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Yo No Como Bichos
Yo No Como Bichos es una plataforma de ciudadanos españoles que se oponen a la introducción de harinas de insectos y similares en los alimentos sin informar a los consumidores. Los activistas no pretenden prohibir el consumo de insectos o su uso en la cocina, sino que buscan que haya una cuota de alimentos sin insectos para aquellos que no los consumen y que se informe al consumidor de la presencia de bichos en el etiquetado.
La plataforma es completamente gratuita y se gestiona con sus propios fondos y lucro cesante de los fundadores pioneros.
Sumario
Razones para no consumir insectos
Las razones para no consumir insectos son varias:
- Las presencia se sustancias tóxico y antinutritivas que impiden o dificultan la absorción de nutrientes como la quinina, taninos, fitatos, oxalatos, saponinas, etc.
- Los microorganismos patógenos y parásitos.
- Contaminantes químicos como los metales pesados (cadmio, plomo o cobre, entre otros) y pesticidas. Cabe señalar, por ejemplo, un brote que afectó en 2007 a niños y mujeres embarazadas en una comunidad de Monterrey (California), asociado al consumo de saltamontes (chapulines) con elevados niveles de plomo importados de Oaxaca (México)[1].
- Alergias y reacciones cruzadas. Aunque no están bien estudiadas, se han identificado reacciones cruzadas, por ejemplo, entre crustáceos, cucarachas y ácaros. La sintomatología de la alergia a insectos es muy variada, pudiendo manifestarse desde una simple urticaria hasta un choque anafiláctico.
La principal razón que aducen los españoles para no consumir insectos es el asco. Un 38 % de los encuestados afirma que la repulsión les aleja de este alimento, tan común en otros países. La carencia de hábito (en un 15 %), las dudas sobre su seguridad (9 %) o razones culturales (6 %) son otros de los motivos. Y tampoco es que los españoles se muestren muy proclives a incluirlos en su dieta habitual: "Solo un 16 % responde que sí, mientras que un 82 % asegura que no lo haría"[2].
Introducción de los insectos en la alimentación
La venta y consumo de insectos está autorizada en España desde 2018. Existen tres especies de insectos comestibles autorizadas en la Unión Europea, pero sigue existiendo una carencia de normativas relativas a la producción, comercialización y seguridad. Esto contribuye a dificultar el despegue de estos productos como alimentos además del rechazo de los consumidores ha ingerir insectos. Por ese motivo una posibilidad es la introducción de los insectos en la dieta de la población, en forma de harinas de insectos a través de productos como galletitas o barras de cereal sin informar al consumidor final.
Beneficios
Se alega que la producción de insectos es más favorable para el medio ambiente que las producciones ganaderas tradicionales. Esto es debido a la menor generación de gases de efecto invernadero y bajas necesidades de terreno, agua y pienso, recursos que los insectos pueden usar de manera muy eficiente. en aquellos países que disponen de sistemas de producción y canales de comercialización bien establecidos, el precio de mercado de los insectos es muchas veces superior al de otros alimentos, tanto de origen animal como vegetal. Este dato, junto con el hecho de que la producción de insectos es más barata que la de los animales de abasto, apunta a una buena oportunidad de negocio, especialmente interesante en los países en vías de desarrollo.
Consumir insectos sin darse cuenta
El E-120 es uno de los aditivos alimentarios más utilizados. Aporta su llamativo color rojo a aperitivos, yogures, gominolas, refrescos, helados o mermeladas. También es un componente habitual en los pintalabios color carmín. El rojo cochinilla (su nombre es totalmente descriptivo) no deja lugar a las dudas: se obtiene de machacar las hembras desecadas de estos insectos. España es un importante productor, sobre todo en las Islas Canarias, donde es el único colorante del mundo que cuenta con una Denominación de Origen Protegida [2].
Etiquetado de productos
El objetivo es dar a conocer qué productos se pueden consumir sin insectos y en qué negocios de hostelería, panaderías, reposterías, etc, pueden comer o comprar productos elaborados y avalados por el sello de calidad "Yo No Como Bichos". Este sello garantiza que el establecimiento no contiene insectos, ni derivados de ellos, en sus recetas y productos de venta al consumidor.
Por su parte, la Comisión Europea se muestra favorable a colocar advertencias en el etiquetado de los productos[3].
Referencias
Artículos relacionados
Enlaces externos
- Cuenta en Facebook
- Cuenta de Instagram
- Canal de YouTube
- Nace una plataforma para dar a conocer qué productos no llevan insectos
Fabricación de harina de insectos
- Así será la fábrica de insectos más grande del mundo, situada en Salamanca
- Biomar y Agronutris se asocian para producir harina de insectos
- Bühler construye una planta de insectos a gran escala para Agronutris en Francia