Thor

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"Thor en la batalla contra los gigantes", según Mårten Eskil Winge, 1872.

Thor (del nórdico antiguo Þórr) es el dios del trueno en la mitología nórdica y germánica. Su papel es complejo ya que tenía influencia en áreas muy diferentes, tales como el clima, las cosechas, la protección, la consagración, la justicia, las lidias, los viajes y las batallas.[1]

Era el dios más venerado de las tribus germánicas al menos desde los primeros registros escritos hasta los últimos bastiones del paganismo germánico en la época vikinga tardía. La mayoría de los mitos germánicos lo mencionan o se centran en sus hazañas y en los relatos de las Eddas cumple el papel de protector del Midgard, el mundo de los hombres.[2]

Orígenes

Etimología

El nombre del dios es Þórr en nórdico antiguo, Þunor en anglosajón, Thunaer en sajón antiguo, Donar en holandés antiguo y antiguo alto alemán y þunraR en protonórdico.

Todas estas formas derivan del protogermánico *Þunraz. Tiene el mismo origen que la palabra trueno en inglés thunder, (incluso la misma palabra castellana "trueno") al igual que la palabra alemana Donner, la holandesa donder, la sueca tordön y la danesa y noruega torden.

Paralelismos indoeuropeos

La lucha de Thor con los Gigantes, obra del escultor Carl Johan Bonnesen (1868-1933), en Odense, Dinamarca.
Véase también: Religión indoeuropea


Todos los pueblos indoeuropeos presentan en su panteón una importante deidad asociada a los relámpagos y truenos y que derivan de una figura mítica común protoindoeuropea. Thor surgió heredando las principales características de las religiones indoeuropeas y se desarrolló bajo la idiosincrasia cultural y religiosa regional de los pueblos germánicos. Según la teoría de Georges Dumézil había tres dioses principales entre los pueblos indoeuropeos, cada uno con una función particular, y entre ellos el Dios del Cielo era quien ocupaba la posición principal, seguido de el Trueno.

Tanto Thor como Zeus e Indra comprenden deidades del trueno, ejercen un papel protagonista y se corresponden como los dioses más venerados en sus respectivas mitologías.

Tanto a Thor como a Zeus y Júpiter, les corresponde el día jueves: en latín Iovis dies, 'día de Júpiter'; y en inglés, Thursday, 'día de Thor'. En alemán, jueves es Donnerstag, 'día del trueno'.

Tácito, en su obra Germania realiza una interpretatio romana a la cultura de los germanos e identifica a Donar con Hércules, de lo cual puede deducirse que sus características esenciales eran muy similares. Como personificación del poder y en cuanto a sus atributos compartían muchas similitudes, Thor con un martillo y Hércules con un garrote y ambos dados a la glotonería. Además Tácito menciona que los teutones adoran a Hércules con cantos que llaman barditus, especialmente antes de las batallas. Esto puede compararse con lo que sucedía en la antigua Ática, donde los atenienses acudían al oráculo de Delfos aconsejados por los Peán cantando un conjuro mítico de victoria. Este canto de Peán pasó al mito de Apolo y su victorioso combate ante la serpiente Pitón.

Donar era el dios principal de los batavios con el centro de su culto en la actual Nimega, Holanda en donde se han encontrado dos templos al aire libre y un tercero en la cercana ciudad de Elst. En Germania Inferior, datando de los primeros siglos, se han encontrado brazaletes, monedas y piedras con inscripciones latinas que indicaban que habían sido ofrendadas a Donar. Las inscripciones en su mayoría tenían el nombre de Hercules Magusanus que era como los romanos llamaban al dios principal de los batavios. Inscripciones con este nombre se han encontrado en diversas partes como Houten, Tielland, Ubbergen, Westkappelle y Vetera en Holanda, Bonn en Alemania y Roma en Italia. La razón por la cual su nombre se dispersó tanto es porque los batavios entraron al servicio de los romanos y de ese modo lo divulgaron por todo el imperio, y al ser Donar un dios de la batalla, era particularmente popular entre los guerreros batavios.

La idea de un dios del cielo y la tormenta con un arma arrojadiza tal como el martillo de guerra de Thor y con un carro es una antigua imagen de dios. La deidad hitita Teshub es representada de forma muy similar, salvo que con un hacha y el dios hindú Indra también posee un carro y su arma principal son los rayos.

En muchas pinturas escandinavas en rocas y lápidas se encuentran figuras masculinas alzando martillos o hachas y en algunos casos también labrys o destras, en ocasiones en representaciones fálicas (e.g. la tumba de Kivik), lo cual puede ser interpretado como un símbolo de poder y representar una deidad. El martillo de Thor en el área norte de Alemania y el garrote de Donar en el sur fueron durante el paganismo tardío, posterior a los petroglifos, un amuleto de fertilidad, en particular femenina.

