Combate de Cola del Dragón

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Al atardecer el 9 de junio, la Compañía de Comandos 602 reagrupando todos sus efectivos disponibles al mando del Mayor Aldo Rico se moviliza en una columna de camiones Mercedes Benz Unimog 416 del Capitán Fernando Pastor De La Serna hasta la 'Cola del Dragón' en las cercanías del río Murrell colocándose a 700 metros del cerro Dos Hermanas junto con parte del Escuadrón de Fuerzas Especiales 601 de la Gendarmería Nacional (EFE601GN) utilizando nuevamente el apoyo de fuego coordinado de una de las baterías del Grupo de Artillería 3 en Puerto Argentino.[1]Tenían como misión capturar el máximo posible de comandos británicos.[2]Por encima del Mayor Rico se ubicó el tirador especial, Capitán Hugo Roberto Ranieri, armado con un fusil de caza Weatherby 300 Magnum.

Zona de muerte

En la noche del 9 al 10 de junio, unos 50 Marines Reales del pelotón reforzado del Teniente David Stewart, intenteron volar el 3º Pelotón del Subteniente Marcelo Llambías Pravaz (Compañía C del Regimiento 4) en el Cerro Dos Hermanas con varias cargas de demolición C4 y 17 bazucas LAW de 66mm, infiltrando por debajo de los narices de los defensores conscriptos bajo el amparo de la oscuridad. Pero ellos chocaron con un número igual de comandos argentinos en posiciones de emboscada y reforzados por un destacamento de ametralladora bajo el mando del Cabo Walter Ariel Pintos que el Subteniente Llambías Pravaz había enviado hacia adelante.

El combate nocturno fue encarnizado. Un grupo de tres o cuatro comandos británicos descargaron sus armas en dirección a la ametralladora MAG operada por el Sargento Mario Antonio Cisneros[3]y asistada por el Teniente 1º Jorge Manuel Vizoso Posse muy cerca del río Murrell. Un cohete LAW explotó contra el cuerpo de Cisneros, matándolo en el acto y a su lado Vizoso Posse (ambos 602) fue herido en la cabeza. Vizoso Posse abrió el fuego exitosamente contra los hombres infiltrados del Cabo Robert Colville, vaciendo dos cargadores a corta distancia, y comenzó a replegarse hacia el puesto de socorro donde se hallaba la sección de reserva a órdenes del Capitán Eduardo Marcelo Villarruel.

Contraemboscada británica

Los Cabos Hugh Knott, Roscoe Tanner, David Wilkie y el resto de los Marines Reales habían comenzado su contraemboscada protegidos por una impresionante cortina de humo que los proporcionaban los morteros de 81mm de los Marines Reales John Greer y Mike Cluman del Pelotón de Morteros del Teniente Dominic Rudd al otro lado del río Murrell en la altura denomida The Saddle (La Silla de Montar). Mientras tanto el Teniente 1.º Horacio Fernando Lauria disparaba arrodillado granadas de fusil próximo al Mayor Rico y a 150 metros de distancia eran apoyados por refuerzos del Regimiento 4 con el cual el Cabo Walter Ariel Pintos se había adelantado. Vizoso Posse siguió tirando. Gracias a la luminosidad de las balas trazadoras, logró abatir a uno de los comandos británicos que hacia fuego contra su nueva posición. Por su parte el Capitán Andrés Antonio Ferrero relato: Me acuerdo que ordene al Teniente 1.º Horacio Lauria y Sargento 1.º Orlando Aguirre que tiraran (con granadas de fusil PDF) sobre una ametralladora que nos disparaba y vimos como explotaba y notamos como nuestro fuego daba resultado, dado que el enemigo comenzaba a disminuir el suyo.[4]No obstante, el terrible tiroteo proseguía. El Sargento Ramón Acosta cayó muerto y a su lado el Sargento Pablo Parada (ambos de Gendarmería Nacional) fue herido al ser alcanzados por el fuego de los hombres del Cabo Hugh Knott.

