Virgilio Filippo

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Virgilio Mateo Filippo Damonte (21 de septiembre de 1896, Buenos Aires, Argentina5 de enero de 1969, Buenos Aires, Argentina) fue un sacerdote católico argentino y cruzado antimasónico, que fue cercano al presidente Juan Domingo Perón y ocupó una banca en la Cámara de Diputados de la Nación como miembro del Partido Peronista.

Biografía

Nacido en el seno de una familia de inmigrantes italianos, Filippo estudió en el Seminario Conciliar de Buenos Aires, siendo ordenado sacerdote en 1922. Preocupado por el avance del comunismo y del anarquismo entre los trabajadores de su país, fue colaborador del Círculo Católico de Obreros de su ciudad, organización dedicada a difundir la Doctrina Social de la Iglesia. A su vez predicó enérgicamente en contra de los enemigos de la cristiandad, especializándose en la denuncia contra la masonería.

A lo largo de la década de 1930 ganó fama en su país gracias a sus populares intervenciones radiofónicas en LR8 Radio París y a los numerosos panfletos que redactó con el fin de exponer ante la luz pública a las estrategias que la judeomasonería desarrollaba para ejercer su hegemonía e instaurar el reinado de la Sinagoga de Satanás. Su estilo de comunicación parrésico se convirtió en modelo de oratoria entre los católicos de la época, lo que transmitió a través de sus clases en el Centro Cardenal Pacelli. Fue también colaborador del diario El Pueblo y de la revista Clarinada, y editor del boletín El Santo de los Milagros.

Como sacerdote Filippo formó parte del clero secular de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Su primer destino fue la Parroquia San Pedro Telmo, para pasar luego a la Parroquia Santa Julia. En 1926 impulsó junto a Alberto Molas Terán la creación de la Parroquia Jesús de la Buena Esperanza. Tres años después se incorporó a la Parroquia San Antonio de Padua (ubicada en la zona de Villa Devoto), en donde trabajaría durante una década. Se desempeñó también por esos años como capellán de la Escuela, Orfanato y Oratorio Regina Coeli.

Desde 1939 y hasta se muerte en 1969 ofició como cura titular de la Parroquia Inmaculada Concepción del barrio de Belgrano. Este templo –conocido en el imaginario popular como "La Redonda", debido a su diseño en forma circular– fue frecuentado por miembros del GOU durante el primer lustro de la década de 1940; entre ellos se encontraba Juan Domingo Perón, a quien Filippo apoyaría durante su campaña presidencial de fines de 1945.

En señal de gratitud por sus esfuerzos para conciliar el discurso cristiano con el peronista, el caudillo ubicó a Filippo como Adjunto Eclesiástico de la Presidencia de la Nación en 1947.

Al año siguiente Filippo integró una lista de diputados del Partido Peronista por el distrito de Capital Federal, lo que le permitió acceder a una banca en el Congreso de la Nación para el periodo 1948-1952.

Junto con Teizo Okawal, el sacerdote dirigió una campaña evangelizadora entre la comunidad japonesa que habitaba la Argentina, logrando así bautizar a más de un millar de orientales que tuvieron a Eva Duarte de Perón como su madrina.

En 1954, con el estallido del conflicto ente el peronismo y el catolicismo, Filippo escogió defender a su religión, motivo por el cual llegó a ser varias veces encarcelado.

Con el desplazamiento de Perón en 1955, Filippo abandonó la militancia política activa y se concentró en proseguir con su tarea de evangelización y de denuncia contra la masonería. De todos modos no pudo evitar que su parroquia y su persona se convirtiesen en blanco ocasional del antiperonismo, como tampoco quedó exento de rendirle cuentas a la Justicia revanchista por haber participado del gobierno depuesto.

Cruzada antimasónica

A lo largo de toda su vida Filippo investigó y denunció a la conspiración Judeo-Masónico-Comunista-Internacional, centrándose sobre todo en estudiar la estructura y el funcionamiento de la masonería en la Argentina.

En 1949, poco después de asumir su banca de diputado nacional, presentó un proyecto de ley para ilegalizar a la masonería, pero fue rotundamente rechazado tras haber sido tildado de "antipolítico" por John William Cooke, líder de la bancada peronista. A partir de allí fue víctima de una campaña de desprestigio orquestada por los masones argentinos, quienes utilizaron su influencia y control de la prensa para injuriar al sacerdote.

Filippo identificó a la masonería como una creación del conspiracionismo cristianófobo de los judíos que se puede leer en el Talmud, pero, según sus observaciones, la secta se habría autonomizado, creando una agenda propia mucho más destructiva que la del judaísmo tradicional y puesta al servicio del imperialismo internacional del dinero.

En 1951, en colaboración con el General Arturo Bertollo, Filippo publicó en las páginas del diario El Pueblo unos artículos en los que enumeraba la existencia de alrededor de cincuenta logias masónicas en territorio argentino, y describía cómo estaban organizadas internamente y a cuál rito pertenecía cada una. Allí destacaba además que lo característico de las logias latinoamericanas era su entreguismo a las potencias extranjeras.

El sacerdote denunció también el peligro que implicaba la colonización del sistema educativo argentino por parte de los masones.

Su cruzada antimasónica recibió el caluroso elogio de Leonardo Castellani y Julio Meinvielle. A su vez, sus trabajos de denuncia de los poderes sinárquicos que sojuzgan a la Argentina fueron influyentes en la formación del pensamiento de los presbíteros Aníbal Atilio Röttjer y Alberto Ignacio Ezcurra.

