Protestas en Bolivia de 2019

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Evo Morales renuncia a la presidencia de Bolivia el domingo 10 de noviembre

Las protestas en Bolivia fueron una serie de eventos con desobediencia civil, dirigidos por líderes de la oposición que exigían justicia al gobierno de Evo Morales ante las irregularidades de las elecciones presidenciales del año. Las protestas fueron pacíficas y unieron tanto a la derecha como a la izquierda contra el tirano socialista que quería eternizarse en el poder.

Las protestas culminaron con la renuncia de Evo Morales el 10 de noviembre y la sucesión de Jeanine Áñez, quien actualmente enfrenta a hordas terroristas afines al socialismo que bloquean carreteras y ejercen violencia contra la población. Entre estos grupos sediciosos se encuentran paramilitares extranjeros que asesinan a los que marchan para culpar al gobierno de Áñez y generar escándalo para la comunidad internacional.

Partido de gobierno

El Movimiento Al Socialismo (MAS) es el partido político de Evo Morales, que actualmente es el más poderoso en el Parlamento, ya que cuenta con 2/3 del mismo acaparado por su gente. A los militantes de este partido y a sus seguidores o fanáticos se les conoce como masistas (por el MAS). El MAS nació como un partido político derivado de la falange boliviana en los años 90, con el nombre de MAS-U (Movimiento al Socialismo-Unzaguista). Al poco tiempo fue cooptado por la izquierda y mediante capital de Hugo Chávez y George Soros se financió el ascenso del partido, principalmente de su líder Evo Morales, quien en 2003 lidera protestas que acaban con el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

En 2005 el MAS ganó las elecciones presidenciales y por primera vez se logró llevar a un hombre de origen indígena al poder. Poco a poco, el MAS demostró ser el partido más organizado de Bolivia, al ser el único partido en su sentido verdadero: tenían ideología, tenían programa, todo definido y organizado, frente a los partidos de oposición, que eran y siguen siendo meros clubs de gente adinerada.

El 2009, el MAS modificó la constitución para establecer la "refundación" de Bolivia, llamándola Estado Plurinacional y ya no república, por lo que el triunfo de Evo en las elecciones ese mismo año fue considerado un primer triunfo electoral bajo el nuevo sistema de gobierno. El siguiente triunfo en las elecciones de 2014 fe considerado el segundo y no el tercero, y para entonces el MAS ya había ganado los 2/3 del Parlamento que controla hoy.

La ideología del MAS puede denominarse como marxismo indigenista, debido a que promueve el rencor hacia los ricos o k'aras (blancos), la repartija de dinero entre militantes del partido a costa del empobrecimiento de la población, la ideologización paganista de la educación pública y la creación de empresas y contratos fantasma que favorecen a los masistas.

Álvaro García Linera, blanco, vicepresidente de Morales, es un activo intelectual marxista que ha logrado dar conferencias en Italia y Alemania acerca de los "logros" del gobierno boliviano. Ha escrito sobre el mestizaje, la identidad y la igualdad desde un punto de vista comunista con fuerte arraigo indigenista. Él había participado anteriormente en el Ejército Guerrillero Túpac Katari, provocando actos terroristas en los años 90.

Antecedentes

Protestas ciudadanas con la consigna del 21-F, Bolivia dijo NO.

El 21 de febrero de 2016, Evo Morales intentó una reforma constitucional para conseguir un cuarto mandato y gobernar hasta 2025 y más. Los resultados terminaron siendo una desventaja para él: 51,3% de los bolivianos le dijo NO a la repostulación. Esta derrota fue calificada por el vicepresidente Álvaro García Linera como "empate técnico", al punto de desatar las burlas en la población por lo malos perdedores que son los masistas. Esta fecha sería recordada posteriormente como un símbolo de resistencia: el 21-F. Diversos colectivos ciudadanos se sumaron a constantes protestas con el paso de los años, por lo que cada 21 de febrero de 2017, 2018 y 2019 los bolivianos le recordaban al gobierno este clamor ciudadano. Sin embargo, a pesar de todo, en 2017 el gobierno boliviano recurrió a entidades internacionales para reclamar el "derecho humano" de Evo Morales a repostularse a un cuarto mandato. La sentencia fue aprobada a inicios de 2018 y Evo estuvo habilitado para participar de las elecciones de 2019 a pesar de que la Constitución se lo prohibía.

