Atahualpa
Atahualpa, bautizado Francisco (Cuzco o Quito, c. 1500 - Cajamarca, 26 de julio de 1533), fue el último soberano inca, aunque no alcanzó a coronarse oficialmente como tal. Tras imponerse en la guerra contra su hermano Huáscar, fue capturado en Cajamarca por la expedición de Pizarro y ejecutado allí mismo meses después.
Su padre, Huayna Cápac, murió en torno a 1525; y el sucesor de este, Ninan Cuyuchi, murió el mismo día. Esto dio lugar a la sangrienta guerra civil por la sucesión entre Atahualpa y su hermano Huáscar. Atahualpa se hallaba entonces en Quito, al mando del ejército incaico del Norte y a cargo del gobierno de esa región, que estaba subyugada al Imperio incaico. Huáscar se coronó inca en Cuzco. Tras una larga campaña, Atahualpa logró vencer a Huáscar en 1532 cerca del Cuzco.
Atahualpa se hallaba en Cajamarca de camino a Cuzco para coronarse como nuevo emperador cuando recibió una invitación de Francisco Pizarro para reunirse con él en la Plaza de Armas de Cajamarca. Pizarro capturó a Atahualpa por medio de un ardid, mientras el plan de Atahualpa para capturar a los españoles fracasó. Atahualpa ofreció pagar un enorme rescate a cambio de su liberación y Pizarro aceptó su oferta. Ordenó traer a su hermano Huáscar, pero temeroso de que Huáscar se uniera con los españoles, mandó a ejecutarlo. Tras recibir el rescate los españoles acusaron a Atahualpa de traición, de conspiración contra la Corona española, y del asesinato de Huáscar.8 Le sometieron a juicio, le sentenciaron a muerte, y fue condenado a la hoguera pero, tras su bautismo, donde recibió el nombre de Francisco, su sentencia fue cambiada a la de muerte por estrangulamiento.
Pese a que Atahualpa no llegó a ser reconocido por la nobleza del Cuzco ni ostentar la mascapaicha, popularmente se le considera como el último gobernante del Tahuantinsuyo.