Arqueología

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La Arqueología (del griego ἀρχαίος 'viejo' o 'antiguo', y λόγος 'estudio') es una ciencia social autónoma que estudia y describe a los seres humanos a través del análisis de su restos materiales, con el fin de inferir los comportamientos y situaciones que le dieron origen. En otras palabras, estudia la historia humana mediante la recolección e interpretación de datos provenientes de vestigios tales como las artes, los monumentos y los objetos de la antigüedad.

Historia

Orígenes

Un anticuario rodeado por su colección.
Los orígenes de la arqueología se encuentran en los anticuarios, quienes solían ser historiadores que se enfocaban a estudiar artefactos antiguos y manuscritos, así como a visitar sitios de relevancia histórica. Algunos anticuarios llegaron a reunir enormes colecciones de artefactos históricos. Posteriormente, a finales de la Edad Media, surgió un interés por la historia clásica y las civilizaciones greco-romanas. Ésto ocasionó que unos años después, en El Renacimiento, el historiador italiano Flavio Biondo elaborase una guía sobre las ruinas de la antigua Roma y también un estudio topográfico de la zona. A causa de ésto, se le considera como uno de los precursores más relevantes de la arqueología.

Historia Moderna

Tiempo después, otro escilar italiano conocido como Ciríaco de Ancona, realizó un viaje por todo el este del Mar Mediterráneo. Durante su viaje, descubrió muchos objetos antiguos y ruinas que registró en una serie de 6 volúmenes titulados Commentaria. Ésto hace que Ciríaco sea considerado como el oadre de la arqueología.

Entre los siglos XVIII y XIX, cuenado el Nacionalismo floreció en varios países europeos, se revivió el interés en los artefactos históricos y varios gobiernos contrataron gente para recuperar antigüedades de valor cultural para sus respectivos países.

A principios del Siglo XVII, se realizaron las primeras excavaciones de sitios arqueológicos. La más relevante de éstas fue el complejo de rocas megalíticas en Stonehenge, Inglaterra. Poco después, numerosos descubrimientos de otras estructuras megalíticas se dieron por toda la zona.

En 1748, se realizaron excavaciones en el sitio de la antigua Pompeya (Ciudad romana destruida en el año 79 d.C. a causa de una erupción del Monte Vesubio). Durante dichas excavaciones, fueron descubiertas numerosas ruinas de la antigua ciudad, además de utenzilios y frescos de incalculable valor.

Otra de las figuras importantes en es desarrollo de la arqueología fue el historiador alemán Johann Joachim Winckelmann, quien aplicó el empirismo al estudio de los estilos artísticos y arquitectónicos utilizados por los antiguos griegos y romanos. Se le considera por ello el padre de la Historia del Arte y una de las personas más relevantes en la historia de la arqueología como ciencia.

Entre 1798 y 1801, el ejército de Napoleón Bonaparte se encontraba de campaña militar en Egipto. Por órdenes de Bonaparte, unos 500 biólogos, químicos y lingüistas civiles los acompañaron, con el objetivo de estudiar a detalle la civilización que antaño había habitado aquél país. Durante la campaña en egipto, un grupo de soldados franceses encontraron una tableta que contenía inscripciones en distintos idiomas, y que pasó a ser conocida posteriormente como la Piedra de Rosetta. Tiempo después, el francés Jean-François Champoillon, logró descifrar la escritura jeroglífica de la piedra. Ésto fue algo descicivo y de vital importancia para el estudio de la egiptología.

Metodología

Trabajo arqueológico de campo. En éste caso, con un mosaico helénico.
Existen diversas formas de obtener los datos requeridos en una investigación arqueológica.

Generalmente, lo primero que se hace es estudiar el terreno en el cuál se va a trabajar. Para ello, suelen utilizarse métodos topográficos y, de ser necesarias, imágenes satelitales. Posteriormente, se suele proceder con una investigación de campo que implica recorrer el terreno de estudio en busca de objetos visibles o realizando pequeñas excavaciones de prueba con el objetivo de localizar un nuevo yacimiento arqueológico. Tradicionalmente, ésto se hace recorriendo la zona a pie o mediante algún vehículo, sin embargo, la tecnología de la actualidad ha incrementado las opciones, pues ahora se hace uso de objetos como cámaras aéreas y drones para realizar la exploración.

Una vez que se han encontrado restos materiales que hagan de la zona un lugar prometedor para ser sitio de un yacimiento arqueológico, se excava con el objetivo de descubrir y recolectar material de valor histórico, así como registrar los datos que de otra manera no podrían ser conocidos. Al hacer ésto, se deben considerar las capas sedimentarias de la Tierra y la manera en que éstas proveen datos sobre el objeto, es decir, mientras a mayor profundidad esté la capa sedimentaria en la que se encuentra un objeto, mayor antigüedad tendrá dicho objeto. Para determinar ésto, se hace uso de la estratigrafía.

Trabajo arqueológico de laboratorio. En éste caso, con un sarcófago egipcio.
la excavación, el siguiente paso es someter a estudio las muestras de material arqueológico que hayan sido encontradas en el sitio. Ésto suele hacerse mediante análisis de laboratorio, que implica que los objetos sean limpiados, catalogados y comparados con otros objetos ya conocidos. Durante éstas pruebas de laboratorio, suelen realizarse pruebas de datación con carbono-14, que es la manera más acertada de calcular la antigüedad de un objeto. Una vez reunidos los datos pertinentes, los objetos estudiados pueden categorizarse según la civilización a la que pertenecen, su antigüedad, etc....

Una vez que un objeto ha sido estudiado a detalle, y que se han obtenido y registrado los datos necesarios para comprender su historia, es necesario que dicho objeto sea preservado a causa de su valor histórico y cultural. Por ello, los objetos arqueológicos ya estudiados suelen colocarse en museos o en algunos casos, en colecciones privadas.

Finalmente, también es posible realizar reconstrucciones virtuales en 3D, generadas mediante el uso de una computadora, y que mediante los datos recopilados in situ, pueden ayudar a ver cómo se veían originalmente lugares o estructuras de hace miles de años, como por ejemplo una villa romana o un antiguo templo hindú.

Variantes

Como cualquier ciencia, la arqueología tiene varias sub-disciplinas, cada una de ellas dedicadas a estudiar el pasado con un enfoque específico. A continuación se mencionan las variantes más importantes dentro de la arqueología:

Arqueología Prehistórica: Estudio de culturas que no contaban con sistema de escritura y que por lo tanto no registraron su historia en textos.

Arqueología Histórica: Estudio de culturas que contaban con algún sistema de escritura y que por lo tanto dejasen registros escritos de su existencia.

Etnoarqueología: Estudio etnográfico de pueblos y sociedades modernas con el fin de interpretar los registros arqueológicos de sociedades antiguas.

Arqueología Experimental: Consiste en recrear objetos u herramientas utilizados en la antigüedad de la manera más fidedigna posible, para luego probarlos físicamente y así elaborar teorías sobre sus funciones o comprobar su efectividad.

Arqueología Subacuática: Similar a la arqueología histórica, pero especializándose en el estudio de vestigios que actualmente se encuentren bajo el agua, como, por ejemplo, las ruinas de una ciudad que yacen bajo la superficie del mar o los restos de un barco antiguo hundido en un lago.

Arqueología del Campo de Batalla: Enfocada al estudio de lugares en los que ocurrieron enfrentamientos bélicos y a los restos dejados por éstos.

Astroarqueología: Estudio de la relación entre monumentos antiguos y la astronomía, como por ejemplo, aquellos alineados con constelaciones.