El 4 de octubre de 2019, el líder cívico del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, habló frente a casi un millón de ciudadanos para proponer medidas a realizarse en caso de que Morales siguiera perpetuándose en el poder. Allí tomaron la palabra también activistas de algunas plataformas, como Alejandra Serrate, y también bomberos que combatieron al fuego que había azotado los bosques de la Chiquitanía entre agosto y septiembre. El cabildo acordó desobediencia civil en caso de que Evo Morales quiera cometer algún acto de perpetuación en el poder de manera ilegal.

El 7 de octubre de 2019, el departamento de Potosí se declaró en paro cívico indefinido bajo el liderazgo de Marco Pumari, presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), con el fin de presionar al gobierno para que evite vender las reservas de litio a empresas extranjeras sin dar regalías al departamento. Esta medida había sido determinada una semana antes en la ciudad de Uyuni. Ante este rechazo frontal al gobierno, más adelante a mediados de octubre los seguidores de Morales serían rechazados fuertemente por los potosinos, quienes frustraron su cierre de campaña debido al descaro del partido de gobierno en no hacer caso a las demandas potosinas.

Elecciones presidenciales

El candidato a presidente Carlos Mesa, junto a su candidato a vicepresidente, el politólogo Gustavo Pedraza.

El 20 de octubre se realizaron las elecciones presidenciales para el periodo 2020-2025. Evo Morales (MAS) y Carlos D. Mesa (Comunidad Ciudadana) eran los dos candidatos más votados, dándoles la oportunidad de enfrentarse en segunda vuelta. Durante la noche se cortó el cómputo online y al día siguiente se reanudó, mostrando a Evo como ganador definitivo en primera vuelta. Esto desató protestas en todo el país, al punto que turbas furiosas quemaron el Tribunal Electoral Departamental de las ciudades de Sucre y Potosí.

En Riberalta (Beni, noreste), los pobladores derribaron una estatua de Hugo Chávez, lo que representó la furia del pueblo boliviano contra el Socialismo del Siglo XXI. Como resultado de esta incertidumbre, se declaró paro cívico indefinido a partir del miércoles 23 de octubre: todo el departamento de Santa Cruz dejó de trabajar y se bloqueó las carreteras, calles y avenidas, para presionar al gobierno a que cumpla con las exigencias del pueblo.

En un principio se buscaba una segunda vuelta electoral, pero el gobierno insistía en mentir acerca de su triunfo, así que las demandas ciudadanas se elevaron a la anulación de las elecciones. Esto debido a que el ingeniero de sistemas Édgar Villegas, junto a su equipo de profesionales de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), reveló en un programa del canal TVU en Santa Cruz que el sistema de cómputos electorales presentaba muchos indicios de fraude[1].

El miércoles 30 de octubre, paramilitares funcionales al MAS asesinaron a Marcelo Terrazas y Mario Salvatierra, dos ciudadanos que circulaban entre medio de las protestas en el barrio Cofadena de la ciudad de Montero, una hora al norte de Santa Cruz de la Sierra[2]. El 3 de noviembre se logró apresar a 5 individuos sospechosos, enviados con detención preventiva a la cárcel de Palmasola en Santa Cruz. Los sindicatos locales tuvieron también su grado de participación, debido a que el barrio Cofadena es conocido por ser zona de masistas. Años atrás, el gobierno de Evo Morales había otorgado esas tierras de anterior uso militar para entregársela a sus partidarios. Más adelante morirían también Limberth Guzmán en Cochabamba, quien fue víctima de apaleos en la cabeza por parte de hordas masistas, y Heyberth Antelo, comandante de la Unidad Técnica Operativa Policíal (UTOP) en La Paz.

Una cholita subió a la tarima donde estaba Camacho para abrazarlo.

