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Hombre de Neandertal
El hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis) es una especie extinta del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental y Oriente Medio desde hace 230.000 hasta 28.000 años atrás, durante el Pleistoceno medio y superior y culturalmente integrada en el Paleolítico medio. En un periodo de aproximadamente 5.000 años se cree convivió paralelamente en los mismos territorios europeos con el Hombre de Cro-Magnon, primeros hombres modernos en Europa. Esta convivencia se ha demostrado por fósiles hallados en las cuevas de Châtelperron.

Los análisis genéticos del ADN mitocondrial (linaje materno) de los neandertales muestran que sus linajes estaban mucho más distanciados que los nuestros. Los paleoantropólogos han identificado al menos tres razas o subespecies neandertales de las cuales una era pelirroja, aunque por una mutación distinta a la de la raza nordico-roja actual. Otra raza neandertal oriental, era de constitución algo más grácil que el masivo tipo europeo y quizás pudo contribuir en la formación de la raza arménida.
Sumario
Características
A partir de los huesos fósiles descubiertos hasta ahora (unos 400 individuos), las características que se observan son: estatura baja (1,60 m), esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas y robustas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e inclinada, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal —1550 cm³—. Vivían en grupos sociales organizados, formados por alrededor de unos treinta miembros casi todos con parentesco (clanes), dominaban el fuego y podían fabricar herramientas rústicas que incluían huesos y piedras.
Características craneales:
- Su capacidad cerebral era parecida a la del Homo sapiens, entre 1200 y 1500cc.
- Frente estrecha, muy baja e inclinada.
- Arcos superciliares prominentes (Huesos de las cejas).
- Grandes órbitas oculares.
- La nariz era ancha y plana.
- Su dentadura era amplia y con prognatismo.
- Presentaban espacio retromolar.
- Poseían un mentón muy reducido.
Adaptaciones
Los neandertales fueron una especie bien adaptada al frío extremo congruente con la cuarta y última glaciación. Tenían un cráneo alargado y amplio, baja estatura y complexión robusta, y nariz amplia de aletas prominentes; rasgos que denotan adaptación a climas fríos, como se puede observar actualmente en las poblaciones del Ártico, y muy probablemente dueños de un olfato más desarrollado que el hombre moderno. Su cerebro era similar o incluso más grande que el de los hombres modernos. Los estudios del genoma neandertal apuntan a que los neandertales probablemente tenían genes para el cabello rojo y la piel clara.[1] Además, el estudio de los genes en los británicos modernos que se atribuyen a la mezcla de Neandertal ha encontrado que los neandertales tenían los genes para el pelo rojo, pero no habrían sido extremadamente comunes y no son responsables del cabello rojo en los humanos modernos.
Un neandertal medio podía alcanzar unos 1,65 m, era de contextura pesada, dentadura prominente y musculatura robusta. Si bien su estructura ósea no los hacía corredores de largo aliento, sí podían hacer cortas y rápidas carreras persecutorias o escapistas; eran sobre todo caminantes de largas distancias. Estudios anatómicos han determinado que el neandertal podía articular una fonética limitada respecto a la que actualmente posee el hombre moderno, debido a la ubicación de la laringe, situada más arriba que la de este. Otros estudios recientes indican que los neandertales podían dar grandes mascadas a su alimento gracias a una mayor apertura bucal. La expectativa de vida de un miembro adulto en un medio ambiente tan extremo, riguroso y hostil no sobrepasaba los 40 años en los hombres y 30 en las mujeres.
Existencia en el tiempo
Los neandertales surgieron hace unos 230,000 años en Europa, y se extinguieron hace unos 40,000 años, basado en una investigación publicada en Nature en 2014, es mucho más temprano que las estimaciones anteriores y se deriva de métodos mejorados de datación por radiocarbono que analizaron 40 sitios, desde España hasta Rusia. La evidencia de la presencia continua de neandertales en la península ibérica hace 37,000 años se publicó en 2017.
Las causas de su extinción son todavía motivo de debate, pero no ocurrió sin antes hibridarse con Homo sapiens, quien también mantuvo relaciones sexuales con los denisovanos, dando lugar a individuos fértiles, tal y como demuestran los estudios paleogenéticos.
Cultura material y forma de vida
El estilo de herramientas líticas utilizadas en el Paleolítico medio por los neandertales se conoce como la cultura Musteriense, así llamada por haber sido encontradas por primera vez en el yacimiento arqueológico Le Moustier. La cultura musteriense está caracterizada por la utilización de la técnica de talla Levallois. Estas herramientas fueron producidas usando martillos de percusión blandos, de hueso o madera. En los últimos tiempos de los neandertales aparece en el registro arqueológico el estilo Châtelperroniense, considerado como más "avanzado" que el musteriense.
En su época hay ya claras evidencias de utilización del fuego para cocinar carne. Se cree que era el depredador principal de su entorno y que su dieta era casi exclusivamente carnívora. Tuvo éxito cazando bisontes, uros, caballos, ciervos, cabras y ovejas, por lo que se hallaba ya en lo alto de la pirámide alimenticia (parece claro que incluso cazaron osos cavernarios, algo que los Homo habilis no podrían ni haber soñado). También practicaban el canibalismo. Este tipo de alimentación no parece haberle sentado mal al neandertal, ya que su constitución ósea era masiva (aunque su estatura por lo general era reducida) y su capacidad craneal mayor que la del hombre moderno. A la luz de ciertos estudios, se considera que el neandertal tenía unos niveles hormonales privilegiados, que los machos estaban fuertemente sexuados, que tenían un desarrollo impresionante de la musculatura en general y del brazo derecho en particular, y que incluso las hembras no eran criaturas muy delicadas precisamente. Por los análisis forenses de algunos fósiles, sabemos que los neandertales eran capaces de sobrevivir a lesiones tremendas (como amputaciones de brazo) y que eran excepcionalmente resistentes al frío y al dolor. Actualmente se considera que fueron los primeros en adoptar conductas rituales que evidenciaban la presencia de una religión.
Hibridación con Homo sapiens

La conclusión aceptada de que Homo sapiens no desciende de Homo neanderthalensis no descarta que haya tenido lugar un aporte neandertal al acervo genético de los humanos modernos. Los euroasiáticos poseen entre el 1 y el 5% de genes arcaicos por persona que se pueden atribuir a hibridación con neandertales. El cruce entre especies podría haber tenido lugar cuando el Homo sapiens llegó a Oriente Medio tras salir de África. Basados en la distribución de genes neandertales en restos antiguos de H. sapiens, se calcula que la hibridación tuvo lugar hace 50 ó 60 mil años.
Se calcula en un 20% la cantidad total del genoma neandertal que ha sobrevivido en H. sapiens.[2] Este porcentaje es mucho mayor si se examinan solo ciertos genes presentes en la población humana actual no africana, como los de la piel y el pelo y los implicados en enfermedades como la diabetes tipo 2, la enfermedad de Crohn, el lupus y la cirrosis biliar. En el caso de los genes involucrados en la pigmentación de la piel, el aporte neandertal alcanza una frecuencia de hasta un 70% en europeos.