Teoría racial de linajes

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Árbol filogenético de la biodiversidad humana (haplogrupos del cromosoma Y humano). Este diagrama muestra y resume la Teoría de linajes bajo el punto de vista filogenético de la evolución de los linajes paternos. Se permite difundirlo en cualquier medio. Queda prohibido modificar su contenido. Se notará que en algunas ramas se duda qué razas asignarles, pero se espera despejar gran parte de estas dudas mediante el estudio antropológico-físico y genético de ciertas etnias, especialmente de la región indopacífica. Queda pendiente encontrar imágenes de especímenes puros pertenecientes a las razas khoisánida, pígmida, cónguida y mongólida. Algunas ramas quedan por definir, por ejemplo la C2 podría corresponderse con una raza austrálida. Este diagrama estará en constante actualización conforme los avances que se hagan. La fecha de la última actualización se encuentra en la esquina inferior izquierda.

La Teoría racial de linajes (o simplemente Teoría de linajes), describe un modelo evolutivo de la biodiversidad humana en base a la síntesis de los modernos estudios de la genética molecular, la genética de poblaciones y de la antropología física, así como de la paleoantropología (que investiga los rasgos antropológico-físicos de los hombres prehistóricos), de la arqueología y de la prehistoria. Este modelo sintético e interdisciplinario separa los componentes presentes en las mezclas raciales modernas y aisla los rasgos originarios para remontarse finalmente a las razas primigenias o subespecies tal como surgieron en la naturaleza.

Como todas las especies biológicas, la especie humana consta también de subespecies, que en lenguaje vulgar se asocia con el término "raza", aunque esta palabra presente diferentes acepciones según el contexto en que se utiliza. Estas razas o subespecies surgieron mediante los mecanismos evolutivos de mutación y selección natural y cada una se asocia a dos linajes poblacionales determinados o haplogrupos, uno paterno y otro materno, el paterno se obtiene del cromosoma Y humano mientras que el materno se obtiene del ADN mitocondrial humano.

Origen

Una versión simplificada del mapa de haplogrupos paternos.

Con el advenimiento de la globalización, Internet, el arrollador el avance de la ciencia genética y la tecnología en los últimos años, gracias a la investigación de los linajes humanos de etnias del mundo entero, y a su distribución en haplogrupos, surgió un fácil acceso a fotografías, de alta calidad y a todo color, de personas y etnias del mundo entero, un lujo indescriptible con el que los antropólogos físicos de principios del siglo XX (quienes debían conformarse con una oferta fotográfica muy limitada y en blanco y negro) difícilmente hubieran podido ni soñar. Este mayor acceso a los rasgos antropológico-físicos propició una actualización de las teorías raciales, así como una mejor comprensión sobre el fenómeno de las razas humanas. Este proceso sigue avanzando, ya que, entre otras cosas, se está trabajando para sacar haplogrupos del cromosoma X.

Razas puras

Las razas (subespecies) puras son poblaciones homogéneas en las que todos los individuos son "iguales" bajo el punto de vista de los rasgos raciales. Las razas puras son familias homocigotas donde el aislamiento reproductivo y la endogamia han impedido el mestizaje y favorecen una mutación acelerada de todos los miembros, lo que es el primer paso de la especiación.

Las razas en estado puro, presentan coherencia armónica en todos sus rasgos y poseen una armonía que se manifiesta en la personalidad congruente de sus facciones exteriores. No hay rasgos disonantes que se hallen en contradicción con el resto, o que parezcan estar en lucha entre ellos. Esta armonía es también interior. Sólo la mezcla entre razas perturbó este equilibrio. El primer efecto de las mezclas, por tanto, es la destrucción de la coherencia íntegra de los rasgos raciales, y ello tiene su contrapartida en el campo psicológico y espiritual. Es obvio que las mezclas están perfectamente previstas por la Naturaleza: la misma raza arménida procede de una, pero esta mezcla posteriormente evolucionó, mutó y fue seleccionada por el entorno, en condiciones naturales y acatando las duras leyes biológicas, hasta estabilizarse en un tipo racial nuevo muchos milenios después. Las mezclas desordenadas propias de la civilización globalista y propiciadas por las políticas humanas modernas no tienen nada que ver con este libre albedrío previsto por el orden natural.

Esta teoría propone como hipótesis principal al menos ocho subespecies no extintas (o al menos con fuerte presencia en composiciones raciales) del Homo sapiens que han sido denominadas como:

Nombre común Generación Nomenclatura trinomial propuesta
Khoisánido 1a Homo sapiens khoisani
Austrálido 2a Homo sapiens australis
Cónguido 2a Homo sapiens congensis
Pígmido 2a Homo sapiens pygmeus
Mongólido 2a Homo sapiens mongoliensis
Arménido 2a Homo sapiens armenius
Nórdido rojo 3a Homo sapiens rubescens
Nórdido blanco 3a Homo sapiens albus

El Hombre de Cromagnon, puede ser considerado como una subespecie "proto-blanca" distinta. También hace falta profundizar sobre la raza australoide, que en su estado puro probablemente pueda tratarse de una especie distinta, al igual que la raza cónguida, las cuales físicamente muestran una retro-evolución respecto al khoisánido (primer Homo sapiens). El Homo sapiens idaltu es considerado actualmente una subespecie extinta, pero como sucede con el Neanderthal y otras especies antiguas, su genética pudo haber sobrevivido en las poblaciones del África subsahariana.

