en la Segunda Guerra Mundial y la contribución para convertir a la URSS en una gran potencia mundial. Además opina que las muertes de inocentes de las que fue responsable, eran necesarias para la salvaguarda del Estado y que Stalin era en suma un hombre con "buenas intenciones"[7] y un "sabio líder"[8]. Sobre el Holodomor, ha dicho que a diferencia de Hitler, Stalin nunca trató de exterminar grupos étnicos enteros[7].

De pensamiento neoestalinista y en un continuo proceso de reversión de la desestalinización iniciada por Nikita Jrushchov, Putin ha optado por reeducar a los rusos en la justificación de los crímenes del comunismo. En 2012, Rusia clausuró un museo que exponía la brutalidad de los Gulags, por supuesta propaganda "anti rusa" y recibir dinero de ONGs desde el extranjero. Después reabrió el museo, para proyectar una imagen positiva de Stalin[9].

Putin ha calificado a la caída de la Unión Soviética como una "tragedia" y "la mas grande catástrofe geopolítica del siglo"[8].

Política

Putin ha buscado que Rusia tenga un papel importante en la geopolítica, semejante al que tuvo la URSS. Esto lo hace mediante el acercamiento a China, Irán y los países árabes, a excepción de Arabia Saudita por su alineación con occidente. Desarrolla una potente política anti-atlantista y antiimperialista contra Estados Unidos y sus aliados, que se presentan como un obstáculo al imperialismo ruso y su intervencionismo en los países de la región. Su gobierno ha protagonizado serios altercados con la OTAN y la Unión Europea por la negativa de Europa a cancelar el desarrollo de un nuevo escudo antimisiles que la proteja de un eventual ataque ruso. La Rusia de Putin pretende neutralizar la hegemonía política estadounidense mantenida desde la caída de la Unión Soviética, ya que dispone de autosuficiencia energética, potencia militar y una doctrina geopolítica, mientras que la Eurozona no consigue ponerse de acuerdo.

Respecto a las políticas rusas, el especulador financiero e inversionista judío George Soros ha declarado a Rusia y a Putin como "una amenaza existencial para Europa" y que "el nacionalismo agresivo de Putin reta los valores y principios con los cuales la Unión Europea fue fundada".[10]

Oligarquía

Durante su primer mandato, Putin limitó la influencia y ambiciones políticas de los oligarcas comenzando por los que controlaban las televisiones rusas, y construyó la llamada vertical de poder, para lo cual introdujo medidas que, según los criterios de la "democracia occidental", eran un "retroceso en las conquistas democráticas" realizadas por Rusia después de la desintegración de la URSS.

Esta oligarquía había nacido de las privatizaciones de Boris Yeltsin, lo que resultó en el exilio o arresto de gente como Boris Berezovsky, Vladimir Gusinsky, Mijail Jodorkovski, quien era fundador de la petrolera Yukos y que fue condenado a 9 años de prisión por delitos fiscales. Si bien otros oligarcas como Roman Abramovich y Arkadi Rotenberg se unieron a Putin.

El primer conflicto estalló con Borís Berezovski, multimillonario que controlaba una petrolera y la aereolínea Aeroflot, entre otras empresas. Había desempeñado un papel clave en la elección de Putin y en la formación y financiamiento de Unidad, el partido que apoyaba al nuevo líder ruso. Sin embargo, Berezovski quería continuar con su enorme influencia política, pues sostenía que —en ausencia de una sociedad civil, como era el caso en Rusia— los oligarcas, los ricos debían intervenir directamente en el proceso político para proteger la democracia.[11] Putin, en cambio, opinaba lo contrario: que los oligarcas debían concentrarse en los negocios y no interferir en la política.

Demografía

Véase también: Entrevista a un nacionalista ruso sobre la política demográfica de Vladímir Putin.


Bajo el gobierno de Putin, Rusia recibió una ola de inmigración masiva. En 2003, el porcentaje de inmigrantes era insignificante, pero en 2014, la cifra oficial ya alcanza los 11 millones, convirtiendo al país en el segundo del mundo por número de inmigrantes. De los 11 millones de inmigrantes registrados en Rusia, sólo 720.000 tienen residencia fija en el país. A esto se suman las estimaciones del número de inmigrantes ilegales, que van de los 3 a los 10 millones[12].

Putin que al igual que Angela Merkel considera que el multiculturalismo fue un fracaso, aboga por repoblar Rusia mediante campañas que fomenten el aumento de la natalidad, por un lado, y estimulando políticas migratorias "inteligentes" con el fin de atraer a rusos étnicos y ruso parlantes de antiguos países soviéticos y de la diáspora rusa para regresar a su patria.[13].

