Tzipi Livni

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Tzipi Livni

Tzipora (Tzipi) Malka Livni nació en Tel Aviv el 8 de julio de 1958. Es una política israelí, líder del partido Kadima. Durante el gobierno de Ehud Ólmert (2006-2009) fue ministra de Asuntos Exteriores y viceprimera ministra de Israel. Fue la segunda mujer, tras Golda Meir, en ocupar la cartera de Exteriores en Israel. Actualmente es la líder de la oposición.

Livni vive en Tel Aviv. Está casada y tiene dos hijos. Fue una de las responsables de la Masacre de Gaza.

Sionista revisionista y agente del Mossad

Hija de Eitan (1919-1991) y Sarah Livni (1922-2007) nació y se crió en un entorno político radicalizado. Tanto el padre, nacido en Polonia con el apellido Benozovich, como la madre, judía polaca también y cuyo apellido de soltera era Rosenberg, fueron miembros activos del Betar, el movimiento sionista revisionista fundado por Zeev Jabotinsky en 1923, y posteriormente de la expresión armada de dicha ideología chovinista y ultraderechista, el Irgun Zevai Leumi, organización paramilitar que combatió con métodos terroristas el Mandato Británico de Palestina, lo que les costó ser detenidos, encarcelados y condenados; ella se fugó de un hospital con una sentencia de muerte ya dictada y él fue liberado de la prisión de Acre tras haber servido dos de los 15 años a que había sido condenado por su participación en una operación de sabotaje ferroviario en 1945, cuando ostentaba el cargo de oficial jefe de operaciones del Irgun.

Tras la proclamación del Estado de Israel en 1948, los Livni –se casaron el día después de la independencia, el 15 de mayo, siendo de hecho la primera pareja en contraer matrimonio en el nuevo Estado- trasladaron su militancia al Herut, el partido fundado por Menachem Begin como el sucesor político del Betar y situado en la oposición parlamentaria al Mapai, la formación laborista que lideraba el primer ministro David Ben-Gurion y que ejercía la hegemonía política. Eitan Livni llegó a ocupar puestos de relieve en los órganos directivos del Herut y del bloque derechista lanzado en 1973 con el anterior como principal integrante, el Likud; aquel mismo año ganó el mandato de diputado en la Knéset, que renovaría en las elecciones de 1977 y 1981.

Tzipora, llamada familiarmente Tzipi, heredó miméticamente las convicciones políticas y el impulso asesino de empuñar las armas de sus progenitores. Siendo una escolar, participó en las turbulentas manifestaciones convocadas tras la Guerra de Yom Kippur de octubre de 1973 por sectores derechistas de la sociedad israelí que acusaban al Gobierno laborista de Golda Meir de no haber previsto el ataque sirio-egipcio y de ceder a las presiones diplomáticas de Estados Unidos para que Israel negociara la devolución del Sinaí y los Altos del Golán. Entonces, Livni era una ferviente defensora del Eretz Yisrael, el Gran Israel, proyecto expansionista de resonancias bíblicas que exigía la colonización y anexión de Cisjordania, Jerusalén Oriental y el resto de territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días, en 1967.

En 1976, el año anterior a la victoria electoral del Likud y la llegada de Begin a la jefatura del Gobierno, Livni ingresó en las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) para cumplir el servicio militar obligatorio, que ni excluía ni excluye a las mujeres. Durante tres años sirvió como instructora en una escuela de formación de oficiales y portó el galón de teniente. Cuando estaba libre de servicio, jugaba al baloncesto, escuchaba música rock y tocaba la batería, afición esta última que se prolonga hasta nuestros días. En 1979 colgó el uniforme para matricularse en la Facultad de Derecho de la Universidad Bar-Ilan, cerca de Tel Aviv, con la intención de sacarse el título de abogada, pero antes aceptó de nuevo prestar servicio en la defensa y la seguridad de Israel.