Retiro británico

A las 02:30 horas del 10 de junio los shockeados comandos británicos rompieron el cerco argentino gracias al Sargento Peter Jolly y el Marine Real Gary Marshall― quienes silenciaron una ametralladora a sus espaldas cortando la retirada ―y abandonando un montón de equipo[5]los Marines Reales lograron huir antes que entrara en acción la artillería argentina definitivamente cortando su ruta de escape. Cuando alcanzaron las posiciones del Pelotón de Vigilancia del Teniente Andy Smith en La Silla de Montar, el Marine Real Iain Leiper ―el radio operador del Capitán Ian Gardiner― que fue agregado al último momento al pelotón del Teniente Stewart para la misión, notó que su radio se había roto por un balazo de grueso calibre disparado muy probablemente por el Capitán Hugo Ranieri.

Cuatro Marines Reales murieron (Sargento Robert Leeming, Cabo Andrew Uren, Cabo Peter Fitton y el Marine Keith Phillips) y tres quedaron gravemente heridos definitivamente en esta noche[6][7][8]en el enfrentamiento que tuvo lugar cerca del centro del río Murrell, según reconoce el ministro de defensa británico.[9]Uno de los Royal Marines murió por fuego de mortero o granada de fusil disparado por el Teniente 1.º Lauría o el Sargento Aguirre en esta acción.[10]Según el Cabo Vincent Bramley, los cuatro Marines Reales habían en realidad sido muertos a tiros mientras yacían en sus sacos de dormir en La Silla de Montar.[11]

El historiador militar británico Bruce Quarrie revelaria en 1985 en su libro Las fuerzas de élite del mundo que hubieron dos Marines Reales muertos practicamente al inicio del combate:

Se realizó una constante serie de patrullas en la noche para explorar y hostigar al enemigo. Típico fue la patrulla enviada en las primeras horas de la mañana del 10 de junio. El teniente David Stewart de la Compañía Rayo X, 45 Commando, había informado a sus hombres durante la tarde del día anterior, y antes de la medianoche estaban listos. Fuertemente armados con dos ametralladoras por sección más lanzadores de cohetes de 66 mm y morteros de 2 pulgadas [81 mm], la Tropa se alejó sigilosamente en la noche iluminada por la luna hacia una loma a unos 4 km, donde se había observado el movimiento argentino. Manteniéndose bien esparcidos debido a la buena visibilidad, se movieron por el terreno rocoso aprovechando los numerosos cráteres de artillería como cubierta, y para las 04:00 [1 de la mañana hora local] estaban listos para cruzar el tramo final del campo abierto frente a las posiciones enemigas. Usando un arroyo poco profundo como cubierta, se movieron hacia arriba la pendiente y se despliegan en su posición entre las rocas en frente de las trincheras argentinas. Con la ayuda de un visor nocturno de intensificador de luz, pudieron ver a centinelas moverse alrededor. De repente, una ametralladora argentina abrió fuego y los Marines lanzaron un par de destellos de su mortero, retornando el fuego con sus propias ametralladoras y fusiles En cuestión de segundos tres soldados argentinos y dos Marines habían muerto. Otras figuras podrían verse corriendo en la colina a la izquierda, y cuatro soldados argentinos más cayeron ante la precisión de fuego de los Marines. En ese momento, las tropas argentinas más arriba en la ladera estaban bien despiertos, y una lluvia de fuego obligó a los Marines agacharse en la cubierta de las rocas. La situación se estaba volviendo decididamente insalubre y el teniente Stewart decidió retirarse, con el objetivo de matar y hostigar al enemigo realmente logrado. Sin embargo, una ametralladora a la derecha de los Marines estaba haciendo fuego sobre su ruta de huida, y Stewart envió a su sargento veterano, Jolly, con un par de hombres para eliminarlo. Después de un difícil acceso con poca cobertura, hubo una corta ráfaga de fuego y la ametralladora argentina quedó silenciada. Retrocediendo por secciones, la Tropa se retiró al arroyo, y para ese entonces el fuego argentino estaba cayendo corto y no hubo más bajas.
—Bruce Quarrie The Worlds Elite Forces, pp.53-54, Octopus Books Limited, 1985

El corresponsal de guerra británico Robert Fox pudo entrevistar a dos más de los Marines Reales puestos fuera de combate, uno que sufrió pérdida auditiva debido a las numerosas detonaciones de armas antitanques, con estallido de tímpanos (aplastamiento de los órganos internos de los oídos) y otro (Geoff Russ) que se torció la pierna cruzando el río Murrell durante el escape de los hombres de Stewart.[12]

