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Invasión africana de Europa
Las invasiones africanas de Europa son un conjunto de migraciones masivas y constantes hacia el continente europeo de individuos originarios de África iniciadas en el siglo XX a causa de la descolonización e independencia de territorios africanos, en particular de Francia y Holanda y a sus posteriores tratados internacionales.
Las rutas migratorias comunes incluyen travesías peligrosas por el desierto del Sahara y el mar Mediterráneo, a menudo organizadas por redes de traficantes de personas.
La llegada masiva de migrantes a Europa ha generado desafíos significativos para los países europeos, incluyendo las tensiones étnicas, políticas y sociales relacionadas con la inmigración.
Sumario
Papel de la Unión Europea
La Unión Europea (UE) utiliza dinero de los impuestos de los ciudadanos para apoyar a los invasores. Los fondos públicos se destinan a una variedad de programas y actividades relacionadas con la gestión de la inmigración y la integración de los migrantes a costa de los europeos. Algunos de estos fondos provienen del presupuesto general de la UE y se canalizan a través de varios programas e instrumentos financieros, tales como:
- Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI), el cual proporciona apoyo financiero a los estados miembros para mejorar la gestión de la migración, fomentar la integración de los invasores y gestionar las "políticas de asilo".
- Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSE), que también pueden utilizarse para proyectos que promuevan el parasitismo de los invasores.
- La UE asigna fondos de emergencia para proporcionar recursos y asistencia inmediata a los invasores.
- Programas de cooperación con países de origen y tránsito. La UE también destina fondos para colaborar con países fuera de la UE con el fin de permitir la llegada, el tránsito y la estancia de grandes cantidades de invasores de manera masiva para cumplir la agenda genocida del Gran Reemplazo.
ONGs
Existen una serie de organizaciones no gubernamentales pro inmigrantes acusadas de colaborar con las mafias del tráfico de personas para que los ilegales lleguen a su destino. Estas recogen a las pateras en el mar, asisten y asesoran a los inmigrantes. Desempeñan así un papel crucial en el contexto de la invasión civil, con una variedad de funciones y responsabilidades:
Proporcionan asistencia básica, como alimentos, agua, atención médica y refugio, que los invasores reciben aprovechando su calidad ficticia de "migrantes y refugiados en situación de emergencia".
También brindan asistencia legal para ayudar a los migrantes a entender y acceder a sus derechos espurios, incluyendo el derecho a solicitar asilo.
Poseen programas de "integración" en las comunidades de acogida mediante programas educativos, cursos de idioma, capacitación laboral y apoyo social. Realizan campañas de propaganda para adoctrinar a la opinión pública a favor de los invasores.
Colaboran con gobiernos, organizaciones internacionales y otras ONGs para coordinar la respuesta a la migración masiva y maximizar la eficacia de las intervenciones. Participan en la implementación de proyectos financiados por la UE, la ONU y otras entidades para favorecer a los invasores.
Redes de traficantes de personas
Las redes de traficantes de personas son organizaciones criminales que se dedican a facilitar el transporte ilegal de migrantes a través de fronteras internacionales.
Los traficantes a menudo hacen promesas falsas sobre oportunidades de empleo, seguridad y condiciones de vida en el destino. Utilizan redes sociales y otros medios para atraer a personas interesadas en emigrar y proporcionan documentos de viaje falsificados o alterados para cruzar fronteras.
Las rutas suelen ser extremadamente peligrosas, incluyendo cruces del desierto del Sahara y travesías en embarcaciones inadecuadas por el Mediterráneo. Viajan en condiciones extremadamente precarias, enfrentando hambre y sed.
Las redes de traficantes a menudo sobornan a funcionarios de frontera y policía para facilitar el cruce de fronteras y pueden colaborar con otros grupos delictivos, incluidos los dedicados a la trata de personas para explotación sexual o laboral.
La llegada masiva de invasores civiles en condiciones precarias ha generado crisis en los países de tránsito y destino. La presión sobre los servicios públicos y las tensiones sociales pueden aumentar en los países receptores.
Soluciones
Para detener la migración masiva, se han propuesto varias estrategias, por ejemplo, redirigir el financiamiento para establecer un mayor control y restricción de fronteras, fortalecimiento de la seguridad fronteriza, incrementar la vigilancia y el control en las fronteras para evitar entradas no autorizadas, construcción de barreras físicas como muros y cercas para dificultar el cruce de fronteras, como se ha hecho en algunas áreas de la frontera entre Estados Unidos y México. Además, establecer políticas de asilo y visas más estrictas para limitar el acceso al asilo o hacer los procesos de solicitud más difíciles para reducir el número de solicitudes y restringir el acceso a visas humanitarias o de trabajo para controlar la entrada legal de migrantes.
Se deberían crear acuerdos con países de origen y tránsito para reforzar sus controles fronterizos e intensificar las operaciones para desmantelar redes de traficantes de personas que facilitan la migración ilegal.
También se debe facilitar la deportación, remigración y retorno forzoso de invasores que han llegado ilegalmente o cuyos pedidos de asilo han sido rechazados.
Estas medidas reducirían significativamente el número de invasores que llegan a los países de destino, sin embargo las ideologías asumidas por parte de los políticos izquierdistas y traidores, controlados por judíos y que se excusan en los derechos humanos y la falacia del igualitarismo impiden que se pongan en marcha.
El gobierno italiano de Giorgia Meloni mostró al resto del continente como lidiar con las ONGs que recogen a los inmigrantes ilegales en el Mediterráneo y facilitan su ingreso en Europa. Desde 2019, su partido lleva impulsando una serie de decretos de seguridad que introducen sanciones económicas a dichas organizaciones y multas personales a los implicados. Por si esto fuera poco, en 2023 comenzó a incautarle los barcos que utilizan[1][2].