Aunque Rusia podría ser capaz de atraer a un gran número de inmigrantes de la vecina China y Asia Central, Putin deja claro que él está hablando de personas de habla rusa que están dispuestos a "abrazar nuestra cultura y nuestros valores", si bien añade que Rusia podría estar abierto a "profesionales cualificados y jóvenes prometedores" extranjeros también. Yevgeny Gontmakher, un experto de alto nivel independiente con el Instituto de Desarrollo Social en Moscú, señala que "Una política de inmigración más amplia tendría que lidiar con el hecho de que Rusia es una sociedad muy xenófoba. Se crearían más problemas de los que resuelve"[13]

Rusia es el segundo receptor de inmigrantes del mundo después de Estados Unidos y el gobierno de Putin ha aplicado una legislación cuyo objetivo es incorporar al mercado laboral tanto a los emigrantes temporales, sin pretensiones de asentarse en el país, como a los "compatriotas", es decir, los rusohablantes que, con independencia de su origen, aspiran a ser ciudadanos rusos.[14]

Sin embargo, ante estas políticas migratorias más flexibles, miles de nacionalistas protestaron contra Putin y la inmigración masiva promovida por el gobierno. Uno de los cinco nacionalistas en el consejo de la oposición, Vladímir Tor, expresó su preocupación respecto a la inmigración y los disturbios raciales que podrían ocurrir si el gobierno falla en tomar en cuenta estas preocupaciones compartidas por millones de rusos.[15]

Putin admite que los programas anteriores para estimular el reasentamiento de rusos étnicos hacia Rusia "han trabajado de manera ineficiente"... y ve necesario desarrollar "un conjunto más ambicioso de medidas de apoyo a las personas que quieren regresar a su patria histórica". Los expertos en cuestiones demográficas coinciden en que su ciencia es un asunto difícil, y que la aplicación de políticas sensatas hoy pueden cambiar radicalmente las proyecciones de población en varias décadas. Sin embargo, la mayoría afirma que es altamente improbable que Rusia sea capaz de revertir su tendencia a la baja natalidad mediante campañas gubernamentales, y según encuestas, el 22% de los rusos sueña con marcharse al extranjero, por lo que no harían mucho por cambiar la emigración que ha vaciado vastos territorios del este de Siberia.[13] Es por ello y gracias a la mejora de la situación económica que Rusia ha recibido inmigración masiva de otros países, incluyendo unos 10 millones de ilegales. Solo en 2007, la inmigración creció un 50,2%. Pese a esto, la mayoría de los inmigrantes eran ruso parlantes.

En una conferencia, Putin declaró:

En vuestro país, en todos los países europeos y en Rusia, existe un gran problema con las poblaciones, un problema demográfico: la tasa de natalidad es baja, los europeos están desapareciendo, ¿lo entendéis?[16]

Falsa cita

Ha circulado una cita que se ha atribuido a Vladímir Putin, en la que supuestamente, dirigiéndose ante la Duma, el 18 de octubre de 2013, se habría mostrado opuesto a la ley islámica (Sharia), oponiéndose, a su vez, a la influencia cultural de las minorías étnicas a favor de la mayoría rusa. Sin embargo, no existe registro de dicha cita en las páginas oficiales del gobierno ruso.[17][18][19]

En Rusia viven los rusos, cualquier minoría de cualquier lugar si quiere vivir en Rusia, para trabajar y comer en Rusia debe hablar ruso y debe respetar las leyes rusas. Si prefieren la ley islámica entonces les recomiendo que se vayan a esos lugares donde es la ley del Estado. Rusia no necesita a las minorías, las minorías necesitan a Rusia y no hemos de conceder privilegios especiales o tratar de cambiar nuestras leyes para satisfacer sus deseos. No importa lo fuerte que griten "discriminación"'. Haríamos bien en aprender del suicidio de los EE.UU., de Reino Unido, de Holanda y de Francia, si queremos sobrevivir como nación. Las costumbres y las tradiciones rusas no son compatibles con la ausencia de cultura o las primitivas maneras de la mayoría de las minorías. Cuando este honorable cuerpo legislativo (la Duma) piense en la creación de nuevas leyes, debe tener muy presente en su espíritu el interés nacional, y no olvidar que las minorías no son los rusos.

