Antonio Augusto Rubino

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Personaje de Antonio Augusto Rubino, apareciendo en la revista juvenil del Popolo d'Italia Il Balilla

Antonio Augusto Rubino (Sanremo, 15 de mayo de 1880 – Baiardo, 1 de julio de 1964) fue un diseñador italiano, fascista y uno de los precursores de los dibujos por viñetas.

En 1907 se convierte en Ilustrador del Giornalino della domenica, al año siguiente diseña la portada del popular semanal Corriere dei Piccoli, del cual se convertirá en artista símbolo, con personajes bizarros e inolvidables.

En la Primera Guerra Mundial se involucra con La Tradotta, semanal del Tercer Ejercito, Para ellos inventa al Cabo C. Piglio, que da consejos no solicitados, y al musculoso bribón Mattia pero por encima de todo ilustra la vida en las trincheras en sus diseños de la cual se destierra toda la oscuridad y la realidad de la guerra se difumina en un ambiente idílico.

Se convierte en el ilustrador del suplemento literario de Il Popolo d’Italia, Il Balilla, la política editorial de esta publicación firmada por Dino Grandi e Francesco Meriano era que “No se puede conquistar por siempre el alma de una nación si no se atiende la educación intelectual y moral de los niños y los jóvenes”. En dicho suplemento salen personajes fascistas como Fasciolino di Muggiani, Peperino di De Seta, Bobo, Saetta, Sì e Se, y los personajes de Rubino: Il balilla Dado y la hermana Stellina – que apoyaran entre otras La Batalla del Trigo, la Conmemoración de la Marcha Sobre Roma- a su vez es responsable por Lio el balilla modelo.

Asume la dirección del comic, el Ratón Mickey, que sufriría críticas por ser americano, a pesar del apoyo de Mussolini al autor, recordemos que esto se dio en el tiempo del “Congresso Nazionale per la letteratura infantile e giovanile”, presedido por Filippo Tommaso Marinetti y culminando con la redacción del “Manifesto della letteratura giovanile”, cuyo objetivo era hacer que “en todas las naraciones nuestros infortunios serán tratados con laconismo y nuestras victorias con lirismo”, con el grito de la nación a las armas aparecerían en las publicaciones de los periódicos personajes como Lucio l’avanguardista, Romano el legionario y sobre todo Dick Fulmine, el gemelo de tinta del boxeador Primo Carnera, policía italoamericano cuya imagen fue hábilmente explotada aunque durante la guerra toma la divisa de soldado. Rubino se queda al servicio del demonio del estilo, armado de fantasia e ironia y experimentando nuevas formas expresivas. Entra poco a poco al camino de la animación.

Sin ninguna experiencia en el campo y con los medios pioneros de la época realiza su primer cortometraje a color, el País de las Ranas es premiado en la Muestra de Cine de Venecia de 1942, la única copia de Crescendo Rossiniano desaparece en el bombardeo de Berlín y el tercer dibujo animado, El Arco de Siete Colores, aparecido en 1953 con cámara sinalloscopica, sistema de grabación patentado por él y es aplaudido en Venecia. Muere pobre antes de que pudiese reconocerse la importancia de su contribución al arte popular, decía de sí mismo “No he hecho más que seguir mi suerte y mi lema siempre ha sido este: sequor naturam meam”