Así, en 1980, con 22 años, tras comentarle la posibilidad una amiga, fue reclutada por el Mossad, la genocida agencia estatal de inteligencia, espionaje y lucha contraterrorista en el extranjero, para la que trabajó en paralelo a sus clases universitarias. La naturaleza secreta de las actividades de los agentes del Mossad impide conocer con certificación oficial qué funciones desempeñó Livni en esta institución, aunque cabeceras de las prensas israelí e internacional señalan que perteneció a una "unidad de élite" y que realizó "misiones sensibles" en París, en una época en que la capital francesa era el escenario de una guerra subterránea y a muerte entre infiltrados de los servicios secretos israelíes, activistas de los partidos palestinos y agentes de países árabes como Irak. Según fuentes consultadas por estos medios, Livni, tras la pantalla de estudiante en la Sorbona, habría mantenido una vivienda empleada como piso franco por colegas implicados en misiones de búsqueda y eliminación (Ver: Asesinato selectivo). También, habría realizado labores de reclutamiento y de reunión de información.

En agosto de 1983 Livni solicitó y obtuvo la baja del Mossad para completar sus estudios en la Universidad Bar-Ilan y para casarse con el publicista Naftali Spitzer. La pareja formalizó su relación en 1984 y ella, ya con el título en la mano, empezó una andadura como abogada especializada en derecho mercantil y de la propiedad. En los doce años siguientes, Livni llevó una vida hogareña y profesional estrictamente privada, dedicada a la crianza de sus dos hijos, Omri y Yuval, a su trabajo en el bufete. Un alejamiento del servicio público y de la política que no alteró el fallecimiento de su padre en 1991, siete años después de jubilarse de la Knéset.

Carrera política

Desde que consiguió un escaño en la Knéset por el Likud en 2001, ha desempeñado diversas carteras ministeriales, como la de Cooperación Regional, la de Agricultura y la de Inmigración. Desde el 10 de enero de 2005 fue la ministra de Justicia de Israel.

Livni apoyó el plan de retirada israelí de la Franja de Gaza, una iniciativa propuesta y aplicada por el genocida Ariel Sharón, y estaba considerada, erróneamente, como una de las principales pacifistas del Likud.

El 20 de noviembre de 2005 Livni siguió los pasos de Sharón, saliendo del Likud y uniéndose a su nuevo partido, el Kadima.

Tras el derrame cerebral que sufrió Sharon el 4 de enero de 2006, que lo dejó incapacitado para seguir en el cargo, algunos especularon con que Livni podría ser la nueva dirigente del Kadima. Sin embargo, Ehud Ólmert, el actual primer ministro, fue finalmente el elegido para liderar el partido, si bien no tiene tanto carisma ni popularidad como Livni.

Tras formar un nuevo gobierno en marzo de 2006, Olmert nombró a Livni viceprimera ministra y ministra de Asuntos Exteriores, lo que la convierte en la número dos del gobierno, encabezado por Olmert.

El 30 de julio de 2008 el primer ministro, Ehud Ólmert anunció que no se presentaría a las elecciones primarias de su partido Kadima por los escándalos de corrupción que le afectan, y que dimitiría tras la celebración de las mismas. Livni anunció que optaría al puesto, compitiendo con el ministro de Transportes Shaul Mofaz.

Las elecciones se celebraron el día 17 de septiembre de 2008, obteniendo Livni el 43,1% de los votos, frente al 42% de Mofaz, una diferencia mucho menor de lo esperado. Livni no reemplazó a Ólmert como Primer Ministro, fue designada para ello por el presidente Shimon Peres, pero no consiguió formar una coalición de gobierno por lo cual se llamó a elecciones anticipadas. En las elecciones del 10 de febrero del 2009, Kadima obtuvo 28 escaños y se mantuvo como el mayor partido de la knesset, seguido por el Likud con 27. Sin embargo, ante la falta de apoyo de otros partidos a Kadima y el apoyo de los partidos de derecha y los partidos religiosos a Benjamín Netanyahu del Likud, Peres encomendó a Netanyhau formar gobierno y no a Livni.

