Mihail Manoilescu

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Mihail Manoilescu

Mihail Manoilescu (9 de diciembre de 189130 de diciembre de 1950) fue un economista, ensayista, ingeniero y político rumano que destacó principalmente por sus ideas sobre el corporativismo.

Biografía

Manoilescu nació en la ciudad de Tecuci (actual región de Moldavia, Rumania) y estudió ingeniería en el Instituto Politécnico de Bucarest, completando sus estudios en el año 1915. Trabajó en el Ministerio de Obras Públicas y más tarde en un regimiento de artillería del Ejército Rumano.

Con la participación de Rumania en la Primera Guerra Mundial, fue asignado a la Dirección de Municiones donde diseñó un tipo original de obús de 210 mm que, tras la invasión del sur de Rumania por las potencias de la Triple Alianza, se produjo en Nicolina. Después de la guerra, en el año 1929, Manoilescu tuvo un papel secundario en los gobiernos del Partido Nacional Liberal (PNL), asistiendo al General Constantinescu como Jefe de la Dirección de Recuperación Industrial y, más tarde, como Director General de Industria.

Luego, Manoilescu se suma al Partido Popular, una fuerza política dirigida por el General Alexander Averescu, convirtiéndose en Subsecretario de Estado en su primer gabinete; encargándose de organizar las fuerzas industriales elaborando estadísticas industriales y unificando la legislación industrial. En 1921 renuncia a su puesto argumentando querer continuar con sus investigaciones académicas.

Durante el retorno del PNL al poder, Manoilescu, centrado en sus investigaciones académicas, contribuyó con dieciocho obras individuales. También fue un influyente orador y tuvo frecuentes participaciones en conferencias organizadas por el sociólogo rumano Dimitrie Gusti.

Manoilescu se reincorpora al gobierno en el segundo mandato de Averescu, elaborando, para entonces, una innovadora legislación concerniente a tarifas y salarios "de amortización".

En el año 1926, y a propósito de una misión diplomática, conoce al líder fascista Benito Mussolini, de quien sería un ferviente admirador, refiriéndose incluso al régimen fascista como "una verdadera revolución política, una que sólo puede compararse con la gran revolución francesa en escala y novedad". Posteriormente Manoilescu fue un activo colaborador del Comité de Acción por la Universalidad de Roma y de otras organizaciones internacionales de cooperación pro italianas.

En 1931, Manoilescu fue el director del Banco Nacional de Rumania y comenzó a enseñar economía política en el Instituto Politécnico de Bucarest. Como director del Banco, se negó a salvar al Banco Marmorosch con fondos estatales, lo que le produjo conflictos con el rey Carol, causando la destitución de Manoilescu en noviembre del mismo año.

Inició la edición de la revista Lumea Nouă (Nuevo Mundo), la que se convertiría en la principal plataforma para sus ideas y, en 1932, creó su propio partido: Liga Nacional Corporativista. Entre 1932 y 1937, se le asignó un lugar en el Senado representando a la Cámara de Comercio Rumana.

Teorías Económicas y Políticas

En París, en 1929, Manoilescu publicó la primera edición de su obra fundamental, La Teoría del Proteccionismo y los Intercambios Internacionales, en la editorial Giard, como parte de la colección de la Biblioteca de Economía Internacional.

Su intensa defensa de la industrialización fue el tema principal del libro El Rol y el Destino de Burguesía Rumana, constituyendo una de las principales obras que tratan sobre el desarrollo de la clase media local, junto con las escritas por Zeletin, Eugen Lovinescu y compartiendo algunas perspectivas con los ensayos del filósofo rumano Emil Cioran.

Su defensa del autoritarismo y el sistema del partido único se hizo manifiesto con su rechazo a la democracia, puesto que consideraba, en su opinión, que la mayoría -formada principalmente por campesinos- decidía sobre temas que no se referían a ella. Además, su obra El Rol y el Destino… es crítica sobre el desarrollo social de Rumania.

Así, escribe: "Mientras que en occidente se preocupan de la acumulación, la seguridad y el futuro, nuestra burguesía se centrará en el gasto, la satisfacción y el presente. El trabajo del burgués de occidente es para sus hijos, mientras que el burgués rumano sólo trabaja para sí mismo".

Entre otras cosas, Manoilescu tomó algunas ideas del "Poporanismo" (del rumano "popor" que significa "pueblo" y que podríamos traducir como "populismo", fue una ideología que data del año 1890 como una respuesta al socialismo, promoviendo reformas y la constitución de cooperativas agrícolas para liberar a los campesinos del control de las oligarquías.) En específico, sobre el capital y su circulación internacional, presente en las obras de Constatin Stere (influido, a su vez, por el sociólogo y economista alemán Werner Sombart). Sostuvo que la economía de una nación sólo se desarrollaría si se reducen al mínimo sus contactos con el mercado mundial, preocupándose de satisfacer la demanda interna para la industrial local.

Al mismo tiempo, su revista apoyó el enfoque racista, afirmando que el corporativismo era "la garantía de la Nación Rumana", y proclamando que "las bases raciales de Rumania son las mismas que las arias de Europa". Las ideas del corporativismo y proteccionismo de Manoilescu comenzaron a ser aplicadas en Brasil como base del desarrollo de ese país.

Su opinión sobre la participación de la fuerza laboral en la industria como un área más productiva que la agricultura u otros trabajos con materias primas, fue aceptada y difundida por el economista brasileño Celso Furtado y el argentino Raúl Prebisch e, indirectamente, influyó en la Comisión para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas.

Por otra parte, Manoilescu defendió las medidas de la autarquía como política económica, medidas que más tarde aplicaría el régimen estalinista, incluido el rumano de Nicolás Ceauşescu, quien en más de una ocasión describió sus trabajos como una importante contribución a la teoría del subdesarrollo.

