Severino Boecio

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Boesio

Anicio Manlio Severino Boecio fue un filósofo y estadista romano, a menudo llamado "el último de los Romanos", considerado por la tradición como mártir cristiano, nació en Roma en 480; Murió en Pavia en 524 o 525. Descendiente de una familia consular, quedó huérfano a temprana edad y fue educado por el piadoso y noble Simaco, con cuya hija, Rusticana, se casó. Ya desde 507 era conocido como un hombre docto, y como tal el rey Teodorico le confió varias misiones importantes.

Vida

Disfrutó de la confianza del rey, y como patricio romano era admirado por los representantes de la nobleza romana. Sin embargo, cuando sus enemigos lo acusan de deslealtad al rey ostrogodo, alegando que él conspiró para restaurar la "libertad Romana", y agregando la acusación de "sacrilegio" ( práctica de la astrología), ni su noble cuna ni su gran popularidad le ayudaron. Fue puesto en prisión, condenado sin ser escuchado, y ejecutado por orden de Teodorico. Durante su prisión, él reflexionó sobre la inestabilidad del favor de los príncipes y la inconstancia en la lealtad de sus amigos. Estas reflexiones le sugirieron el tema de su más conocida obra filosófica, la "De Consolatione Philosophiae".

Tradición cristiana

La Tradición empezó muy temprano a representar a Boecio como un mártir de la fe cristiana. Se cree que entre las acusaciones hechas contra él estaba la devoción a la causa católica, la cual por ese tiempo era defendida por el emperador Justino contra el arriano Teodorico. En el siglo octavo esta tradición había asumido su forma definitiva, en muchos lugares Boecio era honrado como un mártir, y su fiesta observada el 23 de Octubre. En tiempos recientes, la erudición crítica ha ido al extremo opuesto, y no han faltado críticos que afirman que Boecio no era un cristiano del todo, o que, si lo fue, abjuró la Fe antes de su muerte. El fundamento de esta opinión es el hecho de que en " Consolaciones de la Filosofía" no se hace mención de Cristo o de la religión cristiana. Una visión más sana, que parece en la actualidad prevalecer entre los estudiosos, es que Boecio fue un cristiano y permaneció cristiano hasta el fin.

Que él fue un cristiano lo prueban sus tratados teológicos, algunos de los cuales, como veremos, son indudablemente genuinos. Que él permaneció cristiano es la inferencia obvia del hecho comprobado de su asociación continuada con Simaco; y si "Consolaciones de la Filosofía" no posee rastros de influencia cristiana, la explicación se tiene al alcance en el hecho de que es un ejercicio enteramente artificial, un diálogo filosófico modelado en producciones estrictamente paganas, un tratado en el cual, según las ideas del método que prevalecían en ese entonces, el sentimiento y pensamiento Cristiano no tenían un lugar propio. Además, aun si, desatendemos ciertas alusiones que algunos interpretan en un sentido cristiano, hay pasajes en el tratado que parecen evidentemente sugerir que, después de que la filosofía ha vertido todas sus consolaciones para beneficio del prisionero, hay remedios más potentes (validiora remedia) a los cuales él puede recurrir. No puede haber duda razonable, entonces, que Boecio murió cristiano, aunque no es fácil mostrar de fuentes documentales que él murió mártir de la fe católica. La falta de evidencia documental, sin embargo, no nos impide dar el valor debido a la constante tradición sobre este punto. El culto local de Boecio en Pavia, fue sancionado cuando, en 1883, la Sagrada Congregación de Ritos confirmó la costumbre prevaleciente en esta diócesis de honrar a San Severino Boecio, el 23 de Octubre.

Contribuciones científicas y filosóficas

A la ciencia matemática y a la teoría de la música Boecio contribuyó con "De Institutione Arithmetic Libri II", "De Institutione Music Libri V", y "Geometria Euclidis a Boethio in Latinum translata". El trabajo mencionado al final, es encontrado en varios manuscritos de los siglos once y doce. Se ha encontrado también entre los manuscritos un trabajo "De Geometri ", el cual, en su forma existente, es considerado ser una elaboración del siglo noveno o décimo, de un trabajo de Boecio. Qué tan genuino es el trabajo, y en qué medida las interpolaciones se han filtrado, es un asunto de interés más que ordinario para el estudiante de historia general, de la respuesta a esta pregunta depende la determinación de la fecha del primer uso de los números arábigos en Europa occidental. Los trabajos filosóficos de Boecio incluyen: Traducciones del griego, p. ej. , de tratados lógicos de Aristóteles (con comentarios) y de "Isagogue" de Porfirio (con comentarios); comentarios sobre "Isagoge" de Porfirio, traducido por Mario Victorino y sobre "Topica" de Cicerón ; tratados lógicos originales, "De Categoricis Syllogismis", "Introductio ad Syllogismos Categoricos", "De Divisione" (de dudosa autenticidad), y "De Differentiis Topicis".

Estos ejercieron gran influencia en el desarrollo de la terminología, el método y la doctrina medieval, especialmente en la lógica. De hecho los escolares de principio del siglo doce, dependieron enteramente de Boecio para su conocimiento de las doctrinas de Aristóteles. Ellos adoptaron sus definiciones y las hicieron de dominio común en las escuelas; por ejemplo, las definiciones de "persona", "eternidad",etc.

Obras teológicas

Los trabajos teológicos de Boecio incluyen "De Trinitate"; dos tratados cortos (opuscula) dirigidos a Juan el Diácono (posteriormente Papa Juan I); "Liber contra Eutychen et Nestorium"; y "De Fide Catholic" (considerado generalmente como falso, aunque el único argumento contra su autenticidad es la carencia de la autoridad del manuscrito). Éstos fueron muy estudiados en la temprana Edad Media, como es atestiguado por el número de comentarios encontrados en los manuscritos tan antiguos como del siglo noveno ( p. Ej. comentarios por Juan Escoto Eriúgena y Remigio de Auxerre). A los teólogos de la Edad Media generalmente los atraen como auténticas obras del mártir cristiano Boecio. En los tiempos modernos, los que negaron que Boecio era un cristiano, se vieron obligados por supuesto, a rechazar el opúsculo, como falso. Sin embargo, la publicación del llamado "Anecdoton Holderi" (ed. por Usener, Leipzig, 1877) trajo a la luz un nuevo argumento para su autenticidad. Como Casiodoro tenía ciertamente que haber conocido cuales obras de Boecio eran genuinas, cuando escribió "[Boethius] scripsit librum de Sanct Trinitate et capita quaedam dogmatica et librum contra Nestorium", él resolvió la duda en lo que respecta hasta en cuatro de los tratados.

La obra mejor conocida de Boecio es "Consolaciones de la filosofía" escrita durante su cautiverio—"por mucho el más interesante ejemplo de literatura de prisión que el mundo jamás haya visto" Es un diálogo entre la filosofía y Boecio, en el cual la Reina de las ciencias, se esfuerza en consolar al estadista caído. El principal argumento del discurso, es la transitoriedad y la irrealidad de toda la grandeza terrenal y el deseo superior de las cosas de la mente. Hay rastros evidentes de la influencia de los neo-Platónicos, especialmente de Proclo, y poco, si algo, que se puede decir que refleje influencias cristianas. El recurso al Estoicismo, especialmente a las doctrinas del Séneca, era inevitable, considerando la naturaleza del tema. Asombra al lector moderno, aunque, sea extraño de decir, no sorprendió al estudiante medieval, que Boethius, cristiano, y, como todos en la edad media creyeron, un mártir cristiano, no pudo, en su momento de prueba y tensión mental, referirse a las obvias fuentes cristianas de la consolación. Quizá el estudiante medieval de Boecio comprendió mejor que nosotros, que un diálogo estrictamente formal en la consolación de la filosofía, debería adherirse rigurosamente al reino de la "verdad natural" y dejar fuera de consideración la lección que se derivará de las máximas morales del cristianismo -- "verdad sobrenatural".

El trabajo aborda muchos problemas de metafísica así como de ética. Trata del Ser y Naturaleza de Dios, de la providencia y del destino, del origen del universo, y de la libertad de la voluntad.En épocas medievales, se convirtió en uno de los libros filosóficos más populares y más influyentes, un estudio favorito de estadistas, poetas, e historiadores, así como de filósofos y teólogos. Fue traducido al anglosajón por el rey Alfredo el grande, y al antiguo alemán por Notker Teutónico; su influencia se puede encontrar en el Beowulf y en Chaucer, en la poesía popular Anglo-Normanda y provenzal, en las primeras muestras del verso italiano, así como en la "Divina Commedia". La parte importante que jugó en la lucha mental de Dante después de la muerte de Beatrice se describe en el "Convito", donde, extrañamente, se refiere como "un libro no conocido por muchos". Ecos de él y citas de él ocurren frecuentemente en la "Divina Commedia". Por ejemplo, las líneas que Tennyson parafrasea por "dolorosa corona de dolor" son ellas mismas por lo menos un recuerdo recurrente de "In omni adversitate fortunae infelicissimum genus est infortunii fuisse felicem" (De Consol. Phil., II, Pros. IV) de Boecio. Que "De Consolatione" fue un estudio favorito de teólogos así como de poetas se hace evidente por las imitaciones numerosas bajo el título "De Consolatione Theologiae" que fueron leídas ampliamente durante la tardía Edad Media.