Otros paralelos a mitos del Indo es el de la lucha del dios del trueno con serpientes o dragones. En el caso de Thor combatiendo con la serpiente del Midgard, para los griegos existen casos análogos como la lucha de Apolo contra Pitón, Heracles contra la Hidra de Lerna, en la mitología hitita el dios Teshub y la serpiente dragón Illuyanka, y en la mitología hindú la lucha del dios Indra con el dragón Vritra según lo relata el Rig Vedá. El mito de la lucha con la serpiente es una característica evidente en todas estas culturas, como un símbolo de lucha en la región dominante.

Existe también, cierto paralelismo entre las formas de diálogo entre Thor y Odín en Hárbardsljód, con los registrados entre Indra y Varuna de acuerdo al Rig Veda. Según Dumézil estos diálogos no muestran un tono agresivo de conflictos entre diferentes cultos, sino más bien una antigua forma de diálogo basado en la diferente naturaleza de los dioses y su función en diferentes áreas.

La mayoría de las características antropomórficas de Thor son comparables con las de Indra respecto al pelo y al uso de barba. Indra es de cabellera y barba rubia según es descrito en Rig Veda, mientras que Thor es pelirrojo y ambos son en esencia dioses que aman y ayudan a la humanidad.

Existen similitudes en cuanto a la veneración de árboles consagrados al dios del trueno. Los germanos veneraban bosques sagrados y el árbol del dios del trueno, era el roble. Para los griegos Zeus también gobernaba sobre los truenos, relámpagos y la lluvia y en ocasiones se le conocía con el sobrenombre de "Tonante" o "Tronituante". Los robles eran los árboles consagrados a Zeus e incluso tenían un roble oracular en Dódona, su paralelo romano Júpiter, el cual también era adorado como dios de la lluvia y el trueno era igualmente asociado con ellos. Los eslavos veneraban estos árboles que eran consagrados al dios del trueno Perún del cual se han encontrado en Nóvgorod imágenes del dios con un hacha con rayos en la mano. Los lituanos tenían por deidad principal a Perkunas, dios del trueno y del relámpago al cual al igual que a los anteriores le consagraban los robles.

Paganismo tardío

La idea de Thor entre los pueblos germánicos era uniforme, pero hubo muchos desarrollos y cambios, e.g en su posición y rango, particularmente entre el período Romano, el periodo de las grandes migraciones y la Era Vikinga. Odín ocupa la mayor posición dentro del panteón nórdico, reemplazando al antiguo dios del cielo Tyr, por lo que Thor se encuentra en un nivel inferior de jerarquía, al menos según lo que relata la poesía escáldica. Sin embargo Thor era el principal dios venerado por los campesinos. Tenía templos, arboledas sagradas, y muchos topónimos aún presentes mayormente en Noruega, Suecia, Islandia e Inglaterra hacen referencia a su nombre. La imagen de Odín como dios mayor era común principalmente entre los nobles y en consecuencia se reflejaba en los poemas de los escaldos, lo que tuvo gran impacto posteriormente en las Eddas, escritas en el siglo XIII. Como el proceso de cristianización de los pueblos y tribus germánicas iba unido a la destrucción de todo lo pagano, se conservó muy poca información sobre el dios. La mayor fuente de información sobre Thor se encuentra en las sagas islandesas y las Eddas, sin embargo muchas de estas obras no se libraron de las influencias cristianas.

Características

Quizás el más popular dios de la mitología nórdica. Posee un martillo llamado Mjölnir (el destructor) con el que dominaba el trueno, y cada vez que lo lanzaba para desatar su poderoso golpe volvía a su mano como un boomerang. Además también tiene un cinturón mágico Megingiord que duplica su fuerza, que cabe resaltar siempre se caracterizó por ser grandísima. Se le conoce por tener una figura corpulenta y grande, con cabello y barbas pelirrojas y ojos rojos. Está siempre dispuesto a ayudar a sus amigos desinteresadamente. Su misión es mantener a salvo y en orden el mundo de los dioses y de los humanos, combatiendo a los gigantes y a la gran serpiente del caos Jörmungandr.