Una peculiaridad de la teoría de linajes es que de hecho su hipótesis básica propone cumplir las leyes de la herencia de Mendel, concretamente, la primera ley, que establece que: Cuando se cruzan dos individuos de raza pura, los híbridos resultantes son todos iguales. Una demostración experimental de esto implicaría una prueba concluyente de la teoría. Sin embargo, las limitaciones experimentales en ese sentido hacen inviable o incluso imposible una demostración directa de esta naturaleza, pues en primer lugar, existe la dificultad de la localización de sujetos que la teoría considera puros y, en segundo, la práctica inviabilidad de la experimentación de cruzamientos en humanos. A pesar de ello, la teoría se sustenta por ahora con pruebas indirectas recabadas por la genética de poblaciones y la antropología física.

Linajes del ADN humano

Haplogrupos del ADN mitocondrial humano. Evolución sugerida de los linajes maternos bajo un punto de vista racial. El establecimiento de linajes maternos por raza es mucho más complicado que hacerlo por linajes paternos, razón por la cual este diagrama no deja de ser una hipóteis meramente orientativa. Por ejemplo, la adscripción de la raza pígmida plantea muchas dudas. Debe quedar claro que la realidad de los linajes maternos dista mucho de ser tan simple como este diagrama, mucho más provisional que el anterior.

Existen dos clases de linajes directos o haplogrupos, el paterno y el materno:

  • El linaje paterno se obtiene del ADN del cromosoma Y (abreviatura inglesa Y-DNA). Las mujeres tienen los cromosomas sexuales XX, mientras que los hombres tienen XY. El Y es exclusivo del varón y se pasa de padre a hijo, de modo que analizando el ADN del cromosoma Y se puede conocer el linaje paterno, es decir, "el padre del padre de tu padre…", etc. Agrupando los diversos linajes resultantes del análisis genético de muchas poblaciones, se formaron los haplogrupos paternos. Las mujeres, al no tener cromosoma Y, no pueden conocer el linaje paterno, salvo en el caso de que hagan analizar el cromosoma Y de un varón de su familia (padre, abuelo paterno, hermanos, primos de lado paterno o cualquier familiar que comparta línea paterna, y siempre suponiendo que no entran en juego las infidelidades conyugales de las madres de la familia).
  • El linaje materno se obtiene del ADN mitocondrial (abreviatura inglesa mtDNA). El ADN mitocondrial se encuentra en las mitocondrias, orgánulos celulares muy involucrados en el metabolismo y la producción de energía, y por una serie de motivos, se transmite exclusivamente por vía materna, de modo que analizar el ADN mitocondrial revela el linaje materno. Todos tenemos mitocondrias en nuestras células, así que todos, tanto hombres como mujeres, podemos conocer nuestro linaje materno.

Tanto el Y-DNA como el mtDNA proceden de unidades no-recombinantes de ADN, es decir, unidades que permanecen idénticas cruce tras cruce, salvo en caso de mutaciones. Los Homo sapiens tenemos, aparte del par de cromosomas sexuales, otros 22 pares de cromosomas no-sexuales (los autosomas). Por otro lado, si nos remontamos a sólo 300 años, tenemos ya más de mil ancestros, con lo cual conocer a dos de ellos (el paterno y el materno) es meramente orientativo.

Muchos individuos de aspecto netamente europeo (raza blanca) tienen haplogrupos no-europeos, por ejemplo, el pintor italiano Michelangelo Merisi de Caravaggio (izquierda) tenía el cónguido E-V13, y Thomas Jefferson (derecha) el arménido T.

Hay numerosas empresas que se dedican a analizar muestras genéticas del mundo entero[1]. Algunas empresas comparan los resultados con bases de datos, dando porcentajes de similitud con etnias e individuos del mundo entero y proporcionando la posibilidad de compartir datos genéticos para encontrar familiares. Un análisis básico puede revelar cuál es el linaje paterno de una persona (si es hombre, o si es una mujer que ha hecho analizar a un varón de su familia) y cuál es el linaje materno.

Estos dos individuos de raza negra, que no son en absoluto negroides típicos, y que proceden de zonas de África subsahariana con altísimos niveles de R1b, bien podrían remontar sus linajes paternos a dicho haplogrupo, sin que eso signifique que sean "de genética europea", sino que, por parte paterna, descienden de nordico-rojos (R1b1*) que llegaron a la zona hace unos 15.000 años, mezclándose luego con los autóctonos de raza cónguida y legando piezas sueltas de información genética, como la forma del cráneo, de los labios, maxilar, etc. Del mismo modo, hoy muchos sudamericanos de sangre amerindia tienen el haplogrupo R1b, y a nadie se le ocurriría pensar que se trata de un haplogrupo amerindio, sino que fue introducido por un remoto antepasado español hace siglos.

