Cultura Bactria-Margiana

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Culturas arqueológicas asociadas a las migraciones indoiranias. Las culturas Andrónovo, Bactria-Margiana (BMAC) y la Yaz se han asociado a menudo con las migraciones indoiranias. Las culturas de tumbas de Gandhara (Swat), cementerio H, depósitos de cobre y cerámica gris pintada (PGW) son candidatas a culturas asociadas con las migraciones indoarias.

El complejo arqueológico Bactria-Marguiana (en inglés BMAC: Bactria-Margiana Archaeological Complex) o cultura del río Oxus o civilización del Oxus, es la designación arqueológica moderna de un estadio cultural de la Edad del Bronce de Asia Central, datado aproximadamente en el 2400-1600 a. C.,​ localizada hoy en Turkmenistán, norte de Afganistán, sur de Uzbekistán y oeste de Tayikistán, que se centra sobre el río Amu Daria (el Oxus de los antiguos griegos).

El complejo comenzó a ser estudiado a partir del descubrimiento en 1976 del sitio arqueológico de Gonur Tepe por el arqueólogo uzbeko Viktor Sarianidi (nacido en Taskent), que también le dio su nombre. El área implicada se extiende unos 1100 km de este a oeste, y unos 300 km de norte a sur.

Bactria fue el nombre griego del área de Bactra (hoy Balj), que ahora está al norte de Afganistán, y Marguiana fue el nombre griego del sátrapa persa de Margu, la capital que hoy es Merv, ubicada en Turkmenistán.

Relación con culturas indoeuropeas

Hay evidencia que sugiere una conexión entre el BMAC y las culturas indoeuropeas, pero la naturaleza exacta de esta relación es un tema de debate entre los arqueólogos y lingüistas.

El BMAC muestra indicios de interacción con las culturas indoeuropeas a través del comercio y el intercambio cultural. Objetos encontrados en sitios del BMAC indican conexiones con civilizaciones vecinas, incluyendo aquellas en la Meseta Iraní y las regiones del valle del Indo.

Algunos estudiosos sugieren que los pueblos indoeuropeos, específicamente los protoindoiranios, pudieron haber migrado a través de la región del BMAC en su camino hacia el sur de Asia. Este movimiento podría haber facilitado el intercambio de ideas, tecnología y prácticas culturales.

Aunque no se ha encontrado una evidencia directa que vincule la lengua del BMAC con los idiomas indoeuropeos, las migraciones y el contacto cultural hacen plausible una influencia indirecta.

Los estudios genéticos de restos humanos de la región del BMAC han mostrado cierta afinidad con poblaciones indoeuropeas, aunque la interpretación de estos datos es compleja y no necesariamente implica una continuidad directa.