En un cabildo realizado el viernes 1º de noviembre, Camacho dio un plazo de 48 horas para que Evo Morales renuncie a la presidencia; si no, le iba a llevar una carta de renuncia redactada por él mismo. Llegó el lunes 3 y el gobierno no hizo caso, por lo que Camacho convocó a otro cabildo esa misma noche y anunció que se iba a dirigir a la ciudad de La Paz para entregarle a Morales la carta y una biblia. Esa misma noche acudió, pero en el aeropuerto de El Alto los masistas rodearon la zona y evitaron que él salga. Al día siguiente, un operativo militar sacó a Camacho y a sus guardaespaldas en un avión que llegó a Santa Cruz. Camacho habló mediante otro cabildo ante la población cruceña y propuso entregar esa carta días después, por lo cual viajó nuevamente a La Paz, esta vez para encontrarse con Marco Pumari, líder cívico del departamento de Potosí.

Al mediodía del jueves 7 de noviembre[3], Pumari y Camacho fueron recibidos junto a otros líderes opositores, como Waldo Albarracín, rector de la UMSA, en un cabildo celebrado en la sede de Adepcoca (Asociación de Productores de Coca), ubicada en Villa Fátima, zona de la ciudad de La Paz. Allí, Camacho declaró que no regresaría a Santa Cruz "hasta que Bolivia sea libre" y el rector Albarracín dijo que estimaba que la carta de renuncia sería entregada a Morales dos días después.

Nelson Condori y Luis Fernando Camacho sellaron un pacto de unidad.

El recibimiento de Camacho en Adepcoca fue clave para energizar los sentimientos nacionales de unidad, debido a que nunca antes un líder cívico cruceño había sido aclamado tan fuertemente en territorio cocalero paceño. Incluso en cierto momento subió una cholita al escenario para abrazarlo, imagen que fortaleció la unión del país frente al tirano socialista. La Adepcoca era clave para juntar apoyo, debido a que esa organización había sufrido atropellos del gobierno un año antes. El dirigente de la asociación, Franclin Gutiérrez, fue encarcelado acusado de portar armas y atentar contra la vida del presidente. Ese hecho demostró que Evo no defendía a todos los cocaleros del país, sino solamente a los del norte de Cochabamba, región clave para el narcotráfico nacional.

La mañana del sábado 9 de noviembre, Luis Fernando Camacho visitó a Nelson Condori[4], dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y de los Ponchos Rojos de Achacachi. Ambos sellaron un acuerdo mediante un abrazo, mediante el cual rechazaron el racismo y la discriminación hacia los indígenas, además de la paz entre urbanos y rurales. Esto sucedió en un hotel de La Paz, y Condori interrogó a Camacho sobre sus intenciones ante ojos de los medios de comunicación. Este acuerdo reforzó aun más en la población la idea de la unión entre oriente y occidente.

Motín policial

El sábado 9 de noviembre, cerca de las 18:00 Hrs, los policías de la ciudad de Cochabamba se amotinaron, provocando reacciones afines en comandos policiales de todo el país: primero Sucre, luego Santa Cruz y más adelante el resto de las capitales de los 9 departamentos. La razón de los amotinamientos eran las humillaciones a las que había sometido el gobierno a los policías durante 13 años[5]. El gobierno había prometido en 2014 aumentar los sueldos a los policías, pero nunca lo concretó. Tampoco los dotó de armamento ni vestimenta, por lo que cada efectivo policial tenía que poner de su propio dinero para conseguirse insumos.

Al grito de "policía, amigo, el pueblo está contigo", multitudes se aproximaban a los Comandos Departamentales ubicados en cada capital de departamento, para pedir a los uniformados que se rebelen contra el gobierno. Al final los 9 Comandos efectuaron el motín durante toda la noche, y al día siguiente se les uniría también la UTOP.

Informe de la OEA

El domingo 10 de noviembre por la mañana, la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un informe que establecía que las elecciones de bolivia estaban "viciadas de nulidad"[6] y, por tanto, solicitó anularlas y volverlas a celebrar, esta vez con un tribunal electoral competente. Entre las irregularidades detectadas en las elecciones, está el hecho de que se redirigió el flujo de datos a una red extranjera no prevista ni documentada. Se utilizó también servidores perimetrales de la empresas auditora; además, se falsificó firmas y hubo alteración de 333 actas de votación. Otra irregularidad fue una cadena de custodia deficiente, debido a que algunas ánforas de ciertas ciudades del país habían sido fácilmente quemadas, lo que evidenciaba falta de responsabilidad de las autoridades electorales para resguardar el material.

Renuncia de Evo Morales

Mineros potosinos se resguardan de las balas que provenían de los cerros, donde había paramilitares con armamento de grueso calibre tratando de asesinarlos.

