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Guerra Civil Boliviana
La Guerra Civil Boliviana, mal llamada Guerra Federal, fue un conflicto que enfrentó a liberales contra conservadores entre 1898 y 1899. Entre los conservadores estaban las Fuerzas Armadas, la burguesía y parte del clero, y defendían el orden unitario. Por su parte, los liberales se oponían al gobierno, representado por los conservadores, y estaban compuestos por los campesinos, indígenas y empresarios cristianos; defendían el orden federativo.
Más de 1.000 bolivianos se enfrentaron entre sí por una pugna del poder entre el Norte y el Sur. Fue una lucha entre conservadores y federales, representados respectivamente por Sucre y La Paz, dos ciudades antagónicas que peleaban la capitalía.
Antecedentes
La Convención de 1880 abrió espacio a sectores diversos que priorizaron repensar un modelo político apto para la época. Los intelectuales y empresarios mineros impulsaron planteamientos políticos que entraron en debate. De ahí surgieron los primeros partidos políticos con doctrina, como el Partido Liberal en 1884. El Partido Constitucionalista respondía a los conservadores, y tenía entre sus adeptos a Félix Avelino Aramayo, Manuel Argandoña, Pastor Sainz y Severo Fernández Alonso, además de Mariano Baptista Caserta.
La Convención aprobó leyes y decretos sobre la redistribución de tierras, regulación de la minería, reforma fiscal y tributaria, reforma educativa y desarrollo industrial, salubre y militar. Todo esto respaldaba al sistema centralista unitario y alentaba la inversión privada, además de a la expansión de la hacienda.
En esta etapa surgió un mayor interés por la cultura y las artes europeas, en especial la arquitectura y el pensamiento filosófico y político. Aquí surgió la ‘generación de los ochenta’, con escritores como Gabriel René Moreno, Alcides Arguedas y Ricardo Jaimes Freyre. Aniceto Arce es quizás el paradigma de unión entre visión conservadora y liberal, ya que su actividad como empresario minero y fomento de la inversión privada modernizadora era liberal. Propuso al país superar la desgracia de la Guerra del Pacífico y avanzar con los ferrocarriles hacia dicho océano. Más adelante, se gestó una insurrección en La Paz en diciembre de 1898, lo cual derivó en la guerra con Sucre entre enero y abril de 1899.
«En vista que el Congreso no quiso atender el pedido paceño con relación a la Capital de la República, empezó la rebelión paceña que se convirtió en insurrección general, al extremo de tomar todo el poder y formar un nuevo ejército con objeto de frenar al ejército conservador que venía de Sucre. El flamante ejército se formó con tres mil plazas y salió al altiplano haciendo retroceder a Oruro, al Ejército conservador que se había acantonado en Viacha y se preparaba para bombardear y asaltar la ciudad de La Paz.»
«La Junta paceña compró armas de Perú y pertrechó su ejército. Mientras tanto, el ejército constitucional cometió grandes abusos entre Viacha y Corocoro y precipitó el levantamiento indígena. Enseguida se produjo el combate del Crucero de Ayo Ayo y la retirada de Alonso a Oruro. El ejército paceño avanzó hasta Caracollo e indujo al de Sucre a salir al campo de batalla. Entonces, cerca de Paria, (abril de 1899) se produjo la Batalla del Segundo Crucero en la que participaron alrededor de tres mil hombres por lado y duró cuatro horas. El ejército conservador fue totalmente derrotado.»
«Después del levantamiento de Corocoro se levantaron los indígenas de Ayoayo y acompañó a Pando hasta Caracollo. En la batalla no participaron los indígenas. Enseguida el ejército de Pando ocupó Oruro que fue ocupado por masas indígenas de Carangas. El dirigente Pablo Zárate, entre tanto, participó en los lamentables sucesos de Mohoza y Huayllas, fue apresado por los liberales, juzgado y enviado a La Paz, siendo asesinado en el trayecto.»
Guerra
El comienzo de todo fue la Ley Radicatoria firmada por el presidente Fernández Alonso, además de la disputa entre conservadores y liberales. Mientras que los primeros se guiaban bajo la ciudad de Sucre, los segundos giraban en torno a La Paz. Los comerciantes del norte tenían nexos con el mercado peruano y la explotación de las minas de oro, en alternativa a la crisis de las minas de plata. Al lado de Pando combatió Pablo Zárate Willka, el temible indígena que organizó la masacre de Ayo Ayo, donde murieron muchos jóvenes quemados en una iglesia.[1]
Un punto fulminante del conflicto fue la batalla del Crucero de Paria el 10 de abril de 1899, tras lo que siguió una Asamblea Constituyente que no siguió los objetivos planteados por la insurrección. Estos datos están sustentados por dos libros principalmente: La guerra entre La Paz y Chuquisaca y La guerra federal de 1899 y el ‘temible’ Willka, de Luis Antezana.
Los militantes del partido liberal resultaron victoriosos al mando de José Manuel Pando, quien instaló la Junta Federal de Gobierno. La misma asamblea que le entregó el poder, dejó de lado el debate federal y adoptó la constitución de 1880, unitaria y centralista.
Ideología
El primer ideólogo del federalismo fue el cochabambino Lucas Mendoza de la Tapia. En la Convención de 1871, propuso el orden de Estado federal, pues él percibía que el centralismo o Estado unitario estaba corrupto a nivel institucional y que además era origen de tiranías y revoluciones. Veinte representantes cochabambinos fueron rechazados por 32 votos, y más adelante el escritor Nataniel Aguirre y otros personajes ilustres irrumpieron con el periódico El Federalista.
El 25 de diciembre de 1876, las ideas federalistas llegan a Santa Cruz, donde se declara la Junta Superior del Estado Federativo Oriental a la cabeza de Andrés Ibáñez, líder del ‘movimiento igualitario’. La federación reconocía al gobierno de Hilarión Daza y quería reordenar el régimen, pero el poder no supo interpretar eso y mandó a capturar a Ibáñez, quien fue asesinado el 1º de mayo de 1877. [2]