Sin embargo, búsquedas en los archivos muestran que en otra ocasión lo que realmente dijo -si bien defendiendo la cultura y las leyes rusas, también mostrándose demasiado condescendiente al asimilacionismo- fue:

Debemos crear las condiciones para que los inmigrantes se integren normalmente a nuestra sociedad, aprendan ruso y, por supuesto, respeten nuestra cultura y tradiciones y cumplan las leyes rusas. En este sentido, creo que la decisión de hacer obligatorio el aprendizaje de la lengua rusa y administrar exámenes, está bien fundamentada. Para ello, tendremos que llevar a cabo importantes trabajos de organización e introducir las modificaciones legislativas correspondientes.

Biografía

Padres

El padre de Putin, Vladimir Spiridonovich, era de nacionalidad rusa, y la madre, Maria Ivanovna Shelomov, figura como judía (Евр.) en un documento de solicitud de pasaporte del ciudadano de Rusia Vladimir Vladimirovich Putin, con fecha del 30 de diciembre de 2000, que revela la nacionalidad de los padres[20]. Esto significa que Putin es mitad judío por parte de su madre. Según las leyes judías, se considera judío a aquel que nace de madre judía.

El origen histórico del apellido Shelomov proviene de el nombre masculino judío Shlomo (en ruso Salomón). El sufijo del apellido '-ov' significa pertenencia, es decir, Shelomov se traduce como "hijo de Salomón".

Actividad en la KGB

Vladimir Putin vistiendo su uniforme de la KGB.

Después de terminar brillantemente sus estudios de Derecho en la Universidad Estatal de su ciudad natal (tesis sobre la política de Estados Unidos en África), ingresó en el KGB, donde fue delegado en la dirección principal encargada de Asuntos Exteriores. De 1985 a 1990, trabajó en Dresde (República Democrática Alemana) en la unidad de investigación política y militar. Tras el desmantelamiento de las oficinas del KGB en Dresde en 1989 regresó a Leningrado en 1990. Durante algunos meses estuvo sin trabajo, por lo que contempló la idea de ser conductor de taxi.

Finalmente fue nombrado adjunto del rector de la Universidad de Leningrado, donde se ocupó de las relaciones internacionales. Después trabajó como consejero del presidente del Consejo de la ciudad. A partir de junio de 1991, se convirtió en presidente del Comité de Relaciones Exteriores de San Petersburgo. Su papel consistió principalmente en atraer inversores y desarrollar la colaboración con los socios extranjeros.

Carrera política

No fue hasta el 20 de agosto de 1991, durante el intento de golpe de Estado contra Mijaíl Gorbachov, que Putin renunció oficialmente al KGB. De 1994 a 1996 se desempeñó como premier adjunto del alcalde Anatoli Sobchak, renunciando a su cargo tras la derrota electoral de este.

En agosto de 1996 fue nombrado adjunto del director de Asuntos Exteriores del presidente Borís Yeltsin. A partir de marzo de 1997 fue uno de los adjuntos del jefe de la administración presidencial (primer adjunto a partir de mayo de 1998).

En julio de 1998 fue nombrado director del FSB (Servicio Federal de Seguridad), la agencia que sucedió al KGB.

El escándalo Skuratov

Putin estuvo involucrado en la caída del fiscal general Yury Skuratov, quien llevaba adelante una investigación por malversación de fondos y corrupción que puso en peligro al propio presidente Yeltsin.

En Rusia la caída del comunismo generó la aparición de poderosos hombres de negocios que aprovecharon las privatizaciones y la emisión de bonos públicos para amasar enormes fortunas. La oligarquía rusa triplicó sus bienes en un corto período de tiempo, lo que produjo malestar en sectores populares que se vieron empobrecidos llegando a pedir la vuelta al sistema comunista.

La economía estaba al bode del colapso en el verano de 1998[21]. Yeltsin, experimenta entonces una caída en su popularidad y ordena al primer ministro Primakov una investigación de irregularidades en las actividades económicas de los oligarcas rusos, actitud acogida con enorme júbilo a nivel popular.

Yury Skuratov es designado como fiscal general. Pero Skuratov decide comenzar su investigación por casa, y ve un posible caso de corrupción en la dilapidación de decenas de millones de dólares bajo concepto de restauración del edificio del Kremlin, obra que se encargó a empresas privadas a precios ridículamente altos. La investigación llega a involucrar al propio Yeltsin con documentos y datos bancarios concretos. Yeltsin no puede destituir al fiscal que le investiga, pero necesita que caiga por cualquier medio para poner fin a la investigación. Es entonces cuando aparece un vídeo de Skuratov manteniendo relaciones sexuales con dos prostitutas, que se cree fue filmado en una casa de seguridad de la KGB[21]. Putin declara en una conferencia de prensa que la pericia conducida por el Servicio Federal de Seguridad ha demostrado que la persona que aparece en el vídeo es el fiscal general. La difusión pública del video y la presión política obligan a Skuratov a renunciar. Allegados al Kremlin, entre ellos el ex-agente de la KGB, Oleg Kalugin, aseguran que Yeltsin acudió a Putin para que hallara una solución y este decidió tenderle una trampa al fiscal general[21]. Tras el incidente, Putin pasa a ser considerado por Yeltsin como una persona competente, capaz de solucionarle los problemas y se convierte en su mano derecha[21]. Cuatro meses después es nombrado primer ministro.