La Guardia de Hierro

A fines de 1930 Manoilescu fue visto con interés por la Guardia de Hierro, siendo el mismo uno de sus principales defensores considerando que la Guardia se convirtiera en un movimiento corporativista, "un instrumento legítimo para la revolución nacional" que se proponía la Guardia, donando, inclusive, parte de sus propiedades para el proyecto.

Sus adversarios políticos ridiculizaron a Manoilescu afirmando que su apoyo a la Guardia de Hierro era un "desesperado intento por salir de la vieja generación de políticos y sentarse entre los nuevos hombres". En febrero de 1937, Manoilescu comenzó a financiar, discretamente, la nueva publicación de la Guardia, "Buna Vestire" (Anunciación).

En la elección de 1937, Manoilescu postuló como candidato al Senado por el Partido Todo Por la Patria, instrumento de la Guardia de Hierro. Según uno de los adversarios de entonces, Argetoianu, el oculto líder del partido, Cornelio Codreanu, hizo propuestas similares al filósofo Ionescu y al general Moruzi. Inoescu rechazó la proposición pues como un auto-proclamado "pilar de la Guardia" no podía aceptar por humildad. Mientras que Moruzi fue rechazo por Manoilescu por sus relaciones informales con Magda Lupescu, señora del rey Carol II.

Ministro de Relaciones Exteriores

En julio de 1940 fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno encabezado por Ion Gigurtu. Para entonces las regiones de Bessarabia y el norte de Bukovina fueron cedidas a la Unión Soviética.

El nuevo gobierno enfrentó con éxito a Hungría, con el respaldo de Italía y Alemania, para revisar su frontera con Rumania y el Tratado de Trianon. Manoilescu, que defendió el Eje, trató en vano de hacer uso de sus influencias en las autoridades italianas. Con el fin de garantizar la menor amenaza internacional sobre Rumania, el gobierno ofreció ceder el sur de Dobruja a Bulgaria, lo que culminaría con el Tratado de Craiova.

En el mes de septiembre del mismo año, Manoilescu es parte de un encuentro con una delegación soviética enviada a "distender" las relaciones entre ambos gobiernos. Considerando las buenas relaciones diplomáticas que suponía el Pacto Molotov-Ribbentrop, la caída de Francia y el aislamiendo del Reino Unido; Rumania carecía de alternativas diplomáticas, razón por la cual debía "tratar con respeto" tanto a Moscú como a Berlín y a Roma. La delegación soviética consultó a Manoilescu por los conflictos limítrofes, pero él negó todos los hechos.

Prisión y Muerte

La responsabilidad por los hechos en Transilvania pesaba sobre Manoilescu. Es así como al año siguiente cuando la Guardia de Hierro, renacida con el liderazgo de Horia Sima, llegó al poder y proclamó el "Consejo Nacional de Legionarios", ésta se negó a nombrar a Manoilescu en cualquier posición de liderazgo.

Después de la rebelión de la Guardia de Hierro de 1941, Manoilescu se mantuvo presente en la política como defensor del gobierno de Ion Antonescu.

En el otoño de 1940 representó a su país ante Italia, oportunidad en la cual intentó persuadir a funcionarios italianos para recopilar información sobre la violencia de los húngaros en el norte de Transilvania y, en julio de 1942, viajó a Croacia para reunirse con Otto Franges, un colaborador en la visión sobre la economía del sudeste europeo.

El 12 de octubre de 1944, después de iniciada la ocupación soviética, Manoilescu fue encarcelado, sin juicio previo, durante más de un año; tiempo durante el cual se le fue negada su cátedra en el Instituto Politécnico. Debido a las malas condiciones sanitarias de la cárcel, enfermó de tifus, razón por la cual fue enviado al hospital de Colentina y puesto en libertad en diciembre de 1945. Reanuda sus trabajos inconclusos y se convirtió en un defensor de la energía geotérmica en Rumania. Sus innovaciones en el campo fueron patentadas a nombre de su hijo, Alexandru Manoilescu.

Fue nuevamente encarcelado por las autoridades comunistas rumanas el 19 de diciembre de 1948 en las prisiones de Jilava y Ocnele Mari. En esta última, y junto al filósofo Petre Ţuţea, se convierte en uno de los más estimados miembros de la "Academia Subterránea", organizada por los reclusos como una forma de resistencia cultural y de superviviencia.

Finalmente fue trasladado a la Cárcel de Sighet, donde murió a fines de 1950. El tifus le había provocado problemas al corazón que se agravaron en prisión. Murió sin recibir atención médica y fue enterrado en una fosa común.

En 1951, ya fallecido, fue enjuiciado por un tribunal civil por sus actividades periodísticas "pro-fascistas". El 12 de abril de 1952 fue sentenciado en ausencia (en algunos países se entiende "en rebeldía") a 15 años de prisión, 10 años de privación de sus derechos civiles y la confiscación de todas sus propiedades. Su familia fue informada de su muerte sólo en 1958.

Obras

  1. La Indemnización en favor de la Guerra (1919)
  2. La Contribución de la Cultura con el concepto general de la Formación Técnica (1920)
  3. La Política Estatal en materia de recuperación industrial (1920)
  4. La organización de la economía nacional financiera (1924)
  5. La Teoría del Proteccionismo Industrial (París, 1929)
  6. Regresar a la burbuja(1931)
  7. Equilibrio económico europeo (1931)
  8. Métodos de Economía Política (Bucarest, 1932
  9. Lucha Ortodoxa contra el Materialismo (1933)
  10. La unidad espiritual de Europa (1933)
  11. El Siglo del Corporativismo (Ediciones Payot, París, 1934)
  12. Memorias, 1945 (publicado en 1993)

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