Genealogía

Thor es hijo del dios mayor Odín y de la diosa Jörð, personificación de la Tierra. Su esposa es Sif, con quien tuvo una hija llamada Þrúðr, la cual es una valquiria cuyo nombre significa "fuerza" o "poder". Con la giganta Járnsaxa tuvo otro hijo llamado Magni, que significa "fuerte". También es padre de Móði, cuyo nombre significa "ira", pero no hay información en los mitos sobre quien es su madre. Los nombres de sus hijos parecen ser personificaciones de todos los atributos que caracterizaban a Thor. Además el dios también tiene un hijastro llamado Ullr que es hijo de Sif y del cual no se menciona su padre.

En el prólogo evemerista de la Edda prosaica también se indica que tiene un hijo con Sif llamado Lóriði, y se mencionan unas diecisiete generaciones de descendientes; pero este prólogo es apócrifo y tenía la intención de dar una posible explicación sobre como los Æsir llegaron a ser adorados, desde una óptica cristiana.

Posesiones

Mjolnir

Ilustración de un martillo de plata enchapado en oro encontrado en Bredsätra, Öland, Suecia.
Artículo principal: Mjolnir


El objeto más representativo de Thor es su martillo de guerra de mango corto, llamado Mjolnir, creado por los enanos Sindri y Brokk. Tiene la propiedad de nunca fallar en su blanco y tras ser arrojado siempre regresa a las manos de su dueño, además puede encogerse y ser llevado con disimulo en la ropa y también puede ser utilizado para arrojar rayos. Para alzar su martillo, Thor utiliza un cinturón que aumenta su fuerza, llamado Megingjörð, y un par de guantes especiales de hierro. Mjolnir es su arma principal a la hora de combatir a los gigantes, siendo calificada por los dioses como el más precioso de todos los trabajos de los enanos y el arma más poderosa que poseen los dioses en su defensa contra las fuerzas de Jötunheim. El martillo se convirtió en un símbolo del dios y en un amuleto y pieza de ornamento muy popular durante la era Vikinga e icono del paganismo nórdico y germánico.

Carro

Thor viaja en un carro que es tirado por dos machos cabríos mágicos llamados Tanngrisnir y Tanngnjóstr. Tenían la peculiaridad de que Thor podía cocinarlos y luego si necesitaba continuar su viaje, cubría los huesos con la piel y utilizaba el poder regenerador de su martillo para volverlos a la vida. En una ocasión en que pidió hospedaje en la cabaña de unos campesinos para pasar la noche, cocinó los machos cabríos y uno de los hijos de la familia, llamado Þjálfi, quebró uno de los huesos, de modo que cuando Thor los devolvió a la vida a la mañana siguiente, notó que uno de ellos cojeaba. La ira de Thor fue enorme y para subsanar el problema Þjálfi y su hermana Röskva se convirtieron en sus sirvientes y le acompañaron en muchas de sus travesías. El poema escáldico Haustlöng relata que la tierra era arrasada y las montañas se resquebrajan cuando Thor viajaba en su carro.

Bilskirnir

Artículo principal: Bilskirnir


Thor vive en el Asgard, en el reino de Þrúðheimr o Þrúðvangr, que significa "Hogar de la fuerza". Allí vive con su esposa Síf y sus hijos en el palacio llamado Bilskirnir, el cual según es relatado en Grímnismál, es el más grande de todos los edificios y posee 540 habitaciones.[3] Según se relata en Hárbarðsljóð, aunque es la única fuente que lo menciona, Thor recibiría allí a los campesinos y esclavos muertos.[4]

Era cristiana

El martillo de guerra arrojadizo, llamado Mjolnir, del cual se hicieron réplicas en miniatura era un amuleto que luego se convirtió en un símbolo desafiante de los paganos nórdicos durante la cristianización de Escandinavia.

Una vez que el proceso de cristianización fue completado, la figura de Thor fue demonizada por la creciente influencia de misioneros cristianos. Después de que el cristianismo se cimentara, restos de su fe se conservaron de forma clandestina principalmente en áreas rurales,[5] sobreviviendo así hasta tiempos modernos en el folclore germano y más recientemente reconstruido bajo diversas formas en el neopaganismo germánico.

Referencias

  1. Thorshof Journal. «The cult of Thor, then and now». Consultado el 09/03/2008.
  2. de Vries, Jan (1964). Die geistige Welt der Germanen, WBG, Darmstadt, pp. 186-187. ASIN: B0000BP1ZI.
  3. Sturluson, Snorri. trad. Henry A. Bellows (1936) (ed.): «Grímnismál, estrofa 24». Edda poética. Consultado el 8 de marzo de 2008.
  4. Sturluson, Snorri. trad. Henry A. Bellows (1936) (ed.): «Hárbarðsljóð, estrofa 24». Edda poética. Consultado el 8 de marzo de 2008.
  5. Þingvellir. «Christianity». Consultado el 09/03/2008.

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