Caso Litvinenko

El ex espía Aleksandr Litvinenko, crítico de Putin, falleció tras ser envenenado por un agente ruso

En 1998, el teniente coronel de la KGB, Aleksandr Litvinenko, denunció una serie de irregularidades del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), dirigido por Putin. Según estas, sus superiores le habrían solicitado el asesinato del oligarca ruso Boris Berezovsky, perseguido por Putin. Tras huir a occidente, pidió asilo político en el Reino Unido. En otoño de 2001, publica un libro contando su historia y posteriormente investiga la muerte de la periodista Anna Politkóvskaya, perseguida política del Kremlin y asesinada a tiros, entre otros casos de asesinatos y torturas en Chechenia.

El 23 de noviembre de 2006, Litvinenko fallece después de ser envenenado con polonio-210 radiactivo. Las autoridades británicas determinaron que el ex espía ruso Andréi Lugovói fue el autor material del crimen. El 23 de mayo de 2007 pidieron su extradición. Putin, a pesar de haber ofrecido su colaboración, se negó. Rusia argumentó que su Constitución no permite la extradición de ciudadanos rusos y que no existe un tratado de extradición entre Rusia y el Reino Unido. Dicha negativa desencadenó una crisis diplomática durante la cual el Reino Unido expulsó a 4 diplomáticos rusos, y a su vez Rusia contestó con la expulsión de 4 diplomáticos británicos.

En su lecho de muerte, Litvinenko declaró lo siguiente sobre Putin:

"Usted puede tener éxito en silenciar a un hombre, pero los gritos de protestas de todas partes del mundo van a resonar, señor Putin, en sus oídos el resto de su vida. Que Dios le perdone por lo que ha hecho, no sólo a mí, sino a la querida Rusia y a su pueblo."[22].
—Aleksandr Litvinenko

Primer ministro

En 1999 comenzó su fulgurante ascenso. En agosto, Yeltsin lo nombra primer ministro, convirtiéndolo así en su sucesor. A comienzos de septiembre, 300 civiles rusos son asesinados en una serie de ataques terroristas atribuidos por Rusia a elementos chechenos (aunque los rebeldes afirman que fue una operación de bandera falsa montada por la KGB). En respuesta, Putin ordena el reinicio de las hostilidades en Chechenia. Es el comienzo de la Segunda guerra de Chechenia.

Dos sospechosos son detenidos en relación a los atentados. Sin embargo, el gobierno ordena detener la investigación cuando la prensa rusa vincula a los implicados con el Servicio Federal de Seguridad ruso, anteriormente dirigido por Putin.

Durante la guerra la Federación Rusa acaba con la resistencia chechena, devastando ciudades como Grozni, ocupando militarmente y anexándose el país. Cuando el conflicto se estanca y parece no tener fin, a los rebeldes que se rindieron se les ofrece una amnistía y la oportunidad de pasarse al bando ruso. Putin instaura un gobierno títere al que le proporciona armas y apoyo logístico. De este modo transforma la invasión en una guerra civil en donde los chechenos luchan y se matan entre si. La victoria rusa le convierte en el político más popular del país.

Presidencia

El político ucraniano pro-europeo Víktor Yúshchenko, antes y después del envenenamiento que desfiguró su rostro en 2004, tras haber asistido a una cena con elementos de los servicios secretos rusos.

El 31 de diciembre de 1999, tras la renuncia del presidente Borís Yeltsin, Putin se convirtió en presidente interino. Después de asumir el cargo, firma ese mismo día un decreto oficial por el cual toda la investigación por corrupción contra Yeltsin y su familia queda sin efecto y debe ser abandonada[23].

El 26 de marzo de 2000, en las elecciones presidenciales adelantadas, fue elegido presidente de la Federación Rusa en la primera vuelta con el 53% de los votos, iniciando sus funciones el 7 de mayo.

Putin apoyó la Invasión estadounidense de Irak en 2003.