El domingo 10 de noviembre, una caravana de buses partía desde Potosí hasta La Paz con mineros, y estos fueron increpados por francotiradores afines al gobierno, varios mineros resultaron heridos[7]. Los cooperativistas estaban saliendo de Challapata en el departamento de Oruro, e iban hacia la capital del departamento como parte de su recorrido hacia La Paz. De ello resultaron 4 personas heridas y evacuadas en ambulancias.

Esa misma mañana, muchas autoridades afines al gobierno renunciaron, entre ellos ministros, alcaldes, diputados, senadores y gobernadores. Evo Morales y su ministro de Gobierno, Carlos Romero, fueron captados orando tomados de las manos con pastores cristianos, cada uno por separado, lo cual reflejó la preocupación que tenían ante la furia de la población boliviana.

Durante la tarde, la Central Obrera Boliviana (COB), secuestrada por comunistas desde hace medio siglo y siendo un grupo poderoso muy afín a Evo Morales, pidió al presidente que renuncie para calmar la ola de protestas e insatisfacción ciudadana. Más adelante, Williams Kaliman, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, sugirió que Morales renuncie para pacificar el país.

Poco tiempo después, Morales y Álvaro García Linera, su vicepresidente, tomaron un avión que partió desde El Alto y pensaba escapar hacia Argentina, pero como el izquierdista Alberto Fernández aún no había asumido la presidencia, no se pudo otorgar el espacio aéreo. Debido a ello, Morales y Linera aterrizaron en Chimoré (Cochabamba, centro), municipio ubicado en el Trópico de Cochabamba, zona cocalera donde Evo tenía fuerte apoyo.

Desde ahí, Morales y Linera anunciaron oficialmente su renuncia ante todo el país, pero no han querido recibir la carta que les tenía preparada Camacho, así que leyeron sus propias cartas, donde acusaban a la oposición de golpe de Estado y violencia. Culparon a Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho de todo el desorden que se provocaba en el país.

Represalias contra opositores

Seguidores de Evo Morales quemaron la casa del líder indígena opositor Nelson Condori. De igual manera lo hicieron con otros personajes importantes de la resistencia.

Tras la renuncia de Evo, los masistas procedieron a destruir las casas de los principales opositores al gobierno. Una de las víctimas fue la periodista Casimira Lema[8]. A las 8 de la noche en la ciudad de La Paz, Lema se reunió con sus hijos luego de haberlos perdido entre multitudes que festejaban la renuncia de Morales. A las 10 de la noche la casa había sido quemada; los vecinos ayudaron a apagar las llamas: "Unos encapuchados ingresaban por el garaje y por la puerta principal. Le prendían fuego a una vagoneta, destruían todo a su paso y robaban todo lo que podían recoger sus brazos. Esa casa se desvanecía y con ella 25 años de matrimonio".

Otro de los atacados por el MAS fue el diputado Rafael Quispe, líder indígena y férreo opositor a Evo Morales, que hacía huelga de hambre los últimos días de las protestas. Los masistas intentaron quemar su casa[9], por lo que él tuvo que salir corriendo para estar a salvo.

También resultó afectado el rector Albarracín[10], quien denunció mediante Twitter que los masistas prendían fuego a su hogar en su casa, por la zona de Cota Cota en La Paz. Minutos antes, se había difundido que un grupo de gente iba hasta su casa con el fin de saquearla.

Igualmente terminó con la casa quemada el líder indígena Nelson Condori[11] el 13 de noviembre, días después de la renuncia de Morales. Su humilde vivienda se encontraba en la comunidad de Guaqui.

Vacío en el poder

Masistas de los municipios de Alto Beni y Palos Blancos (dpto. de La Paz) presumen su armamento en un punto de bloqueo de carreteras para intimidar a los bolivianos.

Bolivia entera festejó la caída del socialismo, excepto sectores reducidos de militantes del partido de gobierno, que se movilizaron violentamente en contra de los principales opositores, bajo órdenes de Juan Ramón Quintana, ministro de Evo Morales y militar entrenado en Cuba[12]. Ante ello, el ejército boliviano salió a acompañar a la policía en operativos que buscaron a los cabecillas del caos para hacer justicia con ellos. Los militares no recibieron órdenes de matar, pero sí de resguardar a las fuerzas policiales. El lunes, Morales y Linera partieron hacia México, para lo cual tuvieron que usar espacio aéreo brasileño, ya que otros países se lo habían negado.

