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Philippine Le Noir de Carlan
Philippine Le Noir de Carlan (
10 de octubre de 2004 - 
20 de septiembre de 2024) fue una joven universitaria francesa de 19 años que fue violada y asesinada por un invasor marroquí que ya había
sido detenido años antes por violar a otra joven de 23 años.[1]
Víctima de la política migratoria de Macron, que permitió indirectamente que un criminal con antecedentes campara a sus anchas por las calles de París, su caso ha avivado la indignación y los llamados del pueblo para que se tomen medidas más duras contra la inmigración.
Sumario
Datos biográficos
Philippine nació el 10 de octubre de 2004 en una familia católica. Su madre es profesora de matemáticas y su padre es físico de la Comisión de Energía Atómica. Completó su educación en una escuela secundaria católica privada antes de comenzar una carrera en economía e ingeniería financiera en la Universidad Paris Dauphine. Fue líder scout y participó en el movimiento Scouts y Guías de Francia desde su infancia. Frecuentaba regularmente la iglesia de Saint-Pierre-du-Lac. Vivió en el distrito 16 de París, en un apartamento del Boulevard Lannes, al lado de la universidad, y regresó con su familia a Montigny-le-Bretonneux.
Incidente
Philippine desapareció el día 20 de septiembre por la tarde después de salir del campus universitario de París-Dauphine, donde estudiaba economía y gestión financiera. No había dado noticias a sus familiares desde ese día por la tarde, después de haber almorzado en el Crous de su universidad.
La estudiante había dejado el establecimiento hacia las 14 horas: fue la última vez que la vieron. Tenía previsto dirigirse a casa de sus padres en Yvelines, en Montigny-le-Brotonneux. Cuando notaron que su hija no había llegado, intentaron llamarla varias veces, sin éxito.
Fue su hermana la primera en alertar a las autoridades. Según nuestra información, ella se presentó en la comisaría del distrito 16 de París el viernes por la noche, alrededor de las 23 horas, para denunciar la desaparición de Philipinne.
Su cuerpo semienterrado apareció al día siguiente en el parque Bois de Boulogne, en el extremo occidental de la capital. Fue encontrado por su familia, que había usado un rastreador en su teléfono para buscarla. La policía fue alertada y las autoridades procedieron a retirar el cuerpo. Philipinne fue identificada formalmente “a última hora de la tarde” el sábado, según informó la fiscalía. Se informó que los resultados de la necropsia mostraron que había muerto por asfixia sin estrangulamiento.
Responsable
El sospechoso, un hombre marroquí de 22 años identificado por los medios franceses como Taha O, fue detenido en Ginebra después de una búsqueda de tres días a petición de las autoridades francesas, que solicitaron la extradición a Suiza. Su ADN fue encontrado en la escena del crimen.
Llegó a Francia desde España con 17 años sin papeles y violó a una estudiante pocos meses después en 2019, cuando era todavía menor, por lo que fue condenado a siete años de cárcel, de los cuales sólo cumplió cinco.
Al final de su pena, salió de prisión el 20 de junio de 2024 pero como su condena conllevaba la expulsión de Francia, en principio fue trasladado a un centro de retención. Sin embargo, el 3 de septiembre, un juez decidió ponerlo en libertad bajo unas condiciones que nunca cumplió y sin que, por supuesto, la policía se tomara la menor molestia en buscarlo y devolverlo al centro de internamiento.
Reacciones
Una de las primeras reacciones políticas cuando se conoció la captura del sospechoso fue la de Jordan Bardella, presidente de la Agrupación Nacional (RN), que en su cuenta de X subrayó que «a Phlippine le robó la vida un migrante marroquí pendiente de expulsión»:
Para el nuevo ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, es una primera prueba después de asumir el cargo prometiendo que sus tres prioridades principales serían "establecer el orden, establecer el orden y establecer el orden". En la plataforma de redes sociales X, dijo:
Boicot de homenajes por la extrema izquierda
Una semana después de los hechos se fueron suscitando algunos intentos de sabotaje por parte de grupos de odio de la extrema izquierda contra varios actos de homenaje a la joven francesa.[2]
Tan solo un día después del emotivo entierro que tuvo lugar en París para despedir a Philippine, la izquierda radical francesa ha pasado a la acción con una campaña de descrédito inhumana hacia la joven asesinada, intentando silenciar sus homenajes.
El 28 de septiembre, en la pequeña localidad de Vienne, situada en escasos kilómetros de Lyon, se vivían nuevos episodios de tensión en otro de los actos convocados para recordar a la víctima. En el momento más emotivo, una treintena de personas irrumpía en el lugar escogido, boicoteando el acto en memoria de la joven.
Los manifestantes, sin ningún tipo de sensibilidad, comenzaron a cantar la canción Siamo Tutti Antifascisti ("Todos somos antifascistas"), utilizada habitualmente por los activistas de extrema izquierda en Francia. De hecho, lejos de pedir perdón o mostrar una ligera autocrítica, uno de los asistentes calificó como "explotación del feminicidio" la concentración convocada en Vienne. Uno de los boicoteadores, quien según el diario francés Le Figaro, pertenecería al sindicato de la Francia Insumisa (La France insoumise), dijo:
Una de las asistentes al homenaje fue la diputada del partido conservador francés, Hanane Mansouri, quien compartió en su cuenta de X lo vivido:
Asimismo, Mansouri calificó como «vergonzoso» lo sucedido, alegando que «todos podríamos haber sido Philippine».
Lo ocurrido en la localidad de Vienne se repitió a lo largo de varios días en algunos puntos del país. Distintos sindicatos universitarios han denunciado que varios grupos pertenecientes a colectivos de extrema izquierda optaron por tomarse la justicia por su mano, arrancando cada uno de los carteles en los que se pedía justicia para la víctima.