El 14 de marzo de 2004, fue reelegido para un segundo mandato al conseguir el 71% de los votos.

En 2008, no pudiendo presentarse a un tercer mandato por no permitirlo la Constitución, Putin impuso la candidatura del entonces viceprimer ministro Dmitri Medvédev en las presidenciales de 2008, que este ganó, designando entonces a Putin como primer ministro.

En 2014, una serie de revueltas conocidas como Euromaidán hacen que en Ucrania caiga el candidato pro ruso Víktor Yanukóvich, acusado de fraude electoral. Argumentando que los ucranianos pro rusos estaban amenazados y que la mayoría de la población de Crimea es étnicamente rusa (cerca del 60%), Rusia invade y se anexa la Península de Crimea al sur de Ucrania, después de un referéndum de secesión considerado ilegal por la Unión Europea y fraudulento por Estados Unidos.

Para finales de 2014, Rusia estaba inmersa en una profunda crisis económica producto de los bajos precios del petróleo en el mercado internacional y las sanciones internacionales por su intervención a favor de los rebeldes pro rusos en la Guerra civil en el este de Ucrania, algo que el gobierno ruso niega.

Asesinato de Boris Nemtsov

El 27 de febrero de 2015, cayó asesinado a tiros a pocos metros de los muros del Kremlin, el político Boris Nemtsov, uno de los principales críticos de Putin. La noticia sacudió a un país que ha vivido un recorte de libertades en los últimos dos años.

Nemtsov, viceprimer ministro en tiempos de Boris Yeltsin, era uno de los pocos políticos rusos que defendía la integración de Ucrania en las estructuras europeas y que rechazaba la intervención rusa en el conflicto con Ucrania. Ocupaba un escaño de diputado en el parlamento y copresidía el partido liberal RPR-Parnas. Además, era conocido por haber escrito un gran número de informes que ligaban a Putin y a su círculo más cercano con la corrupción. A principios de febrero de 2015, había dicho en una entrevista: "Me temo que Putin va a asesinarme"[24].

El presidente expresó su más sentido pésame a la familia y allegados, pero varios aspectos hacen que se dude de su sinceridad. En lugar de dejar que la investigación siga su curso por vías normales, Putin ordenó a la policía la creación de un grupo especial para investigar el crimen. El propio Putin estaría al mando de dicho grupo, lo que le coloca en posición de interferir con la investigación.

Referencias

  1. ↑ Asesinado a tiros en Moscú el opositor Boris Nemtsov
  2. ↑ Los crímenes de Putin (en inglés)
  3. ↑ Haaretz: Putin, a dangerous friend to the Jews (en inglés)
  4. ↑ 'Putin spoke about Chabad as if he were an emissary' Israel Hayom, 12 de julio de 2019.
  5. ↑ Sitio web oficial del Adelaide Institute
  6. ↑ Putin promete que Rusia jamás olvidará el "Holocausto" (en inglés)
  7. ↑ 7,0 7,1 [1]
  8. ↑ 8,0 8,1 Putin's Lament: Don't Cry for Me Lubyanka
  9. ↑ How Putin’s Russia is erasing the memory of Stalin’s crimes The rehabilitation of Stalin: Putin rewrites history to convince almost half of all Russians that megalomaniac dictator was just a man with 'good intentions'
  10. ↑ George Soros: Russia poses existential threat to Europe
  11. ↑ Artículo de Berezovski para el Washington Post
  12. ↑ Inmigración ilegal en Rusia
  13. ↑ 13,0 13,1 13,2 Putin vows to halt Russia's population plunge with babies, immigrants
  14. ↑ El País: Rusia busca inmigrantes
  15. ↑ Miles de nacionalistas marchan sobre Moscú, protestan contra Putin y la inmigración masiva
  16. ↑ Video: Putin Discusses White Genocide
  17. ↑ Vladimir Putin's Supposed Speech to the Duma on Minorities and Sharia Law
  18. ↑ What did Vladimir Putin really say?
  19. ↑ Summary of the eRumor
  20. ↑ Putin is a Jew. Documents from the president’s biography confirm rumours
  21. ↑ 21,0 21,1 21,2 21,3 Vídeo: Documental sobre Vladimir Putin (en inglés)
  22. ↑ ¿Quién envenenó con polonio 210 a Litvinenko?
  23. ↑ Time: persona del año 2007 (en inglés)
  24. ↑ Boris Nemtsov: 'I'm afraid Putin will kill me,' politician said weeks before being shot dead

Artículos relacionados

Enlaces externos

Vídeos

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