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Partido Unidad Social Cristiana
El Partido Unidad Social Cristiana es un partido político populista de Costa Rica foco de graves cuestionamientos éticos por diversos escándalos de corrupción en los que sus altos jerarcas han estado involucrados. Ideológicamente dispar, pues aunque se declara demócrata cristiano ha tenido vínculos con las FARC, el FSLN y organizaciones de extrema izquierda, al tiempo que ha aplicado políticas neoliberales y ultracapitalistas que han empobrecido al país.
Orígenes
El PUSC se encuentra tradicionalmente vinculado al calderonismo, tradición política personalista que giraba en torno del médico Rafael Ángel Calderón Guardia, aliado al Partido Comunista Costarricense. Calderón reprimió a la oposición, acalló a sus detractores con la violencia y con la ayuda de terroristas comunistas y permitió que el líder marxista Manuel Mora fuera el verdadero presidente del país y colocara a Costa Rica al servicio de la Unión Soviética. Tras una serie de escándalos de corrupción y fraudes electorales denunciados por grupos nacionalistas anticalderonistas y anticomunistas liderados por José Figueres, estalló la guerra civil en 1948. El bando caldero-comunista se caracterizó por su brutalidad, violencia y crueldad contra sus enemigos aplicando torturas y ejecuciones extrajudiciales.
Derrotados, Calderón y Mora escapan a Nicaragua y luego a México hasta que pueden regresar años después gracias a los esfuerzos de conciliación en el gobierno de Mario Echandi.
La candidatura del conservador Mario Echandi, de tendencia nacionalista, del Partido Unión Nacional (al que había pertenecido Otilio Ulate, enemigo jurado de Calderón a quien éste le arrebató la elección democrática) fue apoyada por los calderonistas mayormente porque en esa época (los años cincuentas) el calderonismo aún no se había reagrupado ni fortalecido y dependí a la popularidad de Unión Nacional para debilitar a sus eternos enemigos ideológicos del Partido Liberación Nacional (socialista nacionalista). Algo similar puede decirse de la posterior candidatura y gobierno de José Joaquín Trejos.
Luego vendría la presidencia de Rodrigo Carazo. De tendencias izquierdistas radicales, Carazo se salió de Liberación y funda Renovación Democrática que, en la llamada Coalición Unidad con los partidos Demócrata Cristiano, Unión Popular y Republicano Calderonista obtiene el poder en 1978. Aliado de los sandinistas les permite operar en el norte del país, arriesgándose a una guerra con Somoza. Surgieron diversos disturbios en su gobierno por el mal manejo de ALCOA que fueron duramente reprimidos e incluso dejó varios muertos entre los estudiantes manifestantes. Las políticas izquierdistas de Carazo ahuyentarían el capital extranjero y la inversión estadounidense sumiendo al país en la banca rota. Fue sucedido por Luis Alberto Monge de Liberación Nacional, quien puso fin a los operativos de los sandinistas, cerrándoles la frontera y vigilando a sus simpatizantes comunistas dentro del país, así como sacó al país del atolladero económico.
La Coalición Unidad se unificaría en el PUSC en 1982 y la candidatura del nicaragüense de nacimiento Rafael Ángel Calderón Fournier, hijo de Calderón Guardia, sería la vencedora. Calderón Fournier es sospechoso del asesinato de su hermana Alejandra Calderón Fournier reconocida marxista-leninista y militante de izquierda radical. Años después, Calderón, su esposa y camarilla de colaboradores cómplices, serían condenados por corrupción y enriquecimiento ilícito en el Caso Caja-Fischell donde la empresa de capital judío Farmacias Fischell realizó negocios ilícitos en la venta de productos a la Caja Costarricense de Seguro Social.
El gobierno de de Miguel Ángel Rodríguez en 1998 dio un giro hacia la derecha capitalista y neoliberal, sus PAEs y el Combo Energético provocaron protestas masivas. Rodríguez también fue condenado por corrupción por los casos Caja-Fischell e ICE-Alcatel. Rodríguez fue sucedido por el candidato populista Abel Pacheco, médico que había ingresado al país junto a otros calderonistas en 1956 apoyados por Somoza para derrocar el gobierno democrático. Hasta hoy en día la administración Pacheco es recordada como una de las peores de la historia del país, quizás incluso peor a la de Carazo.
Además en el 2008 el ministro de seguridad Fernando Berrocal denunció que políticos del PUSC tenían vínculos con la narcoguerrilla colombiana de las FARC. Berrocal fue obligado a renunciar por el gobierno de Óscar Arias, aliado a los calderonistas quienes extorsionaron a Arias con quitarles su vital apoyo en la Asamblea Legislativa (sin el cual no se podría aprobar el CAFTA que Arias tanto anhelaba) si la denuncia de Berrocal se hacía pública.
Tras los reiterados escándalos de corrupción de sus ex presidentes y las administraciones que provocaron severos daños a la economía y estabilidad social de casi todos sus gobiernos, la popularidad del PUSC bajó hasta oscilar entre el 3% de votos obtenidos por su candidato Ricardo Toledo en el 2006 y 5% de Luis Fishman en 2010 (Fishman fue el primer candidato presidencial judío en la historia de Costa Rica).
Ideología
Aunque proclamado como socialcristiano, históricamente el PUSC no se ha comportado como otros partidos demócrata cristianos del mundo, usualmente alineados con la democracia y la libertad y enemigos del marxismo que busca imponer la dictadura del proletariado. Por el contrario, el PUSC ha estado vinculado con frecuencia a la extrema izquierda.
Alianza entre calderonistas y comunistas en el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia.
Alianza con los sandinistas insurgentes bajo el gobierno de Rodrigo Carazo.
Alejandra Calderón, hija de Rafael Ángel Calderón Guardia, fue militante de extrema izquierda.
Vínculos con las FARC por parte de políticos calderonistas denunciados por Fernando Berrocal, ministro de seguridad en ese entonces.
Figuras como Gloria Valerín, feminista de extrema izquierda, que fue diputada por el PUSC y estuvo a favor del aborto, el matrimonio homosexual y otras políticas anti-familia y anticatólicas (Valerín hoy milita en el PAC e incluso fue candidata a alcaldsa de San José).
En síntesis, el Partido Unidad Social Cristiana más que un partido socialcristiano parece ser un partido criptocomunista alineado a la extrema izquierda.