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Helmuth Nyborg
Sumario
Biografía
Durante su juventud, Nyborg practicó el piragüismo, llegando a obtener junto con su equipo una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1960, organizados en la ciudad de Roma.
Se formó como psicólogo en la Universidad de Copenhague, graduándose en 1968. Posteriormente fue incorporado al plantel docente de la Universidad de Aarhus, institución para la que trabajaría hasta 2007 y en la cual obtendría un doctorado en su especialidad en 1977. Aunque inicialmente cultivaba un pensamiento de orientación progresista, sus estudios acerca del papel de la herencia genética en el desarrollo de la conducta humana lo llevaron a abandonar esa postura. Consecuentemente se vio a forzado en más de una ocasión a confrontar con varios de sus colegas, llegando por momentos a librar una tensa batalla contra el fraude académico colectivo que le impide a los científicos expresarse libremente. Asimismo propuso desarrollar una nueva disciplina (a la que llamo "fisicología") para promover el estudio del comportamiento humano sin apelar a las abstracciones a las que normalmente apela la psicología.
Durante sus casi cuarenta años de carrera académica realizó estancias en calidad de becario post-doctoral o profesor visitante en prestigiosos centros científicos internacionales como el Instituto Max Planck de Fisiología Conductual, el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford, el Instituto de Genética del Comportamiento de la Universidad de Colorado, el Departamento de Salud y Desarrollo Infantil de la Universidad de Londres, el Laboratorio de Neuroendocrinología de la Universidad Rockefeller y el Instituto Santa Fe entre otros.
Su trabajo académico fue muy influido por las obras de Hans Eysenck y de Arthur Jensen.
En 2019 fue candidato al parlamento dinamarqués por el partido identitario Stram Kurs, pero no consiguió su escaño al no poder alcanzar el mínimo del 2% de los votos válidos.
Nyborg es miembro de la Asociación de Genética Conductual y de la Sociedad Internacional para el Estudio de las Diferencias Individuales, y participa del consejo editorial de publicaciones como Acta Psychiatrica Scandinavica, Behavioral and Brain Sciences, British Journal of Developmental Psychology, Intelligence, Personality and Individual Differences y Psychoneuroendocrinology.
Investigación
Factor general de inteligencia
Interesado originariamente en la psicología de la percepción, Nyborg condujo una serie de experimentos para ampliar la comprensión sobre el procesamiento de la información táctil y visual en los seres humanos. Ese trabajo lo guió hacia el campo del estudio de la inteligencia. Adhirió, entonces, a la tesis de que la inteligencia individual -o, más concretamente, su factor general- no es adquirida sino heredada al menos entre un 60% y 80%. De ese modo se convirtió en un difusor de la genética conductual en su país.
Inteligencia y sexo
Una investigación sobre el síndrome de Turner (un trastorno genético que sólo afecta a las mujeres) le permitió adentrarse en el ámbito de la psicología diferencial. Su indagación sobre la organización diferencial del cerebro, los efectos hormonales sobre la función cerebral, y la genética ligada al sexo le permitió llegar a la conclusión de que la inteligencia general de los hombres es más alta que la de las mujeres. Incluso estudió la relación entre las hormonas sexuales y los procesos cognitivos, sugiriendo que si se le suministra estrógeno a mujeres con bajo cociente intelectual podría incrementarse su capacidad para comprender y resolver ciertos problemas.
Su trabajo en esta área generó polémica, por lo que fue acusado de adulterar información empírica para sustentar una visión machista sobre la inteligencia. Sin embargo una auditoría sobre su obra realizada por el Comité Danés sobre Deshonestidad Científica determinó en 2007 que no habían motivos válidos para sancionar a Nyborg, ya que el psicólogo había utilizado los datos disponibles de manera correcta.
Inteligencia y raza
Nyborg incursionó en el campo de la demografía diferencial al analizar los posibles efectos de la inmigración no-europoide en Dinamarca. Dado que la estadística oficial de su país mezcla los datos de los habitantes sin distinguir su origen étnico, el psicólogo se vio obligado a realizar un complejo estudio cruzando información obtenida de diversas fuentes -incluyendo las investigaciones de Richard Lynn. El resultado de ese trabajo le pemitió constatar que el nivel promedio de inteligencia de la población dinamarquesa está en descenso, mientras que la tasa de natalidad de aquellos habitantes no-europoides de Dinamarca está en ascenso. De allí que Nyborg proyectase que, para mediados del siglo XXI, la sociedad dinamarquesa se verá obligada a lidiar con toda clase de problemas producidos por el bajo cociente intelectual de sus miembros. Para evitar ello sugirió fomentar acciones que le dificulten la reproducción a gente con baja inteligencia o que, por el contrario, la estimulen en la gente que se encuentra del otro lado del espectro.
Semejante posicionamiento frente a la decadencia de la civilización occidental suscitó una reacción violenta entre científicos progresistas. Por ese motivo tres importantes académicos dinamarqueses lo denunciaron ante el Comité Danés sobre Deshonestidad Científica, para que lo investigase por una presunta manipulación de datos. Esta vez el organismo falló en contra de Nyborg, acusándolo de haber cometido fraude. De todos modos en las apelaciones se demostró que, una vez más, el psicólogo no había incurrido en ningún tipo de falsificación ni manipulación de la información.
El psicólogo llevó la discusión al público masivo en 2005 a través de una serie de artículos publicados en los periódicos Jyllands-Posten y Dispatch International, pasando así a ser considerado como un referente del antiinmigracionismo en su país.
Creatividad, religiosidad y abuso de drogas
Nyborg también investigó sobre la relación entre la inteligencia y la creatividad, la religiosidad y el abuso de drogas, llegando a la conclusión de que las personas más creativas, menos religiosas y menos tendientes a consumir estupefeciantes son más inteligentes que sus pares.
