Teoría de la melanina

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La teoría de la melanina es una teoría pseudocientífica que sostiene que mientras mayores sean los niveles de melanina en un individuo, mayor será su capacidad física, intelectual y afectiva. Ello se justificaría a partir del hecho de que los genes negros se caracterizan por su dominancia frente a la recesividad de los genes blancos, prueba de que los primeros son superiores a los segundos.

Los creadores de la teoría son fundamentalmente psicólogos, sociólogos, antropólogos e historiadores de raza negra y nacionalidad estadounidense como Frances Cress Welsing, Leonard Jeffries, Wade Nobles, Richard King, Patricia Warfield-Coppock, Dona Richards y Luther Benjamin Weems Jr. entre otros.

Promotores del supremacismo negro usan la teoría de la melanina como uno de sus principales argumentos para sostener sus posiciones racistas.

Afirmaciones

Los defensores de la teoría aseguran que la vida de cada individuo está condicionada por la cantidad de melanina presente en él. A raíz de ello, un ser humano con altos niveles de melanina (negro) se comporta de modo diferente a uno cuyo caso es el opuesto (blanco). Los negros, para los melanistas, son entonces el biotipo del género humano, por lo que afirman que los miembros de esa raza son altamente inteligentes y enormemente hábiles, además de ser profundamente creativos y estar dotados de un carácter y un temperamento excepcional -incluso sugieren que los negros tienen poderes sobrenaturales como la telepatía y la clarividencia entre otros.

Para explicar la incongruencia de que los negros no hayan construido una civilización exitosa pese a estar sobradamente capacitados para ello, los melanistas culpan a los blancos de haberlos oprimido a causa del resentimiento y la inseguridad. En efecto, la teoría de la melanina supone la hipótesis de que la raza blanca es el producto de una mutación albina entre los negros: al ser los albinos marginados por los negros, éstos habrían abandonado África con la intención de algún día regresar y vengarse por el maltrato recibido; con el correr de los siglos ese deseo de venganza se habría convertido en parte del inconsciente colectivo de la civilización blanca, por lo que -según esta perspectiva- el racismo es inherente a los europoides. De ese modo el hombre blanco, sintiéndose inferior ante el hombre negro, procuró desarrollar una estrategia para dominar socialmente a los melanodermos y emascularlos con el fin de limitar su potencial. Por ello los negros sufrirían tanto desempleo, encarcelamiento, homosexualidad e irrelevancia en el mundo político, cultural y económico: no debido a su naturaleza inferior, sino, por el contrario, debido a su naturaleza superior a la que los blancos sabotean sistemáticamente para no competir contra ella.

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