Gamal Abdel Nasser

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
Gamal Abdel Nasser, líder de la revolución nacional egipcia

Gamal Abdel Nasser nació el 15 de enero de 1918 y murió el 25 de septiembre de 1970. Fue presidente de Egipto y líder de la revolución nacionalista, que expulsó a la monarquía y a los negocios británicos. Su gobierno lideró a un periodo de modernización y reformas socialistas que conllevaron cambios sustanciales al Estado Egipcio.

Entre las medidas adoptadas por Nasser se encontraron la nacionalización del Canal de Suez, lo que llevo a Siria a pedir ser parte de la revolución nacionalista, siendo creada la República Árabe Unida. Pero como consecuencia de la implementación de las medidas revolucionarias, el gobierno sirio fue derrocado mediante un golpe de Estado.

Su gobierno elevó el nivel de vida del pueblo, arrancó al país de un atraso de siglos, expropió a los terratenientes sacando a los campesinos de su ancestral sumisión feudal, nacionalizó la banca, organizó la seguridad social, instituyó la gratuidad de la enseñanza y llevó adelante una política de industrialización y modernización de Egipto a partir de la explotación de los recursos propios. Trabajó incesantemente por la unidad de la nación árabe, y soñó con una única República Árabe Unida en el marco del Movimiento de Países No Alineados. La filosofía de Nasser era "suprimir los obstáculos que cierran y obstruyen el camino, sin que nos preocupen el precio ni el sacrificio que tengamos que rendir para el logro de los objetivos".

Llegada al poder

De origen humilde, nacido en 1918 en la provincia de Asiut, Nasser ingresó en la Academia Militar en 1938. En 1949 funda la Organización de Militares Libres, con la cual daría el golpe de estado que derrocó al rey Faruq I, súbdito de Reino Unido.

En el año de 1952, Egipto estaba afectado por una aguda crisis a todos los niveles: corrupción, inoperancia de la Constitución, control absoluto de los británicos, miseria de la población, desprestigio de la figura del Rey Faruk, falta de recursos naturales y áreas habitables. El ejército también se encontraba convulso por la derrota contra Israel, y en su seno se había formado un movimiento (creado en el año 1949) llamado Movimiento de Oficiales Libres que se unió a el movimiento estudiantil Joven Egipto.

Los militares libres poseían su propio medio de comunicación: un periódico donde exponían claramente su ideología política y la razón de su lucha. Voz de los oficiales libres: nacionalismo árabe, lucha contra cualquier potencia colonial y en especial contra los británicos, instauración de una república laica y defensa de los principios del socialismo".

Toda la crisis desembocó en el levantamiento del año 52. La dirección del movimiento corrió a cargo del ejército, liderados por el Comité de Oficiales Libres (donde pronto destacaría la figura de Nasser). Estos militares, pronto entraron en contacto con partidos de izquierda y con otros grupos contrarios al régimen. El movimiento revolucionario se desencadenó con el golpe militar del 22 de julio del 52, que se impuso sin demasiada oposición. Llega al poder con apenas 34 años y un camino revolucionario por delante.

Nasser quiso buscar una base ideológica para su movimiento, primero fue a las Universidades pero pronto se resignaría por la amplia hipocresía que encontró en los académicos de esté medio.

La nacionalización del Canal

En 1956, el presidente Náser resolvió nacionalizar el canal de Suez como medida para financiar la construcción de una presa sobre el Nilo en Asuán, condición requerida por el Banco Mundial para conceder un crédito a Egipto. La medida, postura de fuerza antioccidental y de afirmación nacionalista, fue recibida con indignación por Francia y Reino Unido, quienes realizaron una desastrosa invasión de la zona del Canal, al tiempo que Israel tomaba la península del Sinaí. Los ataques obtuvieron el rechazo de Estados Unidos y la Unión Soviética y culminaron con la completa retirada de las potencias europeas e Israel. La guerra consagró el fin de los imperios coloniales tradicionales en Oriente Medio e inició de hecho la guerra fría y la batalla entre las superpotencias por el control de la zona. La Unión Soviética ganó cierta influencia sobre Egipto ofreciendo su ayuda para la construcción de la presa de Asuán.

Impulso la distribución de tierras consagrada por la reforma agraria y lideró la constitución de un nuevo partido, la Unión Nacional, organización de masas que debía cimentar la nueva sociedad socialista egipcia.

Auge y declive del nasserismo

"El Tigre de Faluja" como era conocido Nasser un héroe popular y revolucionario.

La Conferencia de Bandung, en abril de 1955, convirtió a Nasser en uno de los líderes (junto a Josip Broz Tito y Jawaharlal Nehru) de la filosofía del neutralismo positivo o movimiento de los no alineados.

