Manuel Antonio Paniagua

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Paniagua junto a sus amigos en la ciudad de Cochabamba.

Manuel Antonio Paniagua Rosado fue un filósofo boliviano de la región de los valles.

Paniagua nació en la ciudad de Vallegrande el 24 de septiembre de 1827, hijo del abogado Pedro Paniagua de Loayza y María Carmen Rosado. Abogado, filósofo, escritor y profesor.[1]

Su padre, el abogado Pedro Paniagua, fue jurista en la Real Audiencia del Cuzco y de La Plata y ya en la república fungió como juez de letras y senador.

Manuel Antonio Paniagua estudió en la primaria en Vallegrande y continuó en Santa Cruz, donde salió bachiller. En 1852 se graduó de abogado en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba.[2]

Se dedicó a la enseñanza, siendo profesor en el colegio Bolívar de Cochabamba y en la Facultad de Derecho de la misma ciudad, llegando a ser inspector general de instrucción pública del departamento de Cochabamba. Es así que se unió al movimiento subversivo estudiantil cochabambino denominado 'constitucionalistas', que en 1865 intentó derrocar al presidente Mariano Melgarejo, tomando las armas junto a destacados estudiantes e intelectuales como los hermanos León y Néstor Galindo, Miguel Aguirre, Daniel Calvo y otros en l abatalla de La Cantería (Potosí).[3]

En esta batalla, los constitucionalistas fueron derrotados y fusilados, pero entre los pocos sobrevivientes se contó a Paniagua, que al caer prisionero fue conminado a arrodillarse para ser fusilado, pero respondió: "de rodillas mueren los esclavos; yo quiero morir de pie". Actitud valiente que impresionó tanto al presidente Melgarejo, que le perdonó la vida.

En 1873 fue nombrado subprefecto de Vallegrande y en 1879 fue nombrado juez de partido. En 1882 se mudó a Santa Cruz de la Sierra, donde dio clase de filosofía e historia en el Colegio Nacional (hoy Nacional Florida) y también dio clases en la Universidad Cruceña (hoy Universidad Autónoma 'Gabriel René Moreno').

En la ciudad de Cochabamba escribía para el periódico El Heraldo, en el que colaboraba con una columna. En Santa Cruz publicó sus artículos para los periódicos La Estrella del Oriente, La Abeja y La Ley. Fue latinista y filósofo, se relacionó con los grandes pensadores e intelectuales de la época. En 1896 fue nombrado rector del Colegio Nacional Florida cruceño.

Julio A. Gutiérrez escribió sobre él: «Hombre modesto, su vida la pasó entre los libros nutriendo su cerebro con paciencia; representaba a esos viejos maestros que todo lo sabían, a cuyo paso se destocaba la juventud con veneración como antes los portentos del Renacimiento que dominaban la ciencia conocida».[4]

Se casó con Zenaida Vidal y tuvo dos hijos: Antonio Manuel y Enriqueta Paniagua Vidal. Falleció el 4 de noviembre de 1903 en Santa Cruz a los 76 años de edad.

Obras

  • La razón universal de la naturaleza
  • Estudios sobre el ser y no ser
  • Lecciones de filosofía natural
  • La filosofía alemana
  • Comentarios (1901)

Referencias

  1. Gilberto Rueda Esquivel, Fragmentos: retazos de historiografía vallegrandina. Editorial El País. Santa Cruz de la Sierra, 2019.
  2. M. Pérez, Pensadores cruceños. Santa Cruz de la Sierra, 1992.
  3. N. Aranzaes Las revoluciones en Bolivia. La Paz, 1992.
  4. Julio A. Gutiérrez, Historia de la Universidad de Santa Cruz. 1925.