Actuación en el Movimiento Nacional Justicialista

Advirtiendo en 1945 que el triunfo de la Unión Demócratica implicaría un imposición violenta del laicismo que, paulatinamente, desembocaría en la promoción del ateísmo y la persecución de los cristianos argentinos, Filippo decidió predicar en su contra. Ello lo llevó a apoyar a Perón, principal rival de las fuerzas de izquierda de la época.

A raíz de ello se sumó a la campaña de los peronistas contra el embajador estadounidense Spruille Braden, a quien acusó de ser un masón trabajando para entregarle la Argentina a las garras de sus amos capitalistas. El sacerdote también le aconsejó al militar que se declarase devoto de la Virgen de Luján, demostrándole con ello al país que su pensamiento argentinista estaba envuelto de una espiritualidad mariana.

Al asumir Perón la presidencia de la Argentina en 1946, la curia católica le manifestó cierto apoyo al caudillo. Sin embargo con el correr de los años la relación entre el peronismo y la Iglesia Católica se rarificó al punto de tornarse conflictiva entre ambas partes. Filippo le atribuyó ese viraje a la penetración de los masones en el gobierno peronista, quienes contribuyeron en el golpe de Estado de 1955 con los masones que articulaban el movimiento antiperonista. Antes de ello propuso que se firmase un acuerdo entre la Argentina y el Vaticano para que, en lugar de la intolerancia que cultivaba el peronismo contra las autoridades eclesiásticas, se estableciese una colaboración positiva entre ambos.

Se cree que su proyecto de ley contra la masonería rechazado en 1949 tuvo algo de influencia en la redacción del artículo 21 de la Constitución Nacional sancionada ese año, el cual le prohibía al ciudadano argentino pertenecer a organizaciones que conspirasen pública o clandestinamente contra el orden democrático (Filippo reelaboraría más tarde su famoso proyecto de ley contra la masonería, eliminando toda referencia explícita a la secta y suplantándola por la idea más genérica de sociedad secreta).

El presbítero elogió a la Constitución de Chaco por considerar que sus propuestas avanzadas en materia de políticas sociales servirían para detener la influencia comunista.

En el plano sindical el sacerdote tuvo cierta participación importante al contribuir con la organización de asociaciones sindicales de médicos y de fruteros. Sin embargo también se enfrentó duramente al ala izquierda de la Confederación General del Trabajo, que desconfiaba de él por su estado clerical.

En 1953, tras haber dejado su banca de diputado, Filippo fue víctima del hostigamiento de Guillermo Patricio Kelly, quien había logrado hacerse con el control de la Alianza Libertadora Nacionalista y se había propuesto anular al Movimiento Nacionalista Católico, una organización que había surgido de la iniciativa de un grupo de disidentes de la ALN y que tenía al sacerdote como su asesor espiritual.

Cabe destacar que Filippo nunca usó el púlpito eclesiástico para hacer propaganda peronista, ni intentó clericalizar a la política, sino que supo desarrollar su tarea de modo armónico y equilibrado.

Bibliografía

  • Mírame en estampa aquí. Buenos Aires: Escuelas Gráficas del Colegio Pío IX, 1922.
  • Así ama Dios. Buenos Aires: Autoedición, 1926.
  • Música de ideas. Buenos Aires: Tor, 1936.
  • Conferencias radiotelefónicas. Buenos Aires: Tor, 1936.
  • El reinado de Satanás. Buenos Aires: Tor, 1937.
  • El monstruo comunista. Buenos Aires: Tor, 1938.
  • Sistemas genialmente antisociales. Buenos Aires: Tor, 1938.
  • Los judíos: juicio histórico-científico que el autor no pudo transmitir por L.R.8. Buenos Aires: Tor, 1939.
  • Manual para las relaciones judeo-católicas. Buenos Aires: Tor, 1939.
  • ¿Quiénes tienen las manos limpias?. Buenos Aires: Tor, 1939.
  • Habla el padre Filippo. Buenos Aires: Tor, 1941.
  • ¡Defiéndete! Artículos de apologética popular. Buenos Aires: Escuelas Gráficas del Colegio Pío IX, 1941.
  • ¿Con quién está Vd.? Juicio crítico sobre la situación actual. Buenos Aires: Patria, 1941.
  • La religión en la escuela argentina. Buenos Aires: Lista Blanca, 1944.
  • Drama de barbarie y comedia de civilización. Buenos Aires: Lista Blanca, 1944.
  • Confabulación contra la Argentina. Buenos Aires: Lista Blanca, 1944.
  • Hablan los jefes del comunismo. Buenos Aires: Lista Blanca, 1945.
  • Democracia sana y democracia falaz. Buenos Aires: Lista Blanca, 1945.
  • Verdades mudas y vicios que se aplauden. Buenos Aires: Acción Católica, 1945.
  • Marcha hacia la fe.. Buenos Aires: Librería Santa Catalina, 1945.
  • Ciencia, milagros y convertidos. Buenos Aires: Pía Sociedad de las Hijas de San Pablo, 1945.
  • Santa Teresa de Jesús: florescencia de hispanidad. Buenos Aires: Lista Blanca, 1946.
  • San Agustín. México: Ediciones Paulinas, 1947.
  • El plan quinquenal de Perón y los comunistas. Buenos Aires: Lista Blanca, 1948.
  • Imperialismos y masonería. Buenos Aires: Organización San José, 1967.

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