En un duro combate de 20 o 30 minutos, la fuerza argentina logró dispersar al enemigo, que se retiró dejando en el terreno varias mochilas y lanzacohetes descartables LAW los cuales fueron presentados como trofeos de guerra a los periodistas argentinos en Puerto Argentino.[13]

Desobediciendo la orden de repliegue del Mayor Rico, el Teniente 1º Lauría quería perseguir a los Marines Reales para aniquilarlos y sobre todo para recuperar el cuerpo del Sargento Cisnero. "A un camarada se lo va a buscar, vivo o muerto", -gritaba a su jefe- "Y yo lo voy a hacer". Enfurecido, Rico quería agarrarlo a golpes en pleno combate. Pero Lauría se mantenía firme, decidido a insubordinarse. Sólo abandonó la idea, cuando él y varios otros hicieron el recuento de munición; que ya prácticamente no tenían.[14]

Nueva versión británica de los hechos

Con la publicación del libro Comandos: La Historia Interna de la Fuerza de Combate Más Selecta de Gran Bretaña en el año 2000, el entonces jefe de la Compañía Rayo X, Capitán Ian Gardiner, del Batallón de Comandos 45 contó por primera vez lo qué pasó según la unidad británica:

Una patrulla de la Compañía Y recibió la tarea de rodear el extremo este de Two Sisters y descubrir qué había allí. Una sección de morteros se separó de la tropa para avanzar hasta donde apoyarían a la patrulla. El comandante de la tropa de fusileros tomó las precauciones necesarias para evitar encontrarse con su propia sección de morteros. Pero el sargento de mortero se perdió gravemente y los dos grupos se encontraron en un lugar donde los morteros simplemente no deberían haber estado. La tropa fue la primera en ver los morteros. Por la forma en que iban, parecía probable que se tratara de una patrulla de combate (enemiga) que se dirigía a atacar nuestra posición. Sin embargo, el sargento comprobó por radio que no habían salidos otras patrullas en la noche. Incluso comprobó que la unidad vecina, el 3 PARA, no tenía nada afuera. Finalmente habló con su sección de morteros y les preguntó en qué tipo de terreno estaban. Ellos respondieron que estaban en terreno elevado y cerca de su objetivo. El sargento los miró a 180 metros de distancia y este grupo no estaba ni cerca del objetivo de los morteristas. Ya estaban a menos de 90 metros de distancia. El sargento los abrió fuego con su tropa. Después de aproximadamente un minuto, gritó una orden y uno de los morteristas los debió haberlo escuchados porque se oyó un grito en inglés: "Somos el indicativo 52". La tropa dejó de disparar. Finalmente, se realizó la identificación adecuada. Habían muerto cuatro hombres, incluido el sargento al mando. Escuché la última parte de este fiasco por la radio y la evacuación de las víctimas.
—John Parker Commandos: The Inside Story of Britain's Most Elite Fighting Force, Paginas ?, Hodder Headline, 2000

Referencias

  1. Comandos en Accion: El Ejercito en Malvinas, Isidoro J. Ruiz Moreno, p. 358, Emece editores, 1986
  2. "Stewart did not know that his patrol would take him into a sector reinforced by a Special Forces group commanded by Major Rico consisting of 602 Commando Company and Border Guard special forces with orders to take prisoners." 9 Battles To Stanley, Nick Van Der Bijl, p. ?, Leo Cooper, 1999
  3. El "Perro" Cisnero era un instructor de comandos conocido por su dureza. Su muerte no fue en un enfrentamiento con el SAS sino con una patrulla reforzad del 45º CDO, tal y como aclaro finalmente Nick Van der Bijl en su libro 9 Battles To Stanley (Leo Cooper, 1999). En dicho enfrentamiento fallecieron Cisneros y un comando de la Gendarmería Nacional, Ramón Acosta. Por parte británica hubo cuatro muertos.
  4. Comandos en Acción: El Ejército en Malvinas, Isidoro Ruiz Moreno, p. 356, Emecé Editores, 1986
  5. "En la mañana organizamos una patrulla con el objeto de explorar el terreno donde la noche anterior había chocado la Compañía de Comando 602 del Mayor Rico, con los británicos, acción en la cual, entre otros, murió el Sargento 1.º. Cisneros, de la Compañía citada. Aprovechando al máximo el terreno y cubriéndonos tras cada roca, descendimos hacia Monte Kent. Habíamos dejado un grupo de seguridad, y ya nos disponíamos a cargar material abandonado por los ingleses, cuando sentimos un estruendo. Se trataba de un Harrier, que a muy baja altura, venía desde Puerto Argentino y doblaba justo ante nuestras narices. El piloto nos miró mientras sacábamos el seguro del fusil. Fue todo tan rápido que no pudimos hacer fuego, de regreso recogimos los cadáveres de dos Infantes de Marina, muertos el 6 de junio. Uno de ellos tenía un impacto directo de cohete LAW 72, cuya carga hueca lo había cortado en dos; su vientre había desaparecido. Quedaban sus piernas, separadas, con los huesos sobresalientes. Pero la expresión de su cara, tan llena de paz, tan contrastante con el resto de la escena, me dio la certeza de que se trataba de algo divino. Juntamos sus pedazos en una capa de poncho". Malvinas: Relatos de Soldados, Martín Balza, p. 120, Círculo Militar, 1985
  6. "It was during the night of 9/10 June that a returning British fighting patrol from 45 Commando Royal Marines was mistaken for the enemy and Sergeant Bob Leeming, Corporal Andy Uren, Corporal Pete Fitton, and Marine Keith Phillips were killed in the subsequent firefight which occurred just before the main assault on Two Sisters" COMMANDO Veterans Association
  7. El Suboficial Neill Randall recuerda esta noche:"La peor noticia del día es que hubo un contacto amistoso durante la noche. El 45 había disparado contra su propia sección de morteros que se había desplegado para apoyar a las patrullas nocturnas. Hay 4 muertos y 1 herido de gravedad. Es probable que estas cosas sucedan durante la confusión de la guerra, pero maldita sea, ¿no debería la mayor parte de esto deberse a un pobre paso de información entre los comandantes superiores? Pero es el gruñido en el terreno el que enfrenta las consecuencias de sus insuficiencias." A Falklands Diary
  8. El Suboficial Mayor británico, Nick Van Der Bijl, escuchó en la radio la última acción de esta patrulla en The Saddle, al pie del Monte Kent, y la evacuación de los heridos del Pelotón de Morteros del Teniente Dominic Rudd:"Esa misma noche, una patrulla de combate del Comando 45 cometió un error de navegación y atacó lo que se pensó que era una posición argentina, pero que en realidad era la Tropa de Morteros en Monte Kent. Cuatro Marines Reales fueron muertos en este 'azul contra azul.'" 9 Battles To Stanley, Nick Van Der Bijl, p. 166, Leo Cooper, 1999
  9. Marines shot comrades in Falklands conflict
  10. "Three men, including Sgt Leeming on reconnaissance patrol, killed by friendly fire just before the main assault on Two Sisters, another Royal Marine was killed by mortar fire early in the attack..." Royal Navy casualties, killed and died, 1980-89 - Naval-History.Net
  11. "As we were milling around a peat fire with 9 Squadron, a chopper came down from one of the mountains. Some nosy lads ran towards it and quickly brought back the report that some of the Marines had had a blue-on-blue contact that night. A returning patrol had stumbled on a mortar-based team asleep and had shot them as they lay in their sleeping bags. There were three to four dead. Whatever we felt about the Marines, we were sorry for them that day." Excursion to Hell, Vincent Bramley, p. 73, Pan Books, 1992
  12. "One of the marines said he had damaged eardrums from the discharge of a 66 mm rocket close to him ... The other casualty had twisted his leg." Eyewitness Falklands, Robert Fox, p. 247, Methuen, 1982
  13. El Mayor Mario Luis Castagneto recuerda: "Otra acción, esta vez de la 602, al mando de su propio jefe, el mayor Rico, se produjo ... delante de la posición propia. En ella chocan con una fracción del SAS-Special Air Service- y, aunque los nuestros se encuentran en inferioridad de número que los comandos ingleses, no sólo lo baten y ponen en fuga sino que les capturan material que es traido de regreso a Puerto Argentino. Recuerdo que la televisión argentina filmó ese material capturado." La Guerra de Las Malvinas (Version Argentina), p. 645, Ediciones Fernández Reguera, 1987
  14. Rescatando al sargento Viltes