Vicente Rojo Lluch

Vicente Rojo Lluch

Vicente Rojo Lluch (Fuente la Higuera, Valencia; 8 de octubre de 1894 - Madrid, 15 de junio de 1966) fue un militar español, jefe de Estado Mayor del Ejército Popular de la República durante la guerra civil española. Es conocido por su destacada participación en la defensa de Madrid, así como en el planeamiento de la batalla del Ebro, la batalla de Brunete, y finalmente el Plan P.

Al finalizar la guerra estuvo exiliado en diversos países regresando a España en 1957 en donde fue juzgado por "auxilio a la rebelión" y perdió su empleo militar. Ha sido autor de diversos libros relativos a la narración histórica de la guerra civil española entre los que destacan "¡Alerta los pueblos!", "Así fue la defensa de Madrid" y "España heroica".

Biografía

Nació en Fuente la Higuera (Valencia) en 1894. Quedó huérfano muy pronto. Cursó estudios en la Academia de Infantería de Toledo. Amigo personal de Francisco Franco. Después de pasar por Marruecos, estudió Estado Mayor y volvió a la Academia de Toledo como profesor. Hombre moderado y católico practicante. Fundador de la revista "Colección Bibliográfica Militar".

Al estallar la Guerra Civil Española se hallaba destinado como profesor en la Escuela Superior de Guerra de Madrid. Participó en la reorganización de las fuerzas republicanas. Intentó, sin éxito, una mediación humanitaria con los defensores del Alcázar de Toledo.

A las órdenes del general Miaja, preparó un eficacísimo plan de defensa de Madrid, evitando su caída. Ascendido a teniente coronel fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército del Centro, interviniendo en el Jarama, Guadalajara, Brunete y Belchite.

Durante las fases finales de la contienda, ya ascendido a general, dirigió al Ejército Popular, planificando la Batalla de Teruel y la ofensiva del Ebro. Actuó siempre con gran pericia, aunque con escaso o ningún éxito, por lo que se le apodó como el "general de las derrotas". Se le concedió la Placa Laureada de Madrid.

Tras la caída de Cataluña, se mostró partidario de la rendición, lo que le llevó a enfrentarse a Negrín y a establecerse en París, donde se enteró del golpe de estado de Segismundo Casado. Terminada la guerra se exilió a la Argentina, y más tarde a Bolivia. En 1957 regresó a España, siendo juzgado y condenado a treinta años de reclusión, siendo indultado pocos días después. Fijó su residencia en Madrid, donde falleció en 1966.