Masistas en varias partes del país se levantaron violentamente para protestar en las calles al grito de "¡ahora sí, guerra civil!". Tiempo atrás, el ahora ex ministro Quintana había asegurado que si la oposición ganaba, se iba a generar un Vietnam en Bolivia, en alusión a la inestabilidad política y social a generarse. También se implica a Raúl García Linera, hermano del ex vicepresidente Álvaro, ya que había sido descubierto liderando a masistas disfrazados de mineros manifestándose a favor de Morales en la ciudad de La Paz a días de haberse iniciado el paro cívico.

Presidente sucesor

La actual presidente de Bolivia, abogada Jeanine Áñez.

Tenía que asumir la presidencia la presidente de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra, pero había renunciado; le seguía el primer vicepresidente, Víctor Borda, pero también había renunciado. En consecuencia, quedaba en la sucesión la cristiana evangélica Jeanine Áñez, abogada con maestría, nacida en el departamento del Beni (noreste); diputada por el partido opositor Unidad Demócrata (UD).

Para ello, se debía realizar cuanto antes una sesión en la Asamblea; llegó el martes 12 y los senadores de Morales no se quisieron presentar y se encerraron en un edificio contiguo al Parlamento para definir una estrategia de rechazo a la oposición. Ese mismo día, cerca de las 18:00 Hrs., ante la falta de los 2/3 (partido de Evo Morales) para iniciar el quórum en la Asamblea, Jeanine Áñez asumió de manera inmediata la presidencia interina. Dos artículos de la constitución boliviana lo avalaban, así que fue una sucesión totalmente legítima:

«Los artículos 41, 169 y 170 de la Constitución Política del Estado, junto a una Declaración Constitucional de julio de 2001, estipulan que ante la ausencia definitiva del (ex) Presidente ahora asilado en México —ausencia sumada a su reuncia previa—, y ante la imposibilidad de reunir el quórum congresal, quien ejerce la Presidencia del Senado asume la Presidencia del Estado en forma automática y sin necesidad de sesión previa de juramento, es decir “ipso jure”, (“por Derecho en sí”).»[13]

Áñez es la segunda mujer que gobierna Bolivia. Anteriormente, lo había hecho Lidia Gueiler Tejada, quien en noviembre de 1979 asumió la presidencia interina para convocar a elecciones; en julio de 1980 sería derrocada por su primo, Luis García Meza Tejada. Áñez es también la tercera persona nacida en el Beni en gobernar el país, ya que anteriormente habían gobernado Germán Busch Becerra (1937-1939), nacido en El Carmen del Itéñez, y Alberto Natusch Busch (1979), nacido en Riberalta. Esto suma en la historia de Bolivia a los gobernantes con origen camba/oriental, además de Alfredo Ovando (Pando) y José Miguel de Velasco y Hugo Banzer (Santa Cruz).

Tiempo después, los seguidores de Morales seguían provocando el caos en El Alto, Cochabamba y Yapacaní, las tres zonas donde Evo tenía mayor apoyo. Se encontró armas de calibre grueso y de mejor calidad que el del ejército en el bando de quienes protestaban, por lo que se procuró al decomiso de todo este material, incluyendo dinamitas. Un ex miembro de las FARC, Facundo 'Camilo' Morales, fue capturado, y al igual que él cayeron paramilitares cubanos y venezolanos.

Morales continúa ejerciendo presión y órdenes a sus seguidores a la distancia a través de llamadas telefónicas y mediante Twitter, asilado en México y no en Venezuela debido a que en tierras chavistas lo esperan sicarios para asesinarlo porque les debe dinero por droga. Mientras tanto, el líder del partido de gobierno, Andrónico Rodríguez, convoca a la violencia constantemente para que la presidente Áñez renuncie a su cargo.

Renovación de gabinete

Los ministros Víctor Hugo Zamora, Wilfredo Rojo, Aníbal Cruz, Martha Yujra y Milton Navarro juran a sus cargos.