A partir de la nacionalización del Canal, Nasser se convierte en referente principal del nacionalismo árabe o panarabismo, de orientación socialista y populista. Con fundamentos panarabistas, Náser intentó sin éxito ganarse un lugar en el comercio de petróleo con las grandes potencias, del que Egipto no participaba. En febrero de 1958, a iniciativa del partido Baath de Siria. Tiempo después Nasser calificaría esté día como el más difícil de toda su vida, el no quería la unificación pero Siria recurrió al Panarabismo lo que permitió la unificación en lo que seria conocido como la República Árabe Unida, bajo la presidencia de Náser, que se disolvió en septiembre de 1961.

La Guerra de los Seis Días, en junio de 1967, en la que el ejército egipcio, coordinado con el sirio y el jordano (que conformaban la coalición arábica), sufrió una estrepitosa derrota ante Israel, supondrá el principio del declive del aura de Nasser y, en general, del nacionalismo árabe. La enorme superioridad militar de Israel había quedado demostrada en la medida de que pudo derrotar a la coalición en solamente 6 días, y la crisis palestina se profundizó de esta manera. El nasserismo inspirará todavía la revolución en Libia en 1969, dirigida por Muammar al-Gaddafi, que preparó también un proyecto de unidad con Egipto y Siria que no llegó a cuajar.

La gran popularidad de Nasser en su país se debe también al hecho de ser el primer egipcio que gobernaba Egipto desde los tiempos Faraónicos.

Nasser murió repentinamente de un ataque al corazón en septiembre de 1970. Le sucedió Anwar el-Sadat, quien encabezaría un cambio de rumbo abrupto en la política externa de Egipto alineándolo a los intereses de Estados Unidos e Israel.

Fragmento de la obra: Filosofía de la revolución, 1953, de Nasser

"(...) El destino no puede ser confundido con un juego de azar. Los acontecimientos no se producen casualmente. La existencia no procede de la nada.

No podemos, ciertamente, contemplar, de una manera estúpida, un mapa del mundo sin comprender cuál es el lugar que ocupamos en él y la misión que nos confiere la ocupación de nuestro factor lugar. ¿Es posible que podamos ignorar la existencia de un Círculo Arabe que nos rodea, y que dicho Circulo es parte de nosotros mismos, como nosotros somos parte de él? La historia nos ha incluido y fundido con él y sus intereses son nuestros intereses, lo que queda expuesto son hechos reales y no simples palabras.

¿Podemos ignorar la existencia del continente africano, donde el Des¬tino nos colocó, y que es actualmente testigo y escena de una lucha terrible por su porvenir? Una lucha cuyas consecuencias nos afectarán, irremediablemente, queramos o no.

¿Podemos ignorar que existe un Mundo Musulmán al que estamos unidos por lazos no sólo forjados por la fe religiosa, sino también por las realidades históricas? He dicho, anteriormente, que el Destino no es un juego de azar. No en vano nuestro país se halla al sudoeste de Asia, incrustado en el Mundo Árabe, cuya vida se mezcla, directamente, con nuestra vida. No en vano nuestro país se halla en el nordeste de Africa, en posición geográfica dominante sobre el continente negro, que se agita hoy en violenta lucha entre los colonizadores blancos y los nativos de color, disputándose la posesión de sus riquezas inagotables. No en vano la civilización y la herencia islámica —que los mogoles arrasaron durante sus conquistas de las capitales antiguas del Islam—, vinieron a refugiarse en Egipto, donde hallaron seguridad y protección cuando el contraataque de Ain Galout, con el que Egipto rechazó la invasión de los tártaros.

Los hechos fundamentales ya manifestados tienen sus raíces, profundamente incrustadas, en nuestra vida. Sea lo que quiera que nosotros hagamos, no podemos ni olvidarlos, ni pretender desentendernos de ellos. No sé exactamente por qué recuerdo siempre, al llegar a este punto de mis reflexiones, la obra de Pirandello, Seis personajes en busca de autor una de las comedias más conocidas del famoso escritor italiano.

La Historia está llena de las gloriosas proezas de nuestros héroes, que supieron ser protagonistas, en el escenario de la Patria, heroicamente. Pero también en la Historia hay papeles grandes y heroicos que no encontraron el autor que los captase en momentos decisivos.

No sé de manera exacta por qué causa imagino, constantemente, que, en esta parte del mundo en que vivimos, existe un papel sin autor; un papel grandioso que busca, constantemente, alguien que sepa representarlo. Y no sé por qué me imagino que este papel —esta misión, estaría mejor expresado—, va errando a lo largo de la extensa zona que nos rodea en busca de quien sea capaz de desempeñarle y acaba por caer agotado junto a nuestras fronteras exigiendo que actuemos con el fin de encarnarlo, ya que nadie lo podrá hacer más que nosotros.

Me apresuraré a manifestar que no se trata de una misión de caudillaje, sino de una misión de acción conjunta y coordinada, de experimentación con todos los factores que en ella participan, de una misión encomendada a nosotros para que pongamos en movimiento la poderosa energía latente en cada rincón de este vasto territorio del mundo y utilicemos esa fuerza tremenda haciéndole desempeñar un papel decisivo para mejorar el futuro de la Humanidad (...)".

Artículos relacionados

Enlaces externos