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Ezequiel Zamora
Ezequiel Zamora (Cúa, Miranda, 1817 - San Carlos, Cojedes, 1860) fue un militar y uno de los principales protagonistas de la Guerra Federal de 1859, que enfrentó a dos facciones del pueblo venezolano, los conservadores y los liberales. Seguidor radical de estos últimos, se erigió como un líder populista que buscó ganar los favores del campesinado prometiendo una extensa reforma agraria.
Actualmente es una de las principales figuras históricas usadas por la propaganda del movimiento chavista en Venezuela.
Sumario
El mito de Zamora
De acuerdo con el escritor Adolfo Rodríguez, Zamora fue un violador de niñas, vagabundo, ladrón y esclavista, que sometía a sus tropas militares, en su mayor parte compuesta por efectivos negros a los que maltrataba para que obedecieran sus órdenes.
Según el historiador Guillermo Morón, Zamora como comandante militar fue un hombre sin escrúpulos que pasaba por un pueblo y lo incendiaba. Eso lo hizo en varias comunidades del estado Barinas.[1] Sostiene que fue un hombre pavoroso, por eso cuando murió, el gran escritor Juan Vicente González, dijo "bendita la bala que mató a Ezequiel Zamora". El historiador explica que a Zamora lo mató, de un balazo en su ojo izquierdo, uno de los soldados que tenía a su cargo, que era oriundo de Coro y se apedillaba Morón.
Morón aseguró que no se justifica por ningún motivo que el presidente Nicolás Maduro haya declarado el 1 de febrero como día no laborable, para celebrar el bicentenario del nacimiento del general Zamora.
Zamora fue un gran defensor del Federalismo y las autonomías de las regiones y en cambio la revolución bolivariana ejerce un sistema centralista y asfixiante. Además resulta contradictoria la tenencia de esclavos por parte de Zamora. Y es que para la época quien disponía de bienes y de fortuna, podía tener esclavos y Zamora los tuvo[2].
En el "Reglamento de la Ley de Abolición de la Esclavitud" que fue promulgado por el Presidente Monagas el 30 de marzo de 1854 hay una normativa jurídica que trata sobre la indemnización a los propietarios. Como consecuencia de ésta, ninguno de sus dueños salió perjudicado económicamente[2].
El 4 de junio de 1854, según la relación que existe en el Palacio de Gobierno de Guyana, comparece ante la Junta de Abolición, en Ciudad Bolívar, Ezequiel Zamora, con su carpeta llena de documentos que lo acreditan como dueño, señor y amo de Juana y Nieves. Esta última tarifada en 300 pesos y los manumisos Francisco María Castillo, de 7 años y Candelario de 16; Bonifacio de 15 años, Rafaela de 5 y Jacinto de 15[2].
Algunas curiosidades
- Ezequiel Zamora practicaba la Masonería.
- Se pintaba el pelo y los bigotes para que sus enemigos no lo reconocieran cada vez que escapaba de algún problema.
- Zamora se la pasaba hablando solo, como un loco.
- Sus sobrenombres eran: El Cabo Zamora, El Maneto, El Maneto Cabo Zamora, Pis Ágiles y El Catire.
- Lo mataron las propias tropas que comandaba, con un tiro en la cabeza.
- Fusiló a su mejor amigo y mano derecha en noviembre de 1859, para que sus tropas le tuvieran miedo.
- Mataba a sus enemigos de manera inhumana, en vez de castigarlos de otra forma.
- Su misión en la vida era asesinar a los que el llamaba "oligarcas" aunque no fueran culpables de nada, apenas por vengarse de que ellos tenían buena posición económica.
Referencias
- ↑ «Guillermo Morón: Zamora fue un hombre terrible» - El Carabobeño, 01 de febrero de 2017.
- ↑ 2,0 2,1 2,2 Mitos y realidades sobre Ezequiel Zamora