El miércoles 13 y el viernes 15, la presidente Áñez designó a su nuevo gabinete[14], que se encuentra conformado por profesionales y políticos de varios departamentos del país:

  • Karen Longaric, ministra de Relaciones Exteriores / canciller (La Paz)
  • Jerjes Justiniano Atalá, ministro de la Presidencia (Santa Cruz)
  • Arturo Murillo, ministro de Gobierno (Cochabamba)
  • Luis Fernando López, ministro de Defensa (La Paz)
  • Roxana Lizárraga, ministra de Comunicación (La Paz)
  • José Luis Parada, ministro de Economía y Finanzas Públicas (Santa Cruz)
  • Yerko Núñez, ministro de Obras Públicas Servicios y Vivienda (Santa Cruz)
  • Álvaro Coimbra, ministro de Justicia y Transparencia Institucional (Beni)
  • Samuel Ordóñez, ministro de Desarrollo Rural y Tierras (La Paz)
  • Álvaro Guzmán, ministro de Energías (Beni)
  • Víctor Hugo Zamora, ministro de Hidrocarburos (Tarija)
  • Wilfredo Rojo, ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural (Santa Cruz)
  • Aníbal Cruz, ministro de Salud (Cochabamba)
  • Milton Navarro, ministro de Deportes (Potosí)
  • Martha Yujra, ministra de Culturas y Turismo (La Paz)
  • María Elba Pinckert, ministra de Medio Ambiente y Aguas (Santa Cruz)
  • Carlos Díaz, ministro de Planificación y Desarrollo (Santa Cruz)

Esta decisión provocó reacciones positivas en el oriente boliviano (Beni y Santa Cruz), debido a que se vio una gran presencia de los llanos en el gobierno boliviano, históricamente dominado por el occidente, la zona andina.

Hasta el momento, quienes han tenido los retos más duros han sido Karen Longaric y Arturo Murillo. La canciller Longaric ha recibido constantemente preguntas de la prensa acerca de la situación de Morales en México. Ella aclaró que Evo no es un perseguido político, pero que sí tendrá que enfrentarse a la justicia si regresa a Bolivia.

Por su parte, el ministro Murillo ha tenido que coordinar acciones con las Fuerzas Armadas para capturar a los cabecillas de los atentados terroristas que sacuden algunos municipios del país. De hecho, tuvo que acudir al rescate de su familia, que se encontraba en una zona alejada del departamento de Cochabamba, para rescatarla con ayuda de un operativo militar-policial.

Referencias

  1. «Edgar Villegas presenta pruebas de fraude en TVU, entrevista con Ximena Galarza» - Contacto Bolivia, 25 de octubre de 2019.
  2. «Van a prisión 5 personas por muertes en Montero» - Correo del Sur, 3 de noviembre de 2019.
  3. «Camacho en el cabildo de Adepcoca: “Yo no me voy a Santa Cruz hasta que Bolivia sea libre”» - Los Tiempos, 7 de noviembre de 2019.
  4. «Camacho y dirigente campesino sellan acuerdo de paz» - Correo del Sur, 9 de noviembre de 2019.
  5. «Mitos y verdades sobre la renuncia de Evo Morales» - PanAm Post, 11 de noviembre de 2019.
  6. «Así cometió Evo Morales el fraude electoral en Bolivia» - Despacho 505, 10 de noviembre de 2019.
  7. «https://correodelsur.com/seguridad/20191110_mineros-son-atacados-cerca-de-challapata.html» - Correo del Sur, 10 de noviembre de 2019.
  8. «La pesadilla de la que Casimira Lema aún no logra despertar» - El Deber, 24 de noviembre de 2019.
  9. «Rafael Quispe denuncia que intentaron quemar su casa» - El Deber, 12 de noviembre de 2019.
  10. «Waldo Albarracín confirma que su casa está en llamas» - El Periódico, 10 de noviembre de 2019.
  11. «Queman la casa de Nelson Condori, el indígena que reprochó a Morales el fraude electoral» - Los Tiempos, 14 de noviembre de 2019.
  12. «Quintana conspira contra el nuevo gobierno» - Sol de Pando, 12 de noviembre de 2019.
  13. «Quintana conspira contra el nuevo gobierno» - Sol de Pando, 12 de noviembre de 2019.
  14. «Conozca a los 17 ministros del gabinete de Jeanine Áñez» - Los Tiempos, 17 de noviembre de 2019.

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