Falacia del hombre de paja

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La falacia del hombre de paja es una falacia lógica que consister en caricaturizar, tergiversar, exagerar o asumir un significado distinto de los argumentos del oponente, para facilitar un ataque lingüístico o dialéctico.

Es una falacia porque no se combaten los argumentos del oponente, sino argumentos diferentes (aunque superficialmente parecidos) en principio fácilmente atacables. El nombre (hombre de paja) proviene de los muñecos y blancos simulados con que los soldados y caballeros practicaban en siglos pasados, sin temor a oposición alguna.

Ejemplos

A: Creo que es malo que los adolescentes vayan solos de vacaciones.
B (refutación falaz): Obligar a nuestros hijos a quedarse encerrados en casa es perjudicial para su desarrollo emocional.

El argumento de A no propone que los adolescentes deban quedarse encerrados en sus casas.


A: Creo que es malo que los niños salgan solos a altas horas de la noche.
B (refutación falaz): ¿Entonces al salir de la casa van a volverse sádicos, drogadictos y violadores?

El argumento de A no afirma que los niños se volverán sádicos, drogadictos o violadores. Hay otros peligros.


A: No puede probarse la inexistencia de Dios.
B (refutación falaz) ¿Entonces tu dices que Dios existe porque no se puede probar lo contrario?

El argumento de A no afirma que Dios existe, sino que no puede probarse su inexistencia (como tampoco puede probarse su existencia desde el método científico).

Defensa

La mejor defensa contra este tipo de falacia es adelantarse a las objeciones y tergiversaciones. No se debe esperar a que el contrario ejecute un hombre de paja, sino que se deben prever de antemano sus malinterpretaciones y atajarlas desde la primera intervención.

Por ejemplo:

  • Me parece una muy buena idea que nuestros hijos vayan de campamento, pero por su seguridad deben ir acompañados de algunos adultos (o sea, no estoy en contra del viaje, sino de que vayan solos).
  • Respeto a sus costumbres, no estoy en contra de ellas, pero prefiero mi estilo de vida.
  • No digo que se obligue a los alumnos a peregrinar el próximo sábado, solo propongo la actividad para quienes estén interesados.