Además de los linajes directos, existen también los linajes indirectos. Si se retrocede miles y miles de años, tenemos literalmente miles de antepasados ―aunque ciertamente muchos de ellos desaparezcan de nuestra composición genética, ya que cada progenitor sólo transmite la mitad de su herencia a un hijo, mientras que la otra mitad se pierde para siempre. La investigación del linaje paterno sólo nos habla de un antepasado, y la del linaje materno, de otro. Los haplogrupos nos brindan, por tanto, el conocimiento de solamente dos antepasados. Obviamente, esto ayuda a dar una idea, pero no es 100% fidedigno, porque para apreciar todas las contribuciones genéticas, hay que analizar los autosomas, que revelan aportes genéticos de las líneas indirectas.

Por ejemplo, se podría imaginar el caso de una horda de vikingos (haplogrupo I1) que desembarcó en el Magreb y que violaron a las mujeres locales, abandonándolas después y prosiguiendo sus expediciones. Está claro que los descendientes serán mestizos, y como se cruzarán con la gente de allí, sus aportes vikingos se diluirán cada vez más con el tiempo, aunque conservarán el linaje I1 siempre que tengan descendencia masculina, así como ciertas regiones del genoma asociado originariamente al I1, que se manifestarán en rasgos "vikingos" extremadamente residuales.

Algo similar pasó con las poblaciones indígenas de Latinoamérica y los conquistadores españoles. Muchos sudamericanos que son manifiestamente muy oscuros e indios, llevan el haplogrupo R1b (un linaje nórdico rojo), legado por un español que se cruzó con una india. Esto explica el hecho de que haya personas de aspecto manifiestamente no-nordico-rojo que porten el haplogrupo paterno R1b como un residuo inactivo (aunque dado que se transmiten 22 pares de autosomas y un linaje materno además del linaje paterno, es comprensible que algunos tengan vestigios de rasgos nordico-rojos). Las altas concentraciones de R1b halladas en ciertas etnias negras del norte de Camerún con claros rasgos nordico-rojos residuales, son otro elocuente testimonio de esto mismo. En cambio, puede darse el caso contrario: personas blancas que porten un linaje directo no-europeo (por ejemplo, el J2 o el E1b1b) pero que sean racialmente bastante puros, porque la mayoría de sus antepasados "indirectos" (ni vía paterna directa ni vía materna directa) era de linajes europeos.

Mapa genético de Europa

Frecuencias de los haplogrupos del cromosoma Y en Europa.

Los científicos estudiaron puntos genéticos conocidos como polimorfismos del nucleótido simple (SNPs) que son una variación en la secuencia del ADN que afecta a un único nucleótido del genoma. Los SNPs forman hasta el 90% de todas las variaciones genómicas humanas y no cambian mucho de una generación a otra, por lo que es sencillo seguir su evolución en estudios de poblaciones. Estudiando los SNPs presentes en cada población se pueden hacer grupos, establecer relaciones de descendencia, hasta llegar finalmente a encontrar los ancestros que dieron origen a las poblaciones humanas. Una vez vertidos los datos obtenidos en gráficos, los científicos descubrieron que los individuos con estructuras genéticas similares se agrupaban cerca unos de otros, de manera que su distribución hizo visibles las principales características genéticas y geográficas de Europa. La distribución de los haplogrupos ancestrales permiten trazar en forma aproximada las migraciones humanas prehistóricas y las sucesivas colonizaciones.

En el estudio realizado a nivel europeo, el plano genético detallado por naciones guarda gran similitud con el mapa político de Europa, si bien refleja que a pesar de las diferencias, todos los europeos están emparentados genéticamente en mayor o menor medida. Entre otras conclusiones destacables, el mapa identifica dos claras barreras dentro de las fronteras europeas. La primera, bien visible, la representa Finlandia. Se trata de un caso especial. Los individuos fineses tienen particularidades genéticas, probablemente por el aislamiento geográfico y genético. En cualquier caso son los europeos más distintos al resto. El estudio argumenta, además, que el pequeño número de finlandeses, así como su lejanía geográfica, propició una expansión local que les permitió conservar genes atípicos.

La segunda barrera, que a su vez sirve de punto de inflexión en el eje norte-sur, son los Alpes. La dificultad que suponía en el pasado vadear las escarpadas cimas alpinas segregó a los italianos de los demás europeos. Aunque el caso no es tan extremo como el finlandés, sí se puede observar cierta distancia genética entre una buena parte de los habitantes del sur de Italia y el resto. Se especula que durante el imperio romano llegó a Roma gente de todas las provincias del Imperio, ya sea esclavos, mercenarios o mismos soldados romanos nativos, de ahí su gran heterogeneidad genética, especialmente al sur de Roma. De hecho resulta especialmente destacable la diferencia genética que se observa entre los italianos sureños y los del norte.

El mapa genético de Europa, por vía paterna (haplogrupos del cromosoma Y), divide a la población europea en seis grandes grupos:

Europa Occidental

Distribución del haplogrupo R1b.

