Guerra de los Seis Días

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Israel y los territorios ocupados tras la Guerra de los Seis Días.

La Guerra de los Seis Días enfrentó a Israel con una coalición de países árabes formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria, entre el 5 y el 10 de junio de 1967.

El conflicto fue iniciado por Israel, cuando este país atacó a Egipto el 5 de junio, presuntamente como parte de un ataque preventivo ante la presión del movimiento de tropas enemigas cerca de su frontera.

Al finalizar la guerra, Israel había invadido la Península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, el este de Jerusalén (incluyendo la Ciudad Vieja) y los Altos del Golán.

Antecedentes

Tras la victoria de Israel en la Guerra árabe-israelí de 1948 y la agresión del ente sionista a Egipto, cuando se alió con Francia y el Reino Unido para atacarle en la Guerra de Suez de 1956; la presión de la opinión pública de los países árabes forzaba a sus líderes a continuar la lucha contra el precoz expansionismo del estado hebreo.

La tensión aumentó debido a la exigencia egipcia a la ONU de que retirasen las fuerzas de interposición en el Sinaí (UNEF), el despliegue de fuerzas egipcias en la frontera israelí y el bloqueo del estrecho de Tirán.

Motivaciones

De acuerdo con el analista militar judío Jaim Herzog, en la situación en la que se encontraba Israel, rodeado por un enorme ejército árabe que le superaba en efectivos, aviones y tanques, no tenía opción a especular sobre si estaban o no dispuestos realmente a atacarles.

Sin embargo, tanto el Jefe del Estado Mayor, Isaac Rabin como el judío Menájem Beguín, que después llegaría a ser primer ministro; admitieron mas tarde que no creían que Egipto fuera a atacarles y que la realidad es que Israel tomó como pretexto la presión del movimiento de tropas enemigas para comenzar una guerra con la ventaja del ataque inicial.

En junio de 1967 otra vez teníamos una opción. La concentración de tropas egipcias en Sinaí no probaban que Nasser realmente fuera a atacarnos. Debemos ser honestos con nosotros mismos. Nosotros decidimos atacarle a él[1].
—Menahem Begin

Desarrollo

Un avión israelí sobrevuela a una columna de blindados de su ejército.

En las primeras horas del 5 de junio, las Fuerzas Aéreas de Israel efectuaron un ataque sorpresivo con objeto de destruir la aviación egipcia en tierra junto con sus aeródromos. En vuelo casi rasante intentando evitar ser detectados por los radares egipcios, destruyeron eficazmente a las Fuerzas Aéreas egipcias. A pesar del elevado grado de alerta, los egipcios fueron tomados por sorpresa. En menos de tres horas, quedaron destruidos en tierra 391 aparatos más otros 60 derribados en combate aéreo, mientras que Israel perdía sólo 19.

Al mismo tiempo, Israel atacó posiciones por el centro, al Norte y al Sur; esta última brigada a las órdenes del general de brigada Ariel Sharon.

El rey Hussein de Jordania decidió aquella mañana hacer honor a su pacto con Nasser, y sus fuerzas establecieron una nutrida barrera de fuego a lo largo de las líneas de armisticio, bombardeando poblados y ciudades ocupadas por los israelíes incluyendo Jerusalén y Netanya, llegando incluso a atacar blancos en las afueras de Tel Aviv.

El tercer día, las tropas israelíes izaron su la bandera sobre el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones, poniendo fin a la división de Jerusalén, que cayó así en manos judías. Se izó la bandera de Israel en todo el Canal de Suez mientras las fuerzas egipcias se encontraban en desordenada retirada.

Cuando el Consejo de Seguridad de la ONU, tras cuatro días de reuniones, adoptó finalmente una resolución de alto el fuego:

  • Israel y Jordania la aceptaron.
  • Egipto la rechazó en un principio, pero al cabo de 24 horas lo aceptó, cuando se hizo evidente para sus líderes que la derrota era absoluta y se hallaba al borde de un colapso militar.
  • Siria, el más decidido defensor, rechazó el alto el fuego.

Israel temía en un principio la intervención directa de la Unión Soviética debido a las íntimas relaciones que existían entre Moscú y Damasco. Sin embargo, la mayoría creía que si se conseguían rápidos resultados, tal intervención sería físicamente imposible y, tras los hechos consumados, Israel podría hacer que Estados Unidos presionara a los soviéticos para que no intervengan.

Así, libres ya de otros frentes y tras haber destruido la aviación siria, asaltaron sus posiciones artilleras. La ventaja táctica y topográfica siria en los Altos del Golán no fue suficiente para detener el ataque israelí. En 24 horas invadieron los Altos del Golán y se acercaron hacia Damasco. Entonces los sirios aceptaron el alto el fuego. Israel, actuando solo, había derrotado a tres de sus vecinos, apoyados por numerosos países árabes en lo que se recordaría como una de las campañas militares más rápidas y de mayor éxito de la época actual.

Consecuencias

Debido a la guerra se intensificó la tragedia palestina. No sólo perdieron sus esperanzas, sino que su situación empeoró al quedar Gaza y Cisjordania en manos israelíes mientras la lucha lanzó hacia el desierto transjordano a otros tantos millares de refugiados.

La ocupación de territorio árabe por parte de Israel sentó las bases para la Guerra del Yom Kippur en 1973.

Israel no abandonaría el Sinaí sino hasta después de los Acuerdos de Camp David de 1978 con Egipto.

Referencias

  1. New York Times, 21 agosto de 1982

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