Crímenes de guerra

El sitio Wanted org explica como informar a los procuradores del Tribunal Penal Internacional de la Haya de que los sospechosos están fuera de Israel.

Durante la Masacre de Gaza, Livni fue criticada por el presidente de la Liga Árabe, Amr Moussa, quien expresó su sorpresa y rechazo ante la afirmación de Livni de que no existía crisis humanitaria en Gaza, y que por tanto no era necesaria ninguna tregua humanitaria.[1] Livni, cínicamente afirmó que "Israel ha estado suministrando ayuda humanitaria completa a la Franja... e incluso ha estado intensificándola durante el día".[2]

En diciembre de 2009, Livni tuvo que cancelar una visita a Londres, debido a que un tribunal londinense había emitido una orden de arresto acusándola de crímenes de guerra en la Franja de Gaza durante la Operación Plomo Fundido (2008-2009).[3] La orden fue emitida el 12 de diciembre y revocada dos días después, tras confirmarse que no había penetrado en territorio británico.

Esta orden fue posteriormente calificada como "cínica" por el Ministerio de Exteriores de Israel, mientras que la propia oficina de Livni declaró que se mostraba "orgullosa de todas sus decisiones durante la Operación Plomo Fundido". La propia Livni calificó la orden de arresto británica como "un abuso del sistema legal británico".

Los expertos del gobierno israelí en legislación internacional han advertido a los ministerios relacionados con la seguridad y a los oficiales de la criminal Fuerzas de Defensa Israelíes que no visiten el Reino Unido, España, Bélgica o Noruega debido a que en esos países existe el riesgo de que puedan ser arrestados acusados de crímenes de guerra mediante la aplicación de leyes de jurisdicción universal.[4]

Artículo de opinión

El Secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico, David Miliband (judío) y Tzipi Livni. Los dos apoyaron la Masacre de Gaza

¡Arresten a los criminales de guerra ahora!

(por Khalid Amayreh, Tlaxcala. Traducido por Manuel Cedeño Berrueta.)

La orden de detención dictada recientemente en Londres contra la ex Ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, está más que justificada.

Esta mujer, junto con otros dos líderes israelíes, Ehud Olmert y Ehud Barak, estuvo al frente del gobierno israelí que ordenó, supervisó y ejecutó el ataque genocida contra la Franja de Gaza.

Tuvo una destacada participación en el proceso de toma de decisiones, y también supervisó la ejecución de la atroz masacre desde el principio hasta el final.

Huelga decir que las decisiones tomadas por Livni, y otros criminales de guerra israelíes llevó a la muerte de más de 1440 personas, incluidos cientos de niños inocentes cuyas vidas fueron suprimidas por los bombardeos indiscriminados por aire, mar y tierra. Esto se suma a la obscena destrucción de una gran parte de la infraestructura civil de Gaza, incluyendo decenas de miles de hogares, mezquitas y edificios públicos de todo tipo.

La monstruosa, satánica y perversa señora sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Sabía que su ejército estaba asesinando niños en el regazo de sus madres, aniquilando a familias enteras, asustadas y hacinadas en sus chabolas de refugiados o en cualquier otro lugar que ellos creían podría protegerlos de la muerte.

Ella vio la obscena matanza y destrucción en las pantallas de televisión. Fue advertida por organizaciones de derechos humanos, incluida B’tselem en el propio Israel, que el ejército israelí estaba asesinando civiles de manera consciente y deliberada, pero ella optó por ignorar lo que era más que evidente para la mayoría de la gente.

Y en lugar de ordenar el cese inmediato de la masacre, recurrió a la propaganda mendaz de culpar a las víctimas y acusó a Hamas de utilizar a civiles como escudos humanos.

