Josué Estébanez

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Josué Estébanez

Josué Estébanez de la Hija (Lebensrune.png Galdacano, España, 15 de junio de 1984) es un militar y nacionalista español que se encuentra actualmente en prisión en su país por motivos netamente políticos.

Biografía

Luego de egresar de la escuela, Estébanez se unió al Ejército de Tierra como soldado, siendo designado al Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey N.º 1.

Incidente

En el mediodía del 11 de noviembre de 2007 se encontraba viajando en el ferrocarril subterráneo de Madrid, rumbo a la casa de un amigo en Villaverde para almorzar con él. Ese día Democracia Nacional Jóven organizaron una manifestación contra la inmigración en Madrid, bajo los lemas "Compórtate o márchate" y "No al racismo anti-español", la cual cumplía con los permisos requeridos conforme a la ley, por lo que Estébanez estaba contemplando la posibilidad de asistir al evento. Mientras tanto, antifascistas de "Coordinadora Antifascista" e "Izquierda Castellana" (grupos violentos criminales directamente relacionados con ETA, Batasuna, el terrorismo, el separatismo y la violencia callejera vasca), idearon reunirse a la misma hora para sabotear la manifestación.

Al llegar el tren a la estación de Legazpi, una horda de aproximadamente 50 antifas armados con puños americanos (nudillos de metal), gases, navajas y nunchakus, que se habían congregado con la intención de agitar y confrontar a los nacionalistas y buscaban a algún manifestante solitario a quién linchar cobardemente, abordaron el vagón en el que viajaba Estébanez, quien fue previamente seguido y provocado mediante insultos, amenazas de muerte y otras agresiones momentos antes de ser acorralado por el grupo antifascista dentro de un vagón.

Al ver que Estébanez vestía una sudadera de marca Three Stroke, popular entre los nacionalistas españoles, y razón por la cual Josué fue identificado como manifestante "con ropa fascista", los vándalos lo rodearon y comenzaron a acosarlo. Dentro de él, los antifascistas muestran un lenguaje corporal agresivo, prepotente e intimidatorio y a uno de ellos se le ve colocándose un puño americano. Viéndose en una situación de serio peligro por su vida, la víctima extrajo una navaja de entre sus ropas e intentó alejarse mientras la horda lo increpaba.

Un muchacho ultraizquierdista de 16 años, Carlos Javier Palomino, quien tenía numerosos antecedentes de drogadicción, vandalismo, robo[1] y violencia contra patriotas y que aparentemente estaba ese día bajo los efectos de algún estupefaciente, entra al vagón bloqueando la salida a Josué con su brazo, e intentó agredirlo físicamente. En seguida Josué, viéndose rodeado y quebrado psicológicamente ante la inminencia de un ataque contra su persona, es presa del instinto de supervivencia y con el fin de mantener su integridad física, reaccionó clavándole una puñalada en el pecho para defenderse lo que tiempo después le ocasionó la muerte.

Seguidamente apuñaló a otro atacante y trató de escapar. Luego la horda intentó agredir a Josué mediante escupitajos y golpes, estando él todavía en el vagón. Después de una persecución iniciada con el uso de un extintor de parte de uno de los agresores, los antifascistas alcanzaron a Josué y comenzaron a golpearlo brutalmente causándole heridas en la cara, costillas rotas, además de apuñalarlo dos veces por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Nadie fue detenido ni procesado por esta grave agresión. Otras siete personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.

Josué logró encontrar unos policías que lo rescataron y lo llevaron a un hospital, donde finalmente fue arrestado.

Condena y linchamiento mediático

Luego de ello Estébanez fue sometido a un linchamiento mediático que generó una enorme presión social sobre su caso, el cual fue manejado por la prensa, el gobierno y la justicia con hipocresía y manipulado convenientemente de modo que se mostraba a Josué como único agresor y sin ningún motivo. Se afirmó que Josué "buscaba la confrontación ya que los estaba esperando con la navaja en la mano", sin embargo, la videograbación del metro demuestra que el grupo de antifascistas estaba esperando a Josué antes de que el tren llegara a la estación, colocándose los nudillos y preparándose para el ataque, lo que indica que ya estaban todos avisados por teléfono de que Josué arribaría a dicha estación.[2]

En su juicio, la fiscalía exigió una pena de 29 años de prisión y 300.000 mil euros de indemnización para los padres del agresor difunto. Finalmente, en 2010, lo condenaron a 26 años de prisión y lo intimaron a abonar 150.000 euros en concepto de indemnización a los familiares de Palomino. El Ejército de Tierra posteriormente lo expulsó de entre sus filas.

La sentencia fue apelada por los abogados, pero en abril de 2010 terminó siendo íntegramente confirmada por el Tribunal Supremo. Durante el juicio se estableció que Estébanez había actuado por "odio ideológico" y se desestimó todo intento de la defensa por demostrar que, más allá de las ideas políticas del soldado, sus acciones fueron producto del tenso estado mental al que había sido sometido y de su deseo de salir con vida de la escena en la que estaba siendo agredido.

En prisión Estébanez procuró cumplir con su injusta condena de modo pacífico, dedicándose a estudiar y a trabajar igual a como lo haría cualquier ciudadano honesto y alejándose del consumo de drogas (algo muy común entre los internos de las cárceles españolas). Sin embargo los funcionarios carcelarios lo han privado de recibir visitas y enviar cartas, y lo incluyeron en el régimen FIES, un sistema creado para controlar a los presos más peligrosos que supone la imposición del aislamiento, traslados constantes de prisión, requisas periódicas exhaustivas y otras condiciones draconianas.

Muchos nacionalistas europeos exigen la revisión de su caso y el fin de su cautiverio, utilizando el lema "¡Josué Libertad!".

Enlaces externos

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