Batalla del bosque de Teutoburgo

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Pintura de 1909 que representa la batalla del bosque de Teutoburgo por Otto Albert Koch Varusschlacht.

La Batalla del bosque de Teutoburgo fue el épico combate ocurrido en el otoño del año 9 d. C., en la zona montañosa cercana a la actual ciudad alemana de Osnabrück (Baja Sajonia), entre una alianza de pueblos germanos encabezada por los queruscos y su caudillo Arminio; y un ejército romano comandado por Publio Quintilio Varo, gobernador de la provincia de Germania Magna, que entonces se extendía hasta el Elba.

Desarrollo

Ante las intenciones de Varo de asimilar a los germanos, Arminio reunió un ejército cuyos efectivos se desconocen, y mediante el engaño hizo dirigirse a los romanos al bosque de Teutoburgo, una zona de complicada geografía ideal para una emboscada y en el cual permanecían apostados los queruscos. Varo, que dirigía unas fuerzas compuestas por tres legiones romanas (la XVII, la XVIII y la XIX), seis cohortes auxiliares y tres alas de caballería, cayó en el engaño y la emboscada se saldó así con una catastrófica derrota de los romanos y con el suicidio del propio Varo. Tras esta batalla ninguna legión del Imperio Romano volvió a llevar los números XVII, XVIII y XIX.

El joven oficial Casio Querea, que se haría famoso por matar al emperador Calígula, dirigió la huida y retorno a Roma de algunos legionarios amparados por la oscuridad de la noche, gracias a los cuales se conoció la historia del desastre. Es imposible calcular las bajas que se produjeron en uno y otro campo. Las romanas debieron ser enormes, ya que las legiones estaban compuestas por unos 5.000 a 6.000 hombres, mas las cohortes auxiliares y los civiles: la mayoría fueron muertos o capturados y ofrecidos como sacrificio, 26 como era costumbre entre los pueblos germanos y celtas.

Consecuencias

La derrota alteró al emperador Augusto más que ninguna otra cosa en su larga vida. El historiador romano Suetonio señaló que aquél se tomó el desastre tan a pecho que "siempre celebró el aniversario como un día de profundo pesar" y "a menudo se golpeaba la cabeza contra una puerta y gritaba: ¡Varo, devuélveme mis legiones!".

Tras esta derrota, la frontera del Imperio romano se fijó definitivamente en el Rin y los emperadores renunciaron a conquistar lo que luego se dio en denominar Germania Magna o Germania Libera, a pesar de que posteriormente al desastre se produjeron acciones bélicas en esos territorios.

En 1875, después de la reunificación alemana culminó la construcción del Hermannsdenkmal, un monumento que conmemora la victoria germana en la batalla.

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