Vasile Marin

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
Vasile Marin (29 de enero de 1904, Bucarest, Rumania - 13 de enero de 1937, Majadahonda, España) fue un abogado y político rumano que llegó a ser uno de los comandantes de la Legión de San Miguel Arcángel. Murió en España en 1937 mientras combatía como voluntario en las filas del Bando Nacional.

Biografía

Juventud

Marin se formó como abogado en la Universidad de Bucarest, obteniendo su título en 1927. Afiliado al derechista Partido Nacional Campesino, se desempeñó como uno de los secretarios de Iuliu Maniu, el Primer Ministro de Rumania.

Vivió y estudió durante un tiempo en Francia, antes de volver a su país en 1931 y emplearse como asesor legal del Ministerio de Industria y Comercio.

Militancia nacionalista

En 1932 presentó su tesis en la Universidad de Bucarest para acceder al título de Doctor en Derecho. El trabajo fue un detallado análisis del fascismo, lo que terminó de convencerlo para unirse a la Legión de San Miguel Arcángel.

En las páginas de la revista Axa publicó una serie de artículos donde expresó sus ideas políticas: con un evidente espíritu antiliberal, Marin exhortaba a erradicar el pensamiento individualista para suplantarlo por un colectivismo que orientase a la totalidad de la nación rumana a la prosperidad y la felicidad. Su versión del nacionalismo revolucionario repudiaba el reaccionarismo y el conservadurismo, por lo que, aunque se reconocía como impulsor de la Tercera Posición, afirmaba que sus ideas estaban más próximas al sector izquierdo del espectro político que al derecho (sin embargo era también anticomunista, ya que no aceptaba la idea de la lucha de clases). Inspirado por Spengler, afirmaba que el pueblo rumano debía rechazar la civilización contemporánea -fruto de las manipulaciones de la masonería que promueve el cosmopolitismo- y desarrollar en su lugar a la cultura nacional, pero no mirando hacia la sabiduría folklórica de los campesinos sino utilizando el Estado para que se iluminara el conocimiento industrial que mejora las condiciones de vida de la población en general.

Marin -inspirado en la obra de Houston Stewart Chamberlain y Arthur de Gobineau- advertía sobre el peligro de la raza judía, que había generado una nación parasitaria de gente obsesionada con el triunfo de lo material y la muerte de lo espiritual. No coincidía con la opinión de que el cristianismo, por su origen judaico, es un obstáculo para el bienestar de la raza aria, debido a que aceptaba que la Iglesia Ortodoxa había sido custodia de la identidad rumana durante siglos (aunque si reconocía que, por conectar al pueblo con un pasado que no era enteramente propio, los ortodoxos habían permitido que la civilización contemporánea penetrase y bloquease el pleno desarrollo de la conciencia nacional). El abogado también afirmaba que los judíos de Rumania debían ser tratados como el resto de las minorías étnicas que habitaban el país y ser expulsados en algún momento, debido a que entendía que la heterogeneidad del pueblo sólo generaba conflicto social. Por ello no se conformaba con predicar un nacionalismo económico, ya que entendía que, si bien el mismo podía acabar con el esquema perverso del liberalismo que castigaba al pueblo trabajador, por si sólo éste no resolvería la división de la sociedad. Por ello, más que proponer adoptar el corporativismo, Marin proponía establecer un Etnoestado que garantizase que todos los aspectos de la vida rumana estén conducidos por los rumanos.

Dado que era experto en temas jurídicos, Marin también teorizó sobre la legalidad y la moralidad de la violencia política, sosteniendo que el asesinato de los enemigos del pueblo rumano estaba justificado.

Al igual que el resto de los legionarios, el abogado fue perseguido por sus ideas políticas, llegando incluso a sufrir el encarcelamiento.

Hacia 1935 era considerado uno de los máximos líderes de la Legión de San Miguel Arcángel y del Totul Pentru Tara, el instrumento electoral del movimiento.

Muerte

Marin se unió una delegación de legionarios rumanos encabezada por Ion Mota que viajó a España a fines de 1936 para manifestarle su apoyo al Bando Nacional que había iniciado la Cruzada de Liberación Nacional. Después de entrevistarse con José Moscardó, les ofrecieron la oportunidad de unirse como voluntarios y ser enviados al frente madrileño. Contrariando el deseo de Corneliu Zelea Codreanu, los hombres aceptaron y combatieron en Boadilla del Monte, Las Rozas, Aravaca, Pozuelo y El Pradillo. Sin embargo el 13 de enero de 1937, mientras el grupo se encontraba en Majadahonda, fueron atacados por la artillería enemiga. Tanto Marin como Mota resultaron muertos en esa ocasión, por lo que la delegación rumana se retiró de España en tren, llevándose consigo los dos cadáveres de los caídos en combate.

Tras atravesar Francia y Bélgica arribaron a Alemania. En Berlín fueron recibidos por una comitiva de funcionarios estatales y miembros de las SS que le rindieron tributo a los héroes. Posteriormente el tren cruzó Polonia, alcanzando la frontera rumana el 9 de febrero. En lugar de ir directamente a Bucarest para ser sepultados en el mausoleo que los legionarios habían construido, los féretros que contenían los cuerpos de Marin y Mota recorrieron varias ciudades del país, deteniéndose en ellas ante multitudes que se concentraban en las estaciones de trenes para rendirle homenaje a los nacionalistas fallecidos.

El 13 de febrero de 1937 finalmente arribaron a Bucarest. Antes de que las urnas fuesen depositadas en la Casa Verde -la sede de la Legión de San Miguel Arcángel-, se realizó una multitudinaria procesión por las calles de la capital rumana en la cual participaron miles de obreros, empleados y estudiantes, contando también con la presencia de representantes diplomáticos de Alemania, Italia, Portugal, España y Japón. El poeta Radu Gyr compuso el "Himno a Mota y Marín", el cual fue entonado por los legionarios durante el funeral, y Codreanu pronunció por primera vez el "Juramento por Ion Moţa y Vasile Marin", expresión que formaría parte de la ritualística legionaria posterior.

Homenajes

La trágica suerte de los legionarios derivó en que la Casa Verde fuese expropiada en 1941, desarmándose el mausoleo que había en su interior. En consecuencia los restos mortales de Marin desaparecieron, presuntamente para ser enterrados en una fosa común de un cementerio en Bucarest o en sus alrededores.

En 1948 el gobierno español erigió en Majadahonda a un monumento con forma de arco para conmemorar a Marin y Mota. Unos años después, más precisamente en 1970, un grupo de exiliados rumanos adquirió los terrenos donde se encontraba esa obra y le agregó una cruz cristiana.

Desde 2015 las fuerzas izquierdistas y antiespañolas proponen la destrucción del homenaje a los héroes rumanos.

Bibliografía

  • Fascismul: organizarea constituţinală a statului corporativ italian. Bucarest: Editura Colportajului Legionar, 1932.
  • Cuvinte pentru studenti. Bucarest: Tipografia Bucovina, 1937.
  • Crez de Generatie. Bucarest: Tipografia Bucovina, 1937.

Artículos relacionados