Revolución cubana

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Fidel Castro marchando con una columna de guerrilleros cubanos.
La Revolución Cubana es el término con el cual se designa al movimiento revolucionario que comenzó con la insurgencia que se opuso al gobierno del general Fulgencio Batista.

Posteriormente este nombre ha pasado a definir un período histórico tras su triunfo el 1 de enero de 1959, por varias fuerzas insurgentes, entre las que predominaba ampliamente el llamado Ejército Rebelde del Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro, su hermano Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Ernesto Guevara y otros.

La caída de Batista condujo a la formación de un gobierno presidido inicialmente por el abogado Manuel Urrutia Lleó como presidente y José Miró Cardona como primer ministro, quienes serían desplazados poco después en una campaña organizada por Fidel Castro y que puso todo el poder en sus manos. Luego fue tomando progresivamente una explícita orientación comunista que dejó a Cuba en un generalizado caos económico, político y social.

Caida de la Unión Soviética

Al colapsar la Unión Soviética en 1991, Cuba, que vivía de lo que los soviéticos le mandaban tuvo una caída espectacular en su nivel de vida, que ya de por sí, era muy bajo. En realidad, Cuba vivió como una sanguijuela dependiendo de la generosidad del pueblo ruso.

Se conoce como "Período Especial" a la etapa de la historia cubana luego del colapso soviético hasta el nuevo siglo. Esto implica que abarca desde finales de 1991 hasta el presente.

En realidad el Período Especial comenzó el 1 de septiembre de 1990, con un férreo control de los alimentos, que fueron racionados casi en su totalidad para evitar una hambruna mayor.

Al despilfarro y mal manejo económico acumulado durante años, el voluntarismo de Fidel Castro en la toma de decisiones y la dependencia de un enorme subsidio económico por parte de la Unión Soviética y otros miembros del CAME, se unió ahora la falta de compradores de productos agrarios de Cuba, el cese del generoso y abundante suministro de combustible, la desconfianza de los acreedores internacionales por los reitarados incumplimientos en los pagos, así como el colapso de varios sectores económicos sensibles (entre otros los servicios prácticamente dejaron de existir durante esta etapa), afectaron a todo el país. Aún así, el gobierno cubano decidió llevar a cabo los planificados XI Juegos Panamericanos de la Habana. Al final estos juegos significaron más gastos que ganancias por la posición de Cuba de realizarlos aún sin la participación de televisoras extranjeras. Los enormes gastos de los Juegos Panamericanos aceleraron el colapso que se avecinaba.

Hambruna y represión

El 11 de diciembre de 1964, el Che Guevara pronunció un discurso ante la ONU que se hizo famoso porque, en esa oportunidad, reconoció abiertamente ante el mundo que la revolución llevaba seis años fusilando gente y que continuaría haciéndolo. Estas fueron sus palabras textuales:

Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando.
—Hernesto Guevara

Entre 1992 y 1994 el presupuesto nacional se redujo a menos de 2.000 millones de dólares anuales, un número impensable para una nación de 11 millones de habitantes. No obstante, a pesar del hambre de un importante sector de la población, el régimen se mantuvo en el poder a través de los mecanismos de control y represión bien conocidos en cualquier Estado totalitario.

El gobierno, ante la caída económica, autorizó (muy limitadamente) un reducidísimo sector privado al que se llamó "Cuentapropismo" o "Trabajo por Cuenta Propia", que era el único capaz de llevar a cabo funciones de servicios y artesanales que el Estado no estaba en condiciones de asumir. Posteriormente, ante el fortalecimiento del presupuesto nacional, el cuentapropismo fue limitado radicalmente a través de la prohibición de expedir nuevas licencias y con aumentos de los impuestos hasta niveles insostenibles, con lo que, en lugar de estimular la producción, lo que se logró fue el aumento de una capa parásita de intermediarios y comerciantes (con un alto nivel de ilegalidad y corrupción que caracteriza a los regímenes comunistas) que aún controla ese diezmado sector privado de la economía cubana actual.

Paralelamente, en 1993, se legalizó la tenencia y uso de divisas convertibles, con lo que se puso en práctica el sistema de doble moneda, lo que, aunque detuvo el proceso de pérdida de valor de la moneda nacional, ya decaída enormemente por la disminución del Producto nacional bruto, no logró ninguna recuperación y mantiene el nivel de los salarios de los trabajadores en niveles irreales, totalmente divorciados de los precios y las necesidades más perentorias de las familias cubanas.

La verdadera cara del comunismo

Todo esto trajo consigo un aumento vertiginoso de la prostitución, el proxenetismo, entre otros males; aumentó las desigualdades económicas de la población, que no eran tan evidentes, aunque existían, en el periodo de los años 70 y 80.

El mundo ve hoy en día, lo que el comunismo es realmente. El tan promocionado "paraíso marxista" es solamente una gran farsa. Un verdadero y gigantesco campo de concentración en manos de asesinos con ansias de poder.

Educación

Una de las cosas que se suele utilizar para defender la revolución cubana y al régimen dictatorial Castrista es argumentando de que el nivel de educación en Cuba es muy bueno, según el informe de ONU en el 2008 Cuba ostentaba un 99,8% de alfabetización en los adultos, pero en 1957 antes de la revolución la educación del país ya era envidiable, de acuerdo con el informe de las Naciones Unidas de ese año Cuba estaba entre los 4 países con más alfabetizados; en 1959 contaba con la formidable cifra del 80% de población alfabetizada; Cuba figuraba en el primer puesto de los países hispanoamericanos en el porcentaje de personas que sabían leer y escribir. Notable escala no muy diferente a la actual. Lo cual demuestra que no fue la revolución autor de estos logros, lo único que hizo es no haber destrozado la extraordinaria situación educacional heredada. Pero al transcurrir más de 50 años desde la revolución cubana, parece que Cuba ya no puede si quiera seguir conservando la excelencia educativa de otrora, tal como lo dicen las páginas del periódico de tendencias marxistas Le Monde Diplomatique:

"Algunos profesores dejaron su empleo por actividades privadas mejor remuneradas. Aveces se los reemplaza por maestros emergentes, docentes poco experimentados que han recibido una formación corta. La enseñanza es un desastre,exclama uno de los asistentes durante un debate público organizado por la revista Temas… ¿De dónde viene el desinterés de muchos jóvenes por la política? Es que me pone enfermo,responde uno de ellos, exasperado por las cotidianas exhortaciones y las orientaciones políticas de los dirigentes. El sentimiento de que no tienen un porvenir profesional correspondiente a la calificación adquirida está muy expandido y muchos tratan de irse de la isla. En febrero de 2008, durante un debate muy mediatizado, un estudiante presentó sus quejas al presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón. ¿Por qué hace falta una autorización para viajar?, ¿Por qué está restringido el acceso a Internet?… Algunos jóvenes estudiantes e investigadores ponen el acento en la necesidad de socializar el poder… signo de estos tiempos, ninguno de ellos se define como fidelista".
—.

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