Predomio del haplogrupo R1b, linaje asociado principalmente a los pueblos celtas, pero también en diversa medida a las ramas indoeuropeas greco-anatolias, itálicas y germánicas y que la teoría asocia al tipo nórdido rojo. Este haplogrupo se encuentra presente en la mayoría de los habitantes de Irlanda, Gales, Escocia, Francia, Bélgica, España, Portugal, oeste de Inglaterra, sur de Holanda, oeste de Austria, norte de Italia (valle del Po) y sur de Alemania. Actualmente también es frecuente entre los habitantes de América y Oceanía, debido a la colonización.

En realidad el R1b es el haplogrupo más común en Europa occidental, llegando a más del 80% de la población en Irlanda, las tierras altas escocesas, en el oeste de Gales, la franja atlántica de Francia y el País Vasco. La teoría de linajes ha asociado los linajes R1b y R1a a un hipotético hombre prehistórico de Asia Central que les dio origen.

Europa Septentrional

Distribución del haplogrupo I1.
Distribución del haplogrupo R1a.

Predominio del haplogrupo I1, linaje que la ciencia no duda en asociarlo a los pueblos nórdicos y germánicos y la teoría de linajes al tipo nórdido blanco y al hombre de Cromagnon que fue el primer humano moderno en habitar en Europa. Este haplogrupo se encuentra presente en la mayoría de los noruegos, suecos, daneses, finlandeses, islandeses, alemanes del norte, ingleses del este y holandeses.

Típico de los pueblos escandinavos como Noruega, Suecia, Dinamarca y oeste de Finlandia; moderadamente en Rusia, países bálticos y en todo Europa oriental. Se encuentra principalmente en Escandinavia, el norte de Alemania, Holanda y la región oriental de Inglaterra. Asociado con el origen étnico nórdico, que se encuentra en todos los lugares invadidos por las antiguas tribus germánicas y los vikingos.

Generalmente se asocia a este haplogrupo con los rasgos genéticos que propician el pelo rubio y los ojos azules. La correlación entre la dispersión porcentual del haplogrupo I1 y la población con pelo rubio es innegable.

Europa del Este

Predominio del haplogrupo R1a que es asociado a los pueblos eslavos, a los iranios e indo-arios, y la teoría precisa que se trata de un linaje nórdido rojo. Sobre la base de datos arqueológicos, lingüísticos y genéticos, es posible decir que los nómadas pastores que vivían en las estepas del norte de Rusia y el bosque-estepa hace 5.000 años son los portadores originarios de este linaje.

Es mayoritario en Europa del Este, especialmente entre los eslavos del norte, predominante en polacos, ucranianos, rusos, bielorrusos, y en menor medida en eslovacos, checos, austriacos del este, húngaros y croatas.

Europa Báltica o del Noreste

Distribución del haplogrupo N1c1.
Distribución del haplogrupo I2a.

Predominio o fuerte presencia del haplogrupo N1c1 (asociado a los pueblos urálico, finés, báltico y siberiano, y la hipótesis de la teoría establece que se trata de un linaje nórdido blanco) que se encuentra en la mayoría de los finlandeses, estonios, rusos del norte y en gran parte de los letones y los lituanos. Se considera que está relacionado con la expansión de las lenguas urálicas y se encuentra disperso principalmente en lo que fue la parte norte de Rusia, en Finlandia y en menor proporción en el Extremo Oriente.

Balcanes

Predominio del haplogrupo I2a (eslavo del sur) es mayoritario en las poblaciones de habla eslava de la península de los Balcanes (serbios, croatas) y también tiene presencia entre los búlgaros y rumanos. Probablemente un linaje nórdido blanco, pero se cree que puede ser un linaje arménido.

Mediterráneo oriental

Distribución del haplogrupo J1.
Distribución del haplogrupo J2.

Predominio del haplogrupo J1 y J2. Linajes que la teoría asocia al tipo arménido. El J1 es muy frecuente en la península arábiga, en el Cáucaso, Mesopotamia, Turquía, Israel y en semitas de África del norte (Argelia, Túnez, Egipto). La expansión del islam ha jugado un papel importante en la introducción de J1 en el Norte de África, y en menor medida en el sur de España y Portugal. Por otra parte es un legado del Imperio romano la fuerte presencia en el sur de Italia de gente procedente de Grecia, Anatolia (actual Turquía) y del norte de África.

En cuanto al haplogrupo J2 está relacionado con los antiguos etruscos, y pueblos semitas como fenicios, asirios y babilonios, y también con gran parte de la antigua población griega. En Europa, actualmente alcanza su mayor frecuencia en Grecia (especialmente en Creta, Peloponeso y Tracia), en el sur y el centro de Italia, el sur de Francia y el sur de España. Los antiguos griegos y fenicios fueron los principales impulsores de la expansión J2 en todo el oeste y el sur del Mediterráneo. Los fenicios, judíos, griegos y romanos, contribuyeron a la presencia de J2 en la península ibérica, especialmente en el sur.

Distribución del haplogrupo E1b.

