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Juan Galán Bermejo
Biografía
Galán Bermejo se formó como sacerdote entre Astorga y Comillas, ordenándose en junio de 1928. Trabajó en diversas parroquias de la provincia de Badajoz, siendo además uno de los organizadores de la Juventud Católica en la región.
En 1936, mientras se desarrollaba la Cruzada de Liberación Nacional, pasó a desempeñarse como capellán militar de la de la V Bandera de la Legión Española, luego de que escuchara en la radio la convocatoria que Gonzalo Queipo de Llano les hiciese a los sacerdotes con espíritu patriótico. Como todo religioso cristiano en el campo de batalla, el Padre Galán Bermejo, aunque vistió uniforme de legionario, no empuñó armas, sino que se ocupó de darle asistencia espiritual a los soldados, redactarle y leerle las cartas a los que fuesen analfabetos, brindarles primeros auxilios a los heridos y animar a todos psicológicamente, además de repartirles los sacramentos a los civiles de las poblaciones que visitasen. Tres veces fue herido mientras acompañaba a las tropas en combate y aún así no abandonó a los suyos.
Concluida la contienda bélica, trabajó hasta finales de 1941 como capellán del Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria en Madrid, retornando luego a sus tareas como párroco en tierras badajocenses. Por sus años en el frente de guerra, le otorgaron la Medalla de Sufrimientos por la Patria y la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.
Falleció en su hogar de Badajoz a comienzos de 1973.
Difamación
Galán Bermejo fue salvajemente calumniado durante y después de la Guerra Civil, especialmente por dos fabuladores: Antonio Bahamonde y Peter Wyden. El primero era el dueño de una imprenta que había colaborado con el Bando Nacional desde 1936 y que había huido a la zona republicana luego de que se descubriera un desfalco del que era responsable. El segundo, por su parte, fue un judío nacido en Alemania que, luego de actuar en la división de guerra psicológica del Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó muchos años como periodista para diversas publicaciones de lengua inglesa.
Bahamonde, en su libelo Un año con Queipo de Llano de 1938, impone la leyenda negra del "Cura de Zafra", según la cual, cuando los legionarios llegaron a esa localidad badajocense, el Padre Galán Bermejo -como un vil delator- habría confeccionado voluntariamente una lista de todos aquellos que profesaban el marxismo para que fuesen fusilados, dado que él había vivido y trabajado en la ciudad. De ese modo familias enteras habrían sido exterminadas por pedido del religioso. El autor también asegura que, en una ocasión, el sacerdote mandó a enterrar vivos a unos milicianos que había encontrado inermes y heridos, demostrando así ser un hombre totalmente sádico.
Wyden, por su parte, incluye en su libro The Passionate War de 1983 el resumen de una entrevista que el periodista Marcel Dany habría mantenido con el Padre Galán Bermejo en agosto de 1936 (de la cual, por cierto, no existen registros). Allí el sacerdote supuestamente se habría jactado de impartir justicia ordenando fusilamientos contra las "ratas" marxistas, además de asegurar que las masacres contaban con la aprobación de Dios. Este autor incluso recoge un dudoso testimonio de un niño que se encontraba en la Catedral de Badajoz durante la recuperación de la ciudad por parte de las tropas nacionales, según el cual el Padre Galán Bermejo no sólo habría abierto las puertas del edificio, sino que además, al recorrerlo junto a los legionarios, habría él mismo disparado contra gente que se encontraba escondida en el confesionario (en el libro se menciona también que el sacerdote habría sido autor de 750 homicidios más).
El historiador Moisés Domínguez Núñez se ha encargado de desmitificar a Bahamonde y Wyden, como también de denunciar a todos los historiadores y divulgadores de la historia que han mantenido vigente la leyenda negra en torno a Galán Bermejo.
