Oráculo de Delfos

De Metapedia
Saltar a: navegación, buscar
Oráculo de Delfos

El oráculo de Delfos fue un lugar de consulta a los dioses en la actual villa de Delfos, Grecia. El templo sagrado está dedicado principalmente al dios Apolo.

De las rocas de la montaña brotaban varios manantiales que formaban distintas fuentes. Una de las fuentes más conocidas desde muy antiguo era la fuente de Castalia, rodeada de un bosquecillo de laureles consagrados a Apolo. La leyenda y la mitología cuentan que en el monte Parnaso y cerca de esta fuente se reunían algunas divinidades, diosas menores del canto, la poesía, llamadas musas junto con las ninfas de las fuentes, llamadas náyades. En estas reuniones Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban.

El oráculo de Delfos influyó en gran manera en la colonización de las costas del sur de Italia y de Sicilia. Llegó a ser el centro religioso del mundo helénico.

Historia

Delfos es una ciudad en el continente griego que se encuentra situada en el valle del Pleisto, junto al monte Parnaso. Originariamente recibió de nombre Pito, y se llamaba así aún en la época de la guerra de Troya. Después pasó a llamarse Pitón, como la serpiente de Gea, que aguardaba el antiguo oráculo de la diosa Temis. Se dice que, después de matar a la serpiente, Apolo fundó su oráculo en este lugar. Entonces tomó como primeros sacerdotes a navegantes cretenses, a los que apareció y guió en forma de delfín. Así los condujo al Golfo de Corintio y seguidamente los llevó al monte Parnaso. Ellos dieron el nombre de Delfos a la ciudad, a petición de Apolo, que según la tradición les pidió que se dirigiera a él y lo venerasen bajo el nombre de "Apolo Delfino". El primer templo que se dedicó al dios fue construido con laurel, arbusto consagrado a Apolo (por causa de Dafne). El segundo habría sido construido con cera de abejas y plumas. El tercero fue enteramente hecho de bronce, pero un movimiento sísmico lo derribó. Finalmente los arquitectos Agamedes y Trofinio construyeron el templo definitivo. Delfos fue desde el principio un importante centro cultural en el que se celebraron certámenes musicales y deportivos. Los Juegos Píticos igualaban en importancia a los Olímpicos, y se celebraban también cada cuatro años, sin coincidir. El premio para los ganadores era la corona de laurel en lugar de la de olivo. El primer ganador de los certámenes musicales fue Crisotemis, el hombre que purificó a Apolo después de que este diera muerte a la serpiente Pitón. Otro ganador del que tenemos noticia fue Tamiris, amante de Jacinto, primer hombre que tuvo relaciones homosexuales y que permanece en el Tártaro por haber intentado competir con las Musas, quienes además le privaron de la vista.

Consulta al oráculo

Para consultarlo había que trasladarse hasta el recinto sagrado, ofrecer a Apolo una tarta hecha con miel y sacrificar una cabra, que se quemaba en una hoguera rociándola con agua. Si el cuerpo del pobre animal temblaba durante la ofrenda, significaba que Apolo accedería a hablar.

El oráculo estaba a cargo de una anciana, la Pitonisa, y un hombre, el Profeta. Tras la pregunta que le hacía el solicitante, la sacerdotisa, instalada en la cripta del templo e inclinada sobre su trípode, entraba en comunicación con el dios. Mientras, masticaba hojas de laurel, espolvoreaba harina y bebía largos tragos del agua que manaba de la fuente sagrada. Si sus palabras, como sucedía a menudo, resultaban absurdas o ininteligibles, el Profeta estaba allí para ayudar a interpretarlas.