Influencia africana en Europa

La influencia africana en Europa es poco importante, aunque no por ello inexistente. En el sur de Italia, Grecia, Serbia, Albania y en Turquía, está presente el haplogrupo E1b (un linaje cónguido) que es mayoritario en Egipto, Tunez, Libia y otros países del Magreb. De hecho se trata del haplogrupo más característico de toda África y representa la última gran migración de África a Europa. En el continente europeo tiene la mayor concentración en el noroeste de Grecia, Albania y Kosovo, alrededor de los Balcanes, el resto de Grecia y Turquía occidental.

En muy característico entre los magrebíes. En algunas partes de Marruecos alcanza picos del 80% de población. Este haplogrupo también posee representación en la Península Ibérica (principalmente la parte occidental), Italia y Francia.[2]

Comprobación parcial

El 18 de septiembre del año 2014 un grupo de científicos publicó en la prestigiosa revista Nature un estudio genético que revela cuál es el origen de los actuales europeos[3]: Los europeos actuales descienden de 3 razas antiguas. Este estudio, indirectamente ha probado que la teoría de linajes es correcta en cuanto a su tesis del origen triple de los europeos modernos.

El reporte afirma que:

Hemos secuenciado los genomas de un agricultor de Alemania de ~7000 años de edad y ocho cazadores-recolectores de Luxemburgo y Suecia de ~8000 años. Analizamos éstos y otros genomas antiguos, con 2.345 seres humanos contemporáneos para mostrar que la mayoría de los europeos actuales derivan de al menos tres poblaciones altamente diferenciadas: 1. Cazadores-recolectores de Europa occidental, que contribuyeron con la ascendencia de todos los europeos, pero no de los hombres de Oriente Próximo; 2. Antiguos euroasiáticos del norte relacionados con siberianos del Paleolítico Superior que contribuyeron tanto a los europeos y a los hombres de Oriente Próximo; 3. Los agricultores europeos tempranos, que eran principalmente originarios de Oriente Próximo pero también albergaban ascendencia relacionada con cazadores-recolectores de Europa occidental. Modelamos estas relaciones profundas de las poblaciones y se muestra que los agricultores europeos tempranos tenían ~44% de ascendencia de una población basal de Eurasia que se separó antes de la diversificación de otros linajes no africanos.

Críticas

La teoría de linajes no pretende poner un punto y final en el debate acerca de las razas humanas, sino todo lo contrario. Por ello, las críticas pueden en algunos casos aportar puntos de vista que le retroalimentan positivamente y en otros invalidarla.

  • La crítica más recurrente que se le hace consiste en un argumento de autoridad y presupone que los "autores" de la teoría no son antropólogos ni genetistas profesionales sino aficionados, y que no se conoce aún a un antropólogo que haya dado su apoyo a ésta. Si bien esto no deja de ser comprensible en el actual régimen políticamente correcto, esto hace que algunos consideren a la teoría como errónea. Sin embargo, estos autores solamente se limitan a explicar la genética de poblaciones y la biología evolutiva desde un punto de vista racial, en síntesis con otras disciplinas, por lo que la teoría adquiere consistencia externa. En ese sentido, la teoría está en constante construcción y en una fase de divulgación, lo que significa que en el futuro quizás uno o más antropólogos puedan respaldarla.
  • Existen críticas tienen que ver más con las conclusiones personales de los autores que con la teoría en sí misma. Por ejemplo que se afirme que ésta deje "obsoleta" a la clasificación clásica, desarrollada por los antropólogos durante los siglos XIX y XX, y en su lugar se le denomine como "la nueva clasificación racial", pues se argumenta que lejos de constituir realmente una "nueva clasificación", sólo se centra en las composiciones genéticas de los tipos raciales ya identificados por la clasificación clásica, de manera que no impide que ésta siga usándose a fines prácticos. La teoría trata, más que nada, de un cambio en la forma de interpretar los datos, pero no afirma que los antropólogos anteriores hayan estado del todo equivocados.
  • También existen críticos que hacen hincapié en el hecho de que los autores no han podido comprobar que las leyes de Mendel se cumplan en los cruces de las subespecies identificadas como puras, en base a lo cual rechazan toda la teoría. La imposibilidad de realizar experimentos en este sentido hace muy difícil comprobar si se cumplen las leyes de Mendel, por lo que la teoría en sí ha se sustentarse en base a las investigaciones hechas sobre la genética de poblaciones y los linajes humanos del cromosoma Y y del ADN mitocondrial.
  • Otras críticas se centran en puntos menores de la teoría, y consideran como erróneos algunos de los razonamientos que se plantean en ella de forma secundaria. Por ejemplo, la teoría mencionaba la hipótesis difundida de que los pelirrojos serían más resistentes a la anestesia. Esto, sin embargo, fue posteriormente probado falso [4]. La teoría también presenta la hipótesis que los nórdido rojos y nórdido blancos están mejor adaptados al consumo de carne que otras razas, esto en base al análisis comparativo de la morfología maxilar de los humanos y otros homínidos, aunque no se ha investigado sobre diferencias en la efectividad al digerir la carne entre distintas etnias.

Crítica sobre el nórdido blanco

Los hombres del Paleolítico y Mesolítico eran cromagnones de gran tamaño y con huesos fuertes debido a su adaptación a las temperaturas extremadamente frías de la Edad de Hielo. Se argumenta que el espécimen presentado como 'nórdido blanco' nunca habría podido sobrevivir a las temperaturas glaciales de la Edad de Hielo debido a su anatomía grácil. Pero hay que recordar que según la teoría, el nórdido blanco se trataría de una mutación muy posterior al cromagnon y, por lo tanto, a la Edad de Hielo.

Se señala también que el espécimen es leptomorfo y leptoprosopo (índice facial largo), y que no hay evidencias de cráneos leptomorfos y leptoprosopos en Europa sino hasta el Neolítico. Se argumenta que estas características habrían sido llevadas por individuos aurignácidos de Oriente Medio y África del Norte sólo durante las migraciones neolíticas, miles de años más tarde.

Sin embargo, el Homo sapiens del yacimiento arqueológico de Combe-Capelle al sur de Francia tiene rasgos leptomórficos aurignácidos y se ha fechado en el 7500 AEC en el período epipaleolítico, es decir, hace unos 9500 años. De hecho, 'Auriñaciense' es el nombre de una cultura arqueológica del Paleolítico Superior asociada a una parte de los hallazgos del Hombre de Cromagnon.

Crítica sobre el nórdido rojo

Se señala que el espécimen presentado como 'nórdido rojo' posee un bajo índice facial, fuertemente constituido y bastante amplio en la mayoría de sus características, con un cuello grueso, hombros anchos y una impresión general de gran fuerza y robustez, por lo que sus características anatómicas coincidirían con la descripción de un tipo cromágnido.

El haplogrupo R proviene de la estepa euroasiática llegando al interior de Europa durante la Edad de Bronce, y se señala que este fenotipo cromágnido ya estaba ampliamente extendido en Europa desde el Paleolítico Superior. Se argumenta que los esqueletos de la Edad de Bronce en Europa del Este, en cambio, eran aurignácidos a gran escala; Carleton Coon los llamó "danubianos" y "cordados", debido a su origen geográfico y a las culturas relacionadas. Irónicamente, estos "orientales" de la Edad de Bronce se parecerían más al fenotipo del nórdido blanco que al del nórdido rojo.

Se discute la existencia en si misma del nórdido rojo como raza ya que según la teoría, esta raza es R1b en su totalidad, y podemos observar como en Navarra o el País Vasco, donde existe el mayor grado de pureza de dicho haplogrupo, hay una presencia de individuos con pelo rojo nula o muy escasa,[1] en cambio en Escocia o Irlanda el tema cambia aunque teniendo en cuenta que hay porcentajes superiores al 80% de R1B, si ésta teoría fuese acertada y el nórdido rojo fuese una raza, la cantidad de pelirrojos sería mucho más elevada de lo que es.[2] Por otro lado la presencia de r1b de elevada pureza en el corazón de Africa, causa estragos en la teoría y demuestra que la genética no es infalible actualmente.

El cabello rojo y el cabello castaño

Se ha discutido la existencia en sí misma del nórdido rojo como raza ya que la teoría establece que uno de sus linajes paternos es el R1b. Sin embargo, se da el hecho de que, en algunos lugares como en Navarra o el País Vasco donde este linaje es mayoritario, la frecuencia de pelirrojos no suele correlacionarse, siendo mucho menor. Por ejemplo, en el País Vasco (donde hay hasta un 90% de hombres con el linaje R1b, según algunas fuentes[5], la cantidad de pelirrojos es ínfima (en torno al 2%)[6], y de hecho, la imagen típica del vasco tradicional es la de un individuo de pelo y ojos de color marrón oscuro. Sin embargo, por otro lado, se da el caso de que en Irlanda la frecuencia del R1b es similar a la del País Vasco, y la cantidad de pelirrojos en Irlanda constituye en torno a un 15% de la población, lo que genéticamente, al estar por arriba del 10%, se considera ya una incidencia alta para un rasgo recesivo[7] (La imagen típica del irlandés tradicional es la de un individuo de cabello rojizo).

El cabello rojo es un rasgo genético recesivo causado por una serie de mutaciones en el receptor 1 de melacortina (MC1R), un gen localizado en el cromosoma 16 y que causan una síntesis de grandes cantidades de feomelanina o melanina roja. Como todo rasgo recesivo, debe ser heredado por ambos padres para que el fenotipo sea manifestado. Consecuentemente, existe mucha gente que es portadora de una mutación para el cabello rojo. Por ejemplo, en Escocia aproximadamente 13% de la población es pelirroja mientras el 40% porta al menos una mutación.

Existen muchos tipos de cabello rojo, algunos más uniformes, otros mezclados con rubio (el llamado strawberry blond), otros más oscuros como el cabello castaño con tintes rojizos. Esto se debe a que ciertas personas sólo portan una o más de las varias posibles mutaciones del MC1R. La claridad del cabello depende, a final de cuentas, en otras mutaciones que regulan la pigmentación general tanto del cabello como de la piel.

El cabello rojo ha sido mucho tiempo asociado con los pueblos celtas. Tanto griegos como romanos describían a los celtas como pelirrojos. Los romanos extendieron la descripción a los germanos, al menos aquellos que encontraron más frecuentemente en el sur y oeste de Alemania, y actualmente ello se sostiene como verdad. En conjunto, la distribución del cabello rojo encaja marcadamente bien en los antiguos mundos celtas y germanos. Es innegable también que las más altas frecuencias se observan siempre en áreas célticas, especialmente en aquellas que permanecieron con un lenguaje celta.

Aunque el cabello rojo es casi exclusivamente un fenómeno del norte y centro de Europa, casos aislados se han encontrado en Oriente Medio, Asia Central (notablemente entre los tajiks), así como en las momias del Tarim en Xinjiang al Noroeste de China. Los udmurts, una tribu urálica que vive en la cuenca del Volga al norte de Rusia, son los únicos europeos no-occidentales que tienen una alta incidencia de cabello rojo (por arriba del 10%). Evidentemente ni los udmurts ni los tajiks son celtas ni germanos, sin embargo, todos estos grupos comparten un ancestro común que puede ser rastreado a un simple haplogrupo del cromosoma Y: el R1b.[7]

Mapa de la frecuencia del cabello rojo en Europa. Como puede observarse más arriba, este mapa posee vasta correspondencia con la frecuencia del haplogrupo R1b, si bien esta correspondencia decae al sur del paralelo 45° donde existe mayor cantidad de luz solar y rayos UV.

Es difícil calcular el exacto porcentaje de la población con cabello rojo ya que ello depende de qué tan amplia sea la definición que uno adopta. Por ejemplo, ¿deberían incluirse como pelirrojos los hombres que tienen la barba roja pero no así el cabello? ¿La variedad del strawberry blond debería clasificarse como rojo, como rubio o como ambos? Independientemente de la definición, la frecuencia del cabello rojo es más alta en Irlanda (de 10% a 30%) y Escocia (de 10% a 25%) seguida por Gales (10% a 15%), Cornualles, el oeste de Inglaterra, Bretaña, la frontera franco-belga, el oeste de Suiza, Jutlandia y el sudoeste de Noruega. Las fronteras sur y oriental, más allá donde el cabello rojo se presenta en menos del 1% de la población, son el norte de España, Italia central, Austria, el oeste de Bohemia, oeste de Polonia, los países bálticos y Finlandia.[7]

El tono castaño, en sus variedades más claras, tanto de vascos como irlandeses, presenta cantidades apreciables de feomelanina[7], el pigmento rojizo propio de los pelirrojos, que en combinación con otros pigmentos como la eumelanina café de nórdico blancos y arménidos, dan tonos rojizos en la mayoría de los castaños de estas regiones[8].

A su vez, la falta de correlación entre el cabello rojo y el linaje R1b en esas zonas se debe sencillamente a que el cabello rojo es más visible entre la gente que porta varios otros genes involucrados en la pigmentación del cabello y la piel clara. La gente del Mediterráneo tiene considerablemente pigmentaciones más oscuras (altas cantidades de eumelanina), especialmente en lo que respecta al cabello, dando poca oportunidad a los alelos de cabello rojo para que se expresen.

El tinte rojizo es siempre opacado por el cabello negro, y raramente es visible en el cabello castaño oscuro. El cabello rojo, al ser un rasgo recesivo, puede permanecer oculto fácilmente si los alelos están demasiado dispersos en el pozo genético y eso hace que las probabilidades de que ambos padres porten un mismo alelo se hagan muy bajas.[7] Además, la selección natural también ha reducido progresivamente el cabello rojo en las poblaciones del Mediterráneo porque las cantidades más altas de luz solar y los potentes rayos UV de esas regiones tendían potencialmente a causar más melanoma (cáncer de piel) fatal en pelirrojos de piel clara. Al Norte del paralelo 45°, a través de Francia central, el Norte de Italia y Croacia, la frecuencia del cabello rojo se correlaciona sorprendentemente bien con el porcentaje del linaje R1b. Este paralelo parece ser una frontera natural para las frecuencias del cabello rojo. Al sur del paralelo 45°, los rayos UV se vuelven tan fuertes que ya no representa una ventaja tener cabello rojo y piel muy clara. Por debajo del paralelo 41° la presencia de pelirrojos es extremadamente rara, incluso en áreas con alta frecuencia de R1b.[7]

Siguiendo la línea del razonamiento sobre la reducida cantidad de pelirrojos en regiones de alta frecuencia R1b, hay quien opina que la teoría debería incluir a algo así como una raza "nórdico parda", asociándose ésta al R1b. No obstante, como ya se ha dicho más arriba respecto a los linajes indirectos, la altísima frecuencia de un linaje paterno nos da datos sobre parte del origen de una población, pero no nos dice nada sobre los demás ancestros. Si los vascos, y en general, todo el linaje R1b, representan a un tipo racial distinto al nórdico rojo, no debería haber dificultades en agruparlos por su fenotipo y aislar adecuadamente los rasgos primigenios del hipotético "nórdico pardo", cosa que no se ha podido hacer hasta el momento.

Esta crítica, a su vez, considera erróneamente que la teoría establece que los únicos colores de pelo genuinamente europeos son el rubio y el pelirrojo. Esto se basa en un error de interpretación, ya que existen muchos tonos de rubios y pelirrojos, y la mayoría de ellos influenciados por genética arménida. Ello se da porque el color del cabello está determinado por varios genes, y no por uno solo. Algunos son dominantes, otros recesivos y otros codominantes, y eso es lo que provoca los tonos intermedios. Lo mismo sucede en los ojos y la piel. El color castaño, así como los rasgos arménidos, pueden ser considerados genuinamente europeos aunque no provengan estrictamente de mutaciones ocurridas en Europa, pues las interacciones genéticas a lo largo de los milenios han forjado los múltiples rasgos europeos, resultando en fenotipos particulares y propios. Este error de interpretación olvida, además, que la teoría establece que el tipo nórdico rojo no se originó en Europa sino en Asia Central. El tono puro de la raza nórdido blanca es según la teoría, rubio platino, y el del nórdico rojo es anaranjado, ambos tonos son atípicos y muy poco frecuentes en la población a pesar de la alta frecuencia de los linajes asociados. Además, esta crítica infiere erróneamente que la teoría establece que "todo el que no sea rubio o pelirrojo tiene que tener algo de sangre no europea", pero en realidad, como ya se ha dicho, tal afirmación no es adecuada. La teoría explica detalladamente, asimismo, que pueden existir individuos perfectamente rubios y pelirrojos con genética extraeuropea.

Rechazos

Según la clasificación clásica tradicional, la raza blanca constituiría una subespecie por sí misma con sus distintas variantes (subrazas), entre otras, mediterráneos, dálicos, nórdicos, etc. La teoría de linajes, en cambio, considera como subespecies a los nórdico rojos, nórdico blancos y arménidos, y considera a la raza blanca actual producto de una mezcla variable de las tres, y no realmente una raza pura, argumentando que no hay homogeneidad total en los rasgos físicos tanto de los miembros de la raza blanca como entre los miembros de cada subraza, así como el hecho de que no existen rasgos homocigóticos originarios asociados a cada subraza, lo que debería cumplirse según las leyes de Mendel si se tratase de una raza pura. Esto ha sido considerado una ofensa por algunos nacionalistas blancos, quienes ignoran aspectos hace tiempo ya aceptados por nacionalistas blancos de la talla de David Lane: "No hay arios 100% puros"[9].

Asimismo, algunos de los creacionistas que niegan que los seres vivos evolucionen, rechazan la Teoría de Linajes, pues esta se basa en todo momento en los cambios y adaptaciones de las poblaciones humanas que dan lugar a las razas, o en otras palabras: se basa en la evolución del Homo sapiens.

Incomprensiones de la teoría

Por último, es importante señalar que la teoría no se libra de ciertas incomprensiones que no tienen realmente nada que ver con la teoría, sino con prejuicios ideológicos respecto al nordicismo.[10] Estos prejuicios a menudo infieren erróneamente que la teoría concluye que sólo los nórdicos puros (cuya cantidad actual es ínfima) son "blancos", mientras que el resto (la casi totalidad) de los miembros de la raza blanca, al no tener un linaje "puro" serían de alguna manera "mestizos". Sin embargo, el término mestizo se usa para designar a un individuo que está mezclado en un porcentaje balanceado (50%) con otra raza y que su genotipo y fenotipo están fuera del rango de frecuencia en el fenotipo requerido para la clasificación física dentro de una raza determinada.

Fuentes

Referencias

  1. La más conocida es probablemente la empresa suiza Igenea.com (aunque su test básico no es muy fiable), pero tenemos otros tests más completos donde además de los linajes paterno y materno, analizan los autosomas (que revelan muchas cosas acerca de las líneas genealógicas no-directas), como DNAtribes.com, deCODEme.com (esta página más volcada en la detección de enfermedades hereditarias) o 23andme.com (donde un análisis más detallado sonsaca porcentajes, no muy aproximados, de aportes genéticos "europeos paleolíticos", "próximo-orientales", "asiáticos", "africanos" y demás).
  2. Eupedia
  3. Ancient human genomes suggest three ancestral populations for present-day Europeans Nature
  4. Efecto del color de pelo en los requerimientos de anestesia y en el tiempo de recuperación tras cirugía
  5. Distribución de los linajes en el mundo
  6. World map of halopgroup R1b
  7. 7,0 7,1 7,2 7,3 7,4 7,5 The genetic causes, ethnic origins and history of red hair
  8. Imagen de unas mujeres del País Vasco donde se nota claramente el reflejo rojizo a la luz del sol, además de presentar una piel notablemente sonrosada
  9. David Lane, ¿Quién es blanco?
  10. La sospechosa web de Nordic Thunder

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