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Sopa identitaria
Historia
En 2004 miembros de Les Identitaires organizaron una olla popular para servir sopa identitaria a gente de escasos recursos que habitase en el este de París. El episodio fue exitoso, así que se constituyó la asociación civil Solidarité des Français (SDF) para repetir periódicamente el evento.
Pronto la idea se replicó por todas partes de Francia, e incluso llegó a Bélgica y Suiza. Asesorados por SDF, diversos grupos identitarios crearon organizaciones de beneficiencia: Solidarité Alsacienne (cercana a Alsace d'Abord), Soulidarietà (emparentada con Nissa Rebela), Renaissance Sociale (vinculada a Nation) y Antwerpse Solidariteit (producto de militantes de Vlaams Belang).
Prohibición
Los medios masivos de comunicación armaron una polémica en torno a la sopa identitaria por ser un platillo que no se ajusta a las leyes emanadas del halal y del kosher (es decir por no estar en sintonía con los reglamentos musulmanes y judíos diseñados para que quienes profesan esos cultos puedan alimentarse sin contradecir a sus creencias religiosas). Debido a ello la policía parisina clausuró un comedor popular el 28 de diciembre de 2006 para evitar que se sirviese sopa gala, desatando así la polémica a nivel nacional.
El socialdemócrata Bertrand Delanoë, alcalde de París, y el neoconservador Nicolas Sarkozy, Ministro del Interior, unieron fuerzas para presentar ante la opinión pública a la sopa identitaria como una violación contra los derechos humanos.
Los identitarios protestaron arguyendo que su trabajo social no estaba obligado a abarcar a todos los individuos con necesidades básicas insatisfechas, sin embargo los tribunales de justicia determinaron que servir sopa identitaria a gente con escasos recursos es un acto discriminatorio y por tanto inaceptable en la Francia actual. La misma suerte corrió la sopa identitaria en Bélgica.
Después de la prohibición
La sopa identitaria siguió siendo distribuida en Francia después de 2007, pese a las disposiciones judiciales que la prohibían. Las organizaciones de beneficiencia identitarias siguieron en su mayoría activas, patrullando las ciudades francesas en determinadas épocas del año (principalmente en las noches invernales) para alimentar a gente carenciada con sopa identitaria u otros alimentos que contengan jamón, tocino y panceta, y proveerles de abrigo y compañía. La única diferencia es que, tras la prohibición, las acciones de caridad se realizan de un modo semi-clandestino.