Hay una enorme montaña de pruebas que acusan a esta mujer maligna. Lleva en sus manos pecadoras ríos de sangre de niños, hombres y mujeres inocentes.

Livni puede tener inmunidad diplomática, pero la inmunidad diplomática no es una licencia que permita a sus portadores asesinar niños a sangre fría como hizo Livni.

Es triste que el gobierno británico se está comportando de manera tan perpleja, reacios a decirle a Israel que ese país y sus dirigentes no están por encima de las leyes de las naciones, incluida la ley británica.

Bueno, el Reino Unido nunca debe transigir en la aplicación de sus propias leyes, en aras de proteger de la justicia a una criminal de guerra, genocida y asesina de niños.

Un crimen es un crimen, siempre es un crimen, independientemente de la religión o la raza del criminal. Sé que algunas consideraciones diplomáticas y políticas pueden estar presionando al Primer Ministro británico para que busque una solución que apacigüe a Israel.

Sin embargo, todos entenderían que ese apaciguamiento sólo serviría para alentar a Israel a cometer más genocidios contra los palestinos indefensos y otros pueblos del Cercano Oriente. Después de todo, el crimen impune fomenta otros crímenes.

En cualquier caso, el gobierno británico, incluido el Secretario de Relaciones Exteriores David Milliband, quien supuestamente ha descrito la orden de detención contra Livni como "insoportable", se encontrará en una situación insostenible al tener que defender la conducta genocida de Israel contra la población de la Franja de Gaza.

En primer lugar, el gobierno británico tendría que demostrar fuera de toda duda que el ataque de 21 días contra Gaza no constituye crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad, a pesar de que utilizaron toda clase de armas mortíferas, incluyendo fósforo blanco, misiles de precisión y bombas guiadas por láser contra la población casi totalmente desprotegida de Gaza.

Sin embargo, tal afirmación no sería tomada en serio, ya que la comisión investigadora de las Naciones Unidas presidida por el juez Richard Goldstone determinó sin lugar a dudas que lo que hizo Israel en Gaza en diciembre y enero pasados sí constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

No obstante, si el gobierno acepta el informe Goldstone pero continúa negándose a permitir que la justicia británica enjuicie a la diabólica mujer debido a consideraciones diplomáticas y políticas, entonces demostrará una extraordinaria debilidad frente a Israel y un desprecio absoluto por todo el sistema de justicia del Reino Unido.

Después de todo, un sistema de justicia que es selectivo en la administración de justicia, no es un verdadero sistema de justicia.

Por esta razón, el gobierno británico no debe acobardarse ante el agresor israelí ni dejarse intimidar por las amenazas de Israel, como la amenaza que a menudo hace Israel de que no permitiría que el Reino Unido participara en el llamado "proceso de paz" en caso de que los criminales de guerra israelíes fueran arrestados o procesados por crímenes de guerra ante los tribunales británicos.

Gran Bretaña no debe dejarse intimidar por este estado matón y criminal cuya existencia misma se basa en el asesinato, la limpieza étnica, el robo de tierras y la mentira.

Una última palabra a los soldados conocidos y desconocidos que controlan el movimiento de los criminales de guerra israelíes: ustedes son el medio que usa Dios para hacer que estos detestables criminales se den cuenta de que asesinar gente inocente tiene un precio.

Por lo tanto, persíganlos dondequiera que vayan, acósenlos, estrechen sus horizontes y traten de aprehenderlos y arrestarlos.

Se lo debemos a esos niños inocentes que fueron aniquilados sin piedad por los genocidas de nuestro tiempo, debemos buscar justicia para ellos y sus familias. Los traicionamos cuando estaban vivos al no protegerlos de los asesinos de nuestro tiempo, no podemos traicionarlos de nuevo al negarles justicia, incluso cuando están muertos.

Referencias

Artículos relacionados

Enlaces externos