Legalización de las drogas
La legalización de las drogas ilícitas es una propuesta realizada por activistas, en su mayoría consumidores de dichas substancias, que tiene como objetivo la modificación de las leyes que prohíben el consumo, suministro y producción de drogas ilegales.
El argumento central está basado en el derecho fundamental que cada persona tiene a elegir cómo quiere llevar su vida. Otros partidarios agregan que sería un medio para erradicar las mafias relacionadas con el narcotráfico. Los detractores de esta propuesta manifiestan preocupación por los gastos de salud pública que pudieran generar el consumo descontrolado de substancias altamente adictivas y dañinas para el organismo, el aumento de la criminalidad para costear el creciente consumo y la exacerbación de problemas mentales vinculados a las drogas.
Situación en diferentes países
- En 1974, España fue el primer país europeo en despenalizar no solo el consumo personal de drogas, sino también los actos preparatorios, incluyendo el cultivo.
- Contra lo que habitualmente se piensa, la tenencia de cannabis en los Países Bajos – no el consumo – está tipificada como delito.
- La legislación de Uruguay establece que el consumo de drogas es legal, mientras que son ilegales toda forma de producción, fabricación, plantación, tráfico o posesión de drogas, salvo que las cantidades de esta última sean para uso personal.
- En Bélgica es legal la posesión, no siendo mayor lo portado a 11 gramos desde el 2005.
- En México, de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador plantea reformular el combate a las drogas y reducir los niveles de consumo a través de levantar la prohibición a las sustancias que hoy son ilícitas[1].