Asfixia autoerótica

La asfixia autoerótica se define como la forma de obtener satisfacción sexual a través de la pérdida de la respiración durante la masturbación. El término fue acuñado por John Money, autor del libro: "Orgasmo sin aliento" (en inglés: "Breathless Orgasm") basado en la historia clínica de una persona que sufría un trastorno mental que le llevaba a recurrir a esta práctica. Su aparición se remonta a varios siglos atrás y está registrada como práctica entre los esquimales y los asiáticos. Fue introducida en Europa por soldados de la Legión Extranjera Francesa a su regreso de la guerra de Indochina. Era empleada en los prostíbulos de Extremo Oriente para aumentar la sensación del orgasmo.

Motivaciones

Las personas tienen diferentes motivos para dedicarse a esta actividad, pero sólo se pueden intuir, ya que únicamente se tiene conocimiento de los casos después de la muerte de la víctima. De todos modos se sabe que la asfixia en sí misma provoca excitación y finalmente euforia a causa de la adrenalina liberada cuando el cuerpo percibe una condición de amenaza vital. La asfixia también provoca mareos. Los pañuelos o las cuerdas también pueden formar parte de un juego de autobondage que provoca simultáneamente temor a la muerte, control y sumisión.

Muertes causadas por esta práctica

Un caso bien conocido fue la muerte de Kristian Etchells en 2004. Este era miembro del Frente Nacional Británico, un partido identitario británico.

Se cree que David Carradine, conocido actor de la serie Kung Fu, falleció en 2009 realizando esta práctica en una habitación de hotel en Tailandia. Aunque los medios locales inicialmente informaron que se había suicidado ahorcándose, más tarde su agente afirmó que la muerte del actor se habría producido por causas naturales. Informaciones posteriores indican que la muerte no fue por causas naturales ni tampoco un suicidio, sino una muerte accidental por asfixia autoinfligida o con el fin de aumentar su estimulación sexual durante una masturbación.

En 2011, el Subsecretario de Comercio Exterior argentino en Uruguay, Iván Heyn, falleció debido a una asfixia durante un juego sexual. Heyn, de 34 años de edad, era economista y se le consideraba una promesa política